Críticas
El Comercio|El Peruano
"El Comercio"
Lima, Perú
Domingo, 15 de agosto de 1999
por Rafo Valdizán
"CONCIERTO Los Últimos Incas:
SABOR ANDINO A RITMO DE ROCK
SE AUTOMDENOMINAN CULTORES DE MÚSICA ÉTNICO CONTEMPORÁNEA.
LOS SIETE
MÚSICOS TUVIERON NOTABLE PRESENTACIÓN
EN LA ESTACIÓN DE BARRANCO
Una muy buena noticia. Una nueva posibilidad musical en circuito limeño: Los Ultimos Incas.
Siete músicos en Barranco deleitándonos: Ricardo Meza, compositor principal,
primera voz, guitarra acústica y vientos andinos; Raquel Gargatte,
voces, guitarra y percusión; Luis Granda, quenas, zampoñas e instrumentos prehispánicos;
Leonardo Chávez en el bajo; Tito Málaga en la batería; Jéssica Olascuaga en la guitarra eléctrica;
y Carlos Caballero en los teclados, charnago, vientos andinos y,
ocasionalmente, declamaciones poéticas introductorias.
La tipología de instrumentos podría sugerir que estamos ante un grupo folclórico. En parte
es así. Sin embargo, el asunto no muere entre quenas y zampoñas. Va mucho más allá. La energía
que desprende, emparentada con el músculo y la fibra del rock, convierte su acto en una fusión
vivificada, mística, moderna y milenaria a la vez. El carácter autóctono está presente en los
instrumentos andinos, en sus textos líricos y en algunos alcances rítmicos. La
atmósfera contemporánea se percibe a partir de la guitarra eléctrica- en variaciones distorsionada-
las arremetidas de Málaga en batería, la imbricada digitación en el bajo de Chávez y en
algunas de las orientaciones melódicas en la parte vocal.
Casi todas las entregas son originales, propias de la imaginación de Meza. La única versión ajena fue
el "Mambo de Machahuay", de Luis Pizarro Cerrón, interpretada en el peculiar estilo de la banda. El
recital fue abierto con el tema "Pachacámac" que, de arranque, nos situó en el
perfil de su propuesta. Aires andinos ejecutados con tremenda fuerza, en lenguaje de rock. Sigieron "Urpi",
"Ciudad dorada", "Camino de piedra", una especie de crónica testimonial de una experiencia en
Machu Picchu, "500 años", "Latinoamérica", "El llanto de la pachamama" cerró la noche "Soccoy Chaska".
Otro punto destacable: las armonías vocales. Las voces de Ricardo Meza y Raquel Gargatte anduvieron
en buena forma, alcanzando altos niveles estéticos.
La música de Los Ultimos Incas terminó por crear un aura particular,
donde lo mágico, lo histórico, lo cotidiano (simples historias humanas revestidas de un
ropaje multicolor) y lo real (el Perú mestizo de hoy), se entremezclan en una expresión
-ante todo musical, artística- muy rica y elaborada. Un grupo
para seguir el rastro."
"El Peruano"
Lima, Perú
Viernes, 1 de setiembre de 2000
por Jesús Raymundo
MÚSICA ÉTNICO-CONTEMPORÁNEA
Siete jóvenes que cultivaban el rock ahora exploran los ritmos andinos para
crear una propuesta diferente: la música étnico-contemporánea. Se hacen
llamar Los últimos incas. Y aunque no precisamente lo son, sus vidas modernas
se inspiran en sonidos antiguos que rescataron grácias a réplicas de
instrumentos de culturas preincaicas. Mañana presentarán, a los 20.00 horas, su
disco debut en el Museo de la Nación.
A pesar de que no provienen de Los Andes, ellos evocan el pasado andino para que fluya
con nuevos aires. Los últimos incas apelan a la fusión musical con el
propósito de que los sonidos autóctonos "respondan a tiempos de cambios y evolución".
Para que nunca mueran.
"Queremos darle a los instrumentos antiguos el sitial
que se merezan. Por eso apostamos por una propuesta musical arriesgada, pero nunca
descabellada", afirma Ricardo Meza, director, compositor y voz principal
del grupo creado hace dos años.
Todos los sonidos. Antes de grabar este primer disco, los músicos se entregaron
a jornadas intensas de investigación. Después de estudiar los instrumentos
preincaicos que se conservan en los museos, como el de Antropología y
Arqueología de Pueblo Libre realizaron réplicas exactas y redescubrieron sonidos olvidados.
Se imagina escuchar, por primera vez, las antaras y tambores Nasca, las quenas
Chincha, las trompetas Moche y los huacos silbadores?
Los últimos incas también practicaron con instrumentos andinos que la memoria de los
pueblos aún conserva: quenas, quenillas y quenachos, zampoñas, pututos, waqra
pukus-cuernos sonoros- y tinyas-tamborcillos de mano. Igualmente,
trasladaron la fuerza de instrumentos modernos a la música andina. Así, la
batería acústica, el bajo eléctrico, los teclados, saxos y guitarras eléctricas
se amalgamaron también a sus sueños.
"Tal vez nosotros arriesgamos demasiado al no dedicarnos a nuestras profesiones y
entregarnos mucho más a esta experiencia musical. Pero creemos que al final
de este camino emocionante veremos a la luz y daremos a conocer que es lo que
realmente queremos revalorar", agrega Meza.
El disco debut. Los diez temas de la primera producción discográfica de
Los últimos incas invitan a un viaje singular por variados sentimientos,
sonidos y voces. Las canciones evocan personajes tal vez distantes para los de la ciudad,
pero tan presentes en la cultura andina (Urpi y Yocallito), a la esperanza de
la raza y la búsqueda de la únion (Sonccoy Chaska, Ciudad Dorada, 500 años y
más, y Latinoamérica), y reflexionan sobre problemas ecológicos
(Llanto de Pachamama).
Todas las canciones fueron compuestas y escritas por Ricardo Meza, excepto
Yocallito, de Raquel Gargatte, dueña de una sensibilidad inusual
y una voz cautivante. Sin duda, el caso del director Meza también es
singular. El, además, interpreta la mayoría de los temas. Pero, cuidado,
no siempre logra los mismos resultados. Esperamos que nunca descuide la
constancia ni el estudio. Aunque sabemos que es entusiasta. Sino, no
entenderíamos cómo se atreve a cantar en un quechua que suena lejano.
De la ejecución, podríamos decir que, en general, el disco no es disparejo.
No hay sonidos que dominen a otros porque todos buscan convivir sin
enemistarse. Imaginamos que las siguientes producciones serán ejemplos de madurez.
Finalmente, hay que aplaudir la presentación de un catálogo fino de los temas en
edición bilingüe (español e inglés), donde el quechua fluye, además, en
algunos versos, e incluso frases mashigengas en un instrumental.
Incas modernas. En sus primeras presentaciones, Los últimos incas congregaron
en su mayoría a jóvenes. "Nuestros principales oyentes son ellos. Por eso queremos que
la música andina se difunda en un lenguaje moderno que la juventud pueda
comprenderla y disfrutar con mucho más gusto", señala Meza.
En esta perspectiva, planifican actuar en diciembre en universidades norteamericanas y
el próximo año en Alemania. Por ahora esperan seguir progresando para alcanzar
la soñada meta de convertirse en el grupo representativo de fúsion del país.
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