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LITERATURA

Memorias de una groupie

Las acompañantes de las estrellas de rock de los años setenta guardan muchas historias insospechadas para buena parte de las fans. Este libro, ya un clásico, rememora muchas de las más interesantes

Soy Parte de la Banda
Ja
Pamela Des Barres
Paramount/2006

ENERO, 2007. El libro que hoy comentamos está a punto de cumplir 20 años de haber salido a la venta por primera vez. Por aquellos años tuve oportunidad de leer un par de críticas y, luego, de ver extractos en otras publicaciones y más recientemente, en la red. Sin embargo la sorpresa fue enorme cuando encontré en una librería de la ciudad las edición en español de un libro que originalmente lleva el título de I'm With the Band, escrito por la ex groupie Pamela Des Barres.

Las groupies, como ya lo refirió Cameron Crowe en la excelente Almost Famous (ver repaso al DVD aquí, casi al final del texto) eran aquellas muchachas que acompañaban a los cantantes y músicos de los setenta. Naturalmente no todo era ir a los conciertos y gritar durante el tiempo que duraba la presentación; en esos tiempos pre sida, las groupies eran llevadas a las alcobas de los hoteles donde el tener contacto sexual con el ídolo era mucho más valioso que conseguir un disco autografiado. A las chicas que se comportan así cualquiera más les llamaría, simplemente, putas. Pero recordemos que las groupies trataban de salvar, desde su muy particular perspectiva, el ideal labrado dentro el free love de los sesenta.

Y tal perspectiva es precisamente la que nos describe Des Barres, una chica de California que, escribe "descubrió al mismo tiempo que los Beatles ese hormigueo en mi entrepierna que entonces no sabía explicar". Son los años inmediatos al "Verano de Amor" (1967) cuando la muchacha que abandonó sus estudios universitarios para perseguir la utopía a través del rock se limita, dice, a dar sexo oral a las celebridades que conoce hasta que finalmente pierde su virginidad con el bajista de Steppenwolf.

Así pues, y en cándido relato, la Des Barres, ya como groupie, se codea --bueno, ya sabe el lector que codear no es precisamente el verbo más apropiado aquí-- con Jimi Hendrix, Eric Clapton, Jim Morrison, Mick Jagger, miembros de The Byrds y de Strawberry Alarm Clock, entre muchos otros. La muchacha enfatiza su preferencia por los músicos ingleses, "no sólo por ser tremendamente talentosos sino porque en el futuro me encantaría casarme con uno de ellos y tener niños pecosos, rubicundos y de mejillas rosadas."

Al llegar los setenta la Des Barres ya es célebre en el Sunset Strip de Los Ángeles, incluso para muchos músicos ansiosos de conocerla. Uno de ellos es Jimmy Page. En un capítulo por demás exquisito, la muchacha persigue al legendario guitarrista, lo pierde de vista y lo vuelve a encontrar a bordo de una limosina que los lleva a un hotel, con una Miss Pamela temerosa que Page haga honor a su fama y saque de su maletín unos aditamentos sadomasoquistas; pero "en lo que cabe, Page se portó como un caballero...", escribe DesBarres.

La lista de la groupie incluye también celebridades del cine y de la televisión, como un aspirante a actor quien a finales de los setenta llegó a vivir con Miss Pamela una vez que los músicos ingleses regresaron a su país. Se trata de Don Johnson, futura estrella de Miami Vice y de quien la autora da como mayor cualidad bueno... el tamaño de su miembro viril.

Para entonces es momento de tranquilizarse un poco y disfrutar un poco de más la monogamia pues Miss Pamela pasa de los 30 años y ya no puede ver su futuro al lado de artistas en declive. Este hecho llega a salvar la vida de Des Barres pues cuando en 1982 comienzan a conocerse los primeros casos de sida ella se convierte en sobreviviente. En costoso error, las groupies habían dominado el uso de anticonceptivos, pero no el del preservativo. De todos modos, a excepción de Freddie Mercury y el discotequero Sylvester, la mayoría los músicos que jugaron en aquella vorágine tuvieron bastante suerte.

Para entonces Miss Pamela se había casado con Michael Des Barres, un músico británico de mediano alcance que por un tiempo perteneció a The Power Station tras la salida de Robert Palmer (años después de divorciaron).

La traducción, por cierto, es impecable si bien las españoladas son abundantes: "coño", "joder", "follar", "gilipollas", "menudo tío" y "polla" son palabras que encontraremos página tras página, pero debemos decir que no desmerecen la calidad de Estoy con la Banda, libro que nos da oportunidad de conocer las otras proezas de esos artistas de rock con los que crecimos muchos de nosotros... y las chicas como Pamela Des Barres, sólo que ellas los acompañaron desprovistos de sus instrumentos musicales y, también, de sus ropas.

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felipillovox escribe: 16.1.07:

Las groupies eran parte de la contracultura de los años 60s que se coló hasta los 70s, peor no creo fuera cuestión de nada más irse a la cama con ellas sino que eran también confidentes y parte importante de la cultura rockera. Por ejemplo, la canción "Plaster Caster" de Kiss está dedicada a una groupie a la que le gustaba hacer en yeso réplicas de los penes de los cantantes con los que se acostaba. Me gustaría leer el libro que comentan ¿hay modo de conseguirlo...?

 

 

 

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