Se escucha el grito de un hombre pidiendo auxilio. Aparece
una esbelta y ágil joven atendiendo al llamado. Su
traje negro ceñido al cuerpo tiene adornos de color
rosa y en la espalda lleva un enorme boomerang. De repente,
se presenta ante ella un enorme ciempiés, al cual derrota
usando hábilmente el pesado boomerang.
-Tenía un fragmento de la perla - dice la exterminadora
al mismo tiempo que recoge el fragmento del cadáver
del ciempiés. - me llevare este fragmento a mi aldea,
pues la perla se creó allá- le dice la exterminadora
a un aldeano.
- Muchas gracias, exterminadora, muchas gracias - le dice
el aldeano.
Mientras tanto, en el bosque, Inu Yasha, Aome, Shippo y Miroku
conversan.
- Naraku está reuniendo los fragmentos de la perla
- dice Shippo.
- Déjalos que los reúna, así nos ahorrará
trabajo, después se los robaremos.
- ¿No te parece un plan perfecto? - le dice Inu Yasha
a Shippo.
- Se formó bien tu cerebro - le dice Shippo.
- ¿Qué dijiste, zorrito?- Contesta Inu Yasha.
En la noche, Aome y Shippo se encuentran dormidos mientras
Inu Yasha y Miroku conversan.
- Inu Yasha, cuando reunamos todos los fragmentos de la perla
¿la usarás para convertirte en un monstruo?
- pregunta Miroku.
- Así es, cuando uno es débil no tiene manera
de hacer algo - responde Inu Yasha.
- Inu Yasha, hemos visto que los seres hacen cosas terribles,
todo ser que se apodera de fragmentos de la perla - le dice
gravemente Miroku.
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Sango, la exterminadora
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- No creí haberte dicho que quería
convertirme en un monstruo bueno - responde Inu Yasha.
- Deseas proteger a la señorita Aome, cuando seas dueño
de la perla es probable que devores a Aome y al pequeño
Shippo - dice Miroku.
- ¿Y a ti no te comerá? - pregunta Shippo a Moroku.
- No, cuando eso se aproxime me marchare.
- Tonterías, no han sabido aprovechar la perla, yo seré
diferente- piensa Inu Yasha.
A la mañana siguiente, Inu Yasha y los demás llegan
a la aldea que la exterminadora había visitado el día
anterior. Cuando uno de los habitantes de la misma ve a Inu
Yasha, sea asusta y grita:
-¡Llamen a la exterminadora, otro ciempiés!
- ¿A quién le llamas ciempiés? Le dice
Inu Yasha un tanto molesto.
El hombre les cuenta que ayer había estado en la aldea
una exterminadora y que esta se había llevado consigo
un fragmento de la perla.
- Cuando se marcho nos dijo que la perla era originaria de su
aldea.
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Inu Yasha platica
con Miroku
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Mientras tanto, en la aldea de la exterminadora
todos la saludan y la felicitan por su llegada.
- Hola Sango - le dice una mujer.
La exterminadora saluda a su hermano y su mascota - hola hermano,
hola Kirara.
-¡Hermana, regresaste! - le dice el niño - Papá
desea verte, digo el general la espera.
Sango va ante su padre, el cual la felicita por su trabajo.
Sango le entrega el fragmento de la perla y éste lo coloca
en una especie de altar con incienso.
- ¿Con esto mantendremos calmados los poderes de la perla?
- pregunta Sango.
- No funcionara - contesta su padre - Hace 50 años le
habíamos entregado esta perla a una sacerdotisa la cual
era capaz de purificar la perla. Descansa, pronto tendrás
otro enfrentamiento.
- Si - le responde Sango.
- Kojaku, prepárate, ya tienes edad suficiente para ir
a exterminar monstruos - le dice su papá al hermano de
Sango. Después de eso el general se retira.
- Oye hermana, ¿los monstruos lanzan fuego por la boca?
- le pregunta Kojaku a Sango.
- Si, a veces, pero no te preocupes, todo saldrá bien.
Los monstruos más peligrosos son los que tienen forma
humana - le dice Sango a Kojaku.
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Sango lleva la
perla a su padre
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Más tarde, el grupo de exterminadores son llamados
para destruir unos monstruos en un castillo.
- Que bueno que hayan venido- les dice el terrateniente del
lugar.
- Puede confiar en nosotros - le dice el general.
- ¿Son sus exterminadores más experimentados?
- le pregunta el terrateniente.
- Así es, señor - le responde el general.
- Pero puedo ver en tu ejército a una señorita
y a un niño - le dice el terrateniente.
- Ellos son mis hijos y son los mejores exterminadores - le
responde el general.
- ¡Ahí vienen! - alerta unos de los guardias del
castillo.
- ¡Exterminadores, a trabajar! - les grita el terrateniente.
Aparece una araña gigantesca. Mientras tanto, vemos a
un hombre que descansa en el interior del palacio al cual un
sirviente le dice -Tu enfermedad ha empeorado a causa de las
energías malignas.
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Un hombre misterioso esta en el palacio
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Luego se ve a los exterminadores en plena batalla.
En pocos minutos acaban con la araña. De repente, en
el cuello de Kojaku se incrusta un hilo de araña el cual
lo manipula y hace que mate a todos.
-¿Por qué, Kojaku? ¿por qué mataste
a todos?- le grita Sango a su hermano - ¡Soy yo, Kojaku!
¿no me reconoces?
Mientras tanto, el terrateniente mira muy divertido la escena
y los guardias le preguntan que si deben de intervenir a lo
cual este responde que no. De repente, Sango se percata del
hilo de telaraña que lleva su hermano, y nota que el
hilo proviene del terrateniente.
