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Entre los mismos locatarios se pueden escuchar comentarios sobre el problema que aqueja al sector pesquero, estamos hablando del arrastre que están causando los barcos extranjeros, los cuales se llevan la mayor cantidad del pescado y dejan a los pescadores con las sobras y por esa misma razón el pez está siendo cada vez más pequeño, debido a que no tiene tiempo de llegar a su forma adulta por la apresurada pesca que se está realizando. Es por eso comentan algunos vendedores a cliente que preguntan el por qué del alza de los precios, los cuales a diario mantienen un desnivel negativo para los bolcillos del consumidor.
Mientras los trabajadores anuncian su mercancía, se puede apreciar a algunos consumidores con bolsas cargadas de productos, los cuales han sido adquiridos en el lugar. Mientras tanto otros solamente entran con el afán de saciar su curiosidad, ya que ingresan y sólo preguntan, quizá el elevado precio del recinto los ahuyenta y coarta su intención de comer un delicioso plato marino.
Pero no todo es trabajo ni desgracia, también se puede apreciar las carcajadas y chistes que se crean en el ambiente, el cual posee gran sencillez y diversidad, logrando que la gente se acerque y a pesar de los precios, de igual manera compre, quizá por tradición o por curiosidad, pero igual se vende.
Lamentablemente el problema de la pesca de arrastre ha sido un detonante clave para el alza de los precios. Quizá ya sea hora que las autoridades comprendan que uno de los países que más territorio marino posee no puede vender su producto a costos tal elevados, porque la gente se ha acostumbrado a consumirlo y no es justo que se quite del alcance de su bolsillo por preferir venderlo hacia afuera.
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