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ANÁLISIS, COMENTARIO Y DEMÁS |
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Nacional
Brillos y penumbras de Fox presidente Se acaba el tiempo del primer sexenio postpriísta. El balance final arroja momentos de lucidez, metidas de pata y muchos proyectos sin concluir. Dos analistas sopesan este periodo presidencial NOVIEMBRE, 2006. Parece increíble que hayan pasado seis años desde que Vicente Fox Quesada asumió el poder como el primer presidente no priísta desde 1929, y el primero perteneciente al Partido Acción Nacional. Junto con él llegaron las ocurrencias, las botas, el bigote --ningún mandatario desde Lázaro Cárdenas lo había utilizado en funciones, como dato anecdótico--, el saludar a sus hijos desde el estrado del Congreso, el arremangarse la camisa tras saludar desde el Zócalo, el "chiquillos y chiquillas", la informalidad y para muchos la cursilería, como cuando Fox y Marthita se tomaron una foto besándose frente al Vaticano. "Fue un sexenio diferente, sin duda", refiere Juan Hernández, uno de los analistas entrevistados. "Pero quedaron muchos pendientes, entre ellos el de Oaxaca. Fue también un sexenio que se distinguió por su escasa pericia. Anteriormente teníamos sexenios que terminaban con cierta certidumbre política y la economía en ruinas. Hoy ocurre lo contrario". Para Regina Gómez, el balance es neutro: "Ni tan malo como dicen los perredistas ni tan fantástico como dicen algunos panistas. Este país es bastante complejo para gobernar y terriblemente heterogéneo, y en tal sentido Fox no lo hizo tan mal. Fue bastante ingenuo y creyó que cayéndole bien a todos iba a avanzar en sus proyectos. Con quienes quiso congeniar lo odiaron aun más y a quienes les caía bien les dejó cierto grado de desilusión". Añade Hernández: "Los dislates que hoy vemos en Vicente Fox son producto de la frustración por no haber alcanzado acuerdos con otras fuerzas, un odio que de institucional ya pasó a lo personal. Ya no pudo esperar hasta el primero de diciembre para decir lo que realmente piensa del Congreso, la mayor tranca de su sexenio..." Así pues, y convocados la mañana del 13 de noviembre, entrevistador y analistas nos reunimos vía messenger para hablar en el crepúsculo del sexenio foxista. Este es el resultado: --Empecemos por hacer un balance breve: ¿Cómo juzgará la historia a Vicente Fox? JH: Básicamente, como el hombre que consiguió lo que se veía imposible, sacar al PRI de Los Pinos, del que se esperaba mucho pero al final hubo desilusiones. Se le verá como un hombre que rompió un tabú pero que más adelante se detiene en seco ante la indecisión y su escasa capacidad de negociación con las fuerzas opositoras. RG: Ya con el hecho de haber derrotado al PRI Fox tiene asegurado su sitio en la historia. Pero creo que otro elemento es que se le recordará por la Presidencia que adquiere un tinte, llamémoslo cursi, una vez que se casa con Martha Sahagún, y que vino a ser su punto más débil en cuestión de relaciones públicas. JH: Pasará a la historia especialmente como el hombre que derrotó al PRI, algo que todavía en el 2000 se antojaba imposible; "si llega a ganar los priístas no van a dejar que asuma el poder", se pensaba entonces. Y vaya coincidencias: esa es la postura que hoy tiene el PRD. --Esa es, entonces, la manera en que la historia juzgará a Fox. ¿Cómo ven si enseguida hacemos un recuento de todo lo que vieron de positivo, y negativa, a este gobierno? JH: Por primera vez los analistas económicos coinciden en que no habrá "sorpresas" que nos lleven a una nueva crisis económica. Estos seis años las finanzas públicas se han llevado con responsabilidad, y si se registran déficit en la cuenta corriente se debe a que el gobierno arrastra un enorme gasto público heredado de los gobiernos priístas que no es tan fácil reducir. Pero por lo menos no vemos en el horizonte un "año de Hidalgo"; Fox deja a un país económicamente mucho más fortalecido que el que recibió en diciembre del 2000. RG: Hay que recordar que la estabilidad comenzó a construirse en el gobierno de Ernesto Zedillo. De hecho este ex presidente tenía más coincidencia con el panismo que con su propio partido. Pero coincido con Joel: este sexenio se ha