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Pide a Clinton que asuma como jefe mayor

viernes, 28 de enero de 2000



Por Leonor Mulero

El Nuevo Día

WASHINGTON - Ante un nutrido grupo de periodistas de Estados Unidos, Sila M. Calderón urgió ayer al presidente Bill Clinton a que actúe como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y ordene a la Marina a salir de Vieques.

Para la candidata a Gobernadora y presidenta del Partido Popular Democrático (PPD) la desobediencia civil sería un arma aceptable para tratar de evitar la implementación de una decisión presidencial adversa para Vieques.

"La Casa Blanca tiene que asumir su responsabilidad. El Presidente es el Comandante en Jefe. Se supone que él dé órdenes a la Marina", indicó Calderón. Dijo que hoy tratará de hablar con Clinton sobre Vieques en la visita de la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos a la Casa Blanca.

La alcaldesa de San Juan dijo que el alto mando naval - el almirante Jay Johnson, jefe de Operaciones Navales, y el general James Jones, Comandante del Cuerpo de Infantes de la Marina- empujaron a Clinton a permitir que el Pentágono hiciera a Puerto Rico una nueva oferta "peor" que la propuesta presidencial del 3 de diciembre. Esa es la posición del gobernador Pedro Rosselló. Calderón dijo que el caso de Vieques evidencia el peligro de que las fuerzas militares se impongan sobre el gobierno civil democrático.

"La Casa Blanca debe ejercer su liderato firmemente para impedir que la Marina siga limitando peligrosamente su autoridad", expresó en su charla con periodistas en el National Press Building.

Sobre la desobediencia civil, Calderón dijo que "es una forma aceptada de obtener, de hacer escuchar la voz cuando hay violación de los derechos civiles. Creo que sería un último recurso que mucha gente en Puerto Rico usará en caso de que se reanuden los bombardeos". Un pleito judicial sería otro recurso.

Señaló a la Marina se le puede permitir una transición para salir de Vieques si hay fecha exacta para salida con garantías de Orden Ejecutiva o acuerdo judicial. Pero esa transición no puede incluir ningún tipo de entrenamiento ni municiones. La transición sería para la limpieza de las tierras contaminadas y la devolución de las tierras a Puerto Rico.

La Alcaldesa aseguró que la política pública de Puerto Rico sobre Vieques es ni una bomba más. Insistió en eso al comentársele que Rosselló ha negado que esa sea la política pública.

"Yo soy miembro del Grupo de Trabajo de Vieques y allí se ha hablado de no más bombardeos", apuntó. Se dice que Rosse lló acepta los bombardeos con municiones inertes.

Calderón restó importancia a la amenaza del senador republicano por Oklahoma, James Inhofe, de cerrar la estación naval Roosevelt Roads si la Marina no puede entrenar en Vieques.

La Alcaldesa visitará hoy a los senadores demócratas Tim Johnson, de Dakota del Sur; Jack Reed, de Rhode Island, y Blanch Lincoln, de Arkansas, para abogar por Vieques y ayuda para el vertedero de San Juan. No interesa hablar con Inhofe, a quien llamó prejuiciado a favor de la Marina.

Calderón dijo que el rechazo de Puerto Rico de los bombardeos en Vieques no contradice la contribución enorme de los puertorriqueños, sobre todo los viequenses, a la seguridad nacional de Estados Unidos.

Muchos puertorriqueños han muerto en las guerras de Estados Unidos y que hay más de 40,000 puertorriqueños en las fuerzas armadas. La isla está número uno en reclutamiento militar, dijo.

"Por casi 60 años, los 9,000 ciudadanos de Vieques han sufrido bombardeos diarios de municiones vivas por parte de la Marina", dijo Calderón. Los resultados son la alta incidencia de cáncer, destrucción ambiental sin precedente y degradación económica. En Vieques se ha usado napalm y uranio, apuntó.

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