MENSAJES DADOS POR LA VIRGEN MARÍA DEL ROSARIO DE SAN NICOLÁS 1-7-86 907 Hija mía. Hoy sigue siendo la Sangre de Jesús, preciosa y divina Sangre. Preciosa Sangre que el mundo no alcanza a apreciar en toda su magnitud; Sangre derramada por Amor, purificadora. ¿Dónde está el amor humano, el calor humano, capaz de responder al gran amor de Cristo? Hija, piensa en una gota de esa Sangre y El derramó Su Sangre toda. Bendito sea Jesús. 2-7-86 908 La serenidad y el amor reine en los corazones. El amor de Cristo brinda alegría y paz interior. Purísimo Amor el Suyo. Alabado sea. Leed: I de Juan C.4, V. 8 - 9 - 10 8 El que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor. 9 Así Dios nos manifestó Su Amor: Envió a su Hijo único al mundo, para que tuviéramos Vida por medio de El. 10 Y este amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El nos amó primero, y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados. 2-7-86 909 Hija en mis distintas advocaciones me conocen mis hijos y desde todas ellas vivo por siempre en ellos. 3-7-86 910 Con infinita tristeza, y con el corazón desgarrado por el dolor, veo como mis hijos, se dejan arrastrar por las maniobras de satanás. Hijos, las cosas de la tierra, sirven para la tierra; las cosas del Cielo, se atesoran y son valiosas en el Cielo. Sólo en Dios se encuentra la respuesta entre el bien y el mal. Es mi deseo transmitir en cada palabra, fe y amor en Dios y por Dios. Gloria al Altísimo. 4-7-86 911 Yo les digo a mis hijos: En la humildad se conoce a Dios, desead perdón y hallaréis su misericordia; salid del pecado y Dios entrará en vosotros. Pido conversión, porque sin ella, perdida estará la humanidad. Amén, amén. Leed: Romanos C.9, V. 14 al 18 14 ¿Diremos por eso que Dios es injusto? ¡De ninguna manera! 15 Porque El dijo a Moisés: "Seré misericordioso con el que Yo quiera, y me compadeceré del que quiera compadecerme". 16 En consecuencia, todo depende no del querer o del esfuerzo del hombre, sino de la misericordia de Dios. 17 Porque la Escritura dice al Faraón: "Precisamente para eso te he exaltado, para que en ti se manifieste mi poder y para que mi Nombre sea celebrado en toda la tierra. 18 De manera que Dios tiene misericordia del que El quiere y endurece al que El quiere. 5-7-86 912 Mi amada hija: Yo, la Madre, amo a mis hijos y mi socorro llega a los que lo quieren tener. Intercedo por todos, porque todos están en mi Corazón. Gloria al Señor. 5-7-86 913 En la tarde; luego de rezar el Santo Rosario, la veo y me dice: La Luz de mi Corazón irradia esperanza, cuando el alma se abandona en la oración. Sed Cristos en Cristo mismo. Bendito sea. 7-7-86 914 Queridos míos: Os quiero junto a Mi, como a hijos pequeños, más, reconociendo vuestra pequeñez, así obraré en vosotros, plenamente junto a Jesús. Hijos, hoy estáis lejos de Mi, mañana cambiaréis. Para esta Madre no vale la intención, sino la acción. Amén, amén. 9-7-86 915 Estoy rezando el Santo Rosario; desde el cuarto misterio veo a la Santísima Virgen; ya en el último Gloria, Ella me acompaña. Yo le digo: Gracias Madre por rezar conmigo el Gloria; Ella me dice: Es una magnífica expresión de amor, orar a la Santísima Trinidad. Se glorifica, se alaba, y se adora en la Santísima Trinidad al único Dios. Amén. 11-7-86 916 No se endiosen los soberbios, que los anticristos no busquen en el pecado una mal deseada libertad, porque se aprisionarán bajo el peso de sus culpas. La sinceridad del corazón, pide el Señor. Alabado sea. Leed: Baruc C. 3, V. 36 36 ¡Este es nuestro Dios, ningún otro cuenta al lado de El! 12-7-86 (Intención de la Novena del 17 al 25) 917 Ofreced esta Novena al Señor, orando por el Papa, mi predilectísimo hijo, entregado en cuerpo y alma al Señor y a María Madre de Cristo. Juan Pablo II, que camina con su cruz, llevando por los pueblos la paz y