Inicio Componentes Historia Letras Noticias y
Artículos
Discografía y
Espectáculos
La Lista Enlaces

 

Les Luthiers

No son cantantes de rock, ni cantautores de esos que rememoran épocas pasadas; no son el dream team del fútbol español; ni siquiera son una de las orquestas filarmónicas consagradas en el mundo. No son nada de lo anteriormente descrito, pero tienen algo en común con todos ellos: sus seguidores hacen largas colas y esperan horas y horas para conseguir una entrada que permita ver su espectáculo. En cada actuación los espectadores se cuentan por miles, y sus seguidores, alrededor del mundo, hay que contarlos por millones. Y es que las localidades se agotan cuando se trata de ver a Les Luthiers.

Salen al escenario todos vestidos de frack, pero con solo ver los instrumentos de que se acompañan, pronto se sabe que lo único serio de todo el espectaculo es precisamente su vestimenta. Este grupo argentino compuesto por Carlos López Puccio, Jorge Maronna, Marcos Mundstock, Carlos Núñez Cortés y Daniel Rabinovich mezcla la música y el humor de una forma muy singular y casi inigualable. Pero también se fabrican sus propios instrumentos (de hecho el término francés luthier significa constructor y reparador de instrumentos musicales). Ahora bién, unos instrumentos totalmente caseros y absolutamente informales.

Les Luthiers no nacieron ayer, ni anteayer tampoco. Sus rostros y revelan el paso de los años (está claro que no son ningunos niños). Pues bien, Les Luthiers empezaron a cantar, o como se le quiera llamar a esto que hacen, hace 31 años.

Estaban por entonces en la universidad, y por aquellas casualidades de la vida, se presentaron a un festival de canto coral. Y de allí a la fama. Pero no podía ser menos, ya que la primera canción que compusieron se titulaba Cantata Laxatón y no era más que la versión musicada del prospecto del prospecto de un laxante.

No siempre fueron los cinco miembros de que forman el actual grupo. En algunos momentos llegaron a ser diez. Y mientras algunos dejaban la formación otros eran fichados, como es el caso de Carlos López Puccio.

Durante estos 30 años har ironizado absolutamente sobre todo aquello posible des ser parodiado oridiculizado, incluso sobre ellos mismos. Un ejemplo, uno de sus discos se titula Lo mejor-peor de Les Luthiers

Han pasado 30 años, pero a su público fiel desdes los inicios se le unen las nuevas generaciones tentadas por canciones que hablan de algo tan moderno como los Ciber-esposos o del Acido Lisérgico.

Y para acompañar sus canciones, Les Luthiers se acompañan de algo parecido a instrumentos musicales que ellos mismos llaman violín de gamba o manguelodica neumática, por poner algunos ejemplos.

Incluso, a veces no saben ni que nombre ponerle a sus instrumentos caseros y en una ocasión optaron por definir a uno de ellos como OMNI -Objeto Musical No Identificado-.

En su nuevo espectáculo nos presentan dos nuevos inventos capaces de producir música: el ferrocalipe y el bajobarriltono.

Pero sin duda, otro elemto inseparable de esta banda de humoristas argentinos es el personaje creador de la mayoria de sus melodías: el archiconocido compositor (aunque solo sea conocido por ellos) Johan Sebastian Mastropiero.

Pero si en España son conocidos y casi venerados por sus indiscutibles seguidores, el fenómeno Luthiers en Argentina, su país de origen, es todavía muchísimo más espectacular si cabe.

En Buenos Aires existe un Centro de Amigos de Les Luthiers que edita una revista titulada Localidades Agotadas, haciendo referencia a lo dificil que es conseguir una entrada para los espectáculos de Les Luthiers.

Esta banda de Humoristas llegó a hasta a escribir un su propio diccionario. He aquí algunos ejemplos típicos del humor lutheriano:

Plagio:
Fuente de inspiración.
Watt:
Woliche para ir a wailar.
Radio:
Medio de comunicació que podría haber servido para la difusió de buena música.
Luthier:
Señor de smoking que realiza espectáculo de música-humor valiendose de instrumentos informales fabricados por el mismo.


Así que, se sea fan o no; tanto si se les conoce como si nunca se ha oído hablar de ellos es recomendable dejarse arrastrar por el cálido acento argentino y disfrutar del humor.

Nuria Toril. Gaceta Universitaria, del suplemento JASP nº 2 de Noviembre de 1996.