Sin enemigos
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Nacionalismo Integrador

Una propuesta sin enemigos

(Jose Mª Aierdi)

Hace ahora un año trazábamos las líneas maestras de una propuesta dirigida a toda la sociedad con el nombre de  Zabal Zabalik. Una propuesta que aspiraba a que su mayor originalidad fuera no inventar nada, sino ordenar evidencias y sentimientos sociales para entender mejor nuestra sociedad y entendernos mejor entre los navarros. Una reflexión pausada en una sociedad cada vez con más prisa y más irreflexiva. Un proceso cargado de ilusión porque aspiraba a sentar las bases para una sociedad navarra más abierta, representación de su pluralidad sociológica, cultural y política.

Y un proceso cargado de incertidumbre, porque la forma en que realizamos la llamada transición política (o la transición que no hicimos) provocó una manera cainita de hacer política basada en ganar al enemigo, y ganar por goleada, que dibuja la Navarra que hoy tenemos.

Efectivamente, es un hecho admitido por observadores e investigadores de distinto signo que si el fenómeno de la transición democrática española es original, y hasta exitosa desde un punto de vista global de Estado "por la evolución pacífica de un modelo autoritario a otro democrático" también ha provocado importantes (o marginales según se mire) bolsas de desasosiego precisamente entre aquellos que con más convencimiento abominaban del modelo franquista.

Y este desasosiego está desigualmente repartido geográficamente, constituyendo Navarra un caso singular con su particular transición y democratización de su modelo autonómico. ¿Demasiado pequeño nuestro territorio para ser objeto de estudio de especialistas? Probablemente, pero sigue siendo nuestra asignatura pendiente en la que se asienta la quiebra social, grande o pequeña según se mire, que hoy padecemos los navarros. Una quiebra social alimentada de ese esencialismo de distinto signo como puerta al sectarismo político, en la permanente búsqueda de enemigos que combatir. Vertebrar Navarra por reduccionismo es el dramático resultado.... sobre todo para el que se queda fuera.

Es éste momento político social en el que muchos navarros (nacionalistas y no nacionalistas) tenemos el sentimiento de que nos quieren sacar del mapa, de que no contamos como contribuyentes, de que se gobierna contra nosotros. En definitiva, de que se está diseñando desde un determinado esencialismo y desde determinados ambientes mediáticos y políticos un modelo clónico de ser navarro que a muchos navarros literalmente nos extranjeriza. Sentimientos que en ningún caso queremos expresarlos para practicar el victimismo, sino para comunicar a muchos navarros que sienten así que no están solos y que somos muchos.

Demasiados como para que la sociedad navarra en su conjunto no se lo tome en serio. Pero también para comunicar a otros navarros que no sienten así, que no todos somos iguales, y que en esta Comunidad Foral cabemos todos y debemos caber todos. Desde la crítica sincera y constructiva a quien no piensa como nosotros, pero empezando por la autocrítica en nuestro propio campo.

Y en este sentido Zabal Zabalik tenía dos fases: la primera, necesaria y profundamente autocrítica con nuestros propios brotes esencialistas, hasta el propio nacionalismo navarro y al euskaltzale navarro en general, en la que nos hemos desarrollado todo este año, tratando de desterrar complejos, promoviendo el debate y la reflexión hacia formulaciones actualizadas para una mejor integración de nuestra sensibilidad en la sociedad actual.

Y la segunda fase, tendente a universalizar en todos los ámbitos navarros la necesidad imperiosa que tenemos de transformar nuestro círculo vicioso más endémico y duradero: pluralidad navarra= desencuentro navarro. En suma, si  nuestra pluralidad es riqueza en todos los sentidos, ¿cómo transformar nuestra quiebra social esencialista, en un modelo de vertebración social integrador de todos los navarros?

Una tarea en la que EA está comprometida y que va a trasladar a todos los ámbitos políticos y sociales, porque a todos los ámbitos políticos y sociales, porque estamos convencidos que es tarea de todos. El reduccionismo ha sido el motor de la Navarra del Amejoramiento, con exclusión de una parte significativa de los navarros, no sólo en el campo político, sino en el sindical, en el cultural y en el territorial. El motor de vertebración que propone Zabal Zabalik es de la integración social, el de la defensa del pluralismo de Navarra. Ordenar evidencias es el mejor camino para el análisis.

