ENCUENTRO CERCANO
Como caída del Cielo
Con mi mente adaptándose a una nueva forma
de plantear mi vida, y ya que yo andaba por Brasil, y se venía a
la Argentina una chica brasileña muy especial para mí, empecé
a pensar en ella y en las piedras de su país, con lo cual tuve idea
de llevarle un sobre con información cuando viniera.
Va transcurriendo la primavera. Hace poco que puse
mi atención en ella. En anteriores años, me venía
siendo indiferente. No tengo ídolos, no se me mueve un pelo si estoy
frente a un personaje famoso, porque en estos años he aprendido
a verlos como personas iguales a mí, y a verme como igual a cualquiera,
tal como lo he leído hace tiempo: "no eres más que una planta
ni menos que nadie". Pero algo me pasa con ella; algo que no me pasa con
ningún famoso, y no sé si será por su fama, o si hay
algo que está más allá. Soy un potencial fan de ella,
cosa que deberé evitar, conforme a mis principios por los cuales
no hay que seguir a nadie, ni permitir que a uno lo sigan. Siento algo
por ella, me resulta simpática y agradable. La gente se ríe
cuando, hablando de esta chica, digo que la amo. Es que parece de esos
amores que quedan en el que ama, y no llegan a la persona amada, y que
si acaso llegaran, no la conmoverían lo más mínimo.
Por lo tanto, la gente tiene derecho a reírse de mi "tonto enamoramiento".
Más aún, considerando que de alguna manera, todo enamoramiento
es tonto.
Termina el 90, y es mes de diciembre, día
20, en Buenos Aires. Hace una semana compré Ami, el niño
de las estrellas, y ahora estoy esperando a una estrella de los niños.
Encontraré, tiempo después, la relación entre ambas
cosas. Promedia la tarde, y estoy en el Teatro Broadway. Ella está
por llegar. Será su primer show en la Argentina. Yo no sabía
que el show era hoy, y justo paso por la esquina en la hora de la función,
y veo su nombre en un cartel. Veo una cola de gente y creo que están
para comprar entrada. Pero están entrando. Las entradas eran gratis
y ya se habían repartido en Telefe, agotándose hace días.
Alguien que me ve preguntando por entradas, me ofrece venderme una entrada,
y... ya estoy adentro. Menos mal que el tipo estaba justo al lado mío
para escucharme, y no unos metros más lejos, o me quedaba afuera.
Lo veo a Jorge Rial, el novato integrante del equipo
de Lucho Avilés. No veo otras caras conocidas; la conferencia de
prensa en el Sheraton los debe haber tenido a todos allá. Menos
mal que cuando ya iba para allá, me arrepentí, pensé
que me quedaba afuera, y me volví. Si no, no habría pasado
por acá de "casualidad", y ni me enteraba de que esto era justo
hoy y ahora. Nos mandan a todos a la sala para despejar el hall,
pero me busco un pretexto y me quedo; me compro un jugo en el quiosquito
y hago tiempo hasta que ella aparezca. Me quedo en un costado tomando el
jugo, esperando el momento. Ella está por entrar. Atraviesa una
multitud agolpada en la calle, e ingresa al teatro. Ya todos esperan en
las butacas, así que soy uno de los poquitos que esperamos en el
hall; algunos fotógrafos, gente de la casa, y un par de curiosos
como yo. La princesa pasa frente a mí, radiantes sus cabellos dorados
y celestial su blanco vestuario que, con una minifalda y sus características
botas, la asemeja a una muñeca de un metro noventa, tacos incluidos.
Mudo de admiración, y de respeto, me guardo las ganas de gritarle
mi adoración. Al cielo se le debe haber caído un pedazo a
la Tierra; un pedazo que allá debería ser un ángel,
y que al venir acá tomó un cuerpo de ángel, y hasta
se viste de manera angelical.
Entro en la sala. No hay lugar adelante de todo.
Empiezo a buscar alguna ubicación en otro sector. Termino en uno
de los palcos allá arriba y a un costado del escenario, junto a
un reflector. Para lo que hubiera querido, pésima ubicación;
para mis posibilidades como están dadas, mejor lugar, imposible.
Estoy de pie, solo, y la luz me hace visible. Ella aparece en el escenario,
mira hacia mi rincón escondido, desde tanto y tan poco como unos
diez metros de distancia, y me sonríe saludándome con la
mano en alto. La saludo con mis dos puños en alto agitándose
en señal de alegría. No me explico por qué justo a
mí. También a la nena que está al lado mío,
y a alguno que otro privilegiado. Comienza el show.
Algo mágico
Ella baila, canta, divierte, pero también
enseña: pasar "energía" con la mano arriba (Chindolelé),
la importancia de los sueños (Luna de Cristal), la magia
de los colores (Arco Iris)... ¿Qué significa todo
esto? ¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Adónde
conduce todo esto? Realmente estoy sorprendido, estoy shockeado con lo
que acabo de descubrir, con este mensaje espiritual que transmite esta
chica. Yo creía que esto era nada más que un divertimento
infanto-juvenil; yo no había escuchado más que Ilarié
y alguna otra cosa, y ahora descubro un repertorio que me sugiere propósitos
más trascendentes. Estoy sintiendo y presintiendo la razón
de por qué me encuentro en este lugar. Estoy sintiendo una
magia que empieza a transformarme. No podía ser un simple enamoramiento
televisivo; presiento que he sido traído aquí para iniciar
algo, y ya empiezo a ver de qué se trata. Y para que eso se cumpla,
piensen lo que piensen y me digan lo que me digan los demás, acá
no estoy frente a un personaje al cual crean que yo no llegaré jamás:
estoy frente a una persona a la que puedo mirar a los ojos, que me puede
mirar a los ojos, ¡que me ha mirado a los ojos!... Que me ha sonreído,
que le he sonreído; que podría tocar, que podría escucharme...
El final está cerca. Ella dice sus palabras
de cierre. Tres días después, por Telefé, todos verán
este show que está siendo grabado. Todos la verán decir esas
palabras finales. Verán que la vista de ella, por unos instantes,
reposa en algo mientras habla. Como sucede comúnmente ante un público,
cuando entre cientos de espectadores, la vista del que habla se queda instalada
en uno solo. Nadie podrá saber que ése al cual miraba, era
yo.
Ofrenda de amor
Termina el show. No me apuro en salir. Arriba, en
los palcos, pocos quedan. Una animadora televisiva argentina, que tiene
un programa infantil y que está muy de moda, se encuentra del otro
lado del teatro, en un palco lateral a la altura del que ocupé.
No es Flavia Palmiero, sino Alejandra Gavilanes. Hacía días
nada más, que le había mandado una carta. Nos habíamos
conocido hacía años, cuando era maestra jardinera; una hermosura.
Voy directo hacia ella y... la manija de mi portafolios se sale. Mientras
acomodo el maletín en una butaca, ella y yo nos miramos desde lejos
en la penumbra; imposible que me reconociera. Tomo el inconveniente como
una señal, así que si algo está sucediendo o por suceder,
mejor que me apure y deje el arreglo de la manija para otro momento. Ella
baja por la escalera de su sector, yo por la del mío, y abajo, de
inmediato, las dos animadoras infantiles se ven rodeadas de gente. Menos
mal que no me entretuve allá arriba, o me perdía a la que
vine a ver.
No imaginé que saldría tan rápido;
ni siquiera se cambió: está con la ropa blanca con que cerró
la función. La rodea su seguridad personal, que saldrá a
los empujones, y si me trato de acercar demasiado, seré uno de los
empujados. Y si me trato de acercar sólo un poco, me empujarán
los que quieran acercarse más, y que no son precisamente niñitos.
Quiero acercarme y busco la forma más adecuada. Entonces me sumo
al cordón; con mi voz pidiendo paso y con mi portafolios bajo el
brazo (lo cual me ayuda a hacer creer que pertenezco al grupo) unos se
van abriendo a mi paso, y a los que no, los voy desplazando con el maletín
y con todo el peso del cuerpo, mas el del cordón. He quedado justo
en el centro y adelante de todo. Soy el ariete del vallado humano protector
que le abre paso empujando gente, forcejeando entre la multitud. Por fin,
sube al ómnibus que la llevará. He quedado bien ubicado junto
al transporte. Se asoma por una ventanilla, desparrama al vuelo fotos suyas,
y entrega en mano otras. Mi mano es una de esas privilegiadas. Desde ese
día, hasta más allá del día en que, siete años
después, escribiré esta historia, esa foto habrá de
permanecer a la vista en un estante junto con otros recuerdos importantes.
Entre los gritos de tantos, consigo que fije su
mirada en mí. Le grito la declaración de amor, la ofrenda
amorosa, la única y mejor que en un momento así se podría.
Halagada, ella me sonríe con simpatía. No sin sorpresa: esto
no es común todavía en la Argentina. Los apasionados seguidores
serán muchísimos en un tiempo más, pero ella está
frente a un apasionado de casi treinta años, no un chico. El mismo
que por un tiempo seguirá siendo visto como un tonto, como el único
tonto conocido que le comenta a todos que a ella la ama. Hasta que aparecerán
todos los apasionados; y se verá que muchos de los que creían
tonto un amor así, también terminarán enamorados de
ella. Pero, por ahora, soy uno de los pocos de mi edad, y en este momento
hay más cholulos que apasionados en este lugar; esa diferencia se
nota, y en mí ella la pudo notar: en la frase pronunciada, en la
expresión, en la mirada. Ha sido una bonita sonrisa la que me mostró
como comprendiendo esto. Entre cholulos, adolescentes y niños, ha
visto y oído a un treintañero diciéndole a ella
que la ama, y de un modo que no era de pasar como cosa ligera.
Lo que tanto hubiera deseado y que parecía
un sueño realizable, pero distante, estaba cumplido: que un sentimiento
así no quedara guardado, sino que la persona amada lo supiera, lo
recibiera. Aunque estas cosas no sirvan para nada. Aunque de ahí
en más no pasara nada. Aunque uno más entre millones no significara
nada. Porque no significará nada en una visión panorámica,
pero en un segmento de tiempo, de breves segundos en un mísero fragmento
de tiempo, estas pequeñeces son vivencias enormes, valiosísimas.
Decenas de manos se estiran para tocar la suya.
Ella toma una por una. Hasta que, incomprensiblemente, ya nadie busca tocarla.
Ya no hay tanta gente. Se diría que la han dejado sola por un momento.
Por lo menos, en el sentido de esa compañía que se ofrece
cuando no se quiere dejar la mano de alguien sin ser tomada. El muchacho
de la declaración amorosa se aproxima entonces. La toma de la mano
y no la suelta. En una clara intención de significar aquello. Así
permanecemos durante unos momentos que no son tan breves. Hasta me da la
sensación de que esta momentánea pausa en el asedio de la
gente, ha sido una milagrosa providencia para permitir mi privilegiado
acercamiento. Ella no me mira mientras tanto, ni nos decimos nada; no hace
falta: no hay nada que decir más importante de lo que ya me ha escuchado
decirle, y no hay nada que mirar en mis ojos que no sea lo que es de suponerse.
