Rurouni Kenshin Meiji Kenkaku Romantan fue diseñado por Nobuhiro Watsuki, y comenzó sus andadas por el Weekly Shonen Jump de Shueisha en 1994. Hoy en día cuenta con 25 libros recopilados en manga que se comenzaron a editar en Japón el 7 de septiembre de 1994.

El anime

Comienza sus episodios por Fuji TV el 10 de enero de 1996, con dirección de Rei Mano, guión de Shikichi Ohashi y todo el apoyo de los estudios Sony Entertainment Pictures. La historia tal cual era dictada por Watsuki, siendo únicamente modificados algunos capítulos en donde se narran historias de relleno (como siempre). La animación, a cargo de grupos muy reconocidos. Los soundtracks son terriblemente precisos en los momentos de amor, ternura y lucha en toda la serie.
La serie consta de 97 capítulos y 5 especiales, los que fueron emitidos en el Japón semanalmente por Fuji TV. A pesar de todo el apoyo con el que contaba la serie, fue retirada del aire cuando Sony, uno de los más grandes sponsors, decidió que la misma podía ser complementada con capítulos de relleno, luego de haber puesto en pantalla 28 episodios que no aparecían en el manga. Esto hizo que los fans de la serie dejaran de mirarla, siendo suspendida el 28 de septiembre de 1998 por bajo rating.

Definición de la saga de Kenshin

Para poder definir de mejor manera la saga de Rurouni Kenshin completa, podríamos dividirla en tres partes y los OVAs.

En la primera parte de la serie, vemos la incorporación del vagabundo Himura en la casa de la familia Kamiya, así como también la aparición de Sanosuke, Yahiko y Megumi.
Ésta primera fase culmina con la aparición de Aoshi Shinomori, un luchador cuya técnica es utilizar espadas cortas.
Aoshi rapta a Megumi para entregarla a un sucio repartidor de opio que la buscaba. Sin embargo, Kenshin, Sanosuke y Yahiko no dudan en ir en su rescate. Para ello, tendrán que enfrentarse con el Oniwa Bansyu, grupo liderado por Aoshi y que se encuentra dentro de la mansión del Distribuidor de la Droga junto con sus secuaces. Al final, y luego de haber derrotado a todos los miembros del Grupo Ninja, Kenshin y compañía logran derrotar a Aoshi, único que sobrevive al ataque final del traficante. A partir de aquí, Aoshi le guardará a Kenshin un profundo rencor.

La segunda etapa marca la aparición de otro Battosai. Esta vez se trata de Shishio Makoto, quien quiere derrotar al gobierno japonés por haberlo traicionado y tratado de matarlo, quemándolo. Shishio sobrevive milagrosamente a éste ataque y una nueva obsesión se apodera de él: la de dominar todo Japón, derrotando a quien se oponga a su paso y utilizando al Juppon Gatana, grupo de Ninjas que, bajo las ordenes de makoto, van tomando parte, poco a poco, de los diferentes pueblos de Japón.
Al principio, Kenshin no se ve muy interesado en luchar contra Shishio, pero pronto se decide a viajar hasta Kyoto (antigua capital de Japón), sede de Makoto, y derrumbar su imperio. Para lograr éste cometido, Kenshin contará con la ayuda de Hajime Saito, un ex integrante de Grupo Shinsen Gumi, quien ahora cumple un cargo de oficial en las líneas del gobierno de Japón.
Sanosuke también sigue a Kenshin hasta donde se encuentra Shishio, pero sus motivos son diferentes. Él piensa sólo en hacerse más fuerte para poder vencer a Saito.
Luego de un duro entrenamiento -Sanosuke entrenaba en el bosque, arriesgando su propia vida, y Kenshin había vuelto donde su maestro para terminar el entrenamiento que había dejado para convertirse en vagabundo-, se dirigen hacia la Torre de Shishio, donde les espera todo el Juppon Gatana y, por supuesto, Makoto.

La tercera y última etapa narra la aparición de un monje cuya misión es detener a todos aquellos integrantes del gobierno que piense que son corruptos, Kenshin lo describe a él también como corrupto, comenzando una batalla más. Pero éste enemigo no es como los demás. Mediante una técnica, es capaz de atacar el espíritu de los luchadores, por lo que en la batalla Kenshin queda ciego, teniendo que realizar un nuevo entrenamiento y desarrollar sus propias técnicas.
Nuevamente recibe la ayuda de Sanosuke, Saito, y Aoshi. Éste último, arrepentido de lo que había hecho, había jurado nunca más usar una espada. Pero dada la situación se ve forzado a reaccionar en la lucha.