la esperanza de Cristo. Consciente de los peligros a los que está expuesto, sigue humildemente cimentando la Iglesia de mi Hijo. Gloria eterna a Dios. 14-7-86 918 ¡Cómo deseo Yo que todos mis hijos busquen la misericordia de Dios! El mundo se está condenando, la Verdad llega y no es escuchada; hay una gran confusión en las almas. Esta Madre quiere que sus hijos estén inconmovibles en la fe y amando cada día más la Palabra de Dios. Hija, mis mensajes golpean pero enseñan. Amén, amén. 15-7-86 919 Recuerda esta frase: "Quien no padece no ama". Esto encierra muchas cosas y una en especial, el amor de Cristo Jesús. Gloria a Dios. 16-7-86 920 Pido por los enfermos y digo: Madre mía y Jesús mío; lo veo a Jesús y me dice: Sabes que nada quito, sabes que todo me doy, sabes que mis palabras son: "Dad y os daré". Puedes decirlo a tus hermanos. 16-7-86 921 En la tarde veo a la Santísima Virgen y me dice: El Señor brinda fertilidad, ésta debe ser aprovechada y seguirá el Señor brindándola. Nada es estéril viniendo del Señor. La tierra toda lo alabe. 17-7-86 922 Miro el Campito y cuando entro en mi casa veo a la Santísima Virgen. Me dice: Esa tierra es tierra santa, la gracia del Señor se palpa y se recibe a cada instante; tierra bendita, donde la Madre quiere morar para poder aguardar allí, la llegada de sus hijos. Amén, amén. 19-7-86 923 Hija, quiero de tus hermanos una especial devoción al rezo del Santo Rosario, quiero Novenas perpetuas; quiero decir, jamás interrumpidas. Orando se aleja al maligno, orando se llega a Dios, orando se salvan las almas. Gloria al Señor. Leed: Tobías C.13, V.6 - 7 6 Si ustedes se vuelven a El de todo corazón y con toda el alma, practicando la verdad en su presencia. El se volverá a ustedes y no les ocultará más su rostro. 7 Miren lo que ha hecho con ustedes y celébrenlo en alta voz. Bendigan al Señor de la justicia y glorifiquen al Rey de los siglos. 21-7-86 924 ¡Oh, si los hombres no despreciaran a Dios! Las Palabras del Señor surgen puras y sabias, se muestran en plenitud y en la más completa Luz, la Madre del mismo Jesucristo las trae a la tierra. Esto quiere decir: Paz, amor y abundancia en el conocimiento de Cristo, esto traigo a los hombres. Amado siempre sea el Señor. Leed: Eclesiástico C. 2, V. 10 al 18 10 Fíjense en las generaciones pasadas y vean: ¿Quién confió en el Señor y quedó confundido? ¿Quién perseveró en su temor y fue abandonado? ¿Quién lo invocó y no fue tenido en cuenta? 11 Porque el Señor es misericordioso y compasivo perdona los pecados y salva en el momento de la aflicción. 12 ¡Ay de los corazones cobardes y de las manos que desfallecen, y del pecador que va por dos caminos! 13 ¡Ay del corazón que desfallece, porque no tiene confianza! A causa de eso no será protegido. 14 ¡Ay de ustedes, los que perdieron la constancia! ¿Qué van a hacer cuando el Señor los visite? 15 Los que temen al Señor no desobedecen Sus Palabras y los que lo aman siguen fielmente Sus Caminos. 16 Los que temen al Señor tratan de complacerlo y los que lo aman se sacian de Su Ley. 17 Los que temen al Señor tienen el corazón bien dispuesto y se humillan delante de El: 18 "Abandonémonos en las manos del Señor y no en las manos de los hombres, porque así como es Su Grandeza es también Su Misericordia". Hija, pocos beben hoy del cáliz de mi Hijo. 22-7-86 925 Hija el día veinticuatro de cada mes, haced el Santo Rosario de veinticuatro horas, esto aplacará en parte el dolor de mi Corazón. Digo a mis hijos: Orad y sentid a la Madre, orad y amad a la Madre, orad y ofreced a la Madre. Amén. amén. 23-7-86 926 Mi querida hija, tinieblas y extravío hay por doquier, la maldad sigue extendiéndose, es el maligno en su aparente victoria. La obra de Dios terminará con él, la justicia de Dios salvará al justo. Alabado sea el Eterno. 