LA LUNA DE BARRANQUILLA
(Primera Parte)

Esther Forero


En esta noche especial, Comfamiliar del Atlántico y la Universidad del Atlántico han querido rendirle homenaje a una invitada especialísima a la tertulia de hoy. Se trata de Esthercita Forero.

Aplausos.

La Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de Comfamiliar ha querido sumarse a este homenaje con los chiquillos y chiquillas, están aquí para brindarle unos temas musicales que han estado trabajando conjuntamente bajo la orientación de profesores y el director Edinson Amador.

Edinson Amador (Director de la Orquesta de Comfamiliar)
Estaba pensando, con qué palabras podemos resumir la personalidad de Esthercita y creo que hay dos palabras claves, Ternura y Dulzura, porque a pesar de que la música es la música caribe, hay algo muy especial en todas sus letras y en su forma de cantar.

Estaba pensando de qué forma homenajearla y se me ocurrió hacer un montaje musical especialmente para ella.

Los chicos lo montaron en tiempo récord de dos ensayos, o sea en cuatro horas aproximadamente. El homenaje o el montaje se llama "Esthercita Forero". Tiene arreglos, música y también letra, espero que les guste.

Mariano
Para su Director el Profesor mador y el resto de profesores como Roberto Camargo y Osman Vergara felicitaciones, porque siempre están colaborando y apoyando el éxito de esta orquesta.

Vamos a desarrollar la tertulia conjuntamente con el amigo Alvaro Suescún, escritor y crítico de arte quien nos va hacer una introducción a esos recuerdos de Esthercita. Después ella continuará refrescándonos con los hechos y anécdotas de su vida musical.

Alvaro Suescún.
No nos va alcanzar el tiempo. Se trata de un recordatorio sucinto de las principales épocas de la vida de Esther Forero, digo no nos va alcanzar el tiempo porque la vida de Esthercita lo saben mucho mejor los entendidos en esta materia, está íntimamente ligada a la historia de Barranquilla.

Nuestra ciudad nació y creció silvestre. Tal vez en una primera época, algunos personajes quisieron recoger también más a manera de anécdotas y sin ningún cubrimiento científico la forma como se desarrolló nuestra ciudad. Del mismo modo en los últimos tiempos, también algunas personas se dedicaron a recoger todos esos elementos históricos que fueron haciendo la historia de Barranquilla.

Creo que a pesar de los notables esfuerzos que unos y otros intentaron hacer, nadie a contado mejor la historia de Barranquilla que Esthercita con sus canciones, y de la misma manera como ha sido la historia de nuestra ciudad con muchos tropiezos, con muchos altibajos, de la misma manera ha sido la historia de la vida de Esther Forero. Nosotros solamente conocemos la parte amable, la parte dulce, la parte alegre, pero la historia de la vida de Esthercita está plagada de una gran cantidad de tropezones, que no obstante esa aparente debilidad física que muestra en su cuerpo, por dentro está revestida de una gran fortaleza que ha permitido que ella a estas alturas nos haya dado tantas cosas lindas.

Hoy no vamos a hablar de esas partes negativas, vamos a resaltar únicamente la vida artística de Esthercita Forero que tuvo también una cantidad de sinsabores, pero que ella se supo sobreponer a ellos para entregarnos lo que hoy de ella conocemos. Tenemos la feliz casualidad hoy, de que hace exactamente 48 años a Esthercita Forero se le presentó el acontecimiento que marcó su desarrollo artístico. Ella se encontraba en Puerto Rico, estaba desarrollando la tercera o cuarta gira internacional, pero está ya, con grandes pretensiones y en Puerto Rico ella graba con nadie más y nadie menos que con el gran maestro Rafael Hernández. El más grande de todos los músicos que tenía la Cuenca del Caribe en ese entonces ¿Cómo fue eso Esthercita?