Mientras su mirada recorre otras miradas, su mano reposa calmamente en
la mía. No habrá registro fotográfico para perpetuar
este instante.
El segmento de tiempo casi irreal, providencial,
parece haber transcurrido: vuelven las manos a buscar a la de ella, que
va retirando delicadísimamente, suavemente su mano de la mía,
para seguir repartiendo saludos.
El vehículo que la llevará, arranca.
Se va desprendiendo lentamente de la muchedumbre. Ella sigue asomada, saluda
a los últimos que van quedando a su paso, dispersos. Las últimas
palabras que escucha son: "Volte pronto... boa viagem". Ella contesta:
"Obrigado", a aquél que, cuando todos han quedado atrás,
sigue acompañándola hasta los últimos metros. Porque
es alguien de esos que entienden que estas compañías hay
que ofrecerlas hasta los últimos metros. Así lo harán
tiempo después centenas de seguidores que entenderán lo mismo.
Pero, por ahora, solamente yo he ido unos metros más allá,
que los últimos dispersos de la muchedumbre. Y me quedo parado ahí
saludándola con la mano, viéndola mirarme al alejarse; viéndome
ella mirarla mientras se aleja.
INDAGACIÓN
Los días que siguieron, me la pasé
consiguiendo revistas sobre ella, incluso la Tú que publicaba
su historia. Encontré curiosidades que iban confirmando mis ideas
sobre su papel en el mundo. Libro preferido: El Alquimista, de Paulo
Coelho. Frase inspiradora de su actividad: "Dejad que los niños
vengan a mí", de Jesús. Un retrato de Jesús riéndose,
en su casa (por fin una imagen alegre para un ser al que siempre lo pintaron
con cara de dolor o de beatitud, como si eso hubiera sido su constante).
Ella con su convicción de que su tarea es una "misión divina"
o "cosa de Dios". Lo de la energía, ya lo había visto en
el teatro. Yo no tenía la mínima duda de que mi atracción
hacia esta persona, involucraba motivos hasta entonces insospechados, y
de los que ya empezaba a tener sospechas. Estaba teniendo elementos para
sospechar. La información obtenida en las revistas confirmaba mis
percepciones cuando la vi en el teatro.
Esperaría, desde entonces, su regreso el
año próximo, para establecer comunicación con tan
interesante persona. Con esa persona que podía decir mucho más
de lo que ya les estaba transmitiendo a los niños. Para eso requeriría
una preparación que ya estaba encaminada: si prefería entre
sus libros al de Paulo Coelho, y si manejaba el tema de las energías,
de ahí a lo cósmico, lo extraterrestre, el paso sería
muy pequeño. Por lo tanto, para que esa preparación continuara
ampliándose en ella, mi intervención podría ser útil,
quizá necesaria: por algo fui a parar a ese teatro, por algo se
dieron las cosas como se dieron adentro y afuera de allí; para algo
tal vez alguna fuerza externa a mí y a ella, me puso dentro
de su campo magnético. El por qué de haberla conocido, tenía
que estar mucho más allá de lo circunstancial. Y si por eso
mi intervención no sólo podía ser útil, sino
también necesaria, tenía varios meses para pensar en el asunto
seriamente.
Por lo pronto, el primer contacto con ella estaba
producido. Visual, verbal y táctil. Tenía yo un sobre con
ciertas informaciones para ella, cuando la tuve ahí pudiendo dárselo.
Pero entre lo informativo y lo afectivo, le dejé esto último.
Fue esa mi elección en ese momento. Evalué la situación
en ese instante y advertí que era un momento para efectuar una transmisión
de sentimientos, y no de asuntos en papeles. Por más que ella
pudiera olvidar a ese sujeto que se le aproximó de modo llamativo,
el contacto estaba abierto a nivel de almas; el encuentro estaba
producido y el camino estaba abierto para futuras transmisiones que yo
empezaría a pensar en efectuarle, preferentemente por escrito.
Así cerró ese año 90, en el
que sobre extraterrestres había hablado muy poco y en pocos lugares,
porque estuve volcado a otras actividades, no menos importantes para el
planeta. Actividades que tuvieron que ver con mi aproximación a
esta persona clave
en lo que me parecía una estrategia cósmica
operada en la Tierra, y que, por lo tanto, pasaría a ser clave en
mi propia estrategia de difundir ciertas cosas para la humanidad.
ESTUDIO Y DIVULGACIÓN DEL FENÓMENO
Es necesario ubicar a Xuxa en el contexto de la pluralidad
de mensajes que se transmiten y de opiniones y convicciones que se
tienen sobre el futuro del planeta, ¿Dónde está situada
ella? ¿Dentro de qué y fuera de qué? ¿A qué
forma de pensamiento representa? ¿A cuáles no?
Dentro de su actividad y de sus propósitos,
ni a Xuxa, ni a su equipo de producción, ni a su público
les ha interesado saber todo eso. La transmisora, los elaboradores y los
receptores del mensaje sólo tienen una cosa clara: ése es
el mensaje adecuado a sus deseos. Y no importa si se trata de un mensaje
de aspiraciones utópicas: lo importante es creer posible lo imposible.
En la dinámica del hacer, los artífices del "fenómeno
Xuxa" difícilmente podrían detenerse a estudiar en qué
contexto
ideológico filosófico-doctrinario se mueve el asunto.
La misión de Xuxa y su equipo parece transcurrir sin tanta percepción
de lo que está pasando. Mi tarea consiste en explicarlo.
¿Qué diferencia hay entre saber y
no saber lo que está pasando? El conocimiento no sólo produce
un contacto con la realidad a nivel del pensamiento. Produce también
un acceso, una sintonía, una vinculación con lo que se conoce,
un pasar a formar parte de esa realidad. Y una vez que el lector de este
trabajo conozca la parte de esta realidad que le resultó desconocida
hasta aquí, sintonizará de un modo distinto con la "cuestión
Xuxa".
También a mí me pasó, en su
momento, que el conocimiento de ciertos aspectos especiales de Xuxa, me
puso en sintonía con ella. Pero estas cosas que supe, las supe por
conocimiento previo de cierta temática. De no haber estado en tema,
Xuxa y sus connotaciones e inclinaciones místicas me habrían
pasado tan imperceptibles frente a mis ojos y oídos, como a millones
de espectadores que no han sabido descifrar ciertos códigos. Al
percibir instantáneamente cuál era el trasfondo espiritual
y cósmico de lo que pasaba con Xuxa, y al vincularme lo más
a fondo posible con este fenómeno, observándolo desde adentro,
pasé a disponer de información cualificada, accesible a pocos,
con la que eventualmente podría dejar impactados a unos cuántos
con quienes conversara.
MI ENTRADA EN ACUARIO
Influencias
1991 me vio llegar a Capilla del Monte por
cuestiones comerciales ajenas a los ovnis y al Uritorco. Y por las mismas
cuestiones extra-ufológicas, estuve, ya por el otoño, y en
Buenos Aires y aledaños, visitando instituciones dedicadas a los
temas cósmicos. No hablo de observatorios astronómicos, sino
de entidades espiritualistas en línea acuariana. Y por moverme entre
gente de la New Age, escucharla, leer lo suyo, mi mente empezó a
ser influenciada al incorporar otras variantes. Mi lectura de los Ami y
de otros libros de Enrique Barrios, me hacía entender ciertas cuestiones
cósmicas con las que yo estaba en desacuerdo. O, dicho de un modo
más apropiado, me hacían creer entender, o creer lo que
creía estar entendiendo.
Mi entrada en el campo magnético de Acuario,
con su literatura y sus personas referentes, me permitió advertir
que aquella ídola de los niños y adolescentes, era una típica
mensajera acuariana. Y más aun: una estratégica
mensajera
capaz de llegar a un público tan variado y tan numeroso, que no
habría persona mejor situada que ella para operar transmisiones
de conciencia como las que ella efectuaba y que podía efectuar con
mayor amplitud. Pero yo no fui el único que pensó así:
ya en su retorno a la Argentina, dijo que le había sido regalado
el libro Ami. El comentario lo hizo antes de grabar su primer programa
aquí, y minutos antes de que yo saliera para Buenos Aires a comprarle
y llevarle ese libro. Señales como ésta, me indicaban
el camino.
Con el nuevo mapa de realidades que estaba trazando
en mi mente, mi orientación estaba tomando un giro de 90 grados.
La primera rotación de los mismos grados, había sido cuando
despegué de mi creencia en que había que prepararse para
la evacuación en las naves; un par de años atrás,
al distanciarme de la organización de gente contactada con los seres
cósmicos, y cuando sintonicé con el mensaje de Cocoon
II. Los 180 grados de giro se completaban ahora, con Xuxa y la Nueva
Era, cuando no sólo no me importaba irme del planeta, sino que me
importaba seriamente hacer algo por él. Porque lo que hasta el final
de los años 80 había visto y aprendido, me auguraba un futuro
pesimista para el mundo.
La razón y la fuerza
Los años 90 que comenzaban, con el optimismo
que inspiraban Ami y Xuxa en cuanto al futuro del planeta, me verían
con esperanzas y dónde apostarlas. El libro me dio razones; Xuxa,
la fuerza: con alguien como ella funcionando así en la Tierra, algo
tendría que pasar; si no se ha dado cuenta, o si nadie se ha dado
cuenta, yo sí veía en ella una fuerza enorme, capaz de ser
aprovechada para lograr gigantescas transformaciones mundiales. Y yo tenía
que apostar mis esperanzas, mi pensamiento y mi sentir, a lo que estaba
vislumbrando. Creer en que esa persona era la ideal para que, mediante
los niños, muchos cambios fueran posibles, me hacía creer
en el futuro, hasta entonces falto de faros encendidos como éste,
a mi vista. Esa fuerza, su fuerza, era impulsora de mi fuerza. Y cuando
digo fuerza, digo entre otras cosas, esperanza. Porque con alguien así,
a uno le cuesta menos tener esperanzas por el futuro del mundo.
Sobre la propuesta de Xuxa para el futuro, bastaba
escucharla cantar, entre otros temas, uno donde un coro cantaba las notas
de John Williams en "Encuentros Cercanos del Tercer Tipo":
QUIÉN SABE, UN DÍA...
Quién sabe, un día vendrá por aquí
un ser que nadie imaginó.
Verá al venir
el desquicio que la gente armó.
Aire dicícil de respirar,
plantitas que ya no dan flor.
Un verde que ya nadie sabe cómo es que acabó.
(...) Ojos llenos de amor
sembrando de luz la oscuridad
(...)
Descenderá el raro ser
de un rayo de sol fenomenal.
Esto va a ocurrir, y el mundo entero cambiará.
La - ri -la - la -la
la - la - la -la
La - ri -la - la -la
El mundo puede cambiar...
