JUICIOS BREVES

 EL libro de la semana (del 25 al 30 de abril del 2000)

  #Con su obra, (...)  el P. Bojorge se reveló como un enterado autor ascético especializado en tema tan importante como ignorado: la acedia. (...) es según el autor, la nota característica de la civilización actual.                                                                                     Combinando conceptos aportados por la antigua espiritualidad ascética con las luces de autores clásicos y modernos, el P. Bojorge va componiendo no sólo un diagnóstico sino también un camino de respuesta basado en el poderoso sentido común del maestro Ignacio de Loyola. Así aborda no sólo disposiciones interiores, sino también los desafíos del entorno social y cultural; incluyendo problemas prácticos como el recurso a los medicamentos para enfrentar la acedia, cuando ésta es diagnosticada reductivamente como "depresión¨.                                                               

              ACI (Agencia Católica de Información en América Latina, oficina central: Lima, Perú).      www.aciprensa.com

 

            #“Obra de reflexión sobre la acidez de la deshumanización”

[Diario El Observador (Montevideo) Miércoles 21 de Mayo 1997, p. 27, Sección espectáculos. Nota dando cuenta de la presentación del libro en el Club Católico de Montevideo]

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                #“Para investigar este hecho, espiritualmente tan extraño y explicar cómo es posible que alguien se entristezca por el bien de Dios”  

Mercedes Villalba

[ Diario El Territorio (Posadas, Misiones) Suplemento Dominical Todocultura 2 Noviembre 1997]

 

              # De la bibliografía con que contamos, quien trata en forma más completa y amplia el tema es Bojorge. Sobre sus opiniones nos extenderemos en esta columna con algún aporte personal, en una materia tan interesante como poco tratada. (…)La acedia es sádica, destructiva, disgregante, es enemiga del amor por el amor mismo, es multifocal, pretende buscar la felicidad en varios lugares a la vez y no la encuentra”.

Dr. Aulo García Coronel

[En su columna permanente Diario Últimas Noticias (Montevideo) Domingo 7 de febrero 1999, Suplemento dominical]

 

               #“Un libro para meditar y valiosa herramienta, a la vez, para enfrentar mejor los desafíos del compromiso cristiano”.

Carlos Begue

 [Nota bibliográfica en la revista Ciudad Nueva (Movimiento Focolar, Buenos Aires) Marzo 1998 N° 376 pág 33] 

 

         #   “El Padre Bojorge nos entrega con este ensayo de teología espiritual y pastoral […] una valiosa herramienta para enfrentar los desafíos de una fe militante”.

Carlos Begue

[Nota bibliográfica en la revista Criterio (Buenos Aires) 28 de Mayo de 1998, Año LXXI ) N° 2217, págs. 248-249]

 

               # “Es un acierto detectar este mal en nosotros y en la Iglesia. Esta es la intención del autor, que nos hace ver con ojos nuevos textos  de la Biblia que ya conocíamos”.

P. Jesús Sánchez SDB

[Nota bibliográfica en la revista Didaskalia (Rosario) 51 (1997) N° 507, págs. 63-64 ] 

 

# “Una obra rica en detalladas observaciones sobre las palabras, con un manejo de las Sagradas Escrituras, que siempre nos hace descubrir y re-descubrir pasajes” (…) no se pasa indiferente por esta lectura, sino que se descubren movimientos del alma, actitudes, acciones y posturas, que llevan a una profunda revisión personal (…) Agradecemos al autor este recorrido por nosotros mismos, la Iglesia y la civilización actual, con una mirada que hace penetrar en los corazones y ayuda a discernimientos profundos y concretos. Da aire en medio de tanta repetición e ideología”. (click)

Dr. Alberto Sanguinetti, Pbro.   

[En la revista Soleriana (Montevideo) 22 (1997/1) N° 7, págs.. 197-198]  

 

                #La civilización de la acedia: una civilización que luchó contra la caridad en nombre de la filantropía. Se postulaba un amor puramente humano donde Dios no tuviera nada que decir. Para amarse entre los hombres no era necesario meter a Dios de por medio. Fue militantemente la meta de la modernidad… Así dejamos de mirarnos como hijos de Dios. Nos hemos dejado robar esa capacidad de ‘vernos’ desde Dios y en Dios, por lo que somos en nuestra identidad espiritual”

Mila Dosso

[Entrevista al autor en el diario Norte (Resistencia, Chaco) 30 de Agosto 1997, Suplemento Dominical p. 6]

 

               #La acedia existe, aunque pocos sepan reconocerla […] El autor en su libro habla de la acedia desde diferentes perspectivas: en la Sagrada Escritura, en la filosofía, en la teología y en la misma raíz antropológica, haciendo hincapié en su difusión en la cultura actual, desde los medios de comunicación masivos, en la vida social y personal y dentro de la misma Iglesia”.

[Diario La Verdad (San Juan) reproducido por la revista Consudec (Buenos Aires, Consejo Sup. De Educación Católica), Julio 1998 N° 840 pág. 64-(1676)

 

            #La acedia es pereza espiritual, desabrimiento y acidez del alma, ingratitud e indiferencia respecto de los bienes divinos, tibieza y relajamiento del corazón que no puede sino conducir a la aversión al Señor. (…)El Padre Bojorge va al fondo del problema. Allí donde no llegan los fenomenólogos ni los encuestadores, ni los sedicentes expertos en radiografiar males actuales. El fondo del problema es que esta civilización moderna está edificada sobre el pecado de la acedia. Y los acédicos mandan, gobiernan, prostituyen las costumbres, agreden la Fe, maltratan la Cruz, escarnecen lo sacro, hacen la befa impúdica e insolente de las realidades sobrenaturales. Una ‘fuerza teófuga’, los mueve, dice el autor con logrado neologismo, y otra simétrica pero de signo los atrae: una ‘fuerza cosípeta’. Es el doble movimiento que condena al hombre desde el non serviam: aversio a Deo et conversio ad creaturas (…)El Padre Bojorge va al fondo del problema. Allí donde no llegan los fenomenólogos ni los encuestadores, ni los sedicentes expertos en radiografiar males actuales. El fondo del problema es que esta civilización moderna está edificada sobre el pecado de la acedia. Y los acédicos mandan, gobiernan, prostituyen las costumbres, agreden la Fe, maltratan la Cruz, escarnecen lo sacro, hacen la befa impúdica e insolente de las realidades sobrenaturales. Una ‘fuerza teófuga’, los mueve, dice el autor con logrado neologismo, y otra simétrica pero de signo los atrae: una ‘fuerza cosípeta’. Es el doble movimiento que condena al hombre desde el non serviam: aversio a Deo et conversio ad creaturas”. (click)

Reseña del Dr. Antonio Caponnetto

[En la revista Gladius (Buenos Aires) N° 38 (1997) págs. 231-233] ]  

 

               #“Es una obra verdaderamente teológica, bella, equilibrada, sólida, sapiencial y católica […] El autor hace un excelente manejo del método ético teológico integral. Integral por la diversidad y jerarquía de sus fuentes, sabiamente armonizadas: las Sagradas Escrituras utilizadas no sólo ‘dogmáticamente’, como quien funda tesis jurídicas, sino sapiencialmente, extrayendo enseñanzas plenas de humanidad y abriendo nuevas perspectivas; utilización generosa de los Padres […] y de sus experiencias de joven o de sacerdote uruguayo; maneja inteligentemente datos de la vida de todos los días o de la historia de ambas márgenes del Plata. Su defensa auténtica de la religiosidad popular es acertadísima. […] Las páginas destinadas a la crisis de la Iglesia, al complejo de culpa y a la autodenigración permanente, produjeron en mí una aceleración del corazón. Como si hiciese muchos años, más o menos 36, que las esperaba”.

Reseña del Dr. Héctor Hernández

[En la revista Cuadernos de Espiritualidad y Teología (Santa Fe de la Vera Cruz, Centro de Estudios San Jerónimo) 8 de abril de 1998 ) N° 20 págs. 303-312] ]

 

                #En la mejor tradición chestertoniana, H. Bojorge sabe que quien describe un fenómeno espiritual, es como el biólogo que estudia los tejidos del cuerpo humano […] debe colorearlos. Así en esta obra, con sagacidad y perspicacia, se resaltan matices, se tensan antítesis, se polarizan elementos de realidades que son siempre complejas, a fin de discernir lo que esencialmente está en juego. Esta descripción de la acedia tiene mucho de aguafuerte, lo cual hace al propósito que la anima: ponerle nombre con decisión a este fenómeno espiritual tan difuso cuanto inadvertido con la esperanza de ayudar a prevenirlo y curarlo”. (click)

Reseña del P. Lic. Fernando Albístur

[En la revista Stromata (San Miguel, Prov. Buenos Aires) 54 (Julio-diciembre 1998) págs. 320-321] 

 

PROF.Carlos A ROBLEDO