Esthercita
Antes quiero darle las gracias al Centro de Documentación Musical del Caribe Colombiano, a Comfamiliar del Atlántico, a la Universidad del Atlántico, a la Orquesta Infantil, qué hermosos estuvieron, a Alvaro por estas palabras tan amables, tan hermosas, tan inmerecidas. Quiero decirles que es la primera vez que en mi vida me encuentro con un grupo muy selecto de personas que vienen a escuchar algo sobre mí. Siempre he visto público, a veces inmenso, extraordinario en las grandes capitales de l mundo, multitudes que han ido a oírme cantar, pero ustedes esta noche me van a oír hablar.

Efectivamente, como lo ha dicho Alvaro, mi vida no ha sido hermosa, mi vida ha estado plagada de pruebas terribles que me ha dado la vida y que yo con una gran fe en Dios, cierta filosofía que he cultivado durante hace muchos años, me han ayudado a salir adelante. Siempre con mucha humildad, siempre con mucha sencillez porque creo que un artista por ejemplo en el caso de los compositores, sea él exclusivo, el autor de esa música, de esas palabras que está expresando, es una especie de recibimiento de algo profundo, maravilloso, hermoso, esotérico que viene a nosotros y el nos dicta a nosotros lo que debemos decir. Eso con un poquito de facilidad para expresar y con la pura ilusión natural e inspiración salen canciones. Por eso he recibido muchos homenajes en el mundo, yo los recibo humildemente, que siempre pienso en mi ciudad, que eso es para Barranquilla, se revierte Barranquilla.

Quiero contarles esta noche que en mi carrera artística, que de ella es que vamos hablar, hubo dos personajes extraordinarios que marcaron la pauta de mi vida artística.

Uno, el poeta Jorge Artel. Fuí una persona que cantaba desde chiquita, desde los cuatro años, estuve cantando después a los catorce años cuando empecé en la radio. Después a los dieciocho años me fui con mamá y mi hijito que estaba muy chiquito, nos fuimos por toda Colombia, sabia que tenía que ser una artista, que iba a llegar, que iba a llegar lejos, que iba a cumplir una cosa que yo debía cumplir aquí en la vida, entonces cantaba de todo. Cantaba las cosas que venían grabadas, los tangos, los boleros, la música española, de todo lo que venía, discos que me gustaban, yo cantaba pasillos, de todo, pero llegó Jorge Artel y me dijo cuando me conoció, "Usted tiene un gran temperamento artístico, pero... ¿por qué canta de todo? Por qué usted no se dedica a expresar las razones, el sentimiento de su pueblo?". Me habló del folklor y me enamoré del folklor. Estuve investigando en las orillas del río Magdalena hablando con el pueblo. En un pueblo crecí. Soy del barrio abajo y mi vida fue muy humilde, desde pequeña con la gente del pueblo, con sus leyendas, con sus fantasías, con su bondad, con tantas cosas que yo amé, ese barrio, esa gente. Entonces, empecé a cantar lo mío. Me preparé, salí para Venezuela, un éxito muy grande, no conocían la música costeña. De allí regresé a la patria otra vez, y más tarde por 1950 estuve llegando a Puerto Rico, primero fui a Santo Domingo.

Quiero que ustedes sepan que mi primera canción, nunca soñé ser compositora, en mis planes no estaba eso, sino sencillamente cantar la música de los compositores de aquí, la expresión del pueblo de aquí de la costa, llevarlo al exterior. Decía con un poco de sentimiento lo que pensaba: La Música Cubana como está muy grabada, está muy difundida, nuestros artistas también merecen difundirse y con razón, si nuestra música es tan bella y quizás mucho mas interesante, porque es más profunda. ¿Por qué razón no lo voy hacer? y salí con dos vestiditos de cumbiambera, una maleta pequeña con algunos arreglos musicales de los compositores como José Barros y de todos. Fui a las emisoras y decía: ¡ Yo Canto! Yo traigo una música que es de mi tierra. ¡Déjenmela expresar! y tenía una suerte loca, porque era un éxito por donde yo iba, era una suerte, se iban abriendo caminos.

