SOÑANDO COMO "SOCIEDAD CIVIL" Y SU DESPERTAR

Camilo Estrada Luviano

No inocentemente, sino con toda la mala leche posible, los medios de comunicación masiva están insistiendo con más vehemencia que un talk show que la "firma de la paz" traerá consigo el fin de la miseria de los indígenas de nuestro país y el advenimiento, para ellos, de la justicia y casi casi dicen que, por fin, el bienestar para la familia que Zedillo no le entregó a nadie, les llegará a los indígenas por la magia de esta firma de la paz entre el Subcomandante Marcos y el presidente Fox y Quesada.

En primer lugar la fetichizada firma de la paz no depende ni de Fox ni de Marcos por muy presidente y muy Subcomandante que sea uno y otro, sino fundamentalmente del Congreso de la Unión, porque esta fementida firma no se dará si no es aprobada la iniciativa que propuso la Cocopa en la Legislatura pasada y que esta aprobación se dé es poco menos que probable; pero, siendo ilusos y aceptando que sí se diera, faltaría todavía o sería necesario que antes se reformara la Constitución y esto requiere de muchos acontecimientos que solamente o un desinformado o un no se qué puede pensar que se lograrían con facilidad.

Pero sigamos siendo ilusos y pensemos que sí se reforma la Constitución para que pueda ser aprobada la iniciativa de la Cocopa y, una vez sucedido esto, los Comandantes y el Subcomandante del EZLN que vinieron a la ciudad de México firman la paz con quien corresponda y si esto sucediera, según nuestros sueños, ¿qué seguiría?

Lo lógico es que como consecuencia de esta firma de la paz lo que seguiría, diría Perogrullo, es que se acabe la guerra, pero, como aguafiestas, empiezan los hechos reales que despertarán a esta soñadora sociedad civil. En primer lugar la firma de la paz sería entre el EZLN, en el supuesto por todos aceptados que representan a todos los rebeldes, y el gobierno federal y con esto se pondría fin a las hostilidades entre ellos; sin embargo, no ha habido hostilidades entre unos y otros sino solamente constante y criminal agresión de los ejércitos, como le dicen los indígenas, contra no sólo el EZLN, sino contra todos los indígenas no controlados por el PRI y ahora por el gobierno actual y, si es así, no se estaría firmando ninguna paz, sino algo que quizá garantice o, por lo menos, prometa que cesarán las agresiones de parte del representante de los ricos contra los más desprotegidos en nuestra sociedad. Firmar la paz así, con perdón de los Comandantes y del Sup es, como dicen en mi pueblo, dejarse ver la cara.

Pero ni los Comandante ni el Sup, también como dicen en mi pueblo, son unos tarugos, entonces es obligado concluir que eso de la firma de la paz no es más que otra vez la burra vuelve al trigo, recurso muy utilizado por Vicente Fox y Quesada y su genial equipo de asesores y Comisionados: se hecha andar una parafernalia con verdades a medias, prejuicios, frustraciones, promesas, etc., que en última instancia lleva a la gente a creer cosas que no existen y a crearse expectativas en cosas sin razón de ser y como la sociedad civil, eso que quién sabe qué es pero que allí está, es muy buena para eso pues está ganada la jugada en el ajedrez político y que no nos vengan conque el Sup es un genio de la política porque, ahora, con dolor en el corazón, tenemos que aceptar que el Presidente de la República, Vicente Fox y Quesada, le comió el mandado a pesar de la asesoría, apoyo o dirección que haya tenido del Arquitecto Yáñez y demás intelectuales onegeneros, o sea, de la sociedad civil.

Precisamos eso de que no nos vengan conque el Sup es un genio de la política. No pensamos y ni siquiera nos atrevemos a pensar que Marcos no tenga inteligencia o que por lo menos le falta. No, en absoluto. De que es inteligente lo es, de eso no cabe la menor duda y ejemplos sobran, pero la política no la hacen las personas per se, sino que son actos de ellas como resultado de la defensa o ataque de intereses económicos y aquí Marcos y su sociedad civil, queriendo o no cayeron en el juego de Fox y le están engordando el caldo. Y en política como en muchas otras cosas más hechos son amores.