24-7-86 927 Digo a mis hijos: Caminad siempre por la senda del bien y mucho obtendréis de Jesús. El permanece junto a sus fieles. Gloria a Dios. 25-7-86 (Día de Peregrinación) 928 Cada veinticinco es un nuevo alumbramiento, un nacer para muchos a la vida cristiana. La conversión, es un signo del maravilloso amor de Dios. Yo bendigo en este día, a mis amados hijos. Aleluia. 27-7-86 929 Gladys, ora mucho por los pobres, por los enfermos, por los presos, ora también por los que han caído en el vicio de las drogas; son todos hijos necesitados de la protección del Señor. Amén, amén. 28-7-86 930 Hija amo intensamente a mis hijos, busco constantemente a mis hijos. Siembro amor y quiero recoger amor, les hablo porque así encontrarán a Dios, los acerco a la Luz para que puedan vivir en la Luz. Que tus hermanos retengan este mensaje y lo tengan presente en sus corazones. Gloria al Todopoderoso. Leed: Proverbios C. 8, V. 4 al 8 4 "A ustedes, hombres, Yo los llamo, y mi voz se dirige a los seres humanos. 5 Entiendan, incautos, qué es la perspicacia; entiendan, necios, qué es la sensatez. 6 Escuchen: es muy importante lo que voy a decir, mis labios se abren para expresar lo que es recto. 7 Sí, mi boca profiere la verdad, la maldad es una abominación para mis labios. 8 Todas mis palabras son conformes a la justicia, no hay en ellas nada retorcido o sinuoso; 30-7-86 931 Digo a mis hijos: ¡Es tanta la belleza que el Señor tiene reservada para los que lo aman! ¿Cuándo abriréis los ojos y destaparéis vuestros oídos? Queridos míos, comenzad y lo celebraréis. Amén, amén. Volver al índice Volver a la página de la Virgen del Rosario de San Nicolás
1-7-86 907
Hija mía. Hoy sigue siendo la Sangre de Jesús, preciosa y divina Sangre. Preciosa Sangre que el mundo no alcanza a apreciar en toda su magnitud; Sangre derramada por Amor, purificadora. ¿Dónde está el amor humano, el calor humano, capaz de responder al gran amor de Cristo? Hija, piensa en una gota de esa Sangre y El derramó Su Sangre toda. Bendito sea Jesús.
2-7-86 908
La serenidad y el amor reine en los corazones. El amor de Cristo brinda alegría y paz interior. Purísimo Amor el Suyo. Alabado sea. Leed: I de Juan C.4, V. 8 - 9 - 10 8 El que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor. 9 Así Dios nos manifestó Su Amor: Envió a su Hijo único al mundo, para que tuviéramos Vida por medio de El. 10 Y este amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El nos amó primero, y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados.
2-7-86 909 Hija en mis distintas advocaciones me conocen mis hijos y desde todas ellas vivo por siempre en ellos.
3-7-86 910
Con infinita tristeza, y con el corazón desgarrado por el dolor, veo como mis hijos, se dejan arrastrar por las maniobras de satanás. Hijos, las cosas de la tierra, sirven para la tierra; las cosas del Cielo, se atesoran y son valiosas en el Cielo. Sólo en Dios se encuentra la respuesta entre el bien y el mal. Es mi deseo transmitir en cada palabra, fe y amor en Dios y por Dios. Gloria al Altísimo.
4-7-86 911 Yo les digo a mis hijos: En la humildad se conoce a Dios, desead perdón y hallaréis su misericordia; salid del pecado y Dios entrará en vosotros. Pido conversión, porque sin ella, perdida estará la humanidad. Amén, amén. Leed: Romanos C.9, V. 14 al 18 14 ¿Diremos por eso que Dios es injusto? ¡De ninguna manera! 15 Porque El dijo a Moisés: "Seré misericordioso con el que Yo quiera, y me compadeceré del que quiera compadecerme". 16 En consecuencia, todo depende no del querer o del esfuerzo del hombre, sino de la misericordia de Dios. 17 Porque la Escritura dice al Faraón: "Precisamente para eso te he exaltado, para que en ti se manifieste mi poder y para que mi Nombre sea celebrado en toda la tierra. 18 De manera que Dios tiene misericordia del que El quiere y endurece al que El quiere.
