CAPÍTULO 1
LA LEVITACIÓN ES POSIBLE CUANDO UNO HA DOMINADO A LA PERFECCION LA TÉCNICA DE CONTROL DE VAYU

La levitación es posible cuando uno ha dominado a la perfección la técnica de control de vayu

El pranayama es un método de control del Prana (energía vital), el que durante la respiración se saca del ambiente. El principio que está en la base de este método consiste en absorber prana adentro del cuerpo y exhalar sustancias dañinas. El dominio perfecto de la técnica de pranayama es necesario para lograr un alto grado de concentración, pues durante el Kumbhaka (detención de la respiración) es más fácil concentrarse.

En realidad, el Kumbhaka cumple un papel muy importante, ya que la duración de la detención de la respiración es directamente proporcional con el grado de la iluminación de la conciencia. La levitación es imposible hasta que la conciencia de la persona sea clara. Yo mismo pude levitar cuando aprendí a detener la respiración con constancia durante 72 segundos. ¿Recuerdan que yo ya he escrito que la levitación es la capacidad sobrenatural que se obtiene cuando el humano dominó a la perfección la técnica del control del vayu para aniquilar la oscuridad de la reencarnación? El pranayama es precisamente una técnica del control del vayu. De aquí es evidente cuanta importancia se le da al pranayama en la práctica espiritual.

La significación de los mudras y chakras

El mudra es una técnica que combina en sí asanas, pranayamas y meditaciones, y está estrechamente relacionado con la obtención de fuerzas sobrenaturales. Existen diez tipos de mudras. Generalmente es considerado que todas las técnicas fueron dadas por el Altísimo Dios Shiva, el principal dios del induismo. El Altísimo Dios Shiva es uno de los tres dioses principales (junto con el Dios Vishnu y el Dios Brahma). Él gobierna la destrucción del Universo y la curación de las enfermedades y ayuda a lograr la Liberación.

Generalmente se cree que el Altísimo Dios Shiva es un ser que hunde al humano en horror, sea porque él, según cuentos, se alimenta con cadáveres en morgues, sea por su aspecto aterrador. Pero en realidad él es benevolente con los practicantes espirituales y les ayuda con consejos.

El Altísimo Dios Shiva tiene muchas facetas; él figura no sólo en el hinduismo, sino en otras religiones.

Dirijámonos, por ejemplo, al budismo esotérico tibetano. El practicante espiritual que pertenece a esa corriente utiliza los chakras que están por encima del Manipura-chakra; y éstos, como se considera, están bajo la gobernación del Altísimo Dios Shiva.

Ya toqué la cuestión sobre los chakras cuando hablé sobre el daosismo. Pero ahora quiero dirigirme a este tema una vez más por su importancia especial. El chakra es un centro espiritual ubicado en el cuerpo humano y relacionado directamente con el uso de fuerzas sobrenaturales. Cada persona tiene chakras en determinados lugares de su cuerpo. Existen siete chakras principales. Sin embargo, en las personas ordinarias éstos dormitan y por eso no funcionan. Los chakras se desarrollan sólo en el proceso de la práctica espiritual y sólo después de eso se pueden obtener fuerzas sobrenaturales, cada una de las cuales corresponde a un chakra determinado. Los chakras ubicados en la parte superior del cuerpo corresponden a dimensiones superiores que los chakras ubicados en la parte inferior. Cuando se dice que los practicantes del budismo esotérico tibetano utilizan los chakras ubicados por encima del Manipura-chakra, se sobreentiende que ellos utilizan los chakras superiores, o los chakras correspondientes a dimensiones más altas.

Pero volvamos al Altísimo Dios Shiva. En el budismo esotérico japonés de la escuela Shingon se considera que Fudo Mao es una de sus personificaciones. También a Daikoku lo reconocen como el Cuerpo Fenomenal del Altísimo Dios Shiva, uno de los siete dioses sintoístas que trae felicidad. Daikoku es representado con una máscara, un martillo de madera en la mano derecha y una bolsa grande en la izquierda. Originalmente era un dios de color negro y aspecto horroroso.

El Altísimo Dios Shiva que yo veo, tiene cuerpo blanco-plateado que hace acordar al hielo seco. Cuando lo vi por primera vez me quedé maravillado con su belleza. Su rostro expresa dignidad y está rodeado por una luz blanco-plateada. Cada vez que en mi práctica espiritual surgen problemas que no puedo resolver, me dirijo al Altísimo Dios Shiva. Y él siempre me da una respuesta exacta a mi pregunta. Pero si yo mismo debo pensar sobre el problema y hallar una solución, él me da indicios. No me imagino la práctica espiritual sin ayuda del Altísimo Dios Shiva.

Ocho fuerzas sobrenaturales que se pueden obtener con ayuda de los mudras

Los mudras dados por el Altísimo Dios Shiva nos permiten obtener ocho fuerzas sobrenaturales:

1) capacidad de desplazarse sin dificultad por rocas y lugares semejantes gracias a poder disminuir el cuerpo hasta el mínimo;

2) capacidad de aumentar el cuerpo hasta una dimensión tal que llene todo el cielo;

3) capacidad de ser más ligero que una fibra de loto o de algodón;

4) capacidad de alcanzar con el dedo cualquier objeto, incluso la Luna;

5) capacidad de cumplir todos los deseos;

6) capacidad de crear un mundo y gobernarlo;

7) capacidad de someter a cualquier persona (o cualquier objeto) a la voluntad propia;

8) capacidad de volver el cuerpo tan pesado como la propia Tierra.

El hombre puede obtener las mencionadas fuerzas sobrenaturales gracias a que los mudras despiertan la energía espiritual llamada Kundalini. Y hasta ese momento el Kundalini permanece en un estado de adormecimiento en el coxis. La energía despertada del Kundalini abre los chakras, que justamente están relacionados con las fuerzas sobrenaturales.

Cada uno de los mudras se ejecuta por un método determinado, pero éstos todos nos permiten lograr un grado de mayor concentración que los asanas y pranayamas. También los mudras eliminan las obstrucciones en el canal energético Sushumna, ubicado en el cuerpo humano. Se afirma incluso que ellos ayudan a sobrepasar el tiempo.

Pues bien, he descrito todas aquellas técnicas físicas del yoga que practicaba en la etapa inicial. Como complemento a éstas yo practicaba la meditación del Raja-yoga.

Pero como fundamento de mi práctica meditativa tomé la meditación llamada "Cuatro Temas de la Asimilación por Memorización", contenida en el budismo original. Aquel tiempo me agobiaban deseos mundanos tan fuertes que para renunciar a ellos tenía que practicar precisamente esta meditación.


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