LA FILOSOFIA SEGUN LOS FILOSOFOS
LA FILOSOFIA NO ES UNA ACUMULACION DE SABERES SINO UNA REALIDAD QUE
ACONTECE AL HOMBRE
«Para Platón [...] la filosofía es cualquier cosa menos una información,
una acumulación de saberes [...] La filosofía no es primariamente una
ciencia, sino antes que nada un asunto personal; no es un conjunto de
proposiciones sino una realidad que acontece al hombre. Por eso no es
comunicable más que de un modo personal, concretamente erótico.»
(Julián Marías, "Introducción a Platón" en la edición del Fedro de
Platón. Buenos Aires: Revista de Occidente Argentina, 1948, p. 94)
LA FILOSOFIA PLATONICA COMO UNA INTUICION INDIVIDUAL DE LA REALIDAD
«La filosofía no era para él [Platón] una serie de proposiciones que
podían ser comprendidas por un estudiante inteligente, sino una visión
de la realidad personal para cada estudiante. La realidad, naturalmente,
era la misma para todos, pero su aprehensión era más íntima que lógica y
dependía en último término de la intuición individual.»
(Benjamin Farrington, Ciencia y filosofía en la antiguedad, 8va. ed.,
Barcelona: Ariel, 1983, p. 103. Las cursivas son nuestras)
LA FILOSOFIA: GUIA PARA EL OBRAR MORAL Y SEGURIDAD
PSICOLOGICA ANTE LAS ADVERSIDADES DE LA VIDA
«La filosofía no es un señuelo para deslumbrar al pueblo,
ni es propia para la ostentación; no consiste en palabras,
sino en obra. No tiene tampoco por objeto pasar el día
con un apacible entretenimiento, para quitar su náusea a
la ociosidad: ella forma y modela el alma, ordena la vida,
gobierna los actos, muestra lo que debe hacerse y lo que
debe omitirse, está sentada al timón, y dirige la rota (*)
entre las dudas y las fluctuaciones de la vida. Sin ella,
nadie puede vivir exento de temores; nadie puede vivir con
seguridad; a cada hora acaecen accidentes innumerables que
reclaman un consejo que sólo a ella debe pedirse [...]: la
filosofía debe ser nuestra defensa.»
(*) 'Rota' es una palabra latina que designa la rueda de un
carro, de una máquina, etc. En el pasaje citado Séneca parece
aludir a la rueda que fija el rumbo de una embarcación.
El autor cordobés utiliza con frecuencia la metáfora de la nave
que, luego de sufrir innumerables tempestades en su travesía por
el mar, desembarca finalmente en puerto seguro. Con esta metáfora,
Séneca quiere referirse a la vida del hombre sabio quien luego
de padecer múltiples adversidades y circunstancias azarosas propias
de la fortuna, halla consuelo en la muerte. Sólo el hombre sabio
se prepara durante toda su vida para saber morir, aceptando
serenamente su realidad última e inexorable. (Nota de Bhanzy)
(Lucio Anneo Séneca, Cartas a Lucilio, carta XVI, en:
Obras completas; trad. Lorenzo Riber, Madrid: Aguilar,
1940)
LA FILOSOFIA COMO CIENCIA UNIVERSAL DE UNA RAZON AUTONOMA, TELEOLOGICA
Y AUTOESCLARECEDORA
«La tarea que se propone el filósofo -su fin vital en cuanto filósofo-
consiste en alcanzar una ciencia universal del mundo, un saber
universal, definitivo, una totalidad de las verdades en sí sobre el
mundo, sobre el mundo en sí...»
«La ciencia que dispone de un fundamento universal y apodíctico
[es decir, absolutamente verdadero por su demostración rigurosamente
necesaria] y que a su vez proporciona tal fundamento, surge de ahí
como la función humanan necesariamente más alta: ...
permitir a la humanidad desarrollarse hasta el plano de la autonomía
personal, de la autonomía humana de irradiación universal [...] La
filosofía no es, por consiguiente, otra cosa, de parte a parte, que
el racionalismo diversificándose él mismo según los diferentes planos
en que se despliegan intención y cumplimiento [sentido teleológico];
ella es la ratio en su movimiento incesante de autoaclaración.