distinguido por la disciplina del gasto público. Claro que falta mucho, pero esto debo reconocérselo a Vicente Fox, la casa comienza a ponerse un poco más en orden. --¿Aun con el caso de las famosas toallas de 20 mil pesos y las presuntas irregularidades de los Bribiesca? RG: El asunto de las toallas nunca fue escondido, siempre estuvo en Internet, y claro que fue un despilfarro que al final se corrigió. Y de los Bribiesca hasta el momento nada se les ha demostrado como tampoco ha sucedido nada más el lo del "cuñado incómodo" de Calderón que, cierto, fue un rumor que por poco le cuesta su victoria el pasado julio. JH: La gente que hizo un escándalo monumental con lo de las toallas parece olvidar los millonarios fraudes que ocurrieron durante el priísmo en Conasupo, Banrural y en Seguros La Nacional, entre muchos otros y que nos costaron millones de pesos. En cambio la corrupción y el dispendio han variado muy poco en el gobierno del DDF. Y la mayoría de esos desfalcos jamás fueron castigados. --Quizá el dispendio se dé ahora en los estratosféricos salarios a los funcionarios ¿no? JH: Del cual los demás partidos son corresponsables, agregaría yo. Me parece una hipocresía que un diputado o senador se queje de los "insultantes sueldos" de los secretarios y que nada diga de los 60 ó 70 mil pesos que recibe mensualmente, y que son iguales de insultantes. RG: Uno de los mayores logros del foxismo fue su apoyo a la vivienda, quitando de enmedio a los coyotes que convertían en años un trámite que toma semanas. Otro fue la irrestricta libertad de expresión; suena a lugar común pero es cierto ¿quién imaginaría hace seis años que se hiciera mofa de la pareja presidencial en televisión? Recuerdo que cuando salieron Los Peluches de Azteca, en los años de Zedillo, su títere era el único que faltaba en el elenco. Nunca antes a un mandatario en funciones los medios le habían pegado tan duro... --Pasemos pues a lo negativo de este agonizante sexenio... RG: Lo resumiría en una palabra: Creel. ¡Pésimo secretario de Gobernación! Hay más calor para la negociación en una de esas paletitas de La Michoacana que en su persona. Fue quizá el peor error que cometió Fox al armar su gabinete. Y es que en Gobernación necesitas a un político curtido, y Creel no lo era, ya no digamos que siquiera era político. Cuando se detuvo la construcción del nuevo aeropuerto del D.F. y con los manifestantes portando machetes nos dice Creel "lo que necesitamos es diálogo y concertación". Eso no fue lo peor, claro: Creel fue totalmente incapaz de alcanzar acuerdos con la oposición. Y ahora creo que lo tendremos de nuevo en escena en la Cámara de Diputados... eso no es para dar buena espina... JH: Yo también pienso que Creel fue un inepto, pero no dejemos atrás a Fox el bocón, producto de su ingenuidad para moverse en la política federal. Un gran error de Fox fue haber creído que con ser dicharachero y ocurrente le caería bien a todos, pues no, la política no es un concurso de simpatías, más bien es lo contrario: abundan las envidias, las amarguras. ¿Cuántas veces no se metió en broncas gratis por hablar de más? Que José Luis Borges, los trabajos que ni los negros quieren hacer... decía Pericles "la política es el arte de comunicar lo que los demás quieren escuchar, no lo que tu quieres decir", y creo que por ahí va el asunto. Fox pagó su novatada, aunque al final esos comentarios no causaron mayor daño ¿Era preferible haber tenido a un presidente "culto" como el fallecido López Portillo, pero corrupto hasta la médula? --¿Entonces ese no es el peor aspecto para ti respecto del foxismo? JH: Lo peor es que fue un régimen incapaz de alcanzar consensos, y bastante ingenuo para cuidar las apariencias. ¿A quién querían engañar cuando estaba el proceso de desafuero contra López Obrador y nos decían que no se trataba de una "revancha política"? Lo peor, pues, fue su escasa, casi nula, capacidad de negociación con las demás fuerzas políticas. --Me parece que las relaciones con otros países tampoco mejoraron gran cosa este sexenio, más bien empeoraron... RG: No se necesitaba ser adivino para ver que las relaciones iban a empeorar con Cuba y Venezuela con un gobierno de centro derecha en México. El haber tenido a un antiguo analista