La ruta de los
acantilados pretende trasformarse
en el verano que se aproxima en
una elección turística
importante.
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Esas
enormes e imponentes
paredes que acompañan el
atlántico a lo largo de
más de 80 kilómetros,
entre el balneario El
Cóndor y Caleta de Los
Loros, sorprenden la
mirada del turista.
Es
una geografía tan única
como impactante que, a su
vez, genera otros
atractivos como la
presencia de los loros
barranqueros que anidan
ahuecando la roca y
formando pequeños
túneles suficientes como
para proteger a la cría. |
Desde
la cima de estos mismos
acantilados -a unos 20 metros de
altura- se puede observar con una
inagotable perspectiva los
distintos colores que el mar
dibuja en su mezcla con el sol
hasta donde alcanza la mirada.
Ellos
son también testigos de las más
variadas exclamaciones que surgen
de las pasarelas que admiten un
recorrido casi aéreo sobre la
reserva de lobos marinos, una de
las más importantes de la
Patagonia.
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Los
partos, el trabajo de las
gaviotas como parteras,
los primeros pasos de los
recién nacidos, las
peleas de los enormes
machos en disputa por el
harén son posibles
observar desde los
acantilados sin que los
miles de protagonistas de
la reserva se percaten de
la curiosidad ajena. |
Estos
enormes centinelas se levantan en
el balneario el Cóndor y
permanecen de pie hasta Caleta de
Los Loros. En cada tramo de ese
recorrido de algo más de 80
kilómetros abren una ventana a
la belleza, difícil de encontrar
en un estado tan natural como en
éste desde el paisaje hasta la
flora y fauna, tanto en el mar
como en la tierra. Es frecuente
observar orcas y ballenas en el
atlántico, mientras que guanacos
y avestruces corren en busca de
refugio en el campo.
En
otros tramos también abren
grandes puertas para permitir el
descenso a las interminables
playas que cobijan celosamente y
donde se puede no sólo disfrutar
del mar, el sol sino también de
la pesca de variadas y abultadas
especies.
La
ruta provincial Nº 1 es de
asfalto hasta la Lobería,
ubicada a 60 kilómetros de
Viedma. A partir de allí y hasta
el puerto de San Antonio es de
ripio en condiciones óptimas
Los
acantilados constituyen una
atracción geográfica más que
la naturaleza regala en este
sector de la zona atlántica
rionegrina .
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