Era, para mí, conmovedor escucharla, verla,
ver lo que pasaba a su alrededor, esa magia que se transmitía a
la gente. Veía yo las lágrimas de los niños cuando
ella se iba en su plato volador al final de los programas; como si fuera,
repetido diariamente por años, en ficción, un adelanto de
algo que tal vez algún día sucederá en la realidad.
Poco importaba el tiempo de Playboy y del cine erótico;
esta persona no era la misma. Y si una estrategia tuvo que ser planificada
en los Cielos para que ella llegara al centro de todas las miradas, desde
donde iniciar el cumplimiento de la misión, y tuvo que ser por ese
conducto y vía Pelé (porque para triunfar en este sistema
hay que "ser astutos como la serpiente", dijo Jesús) para mí
era comprensible; no la juzgaba ni condenaba como tantos "moralistas".
Y como yo era uno de los muchos que así lo entendían,
colaboraría con esta misión que estaba muy a mi vista, dejando
de lado las otras realidades cósmicas de la misión que yo
integrara entre mediados y la segunda mitad de los años 80. Mis
conocimientos cósmicos trascendían tanto la realidad de este
mundo, que se tornaban inútilmente inaplicables a mis posibilidades
terrenales. Aquí había, en cambio, una posibilidad concreta
de acción positiva. Con esta mujer como inspiradora y movilizadora.
De una misión a otra
Esta nueva toma de posición, me hacía
sospechar que la razón de haber sido mandado a este planeta a ocupar
este cuerpo, no era la que me venía impulsando en sentido contrario.
En primera instancia, se me había enviado a participar de una misión
ajena al problema de la Tierra, junto con seres que cumplían aquí
objetivos cósmicamente a mayor escala. Había una verdadera
guerra universal, y no meramente galáctica, y aquí en la
Tierra había una lucha de cabezas de Fuerzas opuestas, que vinieron
a dar a este escenario, como el Graf Spee vino a dar al Río de la
Plata, en un combate fuera de contexto. Y yo fui sacado de mi contexto
de responsabilidades cósmicas para con este planeta, para ser puesto
en ese combate entre generales. Yo, un soldadito galáctico en medio
de tamaña lucha de fuerzas inconmensurables.
Luego de esas instancias iniciales, mi alejamiento
de tal misión empezó a parecerme ya previsto (y hasta inducido)
por los mismos mandos que determinaron mi envío a la Tierra a ocupar
este cuerpo. Si se me hubiera enviado para mantenerme en la misión,
¿qué estaba haciendo en sentido centrífugo? Por momentos
me sentía un traidor, y por momentos un engañado o un utilizado
que se estaba rebelando. El fondo de la cuestión era que este
mundo tenía que ser destruido por los altos mandos del Universo,
y yo no tenía ninguna obligación de ayudar a evitarlo: lo
mal hecho, debe ser deshecho; ése era el mandato. Razones había,
pero en mi rebelión, empezaba a adherir a un mandato galáctico:
lo mal hecho, debe ser reciclado. Por lo tanto, mientras la destrucción
del mundo como prevención de males mayores en expansión,
se evitara, yo me integraría a las fuerzas galácticas
de restauración de la armonía planetaria. Es decir, la Confederación.
Ésa cuyos comandantes, eran tan soldaditos como yo en comparación
con las jerarquías universales a cuyas órdenes me encontraba.
Y yo sabía bien que estaba retirándome de algo grandioso,
para abocarme a pequeñeces de un insignificante rincón de
una galaxia perdida en la noche del espacio.
Quizá éste fue mi más correcto
proceder, pues haber estado por accidente ante lo que tuve el privilegio
de estar, no suponía que yo estuviera para tan grandes asuntos.
Conflicto de ideas
Sin embargo, se nos había dicho que
el sólo hecho de haber accedido a tales revelaciones, ya nos hacía
diferentes de cualquier ser de niveles galácticos. Porque lo que
vivimos, lo que supimos por estar en medio de tal experiencia ajena a todo
lo de aquí, no llega a ser aprendido en las etapas de evolución
galáctica. La transmisión efectuada al grupo que yo integraba,
por parte de seres que no eran de esta galaxia, ni de ninguna otra, sino
de más allá de lo físico... revelaba cosas ajenas
no sólo a las galaxias, sino al Universo... pues hay otros Universos
más allá de éste. Ningún ser galáctico
podía saber sobre esos planos, por no poder alcanzarlos. Cuando
un conocimiento al que no se puede, entonces, acceder, desciende a niveles
como el nuestro, produce transformaciones allí donde se reciba.
Produce un estado de conciencia por el cual el receptor verá todo
distinto, podrá actuar distinto, por más baja que sea su
evolución galáctica, mientras que el resto seguirá
viendo y haciendo todo igual, por más alto que sea su grado galáctico
de evolución. Por eso no temo desafiar a ningún comandante
galáctico que me quiera venir a enseñar lo que cree saber
que es el Universo y cómo debe ser la vida en él. Por eso
mi adhesión al plan galáctico de ayuda al planeta, es
condicional: colaboro con que este mundo se arregle, pero no con enseñarle
a la humanidad que haya sido creado para una normal evolución, cuando
para la evolución verdadera mundos así son una aberración.
Sin embargo, mi mente se contaminaría a tal
punto de conceptos galácticos de la Confederación, que por
un tiempito yo llegaría a formular la conjetura de que todo fuera
al revés de lo que yo pensaba, y que realmente Dios había
sido quien hizo que todo esto funcionara así, y para fines evolutivos.
Fue como una película virtual que me hice, en la cual me introduje
pasando por toda la trama, hasta llegar al desenlace de que no; yo no había
pensado al revés de la realidad: la realidad que me vendían
la New Age y sus comandos interestelares, era un bonito cuento de hadas.
Pero eso sucedería entre mediados del 91
y dos años después. Luego, mi desactivada misión extragaláctica,
universal, recobraría chispazos de vida, para mucho después
encaminarme a una lucha reivindicatoria de todo aquello que yo mismo
había combatido. Por ahora, estamos en otoño de 1991, y estoy
dentro de un cuento de hadas galáctico, hechizado por un hada milagrosa
que creo venida de no sé dónde, a la Tierra.
ENTRE LA PASIÓN Y LA MISIÓN
Sentimientos y Pensamientos
La Operación Xuxa (como un amigo la
definió cuando le conté mis planes y pasos) se cumplió
a lo largo del año con mi envío de cartas y de libros sobre
toda esta temática espiritual y cósmica. Quiero ser breve
acerca del resultado de todo este despliegue, lo cual consta detalladamente
en mi archivo privado, en tanto no resuelva publicarlo en un libro. Lo
que deseo resumir, es que aquella persona que a los demás les parecía
inaccesible para mí, e incapaz de prestarle la mínima atención
a mis ideas y a mis sentimientos, sí me dio la respuesta que
yo sabía que ella podía darme a ambas cosas.
Yo no me hubiera imaginado en el papel de un frío e insensible
transmisor de información y conocimiento para que ampliara su preparación,
su conciencia. Dudo que algo así de mi parte le pareciera
especial, y digno de alguna respuesta.
Tampoco yo me hubiera imaginado en el papel de mandarle
cartas de amor o seguirla a sol y sombra como sus fans, sin otro propósito;
sin ningún propósito de transmitirle todas esas cosas que
estaban encaminadas a activar ciertos aspectos de la misión que
ella cumplía. Se habría encariñado conmigo tanto como
le sucedió con sus seguidores, pero nada más. Nada menos
se podría decir, pero yo debía serle útil en otros
aspectos, aquellos trascendentes; no sólo útil a su afectividad.
Estaba bien, entonces, que yo para ella haya sido
una combinación de cariño y función; en otras
palabras, sentimientos por un lado, pensamientos (la misión) por
el otro. Ella tenía claro que mi sentir que me llevaba hacia ella,
estaba equilibrado con mi función de transmitirle cosas. Era, entonces,
a veces muy pasional, muy comúnmente humano, y a veces muy espiritual
y cósmico en mis actitudes hacia ella.
Ya desde mi primera carta (mis cartas llegaban a
destino por vías seguras, sí) ella percibió ese "cariño
muy especial" (tales sus palabras al comentar una de mis cartas en un programa),
el cual me agradeció. Pero también en la primera carta, yo
le escribía sobre la misión cósmica que, a mi entender,
le había sido planificada para que ella viniera a cumplir a la Tierra.
Algo que le reiteraría otras veces, por si le quedaba alguna duda,
con mi contundente afirmación de que ella venía de otro mundo
para esta misión.
Ideas "locas"
Por aquel entonces, alguien me comentó que
una vez la vio llegar o irse en el plato volador de su programa, haciendo
un saludo que le llamó la atención: "es el saludo de un comandante",
me decía sospechando como yo, algo sobre su procedencia espiritual
antes de esta vida. Un parapsicólogo ahora amigo, declaraba en una
revista, que Xuxa es una enviada que vino a preparar a los niños
para la Nueva Era. Y una vidente que por entonces conocí, hablando
del mal estado de las cosas en el mundo, me dijo que, ante eso, Xuxa "es
alguien que han tenido que mandar..."
Me decía una seguidora que el chofer de Xuxa,
Gerardo Roa, comentaba que esta mujer hacía cada cosa, que parecía
de otro planeta. Eso no sería una mera expresión elogiosa,
sino que daba idea de una percepción más profunda. La chica
seguidora había visto, un día, una radiación en una
de las Paquitas, y tenía un amigo que estaba en el tema de los extraterrestres,
al cual me presentó. Así las cosas, las charlas entra ella
y Gerardo habían dado lugar a ciertas consideraciones de ambos sobre
este misterio que sugería la cuestión Xuxa. Ella me lo presentó,
y desde entonces he hablado muchísimo con él, incluso sobre
mi propia experiencia con aquellos seres cósmicos, y sobre mi visión
del tema Xuxa. Porque él pertenecía a la clase de personas
con las que de estos temas se podía hablar. Siguió ligado
laboralmente a Xuxa durante todos estos años, tanto que en algún
momento lo llamé "el piloto de la nave que la transporta".
Hoy por hoy, ya al filo del 2000, se habla en algunas
partes sobre su procedencia venusina... (Quien haya leído Servidores
de la Luz, de Rhea Powers, contactada con venusinos, sabrá advertir
cómo el mensaje de Xuxa está en perfecta consonancia con
en mensaje de los seres de Venus).
INCONVENIENTES
Me fui dando cuenta, a medida que iba viendo sus
reacciones, de que a ella no le gustaba que se pensaran cosas tales. La
revista Tele-Clic
hablaba de sus visibles connotaciones místicas,
lo cual ella negaba tener. Ella quería ser una humana normal,
y no dar lugar a tales especulaciones. Esto me permitió deducir
que ciertas cosas mías, no le gustaron. Y el año 91 cerró
con incertidumbre acerca de la síntesis interpretativa que en todo
ese tiempo ella haya hecho de mi parte afectiva y mi parte operacional
en cuanto al propósito trascendente. Las cosas entre ambos no habían
quedado en buenos términos, es la verdad. Pero mi duda era si lo
que provocó el distanciamiento había sido mi parte sentimental
interfiriendo en mi dignísimo y honorable propósito espiritual
y cósmico, o si este propósito interfirió en lo que
pudo haber sido un simple intercambio de sentimientos entre ambos. Porque
quizá la afectividad que yo le transmitiera y la que todos le estaban
transmitiendo -y no delirios místicos- era lo que más le
importaba de la vida en aquellos momentos a veces oscuros y solitarios.
