Peugeot 908 HDI FAP: en plena carrera ecológica.
Cuida el
medio ambiente con su motor diesel.
SAN PABLO.- La competición siempre ha sido el banco de pruebas más
exigente para el desarrollo de la tecnología automotriz.
Así lo
entendieron los directivos máximos de Peugeot cuando, a fines de 2005,
decidieron construir un sport prototipo para competir en las míticas 24
Horas de Le Mans y en el campeonato Le Mans Series de pruebas de
resistencia. Pero los técnicos tuvieron en cuenta una condición: el
vehículo debía contar con tecnología ecológica. La respuesta es este
Peugeot 908 HDi FAP; es decir, con motor diesel y filtro de partículas.
Contra
reloj, Peugeot Sport, la división de competición de la marca francesa,
diseñó y construyó el auto íntegro, desde el chasis hasta el flamante
motor, en 2006. Hasta tal punto que el primer auto se completó el 31 de
diciembre.
De allí a
las pistas, con éxito inmediato: los Peugeot 908 HDi FAP triunfaron en
las seis pruebas del calendario, incluida las Mil Millas en el circuito
de Interlagos, en esta ciudad, que se corrieron el 10 de noviembre
último.
Con esta
serie de triunfos, Peugeot fue campeón de marcas de la Le Mans Series,
mientras que la dupla compuesta por el portugués Pedro Lamy y el francés
Stéphane Sarrazin se llevó la corona de pilotos. Sus compañeros de
equipo, Marc Gené-Nicolas Minassian (todos con experiencia en la Fórmula
1), tampoco se fueron tristes de Interlagos, tras ganar de punta a punta
la dura competencia, de nueve horas de extensión.
Un paso
adelante para el gran objetivo de 2008: triunfar en las míticas 24 Horas
de Le Mans, tras el segundo lugar de esta temporada.
Este
Peugeot 908 HDi FAP es un prototipo con techo de la clase LMP1, la
máxima de la Le Mans Series. El chasis es monocasco y está construido en
fibra de carbono.
Este tipo
de estructura ofrece una gran rigidez torsional, indispensable para
doblar rápido, mientras que la carrocería tiene una eficiencia
aerodinámica superior incluso a la de un Fórmula 1. Así, este Peugeot
alcanza 340km/h en las rectas largas.
Eso sí, a
diferencia de los F1, que emiten un aullido que lastima los oídos, el
908 HDI FAP es un fantasma de las pistas. A su paso sólo se oye el
silbido del aire que corre sobre la carrocería. Sencillamente,
increíble.
La
transmisión está especialmente diseñada para resistir los más de 700 CV
de potencia máxima y el monstruoso torque de 1200 Nm (122,3 kgm) que
produce el motor, igual al de un camión pesado de unos 300 CV de
potencia. Así, la caja de velocidades, del tipo longitudinal, tiene 6
marchas, cuenta con control electro neumático y diferencial
autoblocante.
Incluye,
además, otras soluciones técnicas como la dirección con asistencia
eléctrica; frenos de disco ventilados de carbono, cuya potencia puede
ser regulada por el piloto; llantas de magnesio y neumáticos Michelin de
18 pulgadas.
El Peugeot
908 tiene 4650 mm de longitud, 2000 de ancho y 1030 de alto. Pesa 925
kilogramos y la capacidad del tanque es de 81 litros, mucho menor que la
permitida para los vehículos con motor naftero contra los que compite en
la categoría.
Por
supuesto, el leitmotiv del modelo es poner en condiciones extremas de
funcionamiento la tecnología HDI, con turbocompresor e inyección directa
de alta presión por common-rail, además de filtro de partículas FAP (
Filtre à Particules , en francés).
El 908
utiliza un motor V12 con un ángulo de 100° de 5.5 litros de cilindrada
(la máxima que permite el reglamento técnico de la categoría), en
posición central. Tiene dos filtros de partículas y utiliza un sistema
de gestión electrónica de la inyección Bosch MS17.
Un dato
curioso para un auto de carrera: el régimen de giro máximo no supera las
6000 rpm contra 19.000, por ejemplo, de un motor de Fórmula 1.
En
síntesis, tecnología diesel de alto nivel directamente de las carreras a
las calles.
Por:
Gabriel
Tomich
Secretos
de la tecnología FAP para filtrar hollín.
El Peugeot
908 HDi FAP está equipado con un motor V12 de 5.5 litros.
-
Utiliza dos filtros de partículas, que realizan procesos activos.
-
El
propósito de éstos es contener las partículas pesadas (hollín) que
produce la combustión del gasoil.
-
El
filtro retiene el hollín para evitar que salga a la atmósfera. Pero
no es ilimitado y debe limpiarse. ¿Cómo? Oxidando las partículas
retenidas mediante el aumento de la temperatura de los gases de
escape.
·
Por lo
general, esto se logra con una pequeña pos-inyección de combustible. Sin
embargo, genera demasiada temperatura (650°) que perjudica el sistema de
escape. Para bajarla, el filtro de partículas utiliza catalizadores
químicos que producen la oxidación del hollín a 500/550°. Incluso, con
ciertos aditivos en el combustible se puede bajar a 450°. El problema de
los filtros de partícula es que el gasoil debe contener poco azufre (50
partes por millón, ppm) para funcionar correctamente. En la Argentina,
el promedio de azufre en el gasoil es de 750ppm.
Por:
La Nación.com
Fecha:
Lunes 3 de Diciembre de 2007. |