Zabal Zabalik no ha nacido como oferta electoral, sino que pretende la paciencia de las propuestas reflexivas y transformadoras. Una nueva manera de hacer política, para una navarra en la que quepamos todos, en la que se señalen las diferencias, pero en la que no haya tacañería en reconocerle al adversario sus propuestas interesantes. El ciudadano medio está harto del circo romano en el que se convierte a veces el espacio político electoral. No debemos eludir la lucha política, el debate o la conbfrontación cuando las diferencias así lo requieren, pero las posturas esencialistas tienden a la eliminación del contrario, y a hacer gobierno u oposición contra los demás o por reduccionismo.

La última Asamblea Provincial de IU era coincidente con muchos de los sentimientos que expresa Zabal Zabalik, y ha hecho un esfuerzo importante por acercar el vasquismo a la izquierda española. El dabate sobre el navarrismo o la navarridad que introduce el CDN en el seno del centro derecha, más allá del nominalismo, contribuye a derrumbar los muros esencialistas de búsqueda del enemigo tan afincados en este campo. El mensaje del PSOE post gestora hace hincapié en conceptos como pluralidad, diálogo, vertebración....

Estamos convencidos de que hay mimbres para una nueva Navarra. Y más aún contando con todos esos navarros que se han sabido organizar social, cultural, económica y políticamente al margen de la Navarra oficial, que entiende la acción pública como un modo de socializar la política y las instituciones. Y estamos convencidos de que hay importantes sectores del electorado de UPN-PP y de HB que tienen ganas de que sus cúpulas dejen el esencialismo de buscar al enemigo para hacer política con mayúsculas.

Por encima de una determinada y sacrosanta estabilidad silente promovida desde determinados grupos de presión, y por encima del mantenimiento del status quo de hacer política contra otros, Zabal Zabalik propone el debate político y el diálogo social para dirimir diferencias y para llegar a consensos básicos.

- En el terreno institucional, desterrando el esencialismo de los que viven del enemigo del norte alimentados por determinados grupos de presión, así como el de aquellos que puedan soñar en una negociación arrancada por un poder fáctico como el de ETA. Los que creemos en el predominio de la sociedad civil preferimos colaborar para la coexistencia en igualdad de condiciones de las diferentes sensibilidades que hay en Navarra. Todos somos iguales de navarros.

- En el terreno económico y social. Arrimar el hombro para un modelo propio de desarrollo económico, precisamente en un momento en el que el redimensionamiento general europeo aconseja a las regiones naturales que se organicen y que se ubiquen. Definamos el papel del Gobierno de Navarra como el principal agente económico y social, en defensa del Estado del Bienestar. Sin exclusiones sectarias a determinadas organizaciones sindicales-

- En el terreno lingüístico y educacional. Necesitamos un gran pacto duradero (necesidad compartida por todos los grupos), en la que no haya navarros de primera y de segunda, ni por la zona en la que vive ni por el ámbito educacional en que se desarrolla.

-Descentralicemos la Administración foral. Frenemos el desequilibrio territorial. Rompamos la dicotomía desarrollo urbano/atraso rural. Construyamos nuestra propia Constitución interna.

La política de buscar al enemigo produce un río revuelto de frustración en el que aprovecha para pescar la violencia política. Una sociedad más vertebrada, más integrada y menos frustrada está más preparada para un diálogo social entre los ciudadanos. Firmeza frente a la coacción y respeto absoluto a las decisiones de la sociedad civil están en el frontispicio de cualquier demócrata y en concreto de EA. Una sociedad integrada está en las mejores condiciones de acabar con la violencia. Y probablemente una de las virtudes menos reconocidas públicamente del llamado Plan Ardanza sea la de buscar una sociedad vasca más integrada. Lástima que los buscadores de enemigos no lo hayan entendido.... Pero esto queda para otro artículo.

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