En este aspecto, mi transmisión afectiva
estuvo por debajo de las posibilidades y oportunidades que se me presentaron.
Por momentos me comportaba como lo que podría parecerle un fan,
inclusive viéndome a veces reunido con seguidores suyos (hice amistades
en ese entorno, e incluso con gente más directamente vinculada a
ella). Pero, por momentos, mi comportamiento era esquivo hacia ella; me
veía mantener distancias que tal vez no comprendía por qué
yo las ponía, si ella no lo hacía conmigo. Mi idea del asunto
era que sólo debía hablar con ella si había de qué
hablar, si algo importante hubiera que tratar, si como consecuencia de
las cosas que le enviaba, le surgían ideas o temas para conversar
conmigo. Por eso no trataba de acercarme para hacer surgir cosas que no
estaban surgiendo. Si ella necesitaba más tiempo para comprender
adónde apuntaba lo mío, le daría todos los meses o
quizá años que fueran necesarios. Yo no estaba para correr
entre sus seguidores para saludarla, como en un momento había sucedido.
Ni siquiera había querido volver a hacer
tal cosa, en una oportunidad en la cual, cuando me vio en uno de los taxis
que la escoltaban, en su rostro vi dibujársele la sonrisa más
hermosa que alguien me había mostrado en mi vida. La sorpresa y
la alegría estaban en esa expresión que me dejó paralizado;
la sorpresa de quien no esperaría encontrarse conmigo, y mi paralizante
sorpresa de no imaginar que yo pudiera ser motivo de tal alegría.
Me hizo una señal que no pude ver, por un reflejo de sol que justo
dio en el parabrisas. Poco después, durante el trayecto, con los
dos vehículos apareados, se inclinó para buscarme con la
vista, y al verme otra vez, su expresión hacia mí fue distinta
de la anterior: casi seria, apenas una leve sonrisa, mirada profunda, y
la mano estirada haciéndome con tres dedos su habitual saludo en
el lenguaje de los sordomudos para significar "te amo".
Había sido reciente mi envío a ella
de un telegrama a Río (cuya recepción confirmaría
luego), diciéndole que la extrañaba, durante una prolongada
ausencia en setiembre. Y también había sido reciente mi envío
de cierto material periodístico en el que me habían hecho
una nota en la que hablaba favorablemente sobre ella, en medio de las polémicas
sobre sus vinculaciones o no con cosas demoníacas. Sumado esto a
cartas y todo lo anterior, era de entenderse su imprevista actitud para
conmigo. Pero a pesar de esta demostración de afecto, que era toda
una invitación a aproximarme de una vez, no lo hice. No quise dejarme
llevar por esa impulsividad típica de un fan, que ante una posibilidad
así, se habría bajado del vehículo para correr a saludarla:
habría sido el principio del error, el retorno a un pasado en el
que las corridas acompañando expresaban mi aspecto pasional. Y yo
tenía que ser más racional y equilibrado, en virtud de mi
función, a la cual en aquellos momentos yo denominaba "misión",
y a la cual no debía poner en peligro con comportamientos que deslucieran
mi persona. Porque no quería ser visto por ella como un seguidor,
que por el sólo hecho de ser o parecer tal, podría significarle
cierto grado de idolatría, que no concordaría con mi propósito
y mi mensaje, a lo cual desmerecería.
Alguien entre sus fans me preguntó por aquellos
tiempos, ¿hace mucho que seguís a Xuxa?, a lo cual le respondí
"27 millones de años" (ocurrencia que no sé de dónde
me salió), y le aclaré: "no la sigo: la acompaño".
Compañía fantasmal y distante, a veces cercana, que le brindaba
en cada carta, en cada presencia, pero con mi mente evitando que mis emociones
me impulsaran al contacto físico en condiciones inconvenientes.
Luego, cuando me traicionaron los sentimientos,
estando en Río de Janeiro, intenté un acercamiento, pero
la cosa no prosperó. Su actitud hacia mí fue esquiva en todo
momento. Quizá estaba bien y hasta le hacía bien mi distante
y epistolar cariño que alguna vez me agradeciera. Y quizá
estaba bien mi transmisión de cuestiones místicas a distancia.
Pero yo no había estado del todo bien al poner tanta distancia,
y como consecuencia ahora no estaría del todo bien aparecerme en
su casa, dentro de su casa como lo hice (toda guardia puede ser persuadida),
y tampoco me serviría de mucho que le dejara mensajes dictados a
quien atendiera su teléfono (todo número puede ser obtenido)
para cerrar el 91 con un "feliz año nuevo" deseado a ella por esa
vía.
Grabación del "Xou da Xuxa" en el Teatro Fénix
de la TV Globo, en la tarde del martes 10 de diciembre de 1991.
Como venida de otro mundo, el de
la ciudad espacial de la escenografía, la princesa cósmica
descendió de su nave.
Recibida por su corte, llevará
su mensaje de paz, amor y alegría al público presente y al
que la verá por la pantalla.
Clomro, cámara en mano,
registra esta escena similar a tantas repetidas, pero singular para él.
Después, la despedida de
la mensajera celestial, el retorno a su rosado plato volador, la puerta
cerrándose, y el final.
Y en cada final de programa, las
cámaras enfocan a niños que lloran: "se fue... ella ya no
está..."
Y aunque volverá y habrá
muchos más programas, cada cierre parece el anuncio de la partida
final.
Entre la alegría de la bienvenida
y las lágrimas de la despedida, cada programa resume esto de la
misión
de venir al mundo y de tener que
partir definitivamente algún día, quizá en una nave,
de retorno a su origen.
ENCUENTROS CON GENTE ESPECIAL
1992, febrero; con Capilla del Monte y el
cerro Uritorco, se me preparaba el escenario para realidades muy cósmicas
que viviría. Allí conocí a Enrique Barrios, a quien
ofrecí contactarlo con Xuxa, ya que me dijo que todavía no
se habían dado las condiciones. Y conocí gente que me llevó
a un supuesto contacto programado en el cerro sagrado. El grupo parecía
sectarizarse, bajo la conducción de uno de esos especímenes
especiales para formar sectas. Finalizada la reunión, (a la que
los ovnis al final no asistieron...) hablé con algunos sobre mi
pasado y sobre mi ocupación de este cuerpo. Les hablé sobre
la importancia de la confusión para llegar a la verdad, pues
la
convicción aferra a creencias y no permite salir del error si se
está en él, y descubrir lo cierto. Esta apreciación
mía sobre lo útil que es estar confundido, le hizo pensar
y decir a uno de los presentes, que entonces Menem es muy útil,
porque se la pasa creando confusión. No me cabía otra cosa
que concordar...
Quien dijo eso, me manifestó en un momento
dado, en tono de broma, su temor a que yo, que había hablado de
los extraterrestres negativos, y de mi procedencia, fuera uno de ellos.
Al día siguiente, él tendría la respuesta a su duda.
Estaba yo en un bar con gente amiga y otra que acababa de conocer. Estaba
un chico de 11 años, cuya madre lo había llevado a Capilla
del Monte ante la insistencia de él por conocer el Uritorco. Eran
de Neuquén. El problema de la madre, que nada sabía de extraterrestres
y esas cosas raras, era que el nene se la pasaba hablando de todo eso,
dibujando naves y seres extraños, a tal punto que se lo suponía
autista. Y los "profesionales" a cargo, querían efectuarle un tratamiento
con drogas, pues se suponía que padecía de un problema glandular
que le provocaba estas "deficiencias psíquicas". Mi oportuna
aparición ayudó a evitar tal aberración.
Como el problema mayor era que el nene decía
ser extraterrestre, le informé a la señora sobre la existencia
de casos similares, que esto es normal, que son muchos los chicos que dicen
esto, porque es verdad que vienen de otros mundos a cumplir misiones. Le
hablé de Flavio Cabobianco y su recién publicado libro Vengo
del Sol, y de sus apariciones televisivas que produjeron llamados de
padres con hijos que actuaban parecido. Y por si esto fuera poco y por
si todavía le quedaba alguna duda sobre la salud mental de su hijo
"extraterrestre", pasó algo increíble en esa mesa. Cuando
le dije a la señora que yo también soy como su hijo, y que
no estoy loco ni él tampoco, el chico (que al parecer percibía
cosas), le dijo en voz baja a la madre que yo también vengo de otro
mundo, cuyo color describió, y empezó a dibujar naves y seres.
La nave que dijo que él había tripulado, era el clásico
plato volador. La nave mía, según su dibujo, era triangular;
"¡es una nave de combate!", exclamé al ver sus características.
Eso no parecía concordar con la misión que el chico dijo
que yo vine a cumplir: "traer el rayo del amor".
Hablando de rayos, días después,
el nene hizo salir rayos luminosos de un cristal que le regalé.
Y supe que, testigos del hecho, andaban después por los comercios
buscando "los cuarzos que hacen luz"... Y hubo quien me dijo que vio al
nene hacer con una mano señales al cielo, desde donde una luz pulsante
parecía responderle.
Y entre lo curioso que sucedió durante la
charla en la mesa del bar, en ese momento, el señor que, la noche
anterior, había mostrado su inquietud ante la posibilidad de que
yo fuera un extraterrestre "malo", justo había pasado por
ahí, me había visto y se había detenido, en el preciso
instante en que el nene hablaba sobre mi origen y misión. Para ese
señor, que observaba y escuchaba todo sin que supiéramos
que estaba a un costado, tal coincidencia fue poco menos que una prueba
absoluta. Yo diría que nada de poco menos: fue, con todas las letras,
una prueba absoluta para él. Desde entonces, Pancho es uno de mis
mejores amigos. Hizo cuanto pudo para ayudarme en contactarme con personas
que estaban en temas cósmicos, espirituales (a muchas de las cuales,
en los primeros tiempos, él les comentaba que tenía un amigo
extraterrestre) así como yo lo puse en contacto con gente así,
o a gente así con él, dado su papel de interconectar personas,
del cual era conciente. Gran destino el suyo, que pudo haber tenido otras
derivaciones si, cuando él era un bebé, su padre bodeguero
hubiera colocado, como iba a hacerlo, la foto de él y su apodo como
marca, en el que iba a ser el vino Panchito, pero que terminó
siendo el famoso Resero. Pancho estaba muy al tanto de mis movimientos
con el tema Xuxa, y hasta uno de sus hijos llegó a tener amistad
y algo más con una de las Paquitas argentinas de ella, con la que
en algún momento he conversado bastante, pero no de mis intimidades
cósmicas. Mi propósito con respecto a la "misión Xuxa",
involucraba a la gente ligada a ella, de modo que Paquitas, productores,
seguidores y quien tuviera algo que ver, recibirían durante estos
años algo de mí, pues mi visión de la cuestión
Xuxa, era la de un "proyecto cósmico" centralizado en ella, pero
estando ella secundada por toda esta gente, sin la cual, nada funcionaría.
