ESTUDIO PSICOLÓGICO
mediante Cuestionario en Diskette
para
ORIENTACIÓN VOCACIONAL
(Hechos
los depósitos que marca la Ley nº11723).
"Hay hombres que luchan un día, y son buenos. Hay otros que
luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos.
Pero hay los que luchan toda la vida: esos son imprescindibles" (Bertolt
Brecht).
Elegir una
futura actividad laboral es trascendente. Pues, será tu estilo de vida.
Y en tanto tal, de diversas maneras, afectará tus propias emociones y las
ajenas.
La finalidad de
una Orientación Vocacional es orientar. Y la palabra 'orientar' deriva
del latín 'oriente', lo cual significa "que está saliendo".
De manera que, una Orientación tiene que ayudarte
a que te percates del tipo de labor que 'te está por salir'.
Es probable que
algunos compañeros tuyos se den cuenta sin mayor problema. Tendrás otros que
navegan en la confusión, y muchos oscilarán entre dos o más carreras. Al mismo
tiempo, todos deben sentirse sobresaturados con información proveniente
"de afuera".
De modo que, la propuesta de esta Orientación es
que te reencuentres con tu implícita Vocación, con la "voz que te sale de adentro".
Vocación que se vinculará:
a.
con tu pasado, o sea, con tu específico bagaje de modelos laborales
de tu familia
b.
con tu presente, o sea, con las oportunidades del contexto actual
en el que vivís
c.
con tu futuro, o sea, con un mercado potencial a largo plazo
A muchos jóvenes
se les confunde afinidad laboral, talento y vocación, incluso el carácter, con
la aspiración económica de la profesión a elegir. Es natural, dirás. En
cualquier época se intenta compatibilizar el ingreso económico con la
personalidad y vocación.
Pero, hoy en
día, la cuestión es más complicada. Porque bien sabés que los hijos -aunque
jóvenes- miran detenidamente a sus progenitores. Practican una profunda
inspección. Y detectan el grado de satisfacción o frustración laboral, los
tropiezos y aciertos profesionales, las explícitas o implícitas ambiciones
(individualistas y/o familiares).
De manera que,
ante la opción de elegir una carrera, simultáneamente tenés en cuenta el modelo
laboral de tus padres. Percibís el rol desempeñado por uno u otro, captás el
esfuerzo realizado; y aunque transitoriamente no predomine el progreso,
detectás el grado de estabilidad emocional y de afinidad laboral de ambos.
En general, si
se respetan semejanzas y diferencias de vocación entre tus padres y vos, puede
serte fácil desplegar -sin conflicto- la elección de tu carrera. De modo que,
en lo que dependa de tí mismo, con empeño, tendrías que poder desenvolverte y
progresar con soltura en el trayecto estudiantil que iniciás.
Pero, también te
puede pasar que aspires a una actividad que difiere sustancialmente de la
deseada por tu familia. Y que eso te acarree mucho conflicto, porque tus Padres
han montado un escenario laboral, y esperan que vos, como heredero, los
continúe. Claro está que -mientras tanto-, vos sufrís de una u otra manera,
porque no encontrás la manera de que acepten que aspirás a llevar a cabo otra
actividad. A veces es útil que discrimines si lo que está en juego es
"llevarle la contra" a tal expectativa familiar. O, que tal 'estar en
contra' sea una fallida protesta tuya por otros desacuerdos o carencias
afectivas. Pero en la mayoría de los casos, seguramente necesitás defender el
derecho a tu vocación diferente. Porque incluso, puede existir la posibilidad
de que estés intentando desplegar un talento o capacidad generacional
silenciado hasta ese momento en tu contexto familiar.
En otras
oportunidades, podés escuchar que algún compañero objeta la desproporción entre
los estudios realizados por uno u otro de sus progenitores y su retribución
económica. Más de un padre habrá escuchado alguna vez una pregunta semejante a
"¿para qué querés que estudie y me queme las pestañas?, ¿para que termine
como vos? Yo quiero algo que me dé plata".
Aclaremos que,
en estos casos, suele entremezclarse la cruda verdad con cierto grado de
mentira. Porque es cierto que la situación señalada es el testimonio de una
dignidad herida y frustrada. Pero no es acertado creer que "tanto se
tiene, tanto se vale o se es", ni que un mayor monto mensual garantizará
el genuino bienestar durante la cantidad de horas que vos -como todos-
invertirás en trabajar.
En otros casos,
también influye el mercado. Pero. la ley de la oferta y la demanda no excluye
considerar que los seres humanos necesitamos sentirnos interesados por lo que
estudiamos o trabajamos. Pues, como en toda tarea, varía el resultado y tu
estabilidad emocional de acuerdo al interés que despliegues.
En los tiempos
que corren, existe un peligro. Se trata de que, más allá del carácter, talento
o afinidad personal, muchos jóvenes, en dulce montón, intentan abocarse a
estudiar una determinada carrera (humanística, técnica, etc.). Presuponen que
ello les garantizará campo laboral, éxito económico y -porqué no- una futura
felicidad familiar y personal.