En Santo Domingo encontré un pueblo triste, un pueblo con una dictadura horrible como la que tenían en esa época-1950- y me dolió, me dolió eso. Hice amistad con los periodistas y ellos me invitaron a una función que tenían a beneficio yo no sé de qué. Estaban en contra de ese gobierno, yo los miraba con simpatía; les dije: ¿Que les llevo? Les llevo porros, les llevo mi música, pero que más y me senté a escribir. Fue tan fácil, salió mi primera canción, se llama "Santo Domingo", es un bolero y ellos me la hicieron repetir como tres veces y la gente salió de la función silbando el bolero, cantando.

Fui a Puerto Rico y tuve la gran suerte de encontrarme a través del poeta Luis Palet Matos, a Rafael Hernández y le dije a Luis: No diga que yo canto. Es tan inmenso Rafael Hernández, es tan grande, que yo me siento tan honrada de conocerlo. No quiero que por un instante piense que yo vengo donde él para que me ayude. No, yo no vengo por eso. Y me dijo: Bueno está bien. No les quiero alargar, llegué a tener la suerte, he tenido una suerte loca, mi carrera, grandes músicos, grandes poetas, grandes gentes en mi vida.

Fui a una emisora y dije que quería cantar; dijeron "no la podemos programar porque no la conoce nadie". No me conoce nadie porque ustedes no me dejan cantar. "Bueno, grabe este casetico y vamos a ver si a alguna empresa comercial le interesa". Resulta que estaba la gran orquesta de César Concepción y me dijo "Dígale al pianista que la acompañe, dígale a César y al pianista". Yo le dije, como no. Contestó el pianista "apenas terminemos el ensayo nosotros la acompañamos". El pianista con un tumbador, es decir, con un tipo que tocaba la tumbadora que se llamaba "El More" un jovencito, me acompañó. "Ay, pero qué música tan linda, pero qué bonita, pero qué bien", dijeron.

Hice la grabación, le dejé la cintica al señor de la emisora y me fui. Me dijo el More "¿Usted nunca ha grabado?". Le dije, bueno en Venezuela se hizo un intento pero eso fue una cosa muy menor, no quedé muy satisfecha, no tuve esa difusión. "Venga, yo sí conozco al señor que graba aquí". Me llevó. El señor me atendió muy bien y me dijo: "Bueno, voy a oír esa cinta y la llamo". Me dije, no va a llamar, qué va a llamar. Para que vean ustedes cuando una persona nace con suerte, con una estrella, como con un destino, diría yo. Llamó y me dijo: " Véngase para acá, venga"; eran las tres de la tarde y me fui. Allí estaba Rafael Hernández, Ay maestro ¿Y usted que hace aquí?

Se sonrió, él hablaba muy poquito y dijo el señor: "Es que Rafael ya la oyó y vamos hacer unas grabaciones".

¡No puede ser! pensé. El maestro me invitó a su casa, la esposa me quiso mucho, ella todavía se escribe conmigo, María Pérez de Hernández, es mexicana. Allá estaba el Cuarteto de Los Universitarios, cantantes y empezaron con sus guitarras a tocar y el maestro expresó: "Sáqueme música suya, traiga todo lo que tiene, las canciones, todo lo que sea". Llevé bastante. Se fue a la cocina y cuando él estaba en la cocina le dije al Cuarteto de Los Universitarios: Yo hice una canción en Santo Domingo. "No puede ser,¿Por qué no la canta?".

Dije: No, porque el maestro la oye. Me daba pánico. "Cántela bajito".

Empecé a cantar bajito y el maestro llegó, y dijo "Esther, termina de cantar eso que estás cantando". No maestro de ninguna manera, eso es una cosita ahí que no vale la pena. El era muy serio, de muy pocas palabras, "cántela". La canté llena de miedo y dijo "eso va en la grabación, es una gran canción, una bella canción".

Me sentí tan emocionada, créanmelo ustedes, que ese día quise llorar. "Santo Domingo" Fue un éxito tan grande, que se convirtió en el segundo himno de la República Dominicana. Grabé "Pegadita de los hombres", "Santo Domingo", "Como todas" el bolero que ustedes ya conocen. Grabé "La Viuda del Gallo Tuerto" un porro, para empezar a meter los porros. No todos enseguida, sino poquito a poquito.