- ¡Te destruiré, maldito! - amenaza Sango al mismo
tiempo que se acerca al terrateniente para matarlo.
-Los hermanos perdieron el control, ¡mátenlos!-
ordena el comandante a los guardias, pero en ese momento Kojaku
ataca por la espalda a su hermana y el hilo de telaraña
pierde su efecto en él.
-¿Qué hice, hermana? ¿qué hice?-
exclama Kojaku con desesperación.
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Kohaku es
manipulado
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Sango voltea a donde esta su hermano y observa cómo
los guardias le lanzan flechas hasta acabar con él. Moribunda,
se aproxima a él y le dice que todo estará bien.
En ese momento se desploma encima de su hermano.
Luego aparece el hombre que descansaba en el interior del palacio
y mata por la espalda al terrateniente. Sus guardias se quedan
sorprendidos y le preguntan que por qué ha matado a su
padre, a lo que responde:
-No es mi padre, véanlo bien. Supuse que era un fantasma,
pues su comportamiento era muy extraño. Caven tumbas
para los exterminadores - les ordena el hijo del terrateniente.
Mientras tanto, Inu Yasha, Miroku, Aome y Shippo tienen problemas
para encontrar la aldea de los exterminadores:
-¿Piensas robar el fragmento?- le pregunta Miroku a Inu
Yasha.
- Sí - responde Inu Yasha.
- Siempre y cuando no te exterminen - agrega Miroku.
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Sango es herida
de gravedad
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- ¿Cómo se habrá originado
la perla? - se pregunta Aome.
De repente un viento muy fuerte comienza a soplar.
-Este viento no es normal- dice Inu Yasha.
- Algo se acerca ¿Qué cosa será?- Se pregunta
Aome.
- ¡Miles de espíritus cruzan el cielo! - dice Shippo.
- No es algo común - Dice Miroku.
Mientras tanto, en el palacio los guardias ya habían
terminado de sepultar a los exterminadores y comentan entre
ellos:
-Los hermanos apenas eran unos niños...
De repente algo sale de una de las tumbas. Era Sango, la cual
exclama - ¡No moriré tan fácilmente!
- ¡La hija sigue con vida! - se sorprenden los guardias.
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Kohaku muere en los brazos de Sango
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Sango es atendida por el hijo del terrateniente. Mientras
tanto, en la aldea de los exterminadores, se ve como el grupo
de espíritus antes mencionados acaba con el pueblo, mientras
un monstruo cubierto con una piel de mandril mira a lo lejos
la masacre. Cuando todo termina, él va al cuarto en donde
se encuentra el fragmento de la perla, el cual estaba siendo
disputado por los monstruos que habían matado a los exterminadores.
Naraku les dice:
- Por fin se vengaron de los asesinatos de los exterminadores.
- comenta, pero los monstruos no se veían muy felices.
-¿Planean matarme? - les pregunta Naraku calmadamente
- pero si yo fui quien les dijo que los mejores exterminadores
estaban fuera de la aldea, ¿aún así me
matarán?
Con un movimiento, Naraku absorbe a los espíritus - ¡Ja!,
eso les pasa por insolentes - dice mientras recoge el fragmento
y se retira del lugar.
Más tarde, Inu Yasha y compañía llegan
a la aldea.
-Eso es un fuerte - dice Aome.
- Es ahí - Dice Inu Yasha.
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Sango es atendida
y descansa
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Al entra en ella se dan cuenta de que ha ocurrido
una gran masacre.
- Esto es horrible- dice Aome viendo la masacre.
- Se llevaron los fragmentos - dice Inu Yasha.
- Hay que sepultar a las personas - le dice Miroku a Inu Yasha.
- Esperen, hay algo ahí - dice Inu Yasha.
De un rincón sale una bestia que se prepara a atacar
a Inu Yasha y su grupo.
-¡Atrás, es un monstruo! - les advierte Inu Yasha
a los demás.
De repente se escucha una voz: - tranquila Kirara - de repente
la bestia se transforma en un pequeño animal parecido
a un zorro de dos colas. -¡Ay, que tierno! - dice Aome
al ver su transformación.
De Kirara sale un diminuto ser que exclama - Amo Inu Yasha,
¡Cuánto tiempo sin saborearlo! - Dando un gran
salto llega a la nariz de Inu Yasha y comienza a chuparle la
sangre. Era la pulga Myoga.
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Los cuerpos son apilados
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Después de ese encuentro Myoga le explica a Inu Yasha
que éste estaba investigando el origen de la perla, ya
que fue esa la aldea en donde se originó, pero les comenta
que un ejército de espíritus había atacado
el lugar, precisamente el día en que los mejores exterminadores
habían salido de la aldea. Le explica además que
durante la batalla un hombre cubierto con una piel de mandril
estaba escondido entre los arbustos sin hacer nada.
Cuando Inu Yasha escuchó lo del hombre con una piel de
mandril rápidamente se dio cuenta de que fue una trampa
tendida por Naraku.
Mientras tanto, en el palacio se ve que Naraku llega ante el
hijo del terrateniente y le dice:
- Naraku, ¿Fuiste a ver qué paso con la aldea
de exterminadores?
- Si jefe, un hombre mitad bestia los atacó. Inu Yasha
es su nombre, señor.
- Es una lástima - le responde el hijo del terrateniente.
Sango se levanta al escuchar la conversación de Naraku
y el hijo del terrateniente.
- ¡Sango! Dice sorprendido el hijo del terrateniente.
- Quiero mi arma, mi boomerang Higarotsu, regresaré a
mi aldea para matar a ese hombre mitad bestia llamado Inu Yasha.
- dice Sango a pesar de que se encuentra muy mal herida.
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Sango se enfurece pensando que Inu Yasha realizó la
masacre
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Fin del episodio
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