Página Oficial de la ATEPAC
Miembros de la OLAT,
Causa Común sin Fronteras
Haz de la Donación de Órganos, una Nueva Cultura ®
Galería de Donantes
La Galería
de Donantes,
es
una parte muy importante de nuestras paginas en la Internet. Nuestra intención
es la de honrar a esas personas que DONARON una parte de su cuerpo en VIDA.
No al finalizar su vida, sino EN su vida.
Cabe
aclarar que estas donaciones, por ley, solo son entre familiares. Estos
seres tan especiales son socios de la ATEPAC.
Aunque
no se mencionan en esta pagina, los cónyuges, padres, hermanos,
médicos, equipo médico y todos aquellos que estuvieron relacionados
con el proceso de la donación también tienen un gran lugar
en nuestro corazón. Deseando que todos sean un gran ejemplo para
promover la Cultura de la Donación. Si
no hay donantes, no hay trasplantes.
Si
deseas escribirle a los donantes, y no tienen correo electrónico
a la vista, Contacta con
la ATEPAC® quien les hará llegar tu comentario.
Muchas
gracias.
Trasplante de órganos, la oportunidad de seguir
viviendo
Conocer a fondo el tema de la donación de órganos inicia cuando las enfermedades se acrecentan en el cuerpo humano. Todo empieza por un simple malestar o alguna enfermedad que resulta ser hereditaria.
Por ejemplo, Raúl Buenrostro en 1996 sufrió
un infarto y posteriormente le tuvo que ser transplantado un corazón.
Para Raúl Buenrostro fue como ganarse la lotería
recibir un corazón.
Como Antonio Robles Reyes, quien antes de recibir un hígado,
empezó a buscar la forma de que su familia quedara protegida económicamente
“y sabiendo que mi mal era grande, traté de vivir mi vida al cien
por ciento".
De acuerdo con el doctor Luis Terán, ex-director
del Centro Nacional de Trasplantes, con las campañas de concientización
aparentemente las cosas están cambiando. Mucha gente ya está
aceptando de buena gana la donación, inclusive se da el caso que
los familiares de un fallecido nos hablan por teléfono para que
vayamos a tomar las córneas, comentó.
María de los Ángeles Vargas, recordó: "El doctor me dijo al verme muy triste, te prometo que el próximo año te trasplanto no sé cuándo pero te voy a trasplantar, entonces yo pensé que era de lo mismo que el doctor me daba ánimos y cuál va siendo mi sorpresa que al otro día de mi cumpleaños me llegó un hígado". Para quien lo necesita, recibir un órgano es como
volver a nacer. María Inés Martínez expresó:
"Amo la vida, amo a mi donador aunque no lo conozco, no lo conocí
no tuve el gusto”.
Pero aún falta mucho por hacer, se calcula que
100 mil personas están en la lista de espera.
|
Por la falta de una Cultura de la Donación en México, es que los pacientes renales deben de acudir a un donante familiar vivo.
Para
Alejandro, un joven de 13 años, su nueva vida comenzó el
28 de diciembre del 2001.
Le
declararon Insuficiencia Renal Crónica (IRC) un par de años
antes y después comenzó a ser tratado con hemodiálisis
por siete meses.
Los
tramites para recibir un riñón de cadáver en el IMSS
–hospital gubernamental mexicano- resultaron muy lentos y decidieron buscar
los consejos de los miembros de la ATEPAC, Asociación de Trasplantados
del Estado de Puebla, A.C..
Le
comentaron que según las estadísticas, Alejandro probablemente
tardaría en recibir su riñón de cadáver en
mucho tiempo, debido a que en México no existe una Cultura de la
Donación y eso implicaba que había mucho mas demanda que
oferta de órganos, que seria mejor que buscara entre sus familiares
consanguíneos a alguien compatible, y resulto que su tía
era la candidata ideal. Mujer sana y fuerte llamada Juanita
de sesenta años de edad que desde que supo que ella era candidata
a ser donante comenzó a presionar para que ya se realizara dicha
cirugía, pero los padres primero quisieron agotar las posibilidades
de recibir un riñón de cadáver.
Los
estudios clínicos continuaron y se decidió que la cirugía
seria realizada el 28 de diciembre ya que Alejandro estaba decrementando
su salud y fuerza. Su calidad de vida ya era deplorable, sin embargo eso
no le impidió dejar de presionar para recibir cuanto antes su Regalo
de Vida, un riñón de su tía Juanita.