Y eso me llevaba a suponer que no cualquiera participaba de algo con tan
trascendente trasfondo: debía tratarse de seres espiritualmente
acordes con esta misión. Y fortalecer o despertar las conciencias
de cuantos pudiera entre ellos, era parte de mi tarea.
"NUEVOS NIÑOS"
Se venía hablando mucho a estas alturas, de
los chicos que estaban naciendo y las cosas sorprendentes que decían
y hacían. Casos como el de Flavio Cabobianco y el chico de Neuquén
que con Pancho conocimos en Capilla del Monte, iban apareciendo y anunciaban
una progresiva apertura de la llegada de conocimientos cósmicos
por medio de estos llamados "nuevos niños". Planifiqué, entonces,
una
reunión que debería ser televisada, en la cual estaría
Flavio, y estarían personas que sabían de este fenómeno
que se está produciendo, con el nacimiento reciente y actual de
estos seres. Podrían estar Trigueirinho y Pedro Romaniuk, que venían
hablando del tema; Enrique Barrios, Juan Vitali, Xuxa...
La primera entrevista televisiva a Flavio, y quizá
la mejor, se la había hecho Silvina Chediek. Se daba la coincidencia
de que Pancho era amigo del productor de ella, así que no hubo duda
de que ella era la conductora ideal para un programa tal, incluso por su
aptitud profesional para algo así.
Paralelamente, para el cumpleaños, a Xuxa
le regalé el libro de Flavio, con la idea de que lo invitara a su
programa, lo cual sería importantísimo para que chicos y
grandes supieran lo que él decía. Más aún,
para que estas cosas que muchos chicos dicen, sean tomadas con mayor atención,
a partir de un caso como éste que Xuxa estaría presentando.
No hubo ningún comentario de ella al respecto.
Habiendo establecido comunicación con la
familia del chico, supe que el sábado 2 de mayo, estaría
en Telefe en el programa de Juan Alberto Badía, y fui a verlo. Al
mismo tiempo a pocos metros, grababa Xuxa, que pasó por un corredor
frente a nosotros, y Flavio se quedó inmutable como si hubiera pasado
frente a él cualquier persona de la calle (lo cual no deja de ser
una verdad). Detrás pasó y la intercepté para saludarla,
la Paquita Pituxita, a quien en Río le había regalado el
cassette con las canciones de Ami, cuando supe por su prima que yo conocía,
que ella estaba con ese libro. Entré luego al programa de Badía
con Flavio, los padres y el hermano. Un programa más para revelaciones
cósmicas, y para mantener en boca de muchos el tema de los chicos
que traen estas enseñanzas.
Mientras tanto, el programa con la reunión
de las referidas personalidades seguía en fase de planeamiento.
Ya había hablado con el productor de Silvina Chediek, y ya ella
había leído una carta mía, donde le manifesté
que yo soy... eso que soy. Pero era una confidencia que le confiaba para
que supiera cómo venía manejada la cosa, por quién
y con qué intención, que en ningún momento hubiera
sido la de aparecer yo en pantalla. Era un tiempo en el cual yo no estaba
para decir mis propias cosas, sino para colaborar con los que estaban diciendo
lo suyo, propiciándoles circunstancias, con gente y medios,
para que pudieran divulgarlo todavía más. Era una etapa durante
la cual, todo ese conocimiento hipertrascendente que yo había recibido,
estaba neutralizado por conceptos y realidades galácticas de toda
la literatura y personas con las que interactuaba. Nada tenía entonces
que decir de todo aquello, y en cuanto a esto, para qué decirlo
yo, si veía clarísimo que mi papel más útil
pasaba por este trabajo de laboratorio para teledirigir vinculaciones
entre personas y establecer vías de difusión cuya vertiente
era predominantemente televisiva, y necesaria y estratégicamente
con Xuxa en el centro de la escena.
"CORREO CÓSMICO" Y CIERTO PAPEL DEL QUE HABLABA
Habiendo continuado la incomunicación entre
Xuxa y yo, ya era la mitad del año, y sólo me había
limitado a mandarle libros y materiales referentes al propósito
en cuanto a mi función. Los sentimientos estaban heridos y confundidos,
pero eso no debía interferir en lo que yo tenía que cumplir.
Para el cumpleaños de ella en marzo, había llegado hasta
su casa en Río, dejando un paquete conteniendo el libro del chico
Flavio, y tres cartas; una mía, otra de Solange, amiga seguidora
que integraba el fan club "Arco Iris", y otra del actor Juan Vitali (que
había estado en uno de los programas de Xuxa con un grupo de niños
que cantaban temas inspirados en Ami), a quien conociera por medio de Pancho.
Fechada el 8 de mayo, una carta del prestigioso
especialista en temas cosmobiofísicos, Pedro Romaniuk, fue por mi
intermedio a la casa de ella en Brasil ("Muy querida hermana en la Luz
de Cristo Jesús: Debido a que Ud. está ENTREGADA A LOS NIÑOS
y por lo tanto... quienes AMAN a los niños AMAN A DIOS y su obra
a través de la Luz del CRISTO JESÚS (...) Reciba
todo mi apoyo por su obra con los niños y oraremos por su Salud
y Fuerza. Hasta siempre".); y libros y un video de él, también
llegaron a ella por mi intermedio. Hice de correo con varias personas,
pues estaba en buenas condiciones de garantizar que lo que me dieran llegaría
a destino.
Era curioso observar cómo mi presencia en
ciertos lugares donde se venía hablando mal de Xuxa, terminaba por
revertir actitudes. Como si yo generara un campo de fuerza o algo así,
que daba lugar a transformaciones de pensamientos en otros. Quizá
eso era parte de mi papel en todo este asunto. Era curiosa la paradoja
de que, siendo el mensaje de Xuxa típicamente "New Age", todo grupo
o institución en la línea Nueva Era que yo visitara, tenía
entre su gente a muchos que veían a Xuxa como un ser negativo. Poco
o nada se había prestado atención a algunas cosas muy destacadas
en cuanto a este mensaje acuariano que ella transmitía.
Pero al desconocimiento de esta parte de la cuestión
Xuxa, se sumaba la insistencia en aquello de las grabaciones diabólicas
en las canciones pasadas al revés, lo cual nunca fue demostrado;
sólo "parecía" ser así... También el tema en
cuestión era lo comercial de Xuxa, y la idolatría que sobre
su imagen estaba montando, conduciendo al fanatismo; los evangelistas veían
anticrístico hacerse idolatrar, pues "sólo Dios debe ser
adorado" -decían- y se prohibía entre ellos ver los programas
de Xuxa y escuchar su música. Una chica que conocí entre
ellos, rezaba por Madonna y por Xuxa, "para que se liberaran de Satanás",
y rezaba por mí, para que yo estuviera con Jesucristo (y supongo
que no con Xuxa, en tanto ella "siguiera con el diablo"). En círculos
New Age, se hablaba de la succión energética que ella operaba
sobre los niños.
Para ser ecuánime, imparcial y desapasionado,
debo decir que hay algo de razón en todo esto de la excesiva comercialización,
de la idolatría que arrastra ciegamente a la dependencia psíquica,
y en esto hay un mecanismo de captación de energías. Ese
torbellino energético volcado hacia un eje inductor de fuerza centrípeta,
imposibilitaba a los adeptos para ser centrifugados hacia valores más
trascendentes; en definitiva, buscar energías en planos superiores,
en conexión con el Ser Superior Universal, y no en una persona.
Xuxa quería y enseñaba esto, pero el sistema de marketing
instalado, lograba lo otro. Para los seres menos preparados, más
necesitados de afecto, o más proclives al fanatismo, Xuxa era un
eje. Para una minoría capaz de entender su mensaje y su propósito,
ella era un puente hacia otra cosa. Por algo los que así lo entendíamos
y que estábamos en temas trascendentes, la buscábamos para
convertirla en ese puente de divulgación de una conciencia nueva.
Como los que le escribían canciones espirituales, ecológicas
o concientizadoras en diversas realidades, para que, al cantarlas, muchos
que escucharan, descubrieran y marcharan hacia un cambio. Sin estos músicos,
Xuxa no habría trascendido: su propuesta musical fue lo que definió
su éxito. Si una misión vino a cumplir, era imposible sin
el cumplimiento de la misión artística de los creativos que
la rodeaban, lo que también incluye escenografía, vestuario,
coreografía... Una misión de muchos, y no sólo muchas
misiones. O, en otras palabras, un plan de misiones integradas.
Pero esto era invisible a muchos ojos de "new agers"
fanatizados en sentido inverso, viendo los defectos en vez de las virtudes.
Se hablaba mal de alguien que estaba diciendo y haciendo lo que podía
para que ciertas enseñanzas empezaran a ser recibidas por los niños,
entre mucho más, de público conocimiento. Hice cuanto pude
para revertir estos pensamientos en mucha gente. Hasta les daba la razón
a muchos en ciertos aspectos, pero les decía cosas tales como: "si
es negativa y la criticamos, no hacemos nada útil; yo le he estado
mandando muchas cosas que pueden hacerla más positiva, porque a
lo negativo hay que revertirlo y aprovecharlo, no destruirlo" Y era
curioso ver cómo, uno por uno, se iban dando vuelta esos pensamientos
en personas que terminaban hablándome bien de ella, y hasta dándome
cosas para que le llevara. Hasta el mismísimo Enrique Barrios terminó
siendo uno de ellos, luego de algunas dudas que había tenido por
el tema de las grabaciones satánicas, y de las correspondientes
aclaraciones que al respecto le hice.
ENCUENTRO PROGRAMADO
Hora de definiciones
Xuxa venía elogiando y recomendando leer el
libro Ami. Ella tenía la idea de hacer una versión fílmica
de ese libro. Había seguidores de ella que lo habían leído
y a quienes conocí. Los contacté con el autor, tracé
un plan, y al poco tiempo intermedié, como inductor de situaciones
y como intermediario en mensajes, para que él y Xuxa se conocieran
(todo sujeto "insignificante" puede hacer lo que poderosos y famosos no
siempre logran por sí mismos). El por ella tan ansiado encuentro,
sucedería en un programa suyo en Buenos Aires. Para Xuxa, fue trascendente
al extremo. Fue un sueño en su vida, que recién en
ese momento iría a cumplirse.
Si bien desde que la conocí supe que yo podía
ser útil para vincularla con personas así, pues mi función
y aptitud yo las tenía claras, no habría imaginado que yo
iba a estar en el medio de esta historia. Recién ahí estuve
en condiciones de darme cuenta de cuál había sido la relación
entre mi presencia en aquel primer show de Xuxa en la Argentina, y mi compra
del libro Ami en aquellos días. Así como la relación
de esto y de sus consecuencias finales, con el hecho de que fuera yo (si
es que alguien no hizo lo mismo) quien le regalara a Xuxa casi todo lo
que había publicado Enrique Barrios y que ella, en una nota en Gente
de octubre del 91, dijo haber leído.