Mariano
Seguramente ustedes estarán inquietos por conocer estas cuatro primeras canciones que ella grabó, les tenemos un pedacito de cada una para que las conozcan. Empezamos con "Pegadita de los Hombres".

Esther
Esa es la orquesta del maestro Rafael Hernández.

Música

Esther
Con esta canción el público de Puerto Rico tocaba el pito de los carros. Eso fue el éxito más grande, más emotivo que he sentido en mi vida, vamos a seguir escuchando.

Alvaro
Sí, era una tamborera de Nuñez Ulloa. La segunda canción la que vamos a escuchar enseguida es la "Viuda del Gallo Tuerto".

Esther
También el maestro Rafael.

Alvaro
Bueno este era un porro de Pablo Altamar. También se imaginaran ustedes a toda la gente de Puerto Rico tarareando, cantando, bailando esta canción que entró y pegó mucho.

Esther
Gracias a Dios.

Alvaro
Bueno, hay un bolero también que grabó Esthercita, un homenaje al maestro Rafael Hernández, que él mismo escogió y se la entregó.

Esther
El no la tenía terminada. No sé si a todos los compositores que están aquí presentes les pasa un caso, empiezan de pronto una canción con la segunda parte. O la comienzan y no saben la otra parte, la primera, es decir, queda así. El había escrito la segunda parte pero no tenía la primera, la terminó para que yo la grabara. Fue un éxito allá y un éxito muy grande aquí en Colombia, todavía la pasan, sobre en el interior, fue un éxito muy grande. Es el bolero "Como Todas"

Alvaro Suescún
Vamos a escuchar "Santo Domingo".

Esthercita
La primera canción que escribí en mi vida, muy sinceramente, fue para ese pueblo. Me tienen mucho cariño los dominicanos desde entonces, y quiero decirles que fue Rafael Hernández el que marcó las pautas en mi carrera artística, para después cantarle las canciones a mi tierra. Me conmovió mucho al encontrar en la obra del maestro Hernández, que yo conocía, pero no conocía de cerca su casa, verdad, con su gente, con su familia, con él mismo. Cómo pudo ese hombre cantarle a Puerto Rico en esa forma tan extraordinaria. Ustedes conocen el lamento borincano, conocen preciosa, conocen tantas cosas de ese hombre, fue grande, fue muy grande. Me di cuenta, que no solamente estaba el momento para mi de cantar las canciones de mi sino cantarle a mi país, cantarle a mi ciudad, cantarle a mi gente. Le debo al maestro Rafael Hernández, que ya murió desgraciadamente, ese curso que tomó mi vida.

En Puerto Rico comenzó mi carrera artística. Fue por el maestro Rafael Hernández una vez cuando yo me iba para Cuba, me dijo: "Mire Esther, le quiero decir una cosa, escriba música". Cómo, me dice eso a mí, si yo no sé música. "No importa. Cuando yo empecé a escribir tampoco sabía música, hágalo Esther, yo estoy seguro de que va hacer algo muy grande."

Alvaro Suescun
Antes de que escuchemos "Santo Domingo", quiero que ella nos cuente una breve anécdota sobre esta canción, porque es muy rica y es muy importante. Ya ella les había dicho que escribió la canción en homenaje a la República Dominicana, a su capital. Más que todo a la lucha que estaba desarrollando allí. Unos amigos periodistas la invitaron a una función, a un espectáculo público a beneficio de ellos mismos. Les dijo también que había una dictadura muy terrible, imagínense que tan terrible era, que quien estaba entronizado en el poder llevaba treinta y cinco años, durante cinco años más y solamente perdió su poder porque lo volaron con todo y carro, con una bomba en una muerte atroz.

Esther
Unos estudiantes...

Alvaro Suescún
Rafael Leonidas Trujillo. Cuando su hijo menor tenía cuatro años lo nombró teniente del ejército, cuando su hija Flor de Oro, y a ella nos vamos a referir más adelante, tenía 12 años, la nombró reina nacional de belleza. Todos los opositores que él tenía ineluctablemente los mandaba asesinar. El exigía que todas las personas que llegaran a Santo Domingo tenían que hacerle una venia especial y si daban conferencias, como era el caso de los ilustres colombianos que tenían en ese entonces, tenían que hacerle también esa venia especial, un saludo antes de hacer su intervención. Escuchen ustedes lo que pasa en New York con esta canción.