Su
trasplante fue en la mañana, duro varias horas y una vez terminada
la misma y ya despierto, en el cuarto de recuperación, a los pocos
minutos comenzó a orinar y ya en la noche el color de su rostro
había cambiado de blanco enfermizo al rojo saludable.
Juanita,
con esa fuerza que le caracteriza, ya quería estar en su casa a
los dos días.
En México se entrevisto en la Ciudad de Puebla, a los papas Rafael y Lucila, así como a su tía Juanita en el Hospital “Beneficencia Española” donde se realizo el trasplante renal.
AT.-
Rafael, en tu entorno familiar y laboral, que actitud se tiene acerca de
los trasplantes?.
R.-
Desde el punto de vista religioso, tuvimos mucho apoyo al respecto. Igual
que con nuestras amistades, salvo una que estaba muy mal informada y nos
dijo que estábamos locos que Alejandro se iba a morir. Pero un alto
porcentaje, digamos un 90% acepta la idea del trasplante y nos alentaron
a continuar.
AT.-
Porque se decidieron por un trasplante de riñón de donador
vivo?.
L.-
Alejandro estaba en los primeros lugares de la lista para recibir un riñón
de cadáver. Pero ese numero no variaba, no se movía, la situación
se estaba volviendo desesperante para todos ya que mi hijo cada vez sufría
mas con la diálisis. Vomitaba, tenia calambres, estaba desnutrido,
su hemoglobina estaba muy baja, tanto que requirió de varias transfusiones
de sangre, su color de piel era terriblemente enfermizo. Así que
viendo eso y tomando en cuenta los consejos de la Atepac, fue que decidimos
ya no seguir esperando por un riñón de cadáver y aceptar
la amorosa donación de una parte de su cuerpo de mi hermana Juanita.
AT.-
La situación de Alejandro afecto el entorno familiar?.
L.-
Definitivamente que sí. Desvelos, incertidumbre, idas al hospital,
llamadas nocturnas a los médicos, ver que la lista de espera no
se movía, buscar sus medicamentos, la escuela, sus compañeros,
un día amanecía estable y a las horas ya surgía un
problema, cambios en su presión sanguínea, dolores de cabeza
terribles, y sobre todo que Alejandro siempre estaba triste y deprimido,
sin ganas de ver a sus amigos o de realizar cualquier actividad propia
de los jóvenes de su edad. Todo eso nos afecto enormemente. Pero
también nos fortaleció y sobre todo a Alejandro que lo hizo
madurar y a la vez ya desear y presionar para recibir su riñón
que le iba a regalar su tía Juanita.
AT.-
Creen que Alejandro tenia miedo?.
L.-
No creo que tuviera miedo a morir, pero algo había ya que solo dormía
un par de horas en la noche. Y no es que se sintiera físicamente
mal en esos momentos, sino que no podía conciliar el sueño.
Para nosotros eso era un síntoma de que estaba nervioso. Alejandro
es un niño muy valiente...
R.-
También la enfermedad de Alejandro era lo de lo único de
lo que ya se hablaba en casa, cuando recibíamos visitas o entre
nosotros, esta terrible enfermedad nos ocupaba las veinticuatro horas.
L.-
Lo que sí recomendamos es que los pacientes y sus familiares se
informen de todo lo relacionado al trasplante y la hemodiálisis.
Por ejemplo, es importante que el equipo medico tenga un buen nutriólogo
que indique claramente como será la dieta del IRC y del trasplantado
(hacen falta recetas de cocina para pacientes con IRC), si ese equipo medico
no tiene personal de servicio social, que canalice a la familia y al paciente
con una Asociación como la Atepac para que aprendamos todos a manejar
la nueva vida del trasplantado y por ende la de los familiares que le rodean.
R.-
Este penoso asunto de la necesidad de recibir un órgano, siempre
pensamos que “eso nunca nos va a suceder”, pero a algunos si nos llega
y de repente no sabemos por donde comenzar, y es gracias a la Atepac que
nos dio orientación de cómo ingresar a la lista y si eso
tardaba, como platicar con nuestros familiares para ver si encontrábamos
un donador vivo para Alejandro. Nos presento a algunos trasplantados
de riñón y eso nos animo mas para trasplantar a Alejandro.