¿Una directora para la película?
Al mismo tiempo en que esto sucedía en Buenos
Aires, yo estaba ya en Río para la Eco 92. Había viajado
para llevar un mensaje ecológico a las Naciones Unidas, cuyas copias
entregaría también a las ONGs. Ingresé al Forum Global
con alguien muy especial para mí, y que había conocido el
25 de mayo, luego de un primer contacto postal entre ambos: la directora
de la película
Super Xuxa contra Bajo Astral, y autora de
la letra de Arco Iris, canción que, hecha para esa película,
quedó imprevistamente como uno de los éxitos de Xuxa incorporados
a su repertorio.
El filme, que yo había visto casi un año
atrás, transmitía enseñanzas muy místicas,
en especial sobre los poderes del cristal de cuarzo, y sobre la lucha entre
el Bien y el Mal. Supe, al conocer a Anna Penido, que mi suposición
sobre el propósito de hacer un filme así, había sido
correcta: que esto fue hecho por gente que está en lo místico;
que buscaron a Xuxa para vehiculizarla como transmisora de enseñanzas
preparatorias para una nueva conciencia en los niños.
Tal había sido mi percepción de ese
filme cuando lo vi en julio del 91, que a partir de ese momento me vi obligado
a acelerar todo el plan que tenía trazado para que Xuxa fuera,
gradualmente, recibiendo ciertas cosas por mí intermedio. Porque
la película me acababa de mostrar que ya alguien se había
encargado de hacerle conocer a Xuxa unas cuántas cosas, y esto
ya había sucedido en 1988 con este filme. Fue entonces cuando,
basándome en cosas que ella evidentemente ya conocía, puse
en acción los cristales; aquello tan destacado en el filme. Resplandeció
así, en uno de sus programas, una piedra de cuarzo de varios quilos
que le regalé.
Y ahora, casi un año después, miércoles
10 de junio, estaba yo en el Forum Global 92 ingresando con el pase que
me prestó la cineasta, con su nombre escrito, en tanto ella llevaba
otro. En todo caso, yo era transexual, o qué sé yo. No nos
miraron los nombres. Conmovedor era ver ecologistas, místicos, religiosos,
artistas, gente de todas las razas y de muchas naciones, reunidas allí
para salvar al planeta. Con Anna fuimos a ver actuar a uno de los artistas;
un músico de California, con quien habíamos cenado momentos
antes, y que me había dicho que tenía contactos telepáticos
con extraterrestres.
Le comenté a Anna la idea de Xuxa de hacer
la película de Ami, y como ella sabía español, le
regalé el libro, en su versión ilustrada en colores, junto
con Ami Regresa y Ami y Perlita. Era mi deseo que ella
dirigiera esa película, lo cual le manifesté, así
como lo haría días después por escrito a Xuxa. Un
deseo basado en su profesionalismo y en su visión mística
de la vida. ¿Cómo definirla?, de cabello rubio muy largo,
ojos... ¿verdes o celestes? (qué frecuente duda aun con gente
a la que veo a veces), rondaría los 35 años y, ante un abrazo
suyo, uno sentía como una parte del cielo abriéndose para
recibirlo. Su marido David, co-director del referido filme de Xuxa, era,
como ella, místico. Habían recibido carta mía hacía
un tiempo, y por la respuesta que Anna me envió, fui a conocerla
a la empresa fílmica Dreamvision. Cuando vi a los dos salir a recibirme,
sus miradas parecían verme desde el infinito. Tuve la impresión
de estar frente a dos ángeles. Ella dio indicaciones de no ser interrumpida,
porque estaba con "una persona muy importante" (jamás había
escuchado hablar así de mí, que yo recordara) y había
una razón para eso.
Hacía unos meses, le había mandado
una carta, con una copia de un documento municipal de aquel lugar de Minas
Gerais donde se explota cristal de cuarzo y donde yo diera mis clases en
la escuela, y donde pasara también el video de la película
de Xuxa. Dicho documento fue producto de que propuse y se aprobó
una disposición (diciembre del 91) cuyo texto es el siguiente:
"Art. 3º - Es declarado de interés municipal
el filme "Super Xuxa contra Bajo Astral", por el valioso contenido que
posee sobre la energía del cristal, en un lenguaje comprensible
para la mentalidad de los niños, y que muestra la importancia de
conocer las fuerzas ocultas que regulan la vida y la naturaleza; lo que
es esencial para el propio autoconocimiento y enriquecimiento espiritual,
siendo por su valor educativo, incorporado a la enseñanza escolar".
"Quedé feliz y emocionada" -me respondió
Anna en su carta- "Nunca imaginé que mi filme pudiera inspirar en
alguien una actitud tan concreta, al punto de volverlo ley", decía
sobre aquel artículo de esa ley municipal que, en los dos anteriores,
declaraba de interés municipal a mi actividad cultural con los cristales,
y al estudio y divulgación de sus propiedades energéticas,
sobre todo en el campo de la enseñanza escolar. Una película
como ésa, me facilitaría mucho las cosas con los chicos,
porque pensando en prepararlos mentalmente fue que Anna la concibió.
Y, al final, entre la Eco 92, Xuxa y Ami, estaba con Anna compartiendo
unos momentos para la eterna recordación.
Difusión de Ami y cierta otra gente
Mientras tanto, en Buenos Aires se acercaba la visita
de Enrique Barrios al programa de Xuxa, tal como había sido fijado
antes de mi salida para Río, para el viernes 12. La fecha se fijó
luego de un par de movimientos rápidos. El sábado 30 de mayo
llegó a mi casa una carta de Barrios para Xuxa, fechada el 25 (día
en que conocí a Anna, y en que revista Para Ti aparecía
con una nota a Xuxa, en la que ella hablaba de extraterrestres). A la llegada
de Xuxa, el 4 de junio a la noche le hice entregar la carta. Quien se la
dio, me dijo que Xuxa no podía creerlo: ¡¿Para mí?!,
dijo; ¡el autor de Ami escribiéndome!, pensaría,
con inocultable alegría.
Al día siguiente, viernes 5, a las 17, en
la grabación del programa a emitirse el martes 9, Xuxa leyó
esa carta, invitando a Enrique Barrios a su programa. A la espera de novedades,
estaba yo en inmediaciones del canal, así que alguien que había
estado en la grabación, me dio aviso de lo sucedido; de inmediato
llamé a Juan Vitali, avisándole de la invitación de
Xuxa a Barrios, que el martes podría verse en pantalla, así
que, adelantándonos a esto, Juan iría al otro día
al canal a hablar con la producción, fijándose al viernes
12 a las 17.00 para la visita de Barrios.
Juan Vitali había sido uno de los numerosos
asistentes a reuniones espirituales que eran convocadas en la Plaza Naciones
Unidas. Durante un tiempo, la convocatoria la hacía una organización
fantasma que con Pancho y dos o tres más, integraba yo, bajo la
precaución de no agruparnos para no caer en el sectarismo.
Yo había escrito mi "Decálogo de los no agrupados": 1- No
hay más líder que cada uno, 2- No hay cargos ni funciones
fijas, 3- No hay estatuto ni encuadre jurídico, 4- No hay nombre
ni sede, 5- No hay fin del mundo, 6- No hay un fin claro definido, no hay
verdad segura, no hay doctrina, 7- No hay más que fines inmediatos,
8- No hay pertenencia ni presencia fija, 9- No hay unidad total de
pensamientos, 10- Unir a los sectores divergentes. Ideas que quedaron tras
aquel viaje a Capilla del Monte, y que procedían de mi propia experiencia
de militancia sectaria, donde los líderes eran demasiado inexpertos
para no caer en los errores que yo sí, con tal experiencia, sabría
evitar.
El programa con Enrique Barrios se grabó
a las 20.00 del día prefijado; hora en que me encontraba en el Forum
Global en una reunión de la LBV (Legión de la Buena Voluntad),
curiosa religión cristiana que sostiene la existencia de la reencarnación,
y la importancia de las energías del sol, del agua y del cristal
de cuarzo; con sede central en Brasilia, donde levantó el Templo
de la Buena Voluntad, una maravilla con reminiscencias quizá atlantes,
o un "recuerdo" anticipado "del año 5000", como lo definió
un artista. Pues bien, estuvo entonces Enrique Barrios con Xuxa, y lo que
ambos vivieron en ese momento sería indescriptible con un simple
relato escrito. El video del programa, creo que puede conseguirse en la
editorial Errepar, que lo pasó en su stand de la Feria del Libro.
Allí está para quien desee saber lo que entonces sucedió,
al margen de una buena propaganda para Ami, que era lo más importante
en cuanto a la finalidad de que se difundieran sus enseñanzas. (Por
mi parte, hice bastante mientras estuve en esto; además de lo ya
expuesto, y sin contar a la gente desconocida a la que le prestaba, regalaba
o recomendaba los libros, cassettes de Juan Vitali y todo eso, podría
mencionar, ya que estamos, a Claudia Schiffer, a quien le llevé
cuando vino, Ami en inglés, dentro de esa estrategia que consistía
en tocar ciertas cabezas instaladas en niveles o ámbitos influyentes
para que las cosas se divulguen. No así a otras visitantes destacadas,
como Sharon Stone, y Madonna, a quien mi regalo, simétrico a su
mensaje, es innombrable para páginas de este lenguaje).
La enviada
Lo que sí voy a mencionar, es que en un momento
del diálogo, Enrique Barrios dijo haber visto luces en el cielo
y naves, preguntándole a Xuxa si ella no ha visto. Ella le respondió:
"No, pero cuando yo vea, yo creo que me voy con ellos". No sonó
a que fuera a dar un paseo cósmico, sino a cosa definitiva. Llama
la atención que una persona que cree estar cumpliendo una misión
como la que ella estaba convencida de que cumplía, pudiera llegar
a abandonarla por la tentación de un paraíso cósmico.
Quizá eso daba la medida de su voluntad frente a su deseo; de su
servicio frente al vicio en su ser. Porque en este enviciamiento de soñar
con salvavidas interplanetarios, mucha gente, y parece que entre ella Xuxa,
no ha adquirido la noción de que nosotros somos esos salvavidas,
no arrojados a este mundo para salir, sino para flotar aquí mismo.
¿Y si Xuxa fuera la extraterrestre? ¿Qué sentido tendría
irse con ellos, si se es de ellos y ha venido a estar aquí?
El diálogo continuó con Enrique Barrios
diciéndole a Xuxa: "Tú bajas de una nave todos los días
acá", a lo que ella contestó: "Sí, eso es para llamar
uno, para que pueda quedarse más contento acá con nosotros".
