ANATOMÍA EXPRESIVA La figura humana y el lenguaje corporal son uno de los ingredientes esenciales del arte del cómic. La habilidad en su manejo asimismo mide la habilidad del autor para transmitir su idea. La imagen más universal con la que tiene que tratar el artista secuencial es, con mucho, la figura humana. De toda la relación de
innumerables imágenes que componen la experiencia, la figura humana es la más estudiada, y por ello, la más conocida.
El cuerpo humano, la estilización de sus formas, la codificación de su gesticulación emocional y sus expresivas posturas, todo ello está almacenado y registrado en la memoria. formando un vocabulario no verbal de gestualidad. Las posturas humanas, al contrario que el encuadre de las viñetas, no son parte de la tecnología del cómic. Son parte del inventario que el dibujante retiene consigo, basado en la observación.
Un personaje no solo se expresa mediante palabras: también lo hace mediante gestos. La manera en que se mueve nos dirá mucho de una persona, o por lo menos nos dirá algo sobre su carácter (si es tímido o extrovertido, por ejemplo) y sobre su estado de ánimo (alegre, triste). Esta comunicación sin palabras puede llegar a ser muy importante: exagerar la expresión no es sólo un recurso cómico, sino una manera muy efectiva de que el lector entienda lo que pasa con sólo mirar un personaje. La mayoría de estos gestos se concentran en la cara, pero el resto del cuerpo también
responde.
Expresiones faciales
Se ha dicho, con razón, que la cara es el espejo del alma, y tiene una gama variadísima y muy importante de rasgos expresivos que, en el caso del cómic, se manifiestan más cuanto más de cerca enfocamos al personaje en la viñeta, y en buena parte es por medio de la cara que se establece la complicidad con el lector.
Los rasgos
básicos se centran en las lineas de las cejas,
ojos y boca. Pero no se puede establecer una clasificación, ya que varía según la sensibilidad interpretativa y artística de cada autor.
La cara es terreno familiar para la mayoría de los seres humanos. En la comunicación, su papel consiste en registrar las emociones. El lector espera que las combinaciones de los elementos móvibles de la faz le revelen una emoción y actùen como um adverbio respecto a la postura o gesto del cuerpo. Debido a esta relación, los dibujantes suelen servirse de la cabeza (o cara) para transmitir el mensaje entero del movimiento
corporal. El semblante es la parte del cuerpo que más conoce el lector.
Gestos corporales En los comics la postura corporal y la gesticulación ocupan una posición preponderante con respecto al texto. La manera de emplear las imágenes modifica y define el significado de las palabras. Las imágenes pueden, dirigiéndose a la experiencia del lector, sugerir una cierta emoción
y dar modulación auditiva a la voz del hablante.
La expresividad de las figuras está supereditado a la capacidad creadora del autor y al estilo gráfico propio o adquirido, y se fundamenta sobre todo en la observación de la realidad y en como se mueven las personas. Al mismo tiempo, la expresividad corporal está muy relacionada con los diálogos, a los que contempla o sustituye.
Si la habilidad con que un actor finge una emoción es, en gran parte, el criterio para evaluar su saber hacer, con la misma vara hay que medir el trabajo del dibujante que hace lo mismo sobre el papel. Esta facultad del dibujante se usa ampliamente en el mundo del cómic.
Un gesto, generalmente idiomático de una región o cultura, tiende a ser sutil o limitado a una estrecha gama de movimientos. Por lo general, su última posición es la clave de su significado. El proceso selectivo se recluye en el contexto de una secuencia. Ni que decir
tiene que ha de transmitir un significado deliberado. El lector debe mostrar su acuerdo con la elección. El lector decide si la elección es adecuada o no.
Para lograr dibujar cuerpos "expresivos" se comienzan dibujando con lápiz rojo un monigote articulado a base de rayas. Es fácil, divertido y os permite fijar la postura y actitud que deseais para vuestro personaje. Una forma muy sencilla de dar más expresividad al cuerpo
y dar más vida a las posturas de tus figuras, es creando una oposición entre caderas y hombros alterando la distribución del peso de tal forma que un pie soporte más peso que otro.
Cuando ya se logre absoluta facilidad con los monigotes, podreis empezar a rellenarlos de carne:
1) Con ovalos hemos dado forma a la caja torácica y a las caderas.
2) El segundo paso es empezar a dar forma al cuerpo a
base de añadir cilindros con el lápiz azul. Se debe dibujar siempre toda la figura, aunque alguna parte del cuerpo quede oculta por un brazo o pierna se debe dibujar igualmente. Se puede eliminar luego, al darle la forma definitiva al miembro que ha de ocultarla, pero al dibujarla provisionalmente nos aseguramos de que cada una de las partes de la anatomía del sujeto se encuentra en el lugar correcto.
3) Por último, se da la forma final al personaje con el lápiz negro.
Otra técnica para construir la figura humana es trazando garabatos, una vez trazado el monigote,
completadlo mediante garabatos añadiendo líneas sueltas hasta que la figura empiece a tomar forma. El garabateado os permite ganar agilidad y adquirir sentido del movimiento y de la acción.
El paso final es seleccionar con el lápiz negro aquellas
lineas que dan forma al personaje.
Lo más importante al trazar la figura humana en cómic es que se debe exagerar la acción, la figura humana tiene que aparecer siempre suelta, ágil, en movimiento.
Para ello entra en juego la línea de acción, es lo primero que se dibuja, muestra la curva, la inclinación que ha de tener la figura, luego se construye la figura entera a su alrededor.
La figura humana en perspectiva
Para dibujar el cuerpo humano en escorzo, conviene empezar simplificando la figura del cuerpo con figuras geométricos, así el proceso del escorzo es más sencillo.
En la imagen de abajo, el muslo de la derecha parece más corto que el izquierdo, porque está violentamente inclinado y apunta casi directamente
hacia nosotros. En el esbozo podemos observar el procedimiento empleado.
LA PORTADA La portada de una historia funciona como una introducción. Lo que lleva depende del número de páginas que siguan. Es una plataforma de lanzamiento para la narración, y
en muchas historietas establece un marco de referencia. Debidamente empleada, capta la atención del lector y le prepara para los acontecimientos que le
esperan. Crea un "clima". En la mayoría de los casos, la portada es la responsable de que se venda o no el cómic. Podemos considerar la portada como un anuncio a todo color del contenido del cómic, todos los elementos de su ilustración deben cuidarse al máximo:
1) Se debe dejar siempre suficiente espacio en la parte superior de la ilustración para poder añadir el título del cómic.
2) Tiene que haber cierto número de "puntos muertos" en la portada. Partes del dibujo que, aun cuando deban parecer impactantes al lector, al mismo tiempo son prescindibles y pueden ser sustituidas por textos,
el logo de la editorial, etc.
3) Dado que el color de la portada tiene suma importancia, el dibujante no debe emplear los negros en exceso.
4) Como hemos dicho, la portada tiene que ser lo bastante atractiva como para atraer al lector, pero no debe nunca revelar el final o destripar la historia.