Si
no hubiéramos conocido a esta Asociación, probablemente nuestro
caso habría sido más difícil llevarlo o comprender
la magnitud y sus posibles salidas porque eso no lo había vivido
ni teníamos experiencia alguna, era algo totalmente nuevo a lo que
nos estábamos y estamos enfrentando. Esta experiencia nos va a servir
para compartir con otras personas para que no sufran tanto como aquellas
a las que nunca recibieron algún tipo de información. Y también
para concientisar a la gente a que puede donar en vida un riñón
o todos sus órganos al morir.
Sobre
todo en cuanto a no esperar tantos meses dializándose para después
anotar al paciente en la lista de espera por un órgano. Que el mismo
busque un familiar consanguíneo para que le done un riñón,
ya que muchas personas creen que el paciente con IRC se cura con la diálisis
y por eso no buscan la posibilidad del trasplante. A la larga un trasplante
es más económico que mantener a un paciente en diálisis.
L.-
Por ejemplo, un “medico” nos dijo que esperáramos hasta que realmente
los riñones ya no funcionaran y ya así se podía pensar
en el trasplante. Eso es un error muy pero muy grave ya que el paciente
va disminuyendo su calidad de vida con la diálisis y va perdiendo
ese valioso tiempo para recibir un riñón de cadáver
que en México tarda entre dos y tres años.
Una
medico del Hospital del Niño Poblano, por otro lado, nos dijo que
para qué esperar mas, que Alejandro ya se tenia que trasplantar,
ya que sus riñones ya no se iban a curar así lo hicimos.
AT.-
Como le va en la escuela a Alejandro?.
L.-
Faltaba mucho, por las diálisis, su debilidad, etc., Afortunadamente
el director de su escuela entendió muy bien el caso y nos dijo que
Alejandro viniera a clases cuando quisiera y pudiera para ver si aun así
el podía salvar el año escolar. Aun así, ya perdió
el año asunto que lo deprimió muchísimo, además
de que por faltar tanto, se desintegro de su grupo y siempre estaba
solo. Pero lo importante es su salud y ya se recuperara en la escuela.
Sus
compañeros no lo molestaban, es mas lo ayudaban tratando de integrarlo
a su grupo.
AT.-
Cual fue su primer deseo después de la cirugía?.
L.-
Pidió un jugo grande de naranja.
A
casi un mes de que Alejandro cumpla un mes de haber recibido su Regalo
de Vida, no ha tenido complicación alguna, tanto el como sus padres
y hermano comienzan a adaptarse a un nuevo estilo de vida. Su tía
Juanita ya lleva una vida completamente normal y ya se reintegro a sus
actividades cotidianas.
La
ATepac
tiene un nuevo caso: Tratar de ayudar a un IRC que puede recibir un riñón
de su primo-hermano, pero la tía no quiere...
La vida transcurría normal, mi hermano "A" iba a la Universidad y después al gimnasio, un día nos dice que va a ir visitar a un amigo que está en el hospital, le había donado un riñón a su hermano, recuerdo que en ese momento pensé ¡qué valiente chico!, Debe querer mucho a su hermano, no sé si yo lo haría, después nos enteramos que el chico trasplantado falleció de neumonía, qué triste esa historia, pensábamos lo difícil que habría sido para esa familia, pero seguramente no podríamos comprender hasta donde porque nuestra vida transcurría sin mayores complicaciones.
Uno nunca sabe lo que el destino le tiene deparado, pero sí sé que Dios no te da más pruebas de las puedes soportar, superar y con ello convertirte en una persona más fuerte en todos los aspectos
No pasó mucho tiempo, de que sucediera lo del amigo de mi hermano, cuando "A" mi hermano 3 años menor que yo, empezó con dolores de cabeza muy fuertes, vómito, parecía una infección muy fuerte, fue al médico y este le recetó un antibiótico, pero no mostraba mejoría así que le mandó a hacer estudios de laboratorio, ¿qué podría ser? el no se enferma casi nunca
Poco después al ver los resultados el médico, nos dice, que "A" sufría de una enfermedad llamada Insuficiencia Renal, que requeriría de ciertos cuidados y que tendría que consultar a otro médico especialista en este problema, la noticia nos cayó terrible, no comprendíamos el porqué de las cosas, y solo pensábamos pero porque si solo tiene 21 años, un chico sano, y sin vicios.
