Por
sus estragos la conoceréis
Tambogrande,
Piura
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Era una buena idea, pero se olvidaron de
que la minera seguía viva y rondando. |
La
conspiración que Manhattan venía urdiendo por fin dio frutos, tal como se pudo
notar durante la realización de llamado Encuentro Grande en Tambogrande.
Bastó
un momento de desconcierto de los organizadores para que un puñado de
mototaxistas pidiera un ablandamiento de multas aplicadas por la Municipalidad
local, y además exigiera al alcalde Francisco Ojeda que expliqué dónde está
el dinero que recibió de las ONG.
En
la mesa, a alguien se le ocurrió decir que se iba a “revisar ese tema” y se
armó el despelote.
Demás
está decir que Ojeda terminó echando chispas porque se supone que si alguien
debe responder por el dinero de las ONG son ellas lógicamente, previa revisión
de la naturaleza y fin de quien solicita la información.
Por
otro lado, el comedido afán del Frente de Defensa, de hacer todo a la vez, lo
conviritó en blanco fácil de la minera.
Grupos
de “portavoces” en la calle se encargaron de contarle otra historia a la
gente que había llegado hasta Tambogrande. Claro está, el menos avisado quizás
se lo creyó pero no surtió tanto efecto como se esperaba, aunque igual sembró
dudas sobre la legitimidad de acciones de la organización.
Éste
no había previsto desconcentrar y delegar tareas, lo que le valió acusación
gratuita de “totalitario”. El Frente, aparte, no salió a los medios a decir
nada.
Conclusión:
minera 1, Tambogrande 0.
Cotarro
alborotado
Tal
como factortierra lo advirtió en junio pasado, desde Manhattan en Piura
se venía cocinando una serie de actos contra la resistencia de Tambogrande (historia).
Los
mineros saben que en la capital regional, Piura, la cosa iba a estar complicada.
Como el liderazgo de la resistencia está desconcentrado, iba a ser muy difícil
atacar por allí.
Sin
embargo, los líderes de opinión mineros –como Jorge Arévalo—seguían
preparando el terreno.
La
mejor prueba de que Manhattan estaba en pleno trabajo conspirador fue una camapaña
a través del diario Correo de Piura, acusando a factortierra de
querer desestabilizar el trabajo de la Defensoría del Pueblo en esa región.
Acto
seguido, el presidente del Frente Urbano, Nicolás Sandoval, dijo en el mismo
medio que los editores de este sitio web eran “traficantes de crónicas”.
La
razón de tanto aspaviento era que la minera y sus secuaces habían sido
descubiertos la ofensa era su único mecanismo de protección.
Como
siempre, nadie se tomó en serio el cuadro.
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El sitio web de Manhattan sigue activo,
pero sin información sobre sus proyectos claves.
¿Abandono? ¡No! ¡Estrategia! (Scanning realizado el 13
de agosto de 2004) |
Su
último recurso
La
victoria de Tambogrande sobre Manhattan nunca fue completa.
Cuando
el Gobierno peruano canceló la concesión minera en (mejor dicho, bajo)
Tambogrande, el alcalde Francisco Ojeda adviritió que “la lucha no ha
terminado y no bajaremos la guardia en tanto el Congreso de la República
declare la intangibilidad de los valles San Lorenzo y Tambogrande, así como el
bosque seco.” (noticia)
En efecto, desde
febrero se tuvieron informes de que Manhattan estaba operando en Locuto, al sur
de Tambogrande, para tentar un remonte con su último recurso, el yacimiento B5,
luego que cada acción de la minera terminara por caer a los 15 centavos de dólar
canadiense (historia).
El B5 promete para
la minera, pero como ya no puede cometer los mismos errores que echaron al
traste su proyecto en San Lorenzo, esta vez modificó la estrategia.
Para evitarse que
el Gobierno vuelva a decir No, Manhattan forzó una alianza con la empresa
gubernamental Cedimín para formar Minera Papayo, y obtener el contrato de opción.
Con las piernas
amarradas mutuamente, el Gobierno peruano sólo tiene una salida: decir Sí.
La segunda parte de
la estrategia consiste en no dar, y no es que no quieran dar información, sino,
desde su óptica, hacer creer que no tienen recursos ni para sostener una
oficina, que por ahí más o menos va la cosa.
Por eso han cerrado
su oficina en Piura, donde un vigilante (¿y cómo le pagan al vigilante?) dicen
que ellos ahora trabajan en Lima, donde tenían una oficina en el barrio
residencial de San Isidro: la minera se hizo humo, presencial y hasta
virtualmente, pues no hay registro de conexión telefónica.
La
minera no ha desaparecido. Dicen los entendidos, que podría estar operando
desde un escritorio dentro del mismo Gobierno. Si no, ¿por qué tanta neblina?
Claro
que, luego de este artículo, saldrán a decir que no se fueron, que están
trabajando por el futuro de Piura, o que somos sólo ecologistas
fundamentalistas o que estamos locos gracias a la lluvia de billetes de las ONG.
Pero ellos saben muy bien que cuando eso pase (¡alerta, visitantes!) significará
que nuevamente fueron descubiertos. ¡Punto para Tambogrande!
A
todo esto, si ellos juran que hay enriquecimiento a costa de las ONG, ¿por qué
de una buena vez no presentan pruebas? (noticia)
Pero, ¡cuidado!, ya sabemos que Manhattan puede ‘fabricarlas’ al mejor
estilo Fujimori/Montesinos.
Allí
están las firmas falsas que su Coordinadora quiso hacer pasar como respaldo al
proyecto minero, y sobre la que la minera no ha respondido aún (noticia).
El
baile del sapito
Si
bien es cierto, los mineros se anotaron un punto al desestabilizar a la
resistencia en Tambogrande, no deberían saltar de alegría.
Su
estrategia del desprestigio se ha vuelto contra ellos.
Sus
acciones subieron a 20 centavos de dólar canadiense luego de anunciar su
alianza con Cedimín, hasta que decidieron sembrar a Tambogrande de
“portavoces” para contar “sus historias” a los extranjeros que fueron
para el Encuentro Grande preparatorio al Foro Social, que se desarrolla
en Brasil... y el tiro les salió por la culata.
Los
más avispados corrieron a la cabina de Internet más cercana y activaron sus
redes contra la minera.
Como
resultado, su valor cayó paulatinamente de nuevo a los 15 centavos, y puede que
siga descendiendo, lo que obviamente ha puesto los pelos de punta al directorio
en Vancouver, Canadá.
Ahora,
las intrigas de Manhattan y otras mineras se combatirán desde la Red
Internacional de Oposición a la Minería, que nació en Pacto, Ecuador, la
semana pasada, y que ahora está tomando fuerza.
A
la minera no le servirá seguirse escondiendo cada vez que tire una piedra. Por
cada paso, retrocede dos, y con este frente internacional... ¿quién sabe?
Tambogrande
debe recomponerse, depurar a ciertos dirigentes que sólo buscan figurar,
reconcentrarse en su lucha, reforzar su alianza reciente con Huancabamba,
y repetir el plato. Ya saben cómo hacerlo y el ejemplo es contagioso. Ya no están
solos...
Nelson Peñaherrera en Lima, Aldo Palacios en Tambogrande y Killian Doherty en Quito
©2004
NPC
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