5-7-86 912 Mi amada hija: Yo, la Madre, amo a mis hijos y mi socorro llega a los que lo quieren tener. Intercedo por todos, porque todos están en mi Corazón. Gloria al Señor.
5-7-86 913 En la tarde; luego de rezar el Santo Rosario, la veo y me dice: La Luz de mi Corazón irradia esperanza, cuando el alma se abandona en la oración. Sed Cristos en Cristo mismo. Bendito sea. 7-7-86 914 Queridos míos: Os quiero junto a Mi, como a hijos pequeños, más, reconociendo vuestra pequeñez, así obraré en vosotros, plenamente junto a Jesús. Hijos, hoy estáis lejos de Mi, mañana cambiaréis. Para esta Madre no vale la intención, sino la acción. Amén, amén.
9-7-86 915 Estoy rezando el Santo Rosario; desde el cuarto misterio veo a la Santísima Virgen; ya en el último Gloria, Ella me acompaña. Yo le digo: Gracias Madre por rezar conmigo el Gloria; Ella me dice: Es una magnífica expresión de amor, orar a la Santísima Trinidad. Se glorifica, se alaba, y se adora en la Santísima Trinidad al único Dios. Amén.
11-7-86 916 No se endiosen los soberbios, que los anticristos no busquen en el pecado una mal deseada libertad, porque se aprisionarán bajo el peso de sus culpas. La sinceridad del corazón, pide el Señor. Alabado sea. Leed: Baruc C. 3, V. 36 36 ¡Este es nuestro Dios, ningún otro cuenta al lado de El!
12-7-86 (Intención de la Novena del 17 al 25) 917 Ofreced esta Novena al Señor, orando por el Papa, mi predilectísimo hijo, entregado en cuerpo y alma al Señor y a María Madre de Cristo. Juan Pablo II, que camina con su cruz, llevando por los pueblos la paz y la esperanza de Cristo. Consciente de los peligros a los que está expuesto, sigue humildemente cimentando la Iglesia de mi Hijo. Gloria eterna a Dios.
14-7-86 918 ¡Cómo deseo Yo que todos mis hijos busquen la misericordia de Dios! El mundo se está condenando, la Verdad llega y no es escuchada; hay una gran confusión en las almas. Esta Madre quiere que sus hijos estén inconmovibles en la fe y amando cada día más la Palabra de Dios. Hija, mis mensajes golpean pero enseñan. Amén, amén.
15-7-86 919 Recuerda esta frase: "Quien no padece no ama". Esto encierra muchas cosas y una en especial, el amor de Cristo Jesús. Gloria a Dios.
16-7-86 920 Pido por los enfermos y digo: Madre mía y Jesús mío; lo veo a Jesús y me dice: Sabes que nada quito, sabes que todo me doy, sabes que mis palabras son: "Dad y os daré". Puedes decirlo a tus hermanos.
16-7-86 921 En la tarde veo a la Santísima Virgen y me dice: El Señor brinda fertilidad, ésta debe ser aprovechada y seguirá el Señor brindándola. Nada es estéril viniendo del Señor. La tierra toda lo alabe.
17-7-86 922 Miro el Campito y cuando entro en mi casa veo a la Santísima Virgen. Me dice: Esa tierra es tierra santa, la gracia del Señor se palpa y se recibe a cada instante; tierra bendita, donde la Madre quiere morar para poder aguardar allí, la llegada de sus hijos. Amén, amén.