Después localizamos a un médico nefrólogo, y ese fue el principio de un camino que parecería un mal sueño, del que querríamos despertar.
El nefrólogo después
de unos nuevos análisis de laboratorio, y ultrasonido nos confirmó
la Insuficiencia Renal crónica de mi hermano, la causa de esta era
que nació con riñones pequeños que durante 21
años le habían funcionado, pero que ya habían dejado
e hacerlo totalmente. Los caminos a seguir era primero a través
de la diálisis peritoneal y posteriormente un trasplante
renal.
Jamás pasó
por nuestra mente vivir una situación como esta, donde repentinamente
todo para la familia cambiaría, la palabra trasplante la integraríamos
a nuestro vocabulario, además de un sin fin de términos médicos
que se anexaron a la lista.
El Primer paso que nos recomendó el médico para llevar a cabo el trasplante era hacernos las pruebas de compatibilidad, así es como fuimos toda la familia a que nos tomaran muestras de sangre, los resultados dieron que mi madre y yo compartíamos mas afinidad con mi hermano y eso tendría beneficios para él, pues el medicamento que él tomaría después de trasplantado sería menor. Al hablar de ello entre nosotros, descartamos inmediatamente a mi madre, pensábamos que por su edad no era conveniente, aunque ella estaba muy decidida en hacerlo. Así que la candidata era yo, me sentía muy contenta de poder ayudar, y sin mayores dudas ingresé a lo que sería el Protocolo de Trasplante, el cual requirió de muchos estudios clínicos para garantizar mi estado de salud, el que resultó bueno., Sin embargo los estudios clínicos realizados a mi hermano no fueron así. estos revelaron que tenía un huella en un pulmón como si se hubiera tratado de tuberculosis que no se desarrollo pero que si lo trasplantaban en esas condiciones llegaría a desarrollarse poniendo en riesgo su vida.
Así que el protocolo no continuo, se pospuso el trasplante hasta que concluyera el tratamiento adecuado a su problema, fue muy difícil para mi hermano, los medicamentos le caían muy mal, a veces no los tomaba adecuadamente, estábamos desesperados, incluso mi padre recurrió a otros medios con tal de ayudarlo, ¿podía existir la posibilidad que sus riñones funcionaran de nuevo? Pensando que tal vez si, fue a visitar al naturista, al acupunturista, lo que resulto peor, un día por comer fruta le subió el potasio cuando iba manejando y ya casi no la cuenta, recuerdo que el médico nos dijo que su enfermedad no se curaba con remedios, los riñones cuando dejaban de funcionar ya no lo volvían hacer de nuevo.
En ese tiempo lleva a cabo la diálisis peritoneal en casa, lo que para el no era la solución a sus males, tuvo que dejar la universidad, porque el tiempo libre entre cada diálisis era corto, las fuerzas no eran ya las mismas, su estado de animo era de enojo, de reclamos ¿porque yo?, de decirle a mi mamá con llanto que ya no quería seguir, que solo continuaba por ella. Los momentos más difíciles eran cuando se infectaba y le daba peritonitis, que se manifestaba con mucho vómito y dolores muy fuertes en él estomago, así conducía hasta el hospital que se encuentra al otro lado de la ciudad, en verdad fueron muchas las experiencias tan difíciles por las que pasamos, y digo “pasamos” porque verlo sufriendo nos hacia sufrir a nosotros también.
Después de esos 4 años
de la diálisis peritoneal, los médicos dijeron que
su peritoneo ya estaba muy dañado a causa de tantas infecciones
y que tendría que hacerse hemodiálisis en el hospital, filtrando
su sangre con una máquina, que dentro de todo le permitía
disponer de más tiempo, se sentía un poco mejor de ánimo,
pero que aún así no era la mejor opción como
lo representaba un trasplante.
Con la hemodiálisis continua
por 1 año más, en total 5 años, que me hacen pensar
en la fuerza, determinación y disciplina que tuvo para continuar
viviendo, donde todo lo que había de el era un muchachito muy flaco,
de color entre amarillo y verde, con las ganas por los suelos, que solo
necesitaba una oportunidad para vivir como un chico de su edad.
