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las siguientes poesías (musas*):
EN LA VIDA...
Hay
sentimientos que mueren,
percepciones que se mudan,
y verdades que desnudan
viejos pesares que hieren.
Hay mentiras que se escudan
en la bondad inherente,
y nos resulta evidente
que se enquistan y se anudan.
La realidad aparente
es el dogma de la vida,
es la ingenuidad fingida
que se adueña del presente.
Con la edad no es diferente,
se mira desde otra altura,
y a pesar de la cordura
no existe quien no se asombre,
pues la necedad del hombre
ni con los años se cura.
(Desafío.
Sonetillo 1º)
-Vete ya
muerte traidora,
no quiero sentir tu abrigo;
Ser tu profundo enemigo
es mi angustia redentora.
Negra eres retadora.
¿Quieres amores conmigo?....
Yo nada quiero contigo.
¡Vete!, que nadie te añora.
Yo he de volver a la tierra,
pero hoy vencí la batalla
que pone fin a la guerra
y al concebirte indolente
desde tu altiva muralla
te aparto ya de mi mente.
(Realidad.
Musa 2ª)
-Pero muerte.., ¡estás aquí!
Ahora siento tu punzada.
Al presentirte alejada
te soñé lejos de mi.
-Vengo cuando soy llamada,
para mi no existe día,
nada sé de fantasía
ni de sentirme olvidada.
Al rozar tu mano fría
cesará tu desafío,
pues yo nunca me desvío
y no acepto pleitesía.
Sien tu marcada osadía
viste esperanza encerrada,
en la existencia marcada
de este ingrato acontecer
te diré que mi deber
es llevarte a tu morada.
(Sometimiento. Sonetillo 2º)
-Siento miedo al descubrir
que se me escapa la vida,
que mi última partida
es el juego de morir.
Ya no puedo rebatir
a la muerte mi caída,
pues la hora, por temida,
no se deja de cumplir.
De nada sirve la duda,
de nada esconder la mano,
de nada pedir ayuda.
No hay un antes ni un después,
tampoco es tarde o temprano.
¡La muerte tan sólo es!
José Luis
Muñoz 12-08-01
DOS
Dos almas que se cruzaron,
dos corazones que lloran,
lágrimas tristes que afloran
en vientos que no soñaron.
Sentimientos que devoran
un dolor inadvertido,
un puñal en el olvido
de mentes que no se añoran.
En este adiós aterido
fueron cinceles de fuego
quemando su oscuro apego
en su lecho retorcido.
¡Oh corazón malherido!,
sobre jirones de flores
son amargos sinsabores
esos delirios que matan
y que en sus ojos delatan
el llanto de sus amores.
José
Luis Muñoz 4-09-01
... Y VUELE
¡Ese plumón de mi niño
tan libre! ¡Cómo me duele!
que vuele, que vuele y vuele
al cielo de mi cariño
Y un día si se conduele
y en su batir es herido
yo solamente le pido
que en mi ramal se consuele
Que es mi tórtolo aguerrido
sol y arrullo en medio día
viraje de pluma mía
y sentir de mi sentido
aquí lo llevo metido
como púa que se adhiere
aunque mi pecho lacere
quedándose en agonía,
que ondee su bizarría
y en su vuelo, se libere.
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