Guerra civil


Militarización del país y represión política: A partir de los años 60, al militarizarse el poder político, se intensifica el régimen del terror como política estatal para controlar el conglomerado social. Junto a la represión política abierta que ha ejercido el sistema -a través de la acción pública de sus fuerzas armadas y de seguridad contra las organizaciones populares-, se ha practicado la represión clandestina, mediante secuestros, torturas, asesinatos, intimidación...

Muchas de las víctimas de la represión en décadas recientes, han sido luchadores sociales y políticos en la legalidad. Las organizaciones populares, sindicales, campesinas, religiosas, indígenas, políticas, magisteriales, estudiantiles y humanitarias han sido violentamente privadas de sus dirigentes y diezmadas en sus activistas. También han sido afectados los medios de prensa, los "niños de la calle", y los sectores empresariales y profesionales progresistas, así como los diplomáticos y otros ciudadanos extranjeros.

La tortura como sistema: Los cadáveres aparecían torturados, desfigurados, parcialmente devorados por aves de rapiña, quemados, con algún miembro mutilado (extremidades, genitales...), decapitados y con el tiro de gracia. Se hacían ametrallamientos desde vehículos sin placas. Algunos cadáveres eran lanzados desde vehículos en marcha.

El reclutamiento forzoso: En las décadas recientes, era común ver a los camiones del ejército, con soldados y comisionados militares, haciendo redadas entre los campesinos y otros sectores para reclutar a los jóvenes para el servicio militar. Las unidades militares cercaban las poblaciones, allanaban las viviendas o detenían los transportes, y capturaban a la fuerza a los jóvenes, incluso menores de edad, para llevarlos al cuartel. Una vez allí, eran desocializados (y resocializados militarmente), siendo entrenados para matar incluso a los suyos. Oficiales del ejército y comisionados militares hacían negocio con los capturados, dejando libres a algunos de ellos a cambio de dinero.
El ejército guatemalteco fue entrenado por los Estados Unidos -especialmente- e Israel; también recibió "asesoramiento" de Corea del Sur y Taiwan. La estrategia anticomunista de EEUU asumió en Guatemala un sentido antirreformista, antidemocrático y contrainsurgente. Hasta mediados de los años 80, no sólo hubo fuertes presiones del Gobierno y de empresas estadounidenses para mantener la arcaica e injusta estructura socioeconómica del país, sino que, además, la CIA apoyó operativos ilegales del Estado guatemalteco.

Escuadrones de la muerte: Pese a que son presentados como organizaciones autónomas de la extrema derecha, en realidad tras ellos se esconden unidades especializadas del ejército, dirigidas por la Sección de Inteligencia (G-2), el servicio de seguridad militar.

La tierra arrasada: Política represiva por la cual se quemaban o bombardeaban aldeas enteras con sus habitantes dentro. Tambíen se quemaban las siembras y se sacrificaban los animales domésticos. Los campesinos son obligados con frecuencia a trabajar gratuitamente para el ejército en la construcción de sus destacamentos, y no pocas veces deben cubrir el sostenimiento de la tropa en alimentos, leña, limpieza, etc.

Comunidades de Población en Resistencia (CPR): Frente a la política de "tierra arrasada", numerosos guatemaltecos, especialmente indígenas, optaron por resistir escondiéndose en las montañas y en las selvas, y organizándose allí.

Cementerios clandestinos: Zonas rurales en donde eran enterradas las personas asesinadas. A veces, los militares o paramilitares ni se molestaban y aquéllas se pudrían en cualquier barranco, o eran devoradas por los animales.

Patrullas de Autodefensa Civil (PAC): En 1982 se inició sistemáticamente por parte del ejército la formación de estas patrullas en las áreas de conflicto y luego en todo el país. A finales de 1987 los patrulleros sumaban 1'2 millones. Teóricamente formados por voluntarios, la mayoría de los patrulleros eran obligados a prestar su servicio. Las patrullas fueron creadas y mantenidas sobre la base del terror. Su misión son las tareas de vigilancia y control de poblaciones o de instalaciones civiles. Actuaban como primera línea de choque contra la guerrilla. Fueron involucrados en masacres, ejecuciones y desapariciones, así como utilizados para reprimir reivindicaciones campesinas.

Aldeas modelo: Fueron implantadas en lugares donde previamente el ejército llevó a cabo con mayor intensidad su táctica de matanzas colectivas y de "tierra arrasada". los militares amenazaban a los sobrevivientes con asesinarlos si no se trasladaban a esas zonas bajo control militar. Se producen muchísimos desplazamientos forzosos de campesinos a estas aldeas.

Viudas y huérfanos: Miles de mujeres y de niños se quedaron viudas o huérfanos, porque sus esposos o padres -respectivamente- fueron asesinados.

Todos contra todos:El ejército se reservaba las operaciones militares y de guerra psicológica, la aplicación de la táctica de "tierra arrasada", masacres, arrasamiento de poblaciones, bombardeos y ametrallamientos de zonas de guerra. La policía se ocupaba de la represión urbana; asesinatos, secuestros, desapariciones y torturas. El pueblo se hallaba en medio de la lucha entre las fuerzas gubernamentales y la guerrilla. Campesinos o aldeas que ayudaban a los insurgentes eran asesinados por los contrainsurgentes. Y viceversa: debido al clima bélico, la guerrilla también cometió excesos. Se estableció la desconfianza entre los propios vecinos y aparecieron los delatores. El respaldo de Cuba a la guerrilla impuso la lucha armada como única vía y alimentó la intolerancia política y la polarización entre los grupos de oposición. El 3% de las matanzas durante la guerra se atribuyen a la guerrilla, frente al 93% causadas por los contrainsurgentes.

La lucha: La represión militar no doblegó el espíritu de lucha de los guatemaltecos. Guerrilla, reivindicaciones campesinas, indígenas y sindicales... La Unidad de Acción Sindical y Popular (UASP) estableció como objetivos:


Terminada la guerra fría, EEUU continuó optando por el silencio. Un informe secreto del Departamento de Defensa (noviembre 1994) informó de que un número no determinado de ex- guerrilleros de la URNG había sido reclutado por el ejército. Los que se negaban a integrarse eran ejecutados de modo sumario y enterrados en tumbas sin marcas, procedimiento habitual. Tradicionalmente, el ejército guatemalteco no tomaba prisioneros de guerra. Los guerrilleros capturados eran interrogados y en la mayoría de los casos asesinados y quemados. Las autoridades de Guatemala destruyeron pruebas.

El resultado de los 36 años de guerra civil en Guatemala fue de unos 100 mil muertos, 40 mil desaparecidos, 50 mil refugiados en el extranjero, 1 millón de desplazados a otros puntos del país, 450 aldeas arrasadas, 200 mil huérfanos, 40 mil viudas y 400 fosas comunes clandestinas, 600 matanzas colectivas, más de 23 mil casos de ejecuciones arbitrarias, más de 6 mil casos de desapariciones forzosas en un país con una población de casi 11 millones de habitantes. De más de 42 mil casos, el 83% de las víctimas eran mayas. El 93% de los crímenes fueron realizados por el Estado y el 83% directamente por el ejército. A todo ello se le han de añadir 500 años de opresión y explotación de los indígenas.