Esther Y para terminar con Santo Domingo, en New York yo recibí la llamada de un agente que me manejaba algunas presentaciones y ese señor me dijo: "Esthercita vaya mañana al hotel tal, un hotel de alta categoría a las tal horas porque hay una oportunidad muy grande para usted". Fui, cuando toqué esa puerta, un hombre la entreabrió y dijo: "¿Qué quiere?" Le dije, soy Esther Forero, me dijeron que viniera aquí. No sé quién es el que tiene que hablar conmigo. "Ah, si, cómo no, entre". Cuando volvió la espalda, le vi un tremendo revolver así de grande, el terror que me entró a mi fue… ustedes se imaginarán. Llegó un tipo moreno de ojos verdes, "mire yo tengo 500 de Santo Domingo. ¿Cómo hizo usted para escribir una canción tan bella? ¿Cómo es posible que usted halla pasado por Santo domingo y yo no lo haya sabido?" Cuando pasé le contesté: No señor pero así pasó, estuve pocos días, 20 días, casi un mes pero nada. El continuó: "se trata de que usted inaugure la televisión en Santo Domingo. Es usted la que tiene todo el derecho de abrir ese canal. Aquí está un cheque, fírmelo por el dinero que usted quiera, no importa lo que usted quiera, se lo vamos a pagar con pasajes, hotel y todo, pero háganos ese honor". Caramba, muchas gracias. Le agradezco mucho, está bien, yo lo voy a pensar, en 2 días le contesto. "Está bien".

Me fui un poquito curiosa, ¿quién será este hombre? Al día siguiente llama el agente y me dice: "Esther, usted por qué es tan bruta?". ¿Yo? No puede ser. ¿Por qué? Usted le dijo a este señor que sí había estado allá en Santo Domingo. El no la había conocido. Este tipo es Petán, el hermano de Trujillo, el hermano consentido de Trujillo, el que maneja todo, radio y todas las cosas que a él le gustan. Le manda a decir Petán, que le va a pedir el favor que jamás en su vida se aparezca en Santo Domingo mientras ellos vivan. Porque usted está en la lista negra, porque usted no le rindió honores a él cuando estuvo allá". El llamó por teléfono y dijo: "usted está en la lista negra, si usted se aparece no sale jamás, se va a morir, ese es mi agradecimiento por esa canción, no puedo hacer más nada".

Mariano
Se nos salvó Esthercita, vamos a escuchar entonces Santo Domingo.

Música

Alvaro Suecún
Ustedes perdonarán pero estamos escuchando un disco de 78 entonces, por eso el sonido es un poco defectuoso.

Esther
Y esa la orquesta de Rafael Hernández.

Público pregunta
La capital es esa, ¿entonces no era ciudad Trujillo?

Esther
El le puso Ciudad Trujillo, yo le puse Santo Domingo, porque eso se llamaba Santo Domingo, capital Santo Domingo, o sea, le dio rabia también.

Alvaro Suescún
Pasamos por Venezuela sin pasar por Venezuela, pasamos por República Dominicana, ya conocen ustedes la historia, Puerto Rico después, Cuba después, vamos a llegar rápidamente a New York y enlazarlo de una vez con Barranquilla y para eso nada mejor como telón de fondo, la Luna de Barranquilla.

