Amplio como sus homólogos neoyorquinos.Cocina ecléctica a precios muy sensatos.

Ofrece dos cartas, szechuan, y cantonesa, mantiene servicio de tim sam mediodía, tarde y noche.

Saboree sencillos platos de cordero, pato o conejo a la luz de las velas y las antorchas.

Los lugares comunes del fogón español conviven en este ruidoso comedor.Las porciones son muy convincentes.

Con un ambiente hogareño, brinda una carta de resonancias francesas a la manera de Caracas.

La cocina italiana es ejecutada con perfección por la familia Capelli.Deliciosas pastas.

Aunque su comida no se diferencia de los sitios españoles que los venezolanos conocen, en poco tiempo ya cuentan con suficientes adeptos a sus preparaciones.Aconsejan los arroces por sus texturas.

Ingredientes de varias regiones del mundo se combinan en una misma carta de acento italiano.Resaltan las pastas elaboradas en casa, el pasticho de salmón fresco y los risotti.

La agradable barra es perfecta para tomar un aperitivo antes de saborear las deliciosas carnes.

En la carta destacan ligeros antipasti, linguine,tortelloni y la panna cotta.

Anfitriona consorte, Maite Delgado es uno de los atractivos del lugar, donde cocineros expertos en el arte del teppanyaki hacen las delicias.

Los hermanos Sucre continúan el éxito.Bifronte en lo culinario japonés y peruano.

Este local de cocina internacional es ya un clásico en la guía de los amantes del Avila o de los turistas que vienen a Caracas.