Mensaje especial de la
Santísima Virgen
RECIBIDO EN TALAVERA DE LA REINA, A TRAVÉS
DE JOSÉ LUÍS
MANZANO, EL 17 DE ABRIL DE 1988.
-tercera parte-
La Madre: La Paz de Dios
Todopoderoso esté con vosotros. PUBLICO: Y con tu Espíritu
Madre.
La
Madre: Ave María
Purísima. PUBLICO: Sin pecado
concebida.
La
Madre:
Una vez más he vuelto hijo mío, según lo dicho. He
vuelto a este lugar para seguir hablando con mis hijos, proque mis hijos me
quieren escuchar hijo mío.
El mundo es cruel hijo mío, ni siquiera se da cuenta de lo mucho que estoy
haciendo por ellos. Y mira hijo mío, como me lo agradecen: llenándome
mi Inmaculado Corazón de espinas.
No se dan cuenta hijo mío, no tienen culpa..., ¡pobres almas!, más les
valiera no haber nacido. Ellos no piensan que Dios está muy ofendido,
pues sí lo está hijo mío. Y que dejen de ofenderle que ya es bastante hijo
mío.
Cada vez que miro al mundo siento esa tristeza tan grande que tú ya conoces,
y es por ver aue pierdo a mis hijos; hijos muchos de los que me han amado,
otros de los que no me han amado; otros de los que me han seguido,
otros de los que no me han seguido.
Y así hijo mío, se han dejado engañar por los falsos profetas.
¡Almas consagradas, ya que alguno de vosotros me oís, Yo así os digo de lo
que ocurreo. Almas consagradas sois culpables vosotros, porque no habéis
escuchado el Mensaje del Cielo. Y habéis negado a vuestro Dios, aquél que
servís.
¡Pobres almas consagradas!
Esas almas no han sido engañadas hijo mío, solo que se han dejado guiar por
su Ley, y han hecho ellos una nueva, y ya se piensan que ellos son Dioses.
Y Dios solo hay Uno.
Muchos de mis hijos se pierden..., ¡almas consagradas!, por qué no poner
remedio para ello? Pero Yo ya he venido, y ya que vuestras almas no sufren
por lo que ven, Yo sí que sufro por lo que veo, y por lo que estáis
haciendo.
Los falsos profetas les confunden y vosotros, ¡sí almas consagradas!, no
haces nada para detener a esas almas que les siguen. (1)
No hacen nada hijo mío. ¡No!, porque no confían en su Dios.
Ellos fueron hijo mío, los que clavaron esa espina tan
enorme a mi Hijo Jesús. Le que le duele hijo mío. Míralo, ahí está hijo mío,
triste al ver que las almas consagradas le han negado y le han rechazado.
Está triste porque entrega su Cuerpo a las almas, pero las almas consagradas
no lo entregan de corazón. Lo entregan como si fuera una cosa
cualquiera y lo que allí hay, en el Sagrario, es muy grande y tú lo sabes
hijo mío. Y como tú todas las almas de este mundo que conocen el
secreto que hay en el Sagrario.
Me siguen hijo mío, pero no me aman. Hay falsos profetas hijo mío, muchos
que están haciendo de que las almas se condenen. Yo le pido al Padre, al
Dios Yahvé, que perdone a esas pobres almas consagradas que piden por ellos
mismos, ¡sí hijo mío!, tú me entiendes: Esas almas consagradas que piden
para que cese la mentira hijo mío, de la Ley de Dios han hecho una nueva ley
y se creen dioses y reyes. Dios solo hay Uno, y reyes uno que es Dios.
Así es hijo mío. Y así como lo he dicho así está escrito, y dicen que estos
lugares de apariciones, hijo mío, para ellos insignificantes, para
vosotros...
(Mensaje no terminado ni corregido.)
PUBLICO: ¡Madre!
La Madre:
¡Dime!
PUBLICO:
Madre, yo
La Madre:
No te preocupes ¿Algo más?
PUBLICO: ¡Madre!
La Madre:
¡Dime!
PUBLICO:
Madre, la vidente esa, de aquí de Talavera
La Madre:
Lo mismo te digo hija mía, ¿ha demostrado que ama a
Dios?
Yo os bendigo como
Dios Padre Os bendice...
Padre Eterno: En mi Nombre.
El
Maestro:
En el mío.
La Madre: Y con la Luz de mi amado Esposo
el Espíritu Santo, ya estáis
bendecidos.
PUBLICO: Gracias Madre.
La
Madre:
Amaos los unos a los otros como mi Hijo os ha amado.
EL HERMANO: Adiós
hermanos. PUBLICO:
Adiós
Hermano.
La
Madre: Adiós
hijos.
PUBLICO: Adiós Madre.
Padre
Eterno: Adiós
hijos.
PUBLICO: Adiós Padre.
El
Maestro: Adiós
hijos.
PUBLICO: Adiós
Maestro.
EL HERMANO: Adiós
hermanos. PUBLICO:
Adiós
Hermano.
____________
(1) Es posible que
hubiera algún sacerdote presente y se dirige a él. El mensaje respondía a
veces al pensamiento de alguno.
|