Yo durante todo este tiempo, valoré lo que estos maravillosos órganos en forma de frijolito pueden hacer, y que muchas de las veces somos inconscientes y no los cuidamos, me sentía muy rica al yo tener los míos, y a la vez me sentía triste, como cuando tu estás comiendo y otros te ven comer, tu quieres que también disfruten como tú, y más si es un hermano de 3 años menor que tú y que lo ves a todas horas, que va y viene al hospital, que su mamá sufre y que a la vez es mi mamá también.
Lo más maravilloso de todo es que Dios nunca nos ha olvidado, dirigió nuestros pasos en todo este tiempo, primero encontrando un nefrólogo que nos orientó muy bien, y nos contactó con el Hospital donde todo este tiempo el se ha tratado.
Llegó el día en que
él medico le dijo a mi hermano que ya era hora de que pensar
en el trasplante, que si tenía alguien que le donara un riñón,
el dijo que posiblemente su hermana le donaría. Con esto llego el
momento de la verdad para mí, me preguntó mi hermano
¿me donarás el riñón? mi doctor quiere platicar
contigo, mi respuesta fue, no sé hermano, tengo que buscar
información sobre el tema para tomar una decisión.
Me sentía tan confundida,
y egoísta a la vez, pensaba ¿porque hace cinco años
no dudé y de inmediato acepté ser donadora?.
Es que durante estos 5 años
vi padecer a mi hermano, por que sus riñones no funcionaban y en
algún momento me daba miedo enfermarme por quedarme con uno solo
de ellos.
Sabía que lo que me
podía dar la certeza de que mi decisión fuera la correcta
para todos era estar informada sobre el tema así como acercarme
a Dios para pedir tranquilidad en mi corazón. Así,
durante unos días llevé a cabo una búsqueda
de información sobre el tema de donación renal y trasplantes,
empecé buscando por Internet y encontré algunas páginas
que mencionaban información muy general, pero coincidían
en decir, que se podía vivir bien con un riñón, solo
tendría que cuidar mi peso y hacer ejercicio. Encontré una
página de la Asociación de Trasplantes del D.F , llamé
por teléfono y me contestó una chica trasplantada, la cual
me comentó que conocía a muchos donadores que llevaban su
vida normal, que ella se encontraba muy bien después de recibir
un riñón.
Pero yo aún continuaba con
la inquietud de seguir buscando, fui a la Biblioteca del Hospital y buscando
entre tantos libros encontré uno que tenía un capítulo
llamado “The
Living Kidney Donor" ( Donador Vivo de Riñón) y ahí
se mencionaba la justificación a favor para este proceso, que generalmente
los resultados que se obtienen cuando los donadores y trasplantados están
relacionados son muy favorables porque pueden estudiar bien al riñón
que van a trasplantar, la cirugía es planeada, y las personas
que necesitan el riñón no tienen que esperar mucho tiempo
para recibirlo.
El artículo del libro también
mencionaba los riesgos que corría un donador renal los cuales eran
del 0-1% de mortalidad el mismo que una persona cuando maneja a su trabajo
cada día y recorre 16 millas cada día. También se
mencionaba que las compañías de seguros de vida aceptaban
a donadores renales después de la nefrectomía, asumiendo
la función renal como normal.
Pero sin duda lo que llamó
más mi atención de lo que leí fue la parte que mencionaba
los estudios realizados en un Hospital de Estados Unidos, sobre
el impacto que trae la donación renal a un paciente y su familia,
el estudio se llevó a cabo con 70 adultos que habían donado
un riñón a parientes cercanos reportando que como resultado
de la donación la relación entre el donador y receptor se
había hecho más estrecha, uno de tres donadores reportaban
un cambio positivo en la forma de mirar la vida, otros mostraron más
aprecio por su propia salud.
Con toda esta información ya tenía más opiniones a favor que en contra, solo faltaba las respuestas que el médico nefrólogo daría a mis preguntas cuando me tocara reunirme con él. Llegó el día de la citada reunión con él medico para conocer si yo fuese la futura donadora renal, yo inmediatamente le pregunté ¿se puede vivir bien con un solo riñón? la respuesta fue claro que sí, tu vida será normal, puedes hacer ejercicio, si quieres embarazarte también, hemos visto casos de personas nacen con un solo riñón y no tienen ningún problema durante su vida. También se han hecho estudios que se demuestran que la autoestima de los donadores se vuelve alta, ¿y los riesgos de la cirugía? Pregunte, me dijo que, un embarazo tiene un porcentaje de mayor riesgo que una cirugía como la que me tendría que someter si aceptara donar un riñón, me preguntó el doctor, entonces, ¿cual es tu decisión le donarás a tu hermano? Decidí aceptar, valía la pena el esfuerzo con tal de ver a mi hermano vivir una vida normal, por mi parte esa oportunidad la iba a tener. El medico me dijo que la fecha del trasplante sería para el jueves el 25 de abril, faltaban como tres semanas para esa fecha, me encontraba nerviosa, en ese tiempo me acerqué mucho a Dios, y con la inquietud de escribir lo que sentía en ese momento, y así fue escribí unas cuantas hojas con el sentimiento que me embargaba.