19-7-86 923 Hija, quiero de tus hermanos una especial devoción al rezo del Santo Rosario, quiero Novenas perpetuas; quiero decir, jamás interrumpidas. Orando se aleja al maligno, orando se llega a Dios, orando se salvan las almas. Gloria al Señor. Leed: Tobías C.13, V.6 - 7 6 Si ustedes se vuelven a El de todo corazón y con toda el alma, practicando la verdad en su presencia. El se volverá a ustedes y no les ocultará más su rostro. 7 Miren lo que ha hecho con ustedes y celébrenlo en alta voz. Bendigan al Señor de la justicia y glorifiquen al Rey de los siglos. 21-7-86 924 ¡Oh, si los hombres no despreciaran a Dios! Las Palabras del Señor surgen puras y sabias, se muestran en plenitud y en la más completa Luz, la Madre del mismo Jesucristo las trae a la tierra. Esto quiere decir: Paz, amor y abundancia en el conocimiento de Cristo, esto traigo a los hombres. Amado siempre sea el Señor. Leed: Eclesiástico C. 2, V. 10 al 18 10 Fíjense en las generaciones pasadas y vean: ¿Quién confió en el Señor y quedó confundido? ¿Quién perseveró en su temor y fue abandonado? ¿Quién lo invocó y no fue tenido en cuenta? 11 Porque el Señor es misericordioso y compasivo perdona los pecados y salva en el momento de la aflicción. 12 ¡Ay de los corazones cobardes y de las manos que desfallecen, y del pecador que va por dos caminos! 13 ¡Ay del corazón que desfallece, porque no tiene confianza! A causa de eso no será protegido. 14 ¡Ay de ustedes, los que perdieron la constancia! ¿Qué van a hacer cuando el Señor los visite? 15 Los que temen al Señor no desobedecen Sus Palabras y los que lo aman siguen fielmente Sus Caminos. 16 Los que temen al Señor tratan de complacerlo y los que lo aman se sacian de Su Ley. 17 Los que temen al Señor tienen el corazón bien dispuesto y se humillan delante de El: 18 "Abandonémonos en las manos del Señor y no en las manos de los hombres, porque así como es Su Grandeza es también Su Misericordia". Hija, pocos beben hoy del cáliz de mi Hijo.
22-7-86 925 Hija el día veinticuatro de cada mes, haced el Santo Rosario de veinticuatro horas, esto aplacará en parte el dolor de mi Corazón. Digo a mis hijos: Orad y sentid a la Madre, orad y amad a la Madre, orad y ofreced a la Madre. Amén. amén.
23-7-86 926 Mi querida hija, tinieblas y extravío hay por doquier, la maldad sigue extendiéndose, es el maligno en su aparente victoria. La obra de Dios terminará con él, la justicia de Dios salvará al justo. Alabado sea el Eterno.
24-7-86 927 Digo a mis hijos: Caminad siempre por la senda del bien y mucho obtendréis de Jesús. El permanece junto a sus fieles. Gloria a Dios.
25-7-86 (Día de Peregrinación) 928 Cada veinticinco es un nuevo alumbramiento, un nacer para muchos a la vida cristiana. La conversión, es un signo del maravilloso amor de Dios. Yo bendigo en este día, a mis amados hijos. Aleluia.
27-7-86 929 Gladys, ora mucho por los pobres, por los enfermos, por los presos, ora también por los que han caído en el vicio de las drogas; son todos hijos necesitados de la protección del Señor. Amén, amén.
28-7-86 930 Hija amo intensamente a mis hijos, busco constantemente a mis hijos. Siembro amor y quiero recoger amor, les hablo porque así encontrarán a Dios, los acerco a la Luz para que puedan vivir en la Luz. Que tus hermanos retengan este mensaje y lo tengan presente en sus corazones. Gloria al Todopoderoso. Leed: Proverbios C. 8, V. 4 al 8 4 "A ustedes, hombres, Yo los llamo, y mi voz se dirige a los seres humanos. 5 Entiendan, incautos, qué es la perspicacia; entiendan, necios, qué es la sensatez. 6 Escuchen: es muy importante lo que voy a decir, mis labios se abren para expresar lo que es recto. 7 Sí, mi boca profiere la verdad, la maldad es una abominación para mis labios. 8 Todas mis palabras son conformes a la justicia, no hay en ellas nada retorcido o sinuoso;
30-7-86 931 Digo a mis hijos: ¡Es tanta la belleza que el Señor tiene reservada para los que lo aman! ¿Cuándo abriréis los ojos y destaparéis vuestros oídos? Queridos míos, comenzad y lo celebraréis. Amén, amén.
Volver al índice
Volver a la página de la Virgen del Rosario de San Nicolás