[...]»
(Edmundo Husserl, "La Filosofía como Autoreflexión de la Humanidad"
en: La Filosofía como Ciencia Estricta, 2da. ed., trad. Elsa
Tabernig, Buenos Aires: Nova, 1973, pp. 125 y 131)
EL CARACTER RADICALMENTE CRITICO DE LA FILOSOFIA
«El carácter refractario de la filosofía respecto de la realidad deriva
de sus principios inmanentes. La filosofía insiste en que las acciones
y fines del hombre no deben ser producto de una ciega necesidad. Ni los
conceptos científicos ni la forma de la vida social, ni el modo de pensar
dominante ni las costumbres prevalecientes deben ser adoptadas como
hábito y practicadas sin crítica. El impulso
de la filosofía se dirige contra la mera tradición y la resignación
en las cuestiones decisivas de la existencia; ella ha emprendido la
ingrata tarea de proyectar la luz de la conciencia aun sobre aquellas
relaciones y modos de reacción humanos tan arraigados que parecen
naturales, invariables y eternos.»
(Max Horkheimer, "La función social de la filosofía" (1940) en:
Teoría Crítica , trad. Edgardo Albizu y Carlos Luiz, Buenos Aires:
Amorrortu, 1974.
NATURALEZA BIPOLAR DE LA FILOSOFIA
«Qué sea la filosofía y cuál sea su valor, es cosa discutida. De ella se
esperan revelaciones extraordinarias o bien se la deja indiferentemente
a un lado como un pensar que no tiene objeto [propio]. Se la mira con respeto,
como el importante quehacer de unos hombres insólitos o bien se la desprecia
como el superfluo cavilar de unos soñadores. Se la tiene por una cosa que
interesa a todos y que por tanto debe ser en el fondo simple y comprensible,
o bien se la tiene por tan difícil que es una desesperación el ocuparse
con ella. Lo que se presenta bajo el nombre de filosofía proporciona en
realidad ejemplos justificativos de tan opuestas apreciaciones.»
(Karl Jaspers, La filosofía desde el punto de vista de la existencia, 3ra.
ed. en español. México: Fondo de Cultura Económica, 1962, p. 7)
LA FILOSOFIA COMO INGREDIENTE DE LA VIDA HUMANA
« (...) la filosofía, en lo que tiene de realidad, radica en la vida humana,
y ha de ser referida a ésta para ser plenamente entendida, porque sólo en
ella, en función de ella, adquiere su ser efectivo. Lo que la filosofía es
no puede conocerse, por tanto, a priori, ni expresarse en una
definición abstracta, sino que sólo resulta de su hallazgo en la vida humana,
como un ingrediente suyo, con un puesto y una función determinados dentro
de su totalidad.»
(Julián Marías, Introducción a la filosofía, 4ta. ed., Madrid: Revista de
Occidente, 1956, p. 450)
LA FILOSOFIA ES UNA CIENCIA CREADORA, PROBLEMATICA, AUTOCRITICA Y
AUTOCONSCIENTE
«Es cierto que la filosofía es esencialmente crítica; es cierto que en
filosofía no hay dogmas y que su esencia se define, no por las soluciones,
sino por los problemas; pero, al mismo tiempo, es esta historicidad
problemática, este hilo de Ariadna, lo que hace de la filosofía la única
ciencia autoconsciente de sí misma y, en este sentido, la crítica benéfica
y fecunda, la crítica creadora, se nos muestra condicionada por la
autocrítica y la capacidad de escuchar.»
(Alberto Constante, Prefacio a El Retorno al Fundamento del Pensar (Martín
Heidegger), México: UNAM, 1986, p. 14)
LA ENSEÑANZA FILOSOFICA EXIGE PENSAR SOBRE PROBLEMAS
FUNDAMENTALMENTE HISTORICOS, SOBRE URGENCIAS EPOCALES
«La enseñanza filosófica no sólo debe enseñar a pensar en torno a ciertos
problemas y conceptos, sino que a la vez y fundamentalmente debe enseñar
cómo pensaron algunos hombres eminentes sobre unos problemas que la sociedad
de su tiempo tenía planteados, sobre todo si tales problemas siguen siendo
algunos de los nuestros o incluso los que están a la base de nuestro propio
momento histórico.»
(Javier San Martín, La fenomenología de Husserl como utopía de la razón,
Barcelona: Anthropos, 1987, p. 12)
LA FILOSOFIA CONSISTE EN FORMULAR HIPOTESIS LEGITIMAS PARA RESOLVER
LOS PROBLEMAS METAFISICOS
« [...] el verdadero objeto de la filosofía es formular hipótesis legítimas
acerca de los problemas que exceden la experiencia. Filósofo es aquel que
plantea o renueva los problemas metafísicos, aquel que formula o coordina
hipótesis legítimas para resolverlos.»
(José Ingenieros, Proposiciones relativas al porvenir de la filosofía, Lima:
Editora Lima, 1988, p. 15)
LA FILOSOFÍA ES COMPRENSIÓN ESPIRITUAL; LA FILOSOFIA ES SU HISTORIA
«La filosofía es comprensión espiritual y la comprensión espiritual sólo puede
hacerse, aunque trascienda la historia, desde una perspectiva histórica. La
filosofía es, en cierto sentido, su historia . Incluso cuando es reacción
radical contra conceptos anticuados y envejecidos que ya nada pueden dar de sí,
sólo se puede buscar lo nuevo cuando hemos estado sumergidos en lo viejo (...)
La filosofía no puede comprenderse sin su historia»
(Francisco Miró Quesada, Despertar y proyecto del filosofar latinoamericano,
México: Fondo de Cultura Económica, 1974, pp. 27 y 28)
LA FILOSOFIA SE ENCUENTRA EN EL CENTRO DE LA EXISTENCIA HUMANA Y
LA CONSTITUYE COMO NATURALEZA HUMANISTA ESENCIALMENTE INTERROGATIVA
«La raíz de la filosofía se encuentra en la inquietud, en la curiosidad
intelectual, en el deseo permanente de conocer, en el asombro y la admiración
por lo que las cosas efectivamente son, en la insatisfacción de las respuestas
comunes y fáciles a los problemas fundamentales y difíciles que el hombre se plantea.
La filosofía se propone descubrir la verdad esencial, oculta tras las prometeicas
apariencias de las cosas. La filosofía como asunto propio del
ser humano reside, a fin de cuentas, en su radical aspiración a la felicidad,
a una vida mejor, más justa y digna para todos.
Una pre-ocupación permanente y hondísima atraviesa de lado a lado el ser del hombre
y esa preocupación, cuando adquiere carácter interrogativo y busca una explicación
racional humanamente compartible y, por ende, también discutible -rechazable o aceptable-
se convierte en filosofía, en amor a la sabiduría, en la apasionada (del páthos griego)
búsqueda del sentido de la vida, de la razón de nuestra existencia en
el mundo, es decir, de nuestra razón de ser ahora, de haber sido antes y de
ser después, en el instante próximo.
Por eso palabras y expresiones como sentido, comprensión, significación,
finalidad, razón de ser, verdad, entre otras, representan el patrimonio
consustancial a la humanidad que los filósofos debemos cuidar en calidad de -para decirlo con Heidegger-
"pastores del ser". Siendo esto así, la responsabilidad total del filosófo es una de las
más importantes -sino la más importante y decisiva- frente a su sociedad y el mundo entero.»
(Bhanzy, Manuscritos inéditos , Lima, diciembre de 1998)
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