Esther
Llegué a New York con éxito muy grande con los discos de Rafael Hernández, y Rafael Heranández como ustedes comprenderán era un ídolo y sigue siendo un ídolo para los puertorriqueños. Los puertorriqueños eran la gran colonia latinoamericana, ellos me recibieron y también los dominicanos con un amor extraordinario. La ciudad me abrió las puerta. Enseguida tuve presentaciones extraordinarias, grabaciones, todo muy bien gracias a Dios. Amo mucho a esa ciudad porque siendo la más importante ciudad del mundo, en donde tantos sueños se han quebrado. Fue la cosa más hermosa y la seguridad que me dio a mi misma triunfar en esa ciudad. Una noche, era una tarde, 7 de la noche era. Había nevado y yo recorrí Brodway, a mí me gusta recorrer las calles, sobre todo me gusta irme sola por las calles. Vi pues, todos los edificios cubiertos de nieve y una luna divina que cortaba la aguja que tiene allá arriba el Empire State, el edificio que en ese entonces era el más alto del mundo. Me emocionó tanto cuando vi eso tan bello, pero inmediatamente me acordé de la luna de Barranquilla, con una nostalgia terrible por la tierra. Pensé, entonces, recordé, que la luna nuestra no es blanca, muy poquitas veces se pone pálida, es morenita, es doradita, me vino el deseo de escribir algo, y regresé al apartamento.

Empecé a escribir "La Luna de Barranquilla", un bolero, pero no me gustó uy lo archivé, como archivo todas las canciones que no me gustan. Las archivo y algún día las veo, las corrijo o las destruyo. Pasé por México, pasé por Centroamérica, cantando muy bien, ya en New York empecé a escribir mi música, ya empezaron las disqueras a pedirme: "Esther, la música esa que usted tiene tan linda queremos grabarla". Empecé a escribirle a los compositores aquí, a Pacho, a Lucho Bermúdez, a José Barros a todos ellos empecé a escribirles, no me contestaban ni una palabra, mándenme música para que sea grabada aquí en New York. Nada, entonces me acordé de las palabras de Rafael Hernández y empecé a escribir mis primeras canciones, "La Burrita Mocha" y todas estas cositas. Empecé a escribirlas, no eran buenas, hoy en día las veo tan inferiores, verdad, pero de todas maneras era un principio y el público las acogía con un amor extraordinario, ¿no ven que eso me dio a mi seguridad?

En New York duré tres años, allí fui víctima del ambiente musical de la ciudad. El arrollador ambiente del mambo que entró con un furia terrible, terrible y estaba ese jazz al fondo. El jazz, el jazz. Empecé a darme cuenta que iba perdiendo toda aquella emoción que sentí al salir de mi tierra y que me iba inclinado a otras músicas. Ya que no tenían el calor de aquí. Cuando llegué a Barranquilla fui para el Barrio Abajo. Quería estar con mi gente de nuevo. Estar otras vez con mi comida, con mi ambiente, con la brisa, con la luna, con todo lo que yo quería sentir otra vez, para sentirme otra vez barranquillera.

De esa época hay una música que se llama Bombo y Maracas. Ustedes me van a permitir que haga un paréntesis, aquí está esa persona que yo quiero mucho. Un gran aplauso para él: se llama Pompilio Rodríguez.

Aplausos

Esther
¿Dónde está Pompilio? Que se pare. ¿Dónde está? El me vino a dar un beso y no lo veo, de pronto se escondió.

Mariano
Pompilio, Pompilio Rodríguez está por aquí, debe estar por allá atrás compartiendo.

Esther
Si, allá está, bueno yo quiero que ustedes sepan que Pompilio Rodríguez hubiera sido el Tito Puentes aquí en Colombia. Qué maravilloso baterista. Era el baterista de Pacho Galán, cuando los hermanos Rodríguez estaban con Pacho y la orquesta de Pacho estaba en gran florecimiento. Escribimos "Bombo y Maracas", con esa influencia que traía de Estados Unidos. Incluí un solo de batería para que se luciera el baterista, y se lució el baterista. Un solo de tonterías sí, está aquí en "Bombo y Maracas". Algunas personas recordarán el solo de batería. Sí, yo quería ayudarlo, yo quería destacarlo, yo quería que Colombia se diera cuenta que era lo que tenía en la mano, pero como buen artista es un ser humilde, los seres que están llenos de vanidad realmente no son grandes artistas. El artista de verdad es un ser humilde, los seres que están llenos de vanidad realmente no son grandes artista. El artista de verdad es un ser humilde, así he conocido a los grandes poetas, he conocido premios Nobel claro, he conocido a Rómulo Gallegos. A muchos Nobel de Literatura de una manera lindísima. La visión que tengo de una persona que vale es por su humildad definitivamente, de manera pues, que este es un reconocimiento a Pompilio un poco largo, ¡dónde está Pompilio? Que venga Pompilio.

