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Arte góticoEn el siglo XIII comienza la introducción del arte gótico, un estilo que arraigará en Euskal Herria hasta finales del XV y principios del XVI. Su escenario principal fueron los núcleos urbanos con arquitectura civil y religiosa, escultura y pintura. La relación de edificios góticos es amplísima siendo de una calidad reconocida.
En Vitoria-Gazteiz las iglesias de San Pedro y San Miguel (en su exterior está la Virgen Blanca, imagen del XIV). Entre los edificios civiles resaltan el Portalón (casa de comercio bajo-medieval) y la torre gótica rodeada por la Casa del Cordón, ambas en el casco histórico. En el resto de Araba los templos de San Juan Bautista y Santa María de los Reyes en Biasteri-Laguardia (excelente portada polícroma del XIV). Como muestra de pinturas góticas las de San Martín de Tours en Gazeo. En Bizkaia el gótico fue un estilo extendido en el litoral y poblaciones vinculadas al comercio. Aparte de la citada catedral, las mejores iglesias son la de San Antón y Santuario de Begoña en Bilbao, San Severino en Balmaseda (interiores góticos) y las consagradas a Santa María en Lekeitio, Gernika, Portugalete, Orduña, Erandio y Ondarroa. Numerosas casas-torre dejan entrever detalles góticos. El gótico tuvo mucho peso en Gipuzkoa. Algunas muestras son las iglesias de San Salvador en Getaria (una de las mejores en el ámbito vasco), Santa María en Deba (destaca su tímpano), San Pedro de Zumaia, monasterio de Bidaurreta y el claustro de San Miguel en Oñati, San Vicente en Donostia-San Sebastián y Santa María en Hondarribia (estas últimas del gótico tardío). En la imaginería el Santo Cristo de Lezo. Del gótico civil son el Palacio de Lili en Zestoa y Torre Luzea en Zarautz. En Nafarroa la colegiata de Orreaga-Roncesvalles (gótico inicial), iglesia de San Saturnino en Artaxona-Artajona (del siglo XIII, con torre protogótica), Santa María la Real de Herriberri-Olite (con portada florida del XIII) y partes de los monasterios de la Oliva, Irantzu, Fitero, Iratxe y Tulebras. Las pinturas murales góticas de las iglesias de San Pedro en Olite, San Saturnino en Artaxona-Artajona y catedral de Iruña-Pamplona están expuestas en el museo de Navarra. Un buen ejemplo de sepulcro gótico es el de Carlos III el Noble y Leonor de Trastámara, efectuado a principios del XV en alabastro, sito en la catedral pamplonica. En el campo civil una parte del Palacio Real de Herriberri-Olite (la obra arquitectónica bajo-medieval civil Navarra de mayor envergadura) y el castillo de Marcilla. En los finales del gótico, siglos XV y XVI, y antes de las reformas renacentistas, alcanzó al País Vasco la influencia del estilo isabelino (o Reyes Católicos), caracterizado por la decoración de bóvedas estrelladas, arcos conopiales y calado de piedra. De este tipo son la Portada del Angel de la catedral de Santiago en Bilbao y una portada de la iglesia de Santa María de Güeñes, así como algunas portadas de las iglesias alavesas de Navaridas, Leza y Oión. Huellas del arte flamenco y mudéjarEl contacto comercial de Euskal Herria con Flandes explica que de allí se trajeran tablas que pasaron a enriquecer la decoración de muchos templos o que hubiera contacto con artistas flamencos y borgoñones. Algunas evidencias que datan de los siglos XV y XVI son el retablo de San Pedro de Orduña, grupos escultóricos de la parroquia de Lekeitio, esculturas de la Catedral de Vitoria-Gazteiz, tríptico en la capilla de San Bernabé en Zarautz, tríptico en Aizarna, tríptico en los Franciscanos