¿No eres
Católico?
Quizá
llegaste a este sitio por error o por casualidad, o simplemente porque no
te quedas quieto y como yo te gusta investigar y estudiar tu Fe. De
cualquier manera es el mismo Señor el que te guió hasta aquí.
Y quizá
como muchos hermanos Cristianos, piensas que el Rosario nunca será tu
oración. Pero no te vayas de aquí sin al menos escuchar lo que pensamos
todos aquellos que nos favorecemos grandemente de esta maravillosa
oración. Ya sabes, cuando alguien encuentra un tesoro sale a la calle y
avisa a todos sus amigos y familiares para que compartan su gozo dice el
Señor. Pues esta es la gran noticia:
El
Rosario también es para ti
Te
aclaro querido hermano, si aún estás ahí, que no soy teólogo o una
eminencia de la oración. Simplemente te voy a hablar desde mi corazón,
que es en donde nos enseña el Espíritu Santo. Primero déjame explicarte
algo respecto al Rosario. No es una oración complicada. Es más, es muy
simple. Básicamente se compone de 3 oraciones fundamentales: El
Padrenuestro, el Ave María y el Gloria.
Respecto
al Padrenuestro no tengo nada que explicarte. Es la oración que nos une
como hermanos y que el mismo Señor nos enseñó (Mt. 6,9; Lc. 11,1; Mc
11,25). Pero debo detenerme un poquito en el Ave María.
El Ave María
Su
nombre proviene del latín antiguo. Donde Ave era un saludo a una persona
muy importante. Recuerda el Ave César. Era el saludo al Emperador de
Roma. Bueno, decir Ave María, es como saludar a una mujer importante
llamada María. No importante por si misma, pues en principio es una mujer
como tu madre o la mía, sino por el inmenso privilegio que tuvo María de
ser la Madre del Salvador de la humanidad. Creo que hasta aquí estamos de
acuerdo. De todos modos estamos hablando del nombre popular de la oración
y no de la oración misma.
Lo que
pasa es que, como ya te conté, si uno reza la oración en latín, las
primeras palabras son esas dos. Afortunadamente sabemos hablar
perfectamente el español, así que vamos a ir desglosando esta oración
para ir entendiéndola de a poco.
|