No es sencillo para un niño llevar un apellido alemán en un país de habla hispana donde la mayoría de sus habitantes son descendientes de españoles e italianos. Los niños son inconcientemente crueles, y todo aquello que les resulta diferente simplemente lo discriminan.
Los relatos de los abuelos paternos acerca de la belleza de
las cumbres alpinas, y de los abuelos maternos describiendo el lago de Neuchatel, no eran bálsamo suficiente para mitigar aquel sentimiento.
No fue sino hasta la temprana juventud que asumí con orgullo aquel apellido 'diferente', y adquirí conciencia del coraje de aquellos inmigrantes, todos, los de cualquier origen, que dejaron sus patrias, afectos, raíces e historia, en busca de un mejor futuro e incluso algunos para escapar del hambre que diezmaba las poblaciones europeas a mediados del siglo XIX.
A partir de entonces desperté una insaciable necesidad de remontar los orígenes. Comencé a acopiar material informativo de la madre patria. La familia fue asediada con interrogantes. Toda respuesta era insuficiente y siempre quería más.
Córdoba no fue destino original de los inmigrantes suizos. Mi bis-abuelo Pedro IMHOFF-FERIGER se había desplazado desde las colonias de Santa Fé hacia ésta provincia para fundar un pueblo en una de las mejores zonas agrícolas de la Provincia: Las Junturas, seguramente tuvo relación con la expansión del ferrocarril hacia el norte del país.
Transcurrido mucho tiempo mi familia abandonó también este lugar y se traladaron a la ciudad de Córdoba donde años después tuvo lugar mi nacimiento, y aquí eran cada vez menos los parientes a quienes interrogar.
Afortunadamente el contacto con las instituciones de descendientes suizos en Córdoba, una de las cuales me distinguió eligiéndome como Vice-Presidente, me permitió acceder a más elementos de información, y finalmente Internet.
La perspectiva de la búsqueda genealógica aparece como una utopía sobre todo cuando se la inicia en soledad, sin referencias adecuadas y lejos del lugar de origen. Personalmente he experimentado el sentimiento de desazón ante la falta de respuestas, la indiferencia de algunos y la intolerancia de otros; pero éste malestar se diluye ante cada pequeño avance, y cada
nuevo descubrimiento renueva las fuerzas para seguir adelante. No importan los fracasos anteriores cuando se recibe un nuevo pedazo de historia familiar, cuando se consigue una nueva 'amistad genealógica', un nuevo vínculo a la distancia, un nuevo 'primo' suizo.
Este trabajo, que me ha colmado de satisfacciones personales, lo dedico especialmente a mi hija Julieta Mercedes IMHOFF y a mi esposa María Magdalena ROMERO. A la primera para que tenga un punto de partida en su búsqueda personal, a la segunda por la comprensión, tolerancia y acompañamiento durante tantos años de pertinaz investigación y durante la elaboración de estas páginas.
Un agradecimiento, para Fernando FIANT de Paraná, porque recibí su pedido de información para su búsqueda genealógica sobre los IMHOFF de Filet en un momento en que se había diluído mi 'interés genealógico'. Su requerimiento me obligó a desempolvar archivos para enviárselos, y la visita a su página Web me motivó a desarrollar la presente.
Un apartado especial merece mi querida amiga Josiane KARLEN de Sión VS, quien espontáneamente me dedicó muchas horas de su tiempo para aportarme documentos que aquí se publican, consejos y su incondicional interés por los descendientes de valesanos. Los 'primos' que estamos a la distancia nunca terminaremos de valorar su aporte en la madre patria, su permanente gestión ante las autoridades cantonales y su preocupación desinteresada.
GRACIAS JOSIANE !!!