En su ingenuidad, quizá ella dijo una verdad que ni siquiera haya
pensado: que, fuera de la tridimensión, en el programa no haya uno,
sino muchos de "ellos" observando, no sólo no sería raro,
sino que sería raro que eso no ocurriera. Y en cuanto a "quedarse
más contento" allí con Xuxa y toda la gente, habría
que ver cómo es la alegría para seres que participan pasiva
o activamente desde otro plano, en medio de emociones humanas en un programa
televisivo. Pero no imagino que pueda haber insensibilidad ante una transmisión
de afectos y ante las energías desprendidas por la gente en estados
de alegría como los vividos allí. Si eso no pudiera hacer
que un extraterrestre se quede más contento, ser un e.t. sería
un poco aburrido.
El autor de Ami le dijo luego a Xuxa: "Sabes, yo
creo que hay personas que nacieron acá, pero vienen de otros
mundos, mejores que éste, y que vienen con la misión de ayudar
a que este mundo cambie, que sea mejor. Yo creo que tú eres una
de ellas". La grave expresión de Xuxa no acompañó
a la exclamación de la tribuna ante tal revelación; la "terrenal"
animadora televisiva seguía resistiéndose a que su ficción
tuviera un fondo de verdad; su ficción de llegar e irse en un plato
volador de utilería.
El día en que fue emitido este programa (martes
23 de junio) estaba yo listo para verlo en mi casa y ya había avisado
a todos los que había podido, y que, a su vez, avisarían
a otros. Cuando Xuxa escuchó, de la boca del escritor, lo que yo
le venía diciendo desde mi primera carta... imagine cada uno. A
mí me causó risa y exclamé: "¡sonaste, Xuxa!".
Lo que yo siempre le había dicho en privado, acababa de hacerse
público. Era como si, Barrios mediante, estuviera yo hablándole
otra vez, una vez más golpeando su vallado mental. Porque, quizá,
las cartas que a él le había enviado tocando este punto,
habían sido influyentes en su pensamiento.
Yo venía trabajando en un proyecto de libro
sobre Xuxa, en el cual revelaría tal procedencia cósmica
para los que nunca lo hubieran imaginado. Mi duda de publicar tal pensamiento,
terminó ante las palabras que Barrios pronunció sobre el
origen de ella. Esa misma tarde decidí que mi libro se publicara
lo antes posible: parecía que la naturaleza cósmica de
Xuxa estaba siendo puesta al descubierto. Y era mi momento de echar
toda la leña al fuego.
Sin embargo, la elaboración de este libro,
cuya idea era de octubre del 91, se extendería por tantos años
que, ya en octubre del 97, está indefinida en cuanto a tiempos posibles,
ante la abundancia de contenidos actualmente en compaginación. No
podía ser un libro para el presente, sino para que, en un futuro,
se haga luz sobre lo que, para entonces, habrá de ser un pasado
en el que quedarán puntos oscuros que esclarecer. Y que proyectarán
luz sobre cosas que sucederán.
SE VIENE LA "INQUISICIÓN"
La "secta Ami"
Algunos seguidores de Xuxa con los que yo me reunía
por el tema de Ami, recibían cartas de Barrios, luego de que yo
le pasara sus direcciones. Hubo padres, católicos, que ya venían
metiéndose en el asunto, interceptando cartas. Con la aparición
de Barrios en el programa de Xuxa, lo cual vieron, y al cual escucharon
para confirmar sus "sospechas" ("mi hijo, los chicos y Xuxa están
cayendo en una secta"), la situación tomó cuerpo. La Fundación
SPES (en latín, fe, pero en "católico", Servicio Para el
Esclarecimiento en Sectas, de la Universidad Católica) recibió
entonces la denuncia de estos padres preocupados, y Barrios y yo éramos
los denunciados.
Era la noche del viernes 23 de junio, en Buenos
Aires, cuando tras una reunión de seguidores de Xuxa, una de las
chicas que estaba en el tema Ami, me dijo que tenía una muy mala
noticia, y no encontraba la forma de decírmela, como para que al
oírla no me cayera de espaldas, o algo así. Cuando me informó
lo que estaba sucediendo, le dije, imperturbable, "¿Y qué
problema hay? voy ya mismo a la Fundación SPES, y si me quieren
investigar, que me investiguen en persona, y si no, que le vayan a preguntar
por mí a Alfredo Silletta, que sabe quién soy". Fui para
la fundación, pero estaba cerrada. Después dejé pasar
la cosa, y no volví. Meses después, yo sería bienvenido
allí, por esas vueltas del destino, sin que tuviera que dar ninguna
explicación de nada, pero donde de todos modos presentaría
voluntariamente un informe sobre la cuestión Xuxa-Barrios-seguidores,
en el cual dejaría bien clara mi posición antieclesiástica,
y a lo cual la autoridad allí (el Lic. José María
Baamonde, vocero eclesiástico en la Argentina en el tema sectas)
me contestaría: "Está bien, no hay que ser clericalista".
Sin comentarios.
Carta de advertencia
En previsión de las posibles derivaciones
de la cuestión SPES, aquella misma noche de junio, le escribí
una carta a Xuxa para ponerla al tanto. Extensísima, sirvió
también para manifestarle cosas que aclararían o no, dudas
que sobre mi comportamiento ella haya tenido. Reproduciré unas pocas
partes.
(...)Hay hechos dolorosos que desearía
que no supieras. Quién sabe, mayor dolor causarían si te
enteraras sin estar prevenida. El propósito de esta carta, es precisamente
ése: prevenirte de cosas que sucederán. Sabrás cómo
reaccionar y manejarlas cuando algo pueda suceder.
Directo al tema: la presencia de Enrique Barrios
en tu programa y lo de Ami, tuvo reacciones desfavorables. (Le hablé
de todos los que no creen en los extraterrestres, incluyendo a los católicos
opositores de Ami, a los Testigos de Jehová y a los millones de
evangélicos que a ella la creen diabólica). (...) En la
medida en que continúes divulgando esto, verás crecer una
corriente de negatividad desde esos focos que sentirán la fuerza
de tu misión y sufrirán una progresiva disminución
de sus ejércitos infantiles. Los niños hijos de la gente
de esas religiones, recibirán de ti algo que contradice las creencias
de sus padres. Se producirá un conflicto; serás factor de
discordia en las familias. Y muchos niños elegirán lo tuyo.
Como ya debes saber, y desde hace bastante, hay
padres que les prohiben a sus hijos ver tu programa. ¿Habrá
de ser prohibido por ellos también Ami?
Creo en cosas de muchas religiones, pero no integro
ninguna. Tengo buenas relaciones con varios grupos e instituciones filosóficas,
místicas, ovniológicas y de contactos con extraterrestres,
pero no pertenezco a ninguna. Me invitaron a integrarme a varios de tus
grupos de seguidores, pero no entré en ninguno. Porque mi función
es conectar grupos y personas, no concentrar mi energía en sectores
en particular; estoy para cosas que promuevan la integración de
esas fuerzas que pueden agruparse y que están desconectadas.
(...)Y el tuyo es un programa religioso:
hablas de Dios, de energía, del poder del pensamiento positivo,
de la magia de los colores, del milagro de la vida, del amor.
Por eso te encontré: porque estabas, como
yo con mis cristales y extraterrestres, haciendo parte de la misma religión
que yo. Ami y tú llegaron a mí con diferencia de sólo
una semana, cuando lo descubrí y cuando por primera vez te saludé,
en aquel diciembre de 1990. Todo un símbolo, una señal de
lo que iría a suceder.
Cuando desde mayo del 91 te empecé a bombardear
incesantemente de libros, cartas y cosas muy cósmicas, queriendo
prepararte para una misión que cada vez está ahora más
a la vista, pero que, en su momento, nadie, ni tú misma, excepto
yo, imaginaba, era mi riesgo que tomaras lo mío como un adoctrinamiento
contrario a tu voluntad, a tu conciencia y a tu paciencia. Pero no lo veía,
el riesgo estaba, pero yo no lo distinguía: para mí, tú
comprendías mis intenciones y compartías mucho de lo que
yo pensaba.
(...) Con el tiempo, me di cuenta de que yo estaba
mucho más convencido que tú de tu papel cósmico en
la Tierra. Declaraciones tuyas negando que seas "un ángel", y que
lo tuyo "no es algo místico", y eso de tus miedos cuando te veías
esa aura luminosa, me dieron los justos parámetros para darme cuenta
de que mis cartas a ti habían sido demasiado místicas para
tu modo de pensar. Me sentí como un fanático religioso queriendo
adoctrinarte.
Sabía yo que una "Xuxa cósmica"
sería mejor que una Xuxa que no transmitiera cosas trascendentes,
pero sabía también que se levantaría el enemigo en
tu contra, que serías atacada por las fuerzas de mal en esta guerra
cósmica en la que el Bien nunca puede hacerse sin provocar oposición.
Y preparar tu conciencia, era prepararte para la guerra, cuando podría
haberte dejado tranquila y fuera de peligro.
(...) Puedes evitar problemas, guardándote
tus ideas y convicciones al respecto. El fenómeno Xuxa como negocio,
vende más si no entra en oposición o contradicción
con el gusto del público, y ese gusto implica que Xuxa no tenga
ideas religiosas, políticas y hasta deportivas que no coincidan
con las del público. Y el negocio peligra cuando se transmiten valores
con los cuales hay gente que no se identifica. Una Xuxa mística,
terminaría por ser mal negocio, porque sólo un sector del
público la aceptaría como tal. A menos que otros digan: "pobre
chica, debe estar volviéndose loca; pero da gusto verla cómo
baila, cómo canta, cómo juega, cómo quiere a los niños".
Y que, al final, tus creencias y convicciones no sean para tanto problema.
Y como estoy seguro de que "el negocio" y que "lo que vende y lo que no
vende", no te importa nada en lo que a decir lo que sientas se refiere,
creo que tu corazón sabrá decirte cual es la medida justa
de lo que guardarás y lo que entregarás.
(...) como Enrique y otros escritores; como yo
y otros "extraterrestres" como tú, estamos todos en un compromiso
de alta responsabilidad frente al futuro. Y que esta carta diagnosticando
una enfermedad en gestación, sea por si una epidemia intentare debilitar
esta fuerza positiva que estamos generando en el planeta; una carta capaz
de ganarle posiciones al adversario: porque mientras él prepara
su estrategia, tú previenes sus movimientos con una actitud inmune
a toda crítica que pueda aparecer.
(...)Después de todo lo que vienes pasando,
y de todo lo que no sólo de mí escuchaste, porque otras voces
te lo están diciendo, creo que estás en buenas condiciones
de autodescubrirte. Y no creo que juzgues mis proféticas palabras
como locuras. Porque estás yendo bien, muy bien. Así lo percibo.
¡Continúa así!...
Estaba fechada al inicio, a la medianoche del
26 al 27 de junio. Iba acompañada de otra fechada a las 15.15 del
miércoles 24, en la que, en un trecho, le decía:
Aunque no sé cuánto tiempo me resta
en el planeta, y atravesé mil riesgos sin que la hora me llegara,
como si se me diera a entender que no sirve querer irme, y que seguiré
siendo inmortal hasta que la misión termine (...).
