Una
huelga apasionadamente satanizada por los medios, por los políticos,
por la clase alta empresarial... y apasionadamente hecha religión
por algunos estudiantes, algunos académicos, por otros partidos.
La huelga tuvo antecedentes bastante concretos, que se fueron decidiendo
mediante asambleas, algunas copiosas, otras cuestionables, pero el rechazo
a las políticas gubernamentales de privatización fue general,
y durante los primeros días tuvo un gigantesco apoyo de la población,
que veía en los estudiantes huelguistas una esperanza para detener
estas políticas y mejorar la situación del país. Sin
embargo, sería mentiroso decir que gran parte del desgaste
en el movimiento, una vez conformado el Consejo General de Huelga, no se
debió a la injerencia de grupos del PRD (que buscaba apoyo a su
candidatura) y los "ultras", que buscaron que de la huelga se saltara inmediatamente
a la revolución mundial del proletariado.
Aunque al principio hubo mucho apoyo hacia el PRD (visto como otra alternativa), este se perdió al mandar el gobierno capitalino reprimir con granaderos una manifestación en el Periférico de la ciudad, dejando decenas de heridos en la calle el 4 de agosto del 99. De aquí en adelante el PRD fue visto tan enemigo de la huelga como la cúpula empresarial y el gobierno federal.
Sin embargo...
Si queremos no hacer caso al hecho de que nuestra Universidad está siendo manipulada como trampolín político y como una mercancía, sería bueno que de alguna manera pensaramos que el país va hacia un proceso de preparación de gente que venda su trabajo como mano de obra barata. Como diría el prof. Guillermo Almeyra, "¿queremos un país maquilador? .Entonces hagamos técnicos y enseñemos a los alumnos a apretar tuercas", porque hacia allá va el país.
Y la huelga de la UNAM terminó así. Más de mil detenidos, muchos de ellos menores. Las demandas no se han ganado, de hecho, en muchos aspectos se ha retrocedido. Las reformas contra las cuales se combatió durante los diez meses, o mejor dicho, en estos tres años siguen vigentes, aunque ahora con un discurso "democrático", con trampas bastante estudiadas. Por ejemplo, el examen de ingreso a la UNAM no lo prepara el Centro Nacional de Evaluación (CENEVAL) sino otra empresa de mayor rango, la COMIPENS.
Autocríticas, ha habido pocas, si bien el CGH hoy está dividido en corrientes, y peleándose por el nombre, el auditorio Ché Guevara cayó en manos de la Brigada Verde, y termnió suiendo un basurero, desmantelado y un espacio "liberado" al que la com, unidad no tiene acceso. Al CGH nunca se dejó de criticar la intrensigencia, cosa que sienpre negaron, pero que en asambleas suele ser común, el pleito por quién hace la acción más radikal, por quién es más consecuente, por quién es más rudo...
Algunas
de las razones:
Otros documentos puedes
encontrarlos por acá, con otros puntos de vista distintos al
Grito.
Reportes de la Jornada:
Represión
durante la huelga. Ataques porriles, antiparistas organizados y armados
por las autoridades.
Comunicados
del CGH durante la Huelga: Manifiestos del CGH y comunicados