Aplausos

Pompilio
El mayor éxito que tuviste tu con la orquesta de Pacho Galán fue Bombo y Maracas.

Esther
Sí señor, "Bombo y Maracas" donde usted fue la estrella y bien merecido.

Alvaro Suescún
En este extracto hay que decir que en New York, Esthercita grabó ni más ni menos que con el maestro René Touzet, con Jhonny Rodríguez y con el mismo Tito Puente.

Esther
Mi carrera ha sido la cosa más fácil del mundo, he encontrado los grandes músicos conmigo, he encontrado grandes gentes, periodistas, he encontrado poetas, he encontrado gentes intelectuales, gente que me ha dado el reconocimiento, me ha dado la mano. De manera que yo no puedo sentir amargura, ni decir que yo he sufrido por mi carrera, mentira, bendito sea Dios, ha sido hermosa. Allá me encontré con René Touzet. No sé quien se acuerda, ustedes aquí, de ese bolero que se llama "No te importe saber" quién lo recuerda, usted, claro, "No te importe saber".

Esther (cantando)
"no es que quiera decir que tu has sido el único amor para mi"…

Entonces René, cogió y fue mi arreglista y mi gran amigo. Para hacer las grabaciones que tengo yo con René Touzet, ese día se quedó mirándome cuando entramos al estudio, me dijo: "mira Esther, este que está aquí es Mario Bauzá". Imagínense ustedes, un trompetista de primera que en ese tiempo estaba con Machito y sus Afrocubanos, él era cuñado de Machito. El tenía el nombre de Machito porque era el cantante, pero el alma de eso era Mario Bauzá. Mario Bauzá, años después, hasta ahorita en New York, fue el padre del jazz latino. Una figuraza, el baterista Tito Puente estaba empezando. O sea, había una cantidad de gente, una cantidad de esterllas, que estaban allí grabando y gente que si no eran estrellas lo iban a ser. Tengo esas grabaciones en 78, las conservo con todo mi amor, con todo el agradecimiento a Dios.

Alvaro S.
Bueno entonces ahora sí, "La Luna de Barranquilla".

Esther
Bueno, déjame contarle la historia cómo nació "La Luna de Barranquilla".

Mariano
A terminar la historia.

Esther
"La luna de Barranquilla". Resulta que yo tenía un amigo muy grande que me quería muchísimo. Ese señor se llamaba Donado Velilla, los Donado Velilla, ¡ay el nombre! Por Dios.

Público
Gustavo.

Esther
No Gustavo no, el hermano de él.

Público
Raúl.

Esther
Raúl Donado Velilla, mi gran amigo, me llamó un día y me dijo: "Esthercita hagamos música para Turismo Dovel -ellos eran los dueños de Turismo Dovel- nos hace una música bonita alegre y al otro lado le pone cualquier cosa, nosotros vamos a regalar ese disco a la gente que nos compre los tiquetes de aviación". Salí corriendo a la casa, me iban a pagar plata y yo estaba feliz. Corrí e hice "Turismo Dovel" en un momento, una cosita bailable, busqué entre mis papeles qué podía ponerle al reverso. Encontré el viejo papel de "La Luna de Barranquilla". El papelito estaba amarillo porque decía: esto tiene que ser una cumbia y salió "La Luna de Barranquilla". Así como poquitas canciones mías han salido. Porque he durado escribiendo canciones hasta 15 años, puliendo una canción. Quiero que ustedes sepan que cuando me vaya, que me recuerden que fui un ser terriblemente exigente conmigo misma. Por eso tal vez mis canciones ha logrado calar, quedarse en el corazón y en el alma de todos ustedes, y de mucha gente del exterior, porque están hechas con sangre, con vida, con rabia, con amor, con todo. He dado todo en una canción, de manera pues que salió La "Luna de Barranquilla" y resulta que ese fue el éxito y la gente no le puso bolas a "Turismo Dovel", sino a "La Luna de Barranquilla".

Aplausos

Música