Después de someterme a estudios para comprobar mi estado de salud llegó el gran día, los dos nos encontrábamos en una la sala fuera de los quirófanos, deseándonos suerte y con mucha fe de que todo iba a salir bien, nos dijimos hasta el rato y me llevaron al quirófano primero a mí, donde me inyectaron y me quedé dormida. Cuando desperté vi a todos de blanco y pensé o estoy en el cielo o ya desperté de la cirugía, pues sí ya había despertado, solo me dolía un hombro por la posición en que estuve en la plancha del quirófano, le pregunté a la enfermera por mi hermano y me dijeron que se encontraba bien, qué el se iba a quedar en recuperación más tiempo.
Yo estaba adolorida pero muy contenta de seguir en este mundo junto con mi hermano y familia. Mi riñón estaba funcionando bien, y el que le di a mi hermano como en su casa, chambeando también, ¿cómo se siente orinar después de 5 años que no lo hacía? le pregunté a mi hermano, días después que tuve la oportunidad de visitarlo en su cuarto, me dijo que se sentía muy rico, lo curioso fue cuando me dijo, permíteme voy a orinar , me dio risa porque yo precisamente iba a hacer lo mismo.
A casi dos años
de esta experiencia me he dado cuenta que mi manera de ver la vida a cambiado,
valoro el tiempo, pienso que hay que aprovechar al máximo cada día,
disfrutar de todos los momentos que esta nos da, querernos mucho porque
somos la máquina más compleja y hermosa de la creación,
comprendí que la felicidad llega cuando hacemos felices a otros,
no se puede ser feliz atesorando cosas para uno mismo, yo soy feliz al
ver que mi hermano feliz, ahora come de todo, estudia, practica la natación.
El éxito del trasplante
depende creo yo de varios factores, primero que tengamos fe en Dios, que
exista un riñón disponible, y las manos maravillosas de los
médicos estén ahí para lograr lo que es un trasplante
“un milagro de Dios”.
N.I.U.M.
Marzo-2002
Mi marido, era una persona deportista, alegre, comunicativo....,
hasta que un sábado de Marzo de 1.998, se despidió de mi
para salir a correr como era
su costumbre tres o cuatro veces a la semana. Pero aquél
sábado, la siguiente vez que lo ví, estaba en la UCI del
hospital. Un coche le había atropellado.
Me solicitaron sus órganos y yo pensé;
"Si con un órgano pudieramos salvarle la vida, daría todo
cuanto tenemos", pero desgraciadamente, era él el que
podía salvar la vida a otras personas.
No lo dudé, consentí en donar sus órganos
y aunque eran unos momentos que nunca olvidaré, es uno de los actos
de los que más orgullosa me siento.
Desde entonces, me siento muy identificada con todos
los temas relacionados con los trasplante y sobre todo con la donación
de órganos. ¿Cómo es posible
no ser donante?. La vida de personas que dependen de
conseguir un órgano para poder seguir viviendo es un compromiso
de la sociedad. La sociedad,
debe de pensar y ponerse en el lugar de esas familias,
esposas, hijos etc... que suspiran para poder salvar la vida de su ser
querido.
Si a una persona a la que le solicitan los órganos de un familiar se le planteara la posibildad de poder salvarlo con un órgano trasplantados, no lo dudaría. De esa misma forma, no se debe de dudar a la hora de donar. Es sólo pura solidaridad.
Mucho ánimo a todos los trasplantados por esa alegría
que demuestran en sus mensajes, y, muy especialmente para las personas
que se encuentran en lista
de espera para trasplantar.
A todos, adelante.
Un fuerte abrazo para todos.
From: Maria Marta Mata Moro
To: atcp@eListas.net
Sent: Tuesday, March 26, 2002 4:21 PM
|
|