HE VENIDO A TRAERTE LAS COSAS Y PERSONAS QUE,
COMO HUMANA Y COMO MISIONERA EN LA TIERRA, NECESITAS. Sólo luego
de eso volveré allá de donde vengo. No sé si serán
años o décadas. Me da lo mismo, y si fueran meses o semanas,
también: mi muerte no será otra cosa que el final de mi papel
aquí (...). Habrá champagne y baile en mi velorio,
porque mi cuerpo quedará con la expresión de una misión
cumplida, que dejaré en su rostro al irme.
Esas doce páginas que le insumirían
una buena hora de lectura nocturna, estaban al fondo de una caja que, para
colmo, tenía una pila de libros y otros regalos que le preparé.
Eran las 21 del jueves 2 de julio cuando, llegada al Aeroparque de Buenos
Aires, recibió la caja y la abrió en el acto. Por vía
televisiva al día siguiente y, al otro día, por una seguidora
amiga suya y mía, me envió su agradecimiento y un beso, luego
de tantos meses de silencio. Le dijo a la chica, que me transmitiera que
había leído "todo, todo, todo", que "eran un montón
de papeles que no se terminaban nunca". Felizmente para mí, mi transmisión
más importante desde que todo empezó, había quedado
efectuada.
La hora de las sectas
La denuncia al SPES no iba a prosperar. Pero algo ajeno al asunto sucedió, y repercutió por ese lado y por muchos otros. El miércoles 15 (seguimos en julio) llegan noticias de Brasil: un niño asesinado, otro desaparecido, una secta sospechada, y argentinos en ella. Luego se comprobará que el jefe de la policía del estado de Paraná, había desviado hacia ellos la investigación, y que los culpables eran otros, que al final cayeron. Pero el avispero ya había sido agitado, las investigaciones, denuncias y coberturas periodísticas habían agitado a la Argentina, Brasil, Uruguay... Y como yo manejaba cierta información sobre ciertas cosas, fui uno de los tres agitadores principales. Alfredo Silletta y Alejandro Agostinelli fueron los restantes. Cada uno en su papel: yo como denunciante, los otros como sectólogo uno, refutador de pseudociencia y especialista en cultos ovni el otro. La "caza de brujas" iba de los cultos platillistas a los cultos afro-brasileños, del incipiente Mauro Viale anfitrión de denunciantes y delincuentes, a la legendaria Mirtha Legrand, pasando por Susana y Grondona, por Gente y ¡Esto!, por Veja y TV Globo, por el Herald y por las agencias noticiosas del mundo.
Las muertes en la Argentina por intoxicación
con propóleo -sabotaje a un laboratorio- hicieron bajar hasta las
ventas de miel y de dietéticos en general. Tal el temor por la inconciencia
de lo que estaba sucediendo; todo al mismo tiempo en que se perseguía
a grupos espirituales "por si acaso", "ya que estamos..."
Aunque el caso policial de la secta argentino-brasileña
no hubiera trascendido, la paranoia persecutoria de cultos no católicos
tenía que saltar por un lado o por otro. Sobre todo con la New Age,
que venía pisando fuerte y arrastrando gente que ya no era captable
por las iglesias. Y esta inquisición de fin de segundo milenio,
conseguiría debilitar a muchos líderes y seguidores de grupos
místicos, desarticulados unos, disueltos otros, sobreviviendo a
duras penas los más sólidos. Corría el rumor de que
el Vaticano había impartido orden de generar una sistemática
persecución de otros cultos en nuestras tierras, pero habría
que ver hasta qué punto eso era real; la cosa parecía más
anárquica que teledirigida.
Surgió en medio de todo, el famoso video
del chileno Carlos Warter diciendo ser un extraterrestre, y que Menem también
es un agente extraterrestre puesto por "ellos". Un desprestigio para la
gente de la farándula que estaba con él o que había
estado (con Warter, claro; con el otro Carlos, el desprestigio de ser visto
no necesitaba motivos extraterrestres).
En una charla de bar, hablando con Silletta, en
medio de todo este asunto, le pregunté qué pensaba hacer
con Xuxa, ya que ella estaba en la Nueva Era (cosa que él no había
percibido en su mensaje) y me dijo que no, que a ella siempre la defendía
cuando hablaban de las grabaciones satánicas y todo eso. Le comenté
del proyecto Xuxa-Ami cinematográfico, del que no estaba al tanto.
Él lo comentó luego en una conferencia en Mar del Plata,
y de unas pocas líneas que La Capital publicó al respecto,
Crónica levantó la información para ponerla en primera
plana: "DENUNCIAN QUE UN ESCRITOR DE SECTAS FILMARÁ CON XUXA".
La información se trasladó a Telefé;
Susana había invitado a Xuxa y le preguntó por el asunto,
y ella aclaró; Juan Vitali, en el programa de Xuxa, ya había
estado días antes con sus chicos del Grupo Ami, aclarando él
y Xuxa cosas que se estaban diciendo sobre todo eso de la supuesta "secta
Ami".
Todo este escándalo culminó con que
la Iglesia retiró a Ami de las librerías católicas
(al parecer hubo quemas... ¡como en los viejos tiempos!), Enrique
Barrios anunció su retiro de toda actividad pública, a cambio
de que lo dejen en paz (un deseo de paz que yo no entendía cómo
podía tenerlo quien debe estar preparado para una guerra como la
que supone escribir ciertas cosas). Anunció también que la
película con Xuxa ya no se haría (antes, Anna Penido había
intentado comunicación con él, sin resultado, según
ella me dijo). Era 29 de setiembre cuando supe todo eso, al recibir de
él un boletín informativo, que a veces me mandaba y que en
este caso era el último que iría a publicar: se acababa hasta
el contacto postal con los que estábamos en el tema.
En razón de todos estos sucesos, alejado
yo precautoriamente de Xuxa y de sus seguidores, que sabían de mi
relación con todo el asunto, y cuyo contacto conmigo evitarían
algunos, por temor a no sé qué, pero por las dudas... reaparecí
recién a los cinco meses, para el show que ella hizo en el estadio
de Vélez, el 19 de diciembre. Nuestras miradas se encontraron a
la salida, pero no hubo saludo. Así quedó la cosa. Así
cerró el 92 en ese aspecto.
Y en cuanto a mi posición con respecto a
qué pensar de Dios, del Universo y del mundo, tras todas esas influencias
acuarianas, al cierre de ese año, tenía ya recuperada mi
cosmovisión anterior. En una carta cercana al final del año,
a una persona que sabía bastante de mí, le decía:
"No puedo aún revelarle a Xuxa un secreto
sobre la verdad de este mundo, de la vida, de quién creó
todo esto realmente y de quiénes son Dios y el Diablo en realidad,
y no lo que se piensa.
Lo que pasa es que soy más extraterrestre
de lo que puedas imaginar, y hay cosas que sé que también
serían increíbles. Por eso Xuxa no las sabe aún. Pero
es posible que en breve decida mostrarle todo eso".
En cuanto a mi trayectoria y vinculación
en lo que se refiere a sectas, grupos y pensamientos, y apariciones mías
en los medios que me habían traído complicaciones por estar
en estos asuntos, mi balance podrá sorprender a muchos. Siendo que
yo era persona de ideas inconvenientes para ciertas estructuras de poder,
y siendo que los organismos investigadores de sectas y pseudociencia sabían
tanto de mí como para, el día de mañana, desacreditarme,
no habrían de hacerlo, al menos hasta la redacción de este
informe cinco años después. Porque se sabía que mi
experiencia sectaria me había dado tal aprendizaje, que yo no estaría
en riesgo de integrarme a ninguna secta peligrosa o idearla y dirigirla.
Se sabía también que yo había hecho un aporte muy
útil al enfrentarme públicamente (medios) a una secta a la
que le desnudé muchos de sus puntos débiles, y se sabía
que a mí la gente sectaria no me gustaba.
Las tres personas de máxima palabra en la
Argentina en este asunto, capaces de hundirme cuando quisieran (Silletta,
Agostinelli y Baamonde, temidos y odiados por místicos, esotéricos
y platillistas pseudorreligiosos de todo el país) ya habían
hablado cordialísimamente conmigo varias veces, y no guardaban ninguna
animosidad hacia mí, ni les di motivos: yo grupos raros y peligrosos,
ni dirigía, ni integraba. Aun así, de no haberme conocido
personalmente, la historia podría haber sido muy otra: cualquiera
de mis "delirios" de los que se enteraran, les habría dado interesante
material para investigarme con otra actitud y llevarme a la prensa con
otra intención. Estas buenas relaciones mías con ellos, eran
un tanto curiosas desde la perspectiva de muchos que estaban en lo mismo
que yo, y que no entendían cómo podía relacionarme
con "inquisidores" como estos. En verdad, me daba satisfacción relacionarme
con perseguidores, con perseguidos, con santos, con diablos, con culpables,
con inocentes, con honestos y con mentirosos. Yo, en mi neutralidad, ajeno
a todo grupo, tenía libre acceso a todas partes. Esto no lo tenían
quienes estaban en un lado o estaban en otro, porque pertenecer, no siempre
tiene sus ventajas.
En otro orden, el cierre del año y la apertura
del siguiente me encontraría trabajando en un proyecto literario
conducente a combatir la violencia en el fútbol, con tratados entre
hinchadas. Una utopía que me marcaría, como termómetro,
mi grado de optimismo que mantendría a pesar de todo.
LA HORA DE VOLVER A EMPEZAR
1993 fue abriendo con una recomposición
de las líneas que la persecución había debilitado
en los grupos espirituales de Nueva Era. Conocí mucha gente de ésta.
Estuve en encuentros, conferencias, reuniones; publiqué cosas, todo
lejos de revelar públicamente mis secretos cósmicos de mi
llegada aquí, salvo a unos pocos, como siempre. Y con los problemas
que siempre supone decirle estas cosas a alguien inadecuado para escucharlas.
Esto me pasó promediando el año. Me puso en duda de si yo
debía seguir diciendo estas cosas, o si lo mejor era guardármelas,
no transmitir nada, y que la gente me acepte y me quiera como a una persona
común y corriente. Mi amigo Pancho, al saber esto, me dio su parecer:
que pase lo que pase, y por más que tenga que sufrir por quienes
no me comprendan, yo tengo que decir las cosas; que es mi misión.
Hacia noviembre, conocí el último
trabajo discográfico de Xuxa, que incluía el tema "Corrente
de amor", en el que ella cantaba:
El juego de la "princesa cósmica" en su nave,
continuaba con esa alusión a su descubrimiento, hecho "allá
arriba", de su origen cósmico y su destino.
Durante ese año, con Xuxa, tuve mínimas
transmisiones unilaterales. Nada respondió tras recibir el libro
de la niña Marisol Massola, Rayos de Sol (regalo que, por
mi intermedio, la nena le hizo a Xuxa para el cumpleaños); libro
que presenté para el concurso "Curar el mundo", que organizaba el
Show