La ciudad de Buenos Aires parece anárquica a veces, una ciudad donde
cada uno hace lo que quiere reclamando lo que sea. Son ese tipo de cosas
las que marcan la diferencia entre "libertad y libertinaje" y son esas
cosas las que le quitan puntos a la democracia, porque no se reclama
como corresponde, recurriendo a las autoridades o de forma judicial sino
con cortes de calles, autopistas y rutas, buscando llamar la atención de
los medios para que ellos puedan mostrar a otros su realidad y sus
carencias, pero en el medio están otras víctimas: los automovilistas,
que se ven privados de utilizar uno de los derechos constitucionales, el
de la libre circulación.
Los
derechos de una persona terminan donde empiezan los del vecino, dice un
refrán, pero en Argentina algunos pisotean a otros en base a obtener lo
que pretenden sin importar molestar a otros. Esto es el caso puntual de
los ya conocidos piquetes, en el siguiente video el Jefe de Gobierno de
la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri explica un poco esta situación
y cuenta como la policía de la ciudad, cuando este instalada, ayudará a
mantener el orden en esta ciudad que a diario sufre los caprichos de los
protestantes.