La meditación es uno de los ejercicios básicos que nos llevan a un encuentro con nuestro espíritu, nuestro YO interior y nuestra esencia divina.  Sin embargo dominar el caos y la marea a la deriva que es nuestra mente resulta muy difícil , por lo cual recurrimos a los "Mantras", vocablo sánscrito que significa "Palabra de Poder".  Los Mantras tienen la facultad de encausar nuestra atención hacia el fin espiritual que perseguimos.  Su origen yace oculto en principios religiosos de carácter universal.  Existen infinidad de Mantras, desde frases y palabras hasta simples sílabas.  Una de las más poderosas es el Mantra OM, usado en los santuarios del Tibet , la India y Japón; su uso allí es sagrado, avalado por la fe en su poder.

Con la invocación anterior comienza el Isa, uno de los más antiguos Upanisads mayores, pertenecientes al capítulo XIV del Yajur-Veda y correspondiente a la parte Mantra (ritual) del mismo Veda.  Se piensa que date del año 700 a.c.

La interpretación que da Rafhael en su libro "Upanisads" (Arca de Sabiduría) es la siguiente:

"Aquél es la realidad metafísica última, es decir Brahman nirguna, o lo Incausado, lo Absoluto siempre idéntico a sí mismo.  La totalidad de los seres no difiere de Brahman aunque este último no posea forma, estructura, dimensión o propiedades.  Sólo en Él y por Él se manifiesta el universo de los nombres y de las formas.

"Al considerar la manifestación, se puede decir que la traspasan tres aspectos brahmánicos:  Existencia (sat), Conciencia (cit) y Beatitud (ananda).