VALIENTE
CUMPLE 70 AÑOS
Orlando Quiroga
El niño se convirtió en uno de los más apuestos jovencitos de la
zona. Las muchachas suspiraban al verlo pasar. Había una, Elena,
que cuando lo veía venir, cortaba una rosa y se la ponía en la
melena negra.....
Fui un
poeta enamorado
y no fatal en amores
me
perfumaron más flores
que las que había cortado.
En tanto amor conquistado
había una guajirita
que era la más bonita
pero era todo pasión
y me robó el corazón
con su ternura infinita....
Angelito
había tenido ya el golpe de la pobreza y encontró la verdad en
los libros de marxismo. Fue marcado como peligroso cuando dedicó
sus décimas al futuro inevitable... Pero Elena estaba a su
lado....
Unas
veces perseguido
y encarcelado otras veces
así eran las estrecheces
en la vida del Partido.
Otras veces escondido y distante del hogar
nunca la oí protestar
siempre dispuesta a seguir
luchando, hasta construir
un honrado familiar...
Me casé con la guajira
que era toda beldad
a quien dije mi verdad
y le negué mi mentira.
Del amor que nos inspira
nace la niña primera
nunca dio la primavera
un capullo como aquel
por dentro de cera y miel
y de cera y miel por fuera.
Tres hijos,
y en la década del cuarenta, el mujalismo se ensañó. Angelito
quedó sin trabajo, tuvieron que vender ropas para alimentar a
los pequeños. Le regalaban mazos de tabacos que él vendía a
clientes que le exigían les compusiera una décima... ¡cerraron
hasta la emisora y el periódico!
Clausurada la MIL DIEZ
el HOY también clausurado
y el Partido vigilado
¡La vida un infierno es!
Pero con la intrepidez
de los comunistas bravos
recogíamos centavos
como recogió Martí
y los que luchan así
¡no tienen sangre de esclavos!
Angelito no claudicó. Cuando Juan Marinello les llamó a él y al
Indio Naborí, estuvieron en el Campo Armada, cantando al Partido
Socialista Popular. Como contraofensiva el triste Panchín
Batista organizó una fiesta en La Tropical. Traían guaguas
llenas de campesinos, pero todos se bajaban e iban en tropel
para escuchar a Naborí y a Valiente. Persecuciones,
encarcelamientos, mala alimentación. Una vida así deja huellas
en los pulmones de Ángel...
Yo vengo
de esa carreta
tirada por bueyes viejos
y allí fueron mis espejos
los charcos de un agua prieta.
Le supe la última grieta
al temido callejón
cuando "Azabache" y "Doblón"
la yunta más veterana
dejaban en la romana
la mitad de mi pulmón...
Pero aquí
estás Angelito. Tu lucha justificada. Tu décima vivió sin
zapatos pero a nadie se vendió. Cuando más terrible la batalla,
más activa fue. Cuando más urgente era que denunciaras el
desalojo, te salió por el triángulo rojo de la bandera. Estás
ahí, en San Antonio, rodeado de hijos y nietos, y con tu dulce
Elena. ¿Quién mejor que Jesús Orta, Naborí otro de tu estirpe,
para definirte con esta décima que le hemos solicitado?
Ángel
Valiente, Angelito
de laúd y guayabera
cuando la décima era
por la guardarraya un grito
cantaste del guajirito
la soledad, la congoja
dejándole en cada hora
de la vega desolada
su protesta enarbolada
como una bandera roja.