de izquierda como secretario de Relaciones trajo un efecto contrario. Y otra metida de pata de Fox: ¿cómo se le ocurrió decirle "comes y te vas" al dictador cubano sin pensar siquiera que lo estaba grabando y que luego usaría ese plática para balconearlo? Pero a final de cuentas las relaciones con Cuba y Venezuela no son tan importantes como las que tenemos con Estados Unidos, que tampoco marcharon muy bien... JH: Un aspecto que dolió mucho en Estados Unidos fue que la bandera mexicana no fuera puesta a media asta tras los atentados en Nueva York, algo que sí hicieron Canadá, los países miembros de la Comunidad Económica y hasta Libia. Y tratándose de su segundo socio comercial... bueno, el caso es que a partir de entonces México dejó de ser primordial para George W. Bush. Esta fue una tremenda falta de tacto por parte de Relaciones Exteriores... dependemos de Estados Unidos hasta en un 90 por ciento, nos guste o no... --¿Que tanto creen ustedes que haya afectado en la imagen presidencial la presencia de Martha Sahagún? JH: Mucho, pero tal vez menos de lo que suponen los críticos de Fox. Como dije al principio, al casarse el asunto adquirió un tono cursi, y luego, para que la señora se pusiera a hacer algo se fundó Vamos México exclusivamente para ella. Cuando se le comenzó a "barajear" como candidata presidencial hasta los mismos panistas respingaron. Fue otro error táctico del foxismo... --Pero hasta donde sé, la señora era enormemente popular entre la gente, razón por la cual se le pudo haber lanzado al ruedo a ver qué resultaba.. JH: Por eso digo que le afectó menos de lo que creen los críticos. Pero si no cuentas con el respaldo de un partido político que en cambio te de como advenediza, tus posibilidades son mínimas. RG: Lo que sucede es que Martha Sahagún resume todos esos elementos "de la derecha" que le tanto gusta atacar a la izquierda: una mujer criada en colegios católicos, de ademanes pequeñoburgueses, "mocha" y de ideas superficiales... JH: El libro ése llamado La Jefa, de Olga Wornat, y luego la segunda parte que afortunadamente se hizo amarilla en los estantes (no porque defienda yo a la señora de Fox sino porque se trata de basura periodística) tuvieron un efecto contrario. Aparte creo que Martha dejó atrás el concepto de "tonta y superficial" cuando supo armar su defensa en contra de Wornat quien, bueno, ya tenía fama de ser "fichita" en su natal Argentina; una francotiradora, pues. --¿Cuáles son los principales pendientes que le deja Fox a Felipe Calderón? RG: Naturalmente que Oaxaca es uno de ellos. Un conflicto exclusivamente priísta amenaza con desestabilizar al país luego que parecía que nos habíamos quitado de encima la peste del lopezobradorismo. Ciertamente el gobierno federal respetó la soberanía del estado a diferencia de los tiempos priístas cuando la duración de tu gubernatura dependía del Señor Presidente. Otro problema que Fox no quiso o no supo enfrentar fue el de las pensiones de la burocracia el cual probablemente estallará en menos de un lustro; lo de las pensiones del IMSS fue apenas un curita que no soluciona nada. JH: El número de personas en pobreza extrema ha disminuido notablemente este sexenio. Pero la incapacidad de Fox para negociar las reformas en el Congreso será otra herencia que le deje a Calderón, quien va a necesitar un secretario de Gobernación experimentado. Digo, Abascal no ha sido tan malo como Creel, pero llegó tarde para apagar el incendio. --Por último, ¿qué percepción tienen ustedes de Felipe Calderón? RG: Tiene le ventaja de no ser "advenedizo" dentro de Acción Nacional, como en cierto modo lo fue Fox. Tiene experiencia política aunque, curiosamente, no ha sido gobernador. Tiene todos los elementos para hacer un buen gobierno. Si me preguntaras qué defecto le hallo, bueno, tiene fama de ser terriblemente indeciso, y creo que de eso ya tuvimos seis años que nos dejaron saturados de indecisión. Francamente ya no queremos eso. JH: Si así como construyó su plataforma para llegar a la Presidencia presenta su plan de gobierno tenemos un panorama positivo. Pero creo que no debemos ilusionarnos demasiado; seguramente el país seguirá caminando a su paso, lento y con tropezones, aunque por lo menos ya va hacia adelante. |