de Zarautz, tabla de la Anunciación en Loiola y grupo escultórico en San Pedro de Zumaia. Las tablas del retablo mayor del Monasterio de Fitero, así como el retablo del Convento de las Concepcionistas de Tafalla, son obras de Roland de Mos. Contamos con algunos edificios de estilo mudéjar en su mayoría del siglo XVI. Buenos ejemplos son la casa de Juan de Antxieta en Azpeitia, los artesonados mudéjares en varias partes de la Universidad de Sancti Spiritus en Oñati y la capilla de la Escuela de Cristo de la Catedral de Tutera-Tudela (del siglo XV). Arte renacentista: el plateresco y el romanismo.En el siglo XVI se extiende el arte renacentista. En Euskal Herria son numerosas las obras de realce. El plateresco, primer renacimiento, se superpuso sobre el gótico final. En Gipuzkoa es obligado comenzar por la Universidad de Sancti Spiritus de Oñati que fue impulsada por Rodrigo Mercado de Zuazola (natural de Oñati y obispo de Ávila) y fundada en 1548. Cabe acentuarse la magnífica fachada plateresca de trabajada decoración (elaborada por Pierres Picart), claustro, galerías y retablo de la capilla. Otro edificio sobresaliente es el Convento de Sn Telmo en Donostia-San Sebastián, trazado por Martín de Santiago y terminado en 1551, con claustro de dos pisos y el sepulcro de Alonso Idiakez, secretario del emperador Carlos V. En la escultura los retablos de la capilla de la Piedad de la iglesia de San Miguel en Oñati, iglesia de San Pedro de Bergara y santuario de Itziar. En Bizkaia el plateresco más notable está en el claustro de la Colegiata de Ziortza, y en las portadas de las iglesias de San Antón, La Encarnación y Begoña (Bilbao) y el retablo de la iglesia de Santa María en Lekeitio. En Araba en los palacios de los Escoriaza-Esquivel y Bendaña en Vitoria-Gazteiz y en el coro de la iglesia de Santa María en Agurain-Salvatierra. En Nafarroa las esculturas del Monasterio de Iratxe, portada de la iglesia de Santa María en Viana (de Juan de Goyaz), Casa de Fray Diego en Lizarra-Estella, Palacio de los Mariscales de Navarra en Tafalla y torre-campanario de la iglesia de Santa María en Urantzia-Los Arcos. En la segunda mitad del XVI se da una evolución apareciendo, sobre todo en Gipuzkoa y Bizkaia, el austero estilo gótico-vasco y renacentista-vasco, en el que se combinan elementos góticos y renacentistas, dando lugar a iglesias monumentales. Algunos ejemplos son las iglesias de San Pedro en Bergara, el Juncal de Irún, San Vicente en Bilbao y la Concepción en Elorrio. A finales del siglo XVI y principios del XVII se impone en la escultura el romanismo (manierismo), uno de cuyos representantes es Juan de Anchieta autor del retablo de San Pedro en Zumaia. Otras muestras son los retablos de San Vicente en Donostia-San Sebastián, Santa María en Durango y Santa María en Agurain-Salvatierra. En Nafarroa los de San Juan en Lizarra-Estella, Otsagi-Ochagavía, Santa María en Tafalla (de Anchieta) y Zangotza-Sangüesa (de Juan de Berroeta). En el País Vasco Continental durante los siglos XVI y XVII se mantiene el estilo gótico mezclado con el renacentista, si bien con diversas particularidades. Se construyen o restauran numerosos palacios (Uharte Hiri-Uhart Mixe, Andurain de Mayte en Maule-Mauleon, castillo de Elizabea en Iruri-Trois Ville...) e iglesias con galerías interiores de dos a cuatro pisos (Saint Jean Baptiste en Donibane Lohitzune-San Juan de Luz) y se levantan los curiosos campanarios trinitarios de algunas iglesias de Zuberoa (Gotaine-Gotein y Altzürru-Aussurucq, entre otras). Arte barrocoDesde principios del XVIII y hasta el segundo tercio del siglo XVIII predomina el arte barroco, de línea curva y profusión de adornos, relacionado con la Contrarreforma Católica. En Gipuzkoa sobresalen la basílica de Loiola (proyectada por le italiano Carlo Fontana, edificada entre 1681 y 1738 y con una gran cúpula terminada por Ignacio de Ibero) y la basílica de Santa María del Coro en Donostia-San Sebastián (concluida en 1774 con una excelente portada barroca). En el resto de Gipuzkoa destacan las iglesias de San Pedro en Pasaia y San Martín en Andoain. En Bilbao están los templos barrocos de los Santos Juanes y San Nicolás de Bari. En Nafarroa la capilla de Santa Ana de la Catedral de Tutera-Tudela, iglesia de San Jorge también en Tudela, Basílica de San Gergorio Ostiense en Suruslada-Sorlada y el retablo mayor (rococó) de la iglesia de San Martín en Lesaka. Además, muchas otras iglesias en construcción desde antes acaban con partes barrocas, campanarios y retablos que, en ocasiones, llegan a ser del recargado estilo churrigueresco. Entre finales del XVII y durante el XVIII se levantaron en el País Vasco numerosas casas consistoriales en estilo barroco, algunas con influencias del rococó francés. Como ejemplos caben citar las de Bergara, Arrasate-Mondragón (acabada en 1766), Oñati, Elgoibar, Irún (edificada en 1763), Bastida-Labastida, Otxandio (levantada en 1742), Orozko, Durango, Viana (finales del XVIII) e Iruñea-Pamplona (fachada realizada entre 1755 y 1760). Hay otros edificios civiles barrocos como el Palacio de Vallehermoso en Zangotza-Sangüesa (finales del siglo XVIII), Casa de las Cadenas en Corella y Palacio Arikunenea en Elizondo (ambos del XVIII). El neoclásicoA finales del siglo XVIII y durante el siglo XIX se retoman decididamente las formas clásicas. Coincidiendo con los ensanches urbanos se acometen proyectos primados por las directrices neoclásicas, un arte normativo en pos del equilibrio y la funcionalidad. En Vitoria-Gazteiz está la magnífica Plaza Nueva (o de España), ideada en la década de los ochenta del XVIII por el arquitecto Justo Antonio de Olaguibel (cuadrangular y porticada, con predominio del orden dórico), que incluye en su lado principal la Casa Consistorial. Asimismo, el Palacio de la Diputación Foral (concluido en 1844, con columnas clásicas toscanas, proyectado por Martin de Saracibar). En Armentia destaca el Palacio-Casa del Santo (reformado en el XIX). En Donostia-Gazteiz sobresalen la antigua Casa Consistorial (edificada en 1832 según diseño del aragonés Silvestre Pérez, ubicada en la Plaza de la Cosntitución a su vez proyectada por P.M. Ugartemendia) y el Palacio de la Diputacion Foral (con columnas corintias en el cuerpo central). En el resto de Gipuzkoa hay otros edificios neoclasicos como la iglesia de Andra Mari en Mutriku. En Bizkaia la Plaza Nueva en Bilbao (trazado inicial de Silvestre Pérez), Casa de Juntas de Gernika (levantada en 1826, proyectada por Antonio Etxebarria), cementerio de Markina-Xemein (en rasgos griegos y egipcios ideados por Mariano José Laskurain) y la iglesia Santa María de Bermeo (de S. Pérez). En Iruñea-Pamplona la fachada, diseñada por Ventura Rodríguez, para la cetedral de de Santa María, una parte de la Plaza del Castillo, Palacio de Navarra y fachada del Teatro Gayarre (las dos últimas son de José de Nagusia). Una obra pública neoclásica es el acueducto de Noain, del siglo XVIII, también de Ventura Rodríguez. En Tafalla su plaza y Ayuntamiento y el Palacio del Marqués de Feria corresponden a este estilo. Arquitectura-Pintura Escultura |