Muchos jóvenes
-con naturalidad- logran compatibilizar Voccación con habilidad y perspicacia
para moverse en función de sus intereses. Otros -como les sucede a tantos
adultos- necesitarán desbloquearse de los Factores Personales que impiden
aplicar su inteligencia.
Cada caso es un
mundo, y son muchos los Factores Personales que facilitan u obturan los
talentos. Como hemos dicho, es diferente vivir la actividad como una genuina
elección, una imposición, o un medio para conformar a los demás, antes que a sí
mismo.
Naturalmente, en
cualquier época o actividad, siempre se requiere esforzarse o perseverar en una
labor. Sin embargo, cuando estás consustanciado con lo que querés llevar a la
práctica, el esfuerzo que ello te demanda es muy diferente a la tensión que
sentís cuando solo hacés la mímica de estar interesado. Este "hacer como
si" suele relacionarse con dos cuestiones.
a) La primera,
que en la época de "lo descartable" todo personal es factible de ser
fácilmente reemplazado. Lo cual, en estudiantes, postulantes a cargos
laborales, o altos directivos, genera tal grado de tensión, que se tergiversan
y afectan los roles, capacidades, e inclusive la salud.
b) La otra
cuestión se relaciona con que algunos jóvenes y adultos pretenden "con
poco esfuerzo obtener mucho resultado". Con lo cual, fácilmente se
desaniman ante los obstáculos del entorno de que se trate (universitario,
empresarial, etc.).
Estar consustanciado
y perseverar resultan ingredientes indispensables en la vida. Por ejemplo: para
que inicies tu carrera; para proseguir una especialidad; para lograr sostener
la labor que desempeñes algún día en forma cotidiana.
En lo que
dependa de vos mismo, podés sentir que hacés mucho esfuerzo. Pero -por sí
mismo- ese esfuerzo no te impedirá proseguir estudios o perseverar en tu
desempeño. Obviamente, el contexto siempre gravita de manera importante. Pero,
en lo que dependa de vos mismo, el esfuerzo se puede transformar en un
sobre-esfuerzo anímico cuando no has meditado lo suficiente la afinidad con la
carrera elegida. Lo cual, podría desembocar en próximos o futuros problemas de
aprendizaje, laborales, reiteradas enfermedades, o tensiones anímicas y familiares
muy difícil de soportar.
Así como hay gente que atraviesa la vida, otros la
viven.
La diferencia
radica en que quienes la viven se replantean cómo se posicionan o participan en
sus cuestiones vitales.
De manera
semejante, teniendo la posibilidad de elegir tu futura actividad laboral, antes
de embarcarte en la carrera, es útil repensarla. Porque una profesión no es
algo que 'nos sucede'. Aún en el caso de elecciones basadas en la demanda
del mercado, o en la consensual opinión familiar, se requiere que te
comprometas y perseveres con lo que ansiás protagonizar.
Es más, puede
pasarte que estés en duda entre dos o más carreras. La gente -habitualmente-
interpreta esa incertidumbre como producto de tu confusión. Sin embargo, tiene
que partir de vos considerarla como una saludable aceptación de conflictos. Lo
cual implica fortaleza emocional. Porque sos consciente del inicio de un camino
importante. Y porque, en esa preselección, estás siendo emprendedor y
protagonista.
Como en todo momento en que elegimos, descubrir
la propia Vocación, es trascendente. Está en juego tu futuro, que será
tu cotidiano vivir.
Lic. Laura E. Billiet
Psicóloga
Especialidad Psicosomática
Informes: T.E.: 4-732-3524.
Francia 255
(1642) San Isidro. Buenos Aires
ARGENTINA
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METODOLOGÍA PERSONAL
·
Tus padres solicitan
una breve entrevista de conocimiento mutuo al T.E.: 4-732-3524. Es
imprescindible que vos también vengas.
·
Se te entrega un
diskette que contiene tanto técnicas proyectivas como un Cuestionario pautado.
Este cuestionario esta diagramado de manera tal que profundiza en todos tus
intereses y vida personal. Equivale a más de 6 horas de entrevistas, y tiene la
ventaja de que lo podés contestar en tu casa sin tener que movilizarte.
·
Enviás el mismo diskette
con todas las preguntas y respuestas y el 'print' correspondiente a
Francia 255, (1642) San Isidro. Buenos Aires. Argentina.
·
De no entregarlo
personalmente, nos comunicamos telefónicamente al recibir todo el material y
concertamos la fecha y hora de la Entrevista de Informe o Devolución.
·
La Entrevista final de
Devolución es con vos, y dura aproximadamente una hora y media. Durante la
misma conversamos sobre los resultados de tu Orientación Vocacional. De ser
necesario, tenemos una entrevista extra con tus padres para conversar sobre el
resultado de tu Orientación.
Sistema de Cuestionarios (en CD) Para Orientación Vocacional,
Crisis Personales y Executive Search. ISBN-10:
987-99707-1-3 ISBN-13:
978-987-99707-1-3 Ó febrero 2006, Editorial Martha Mayorano
Solicitá información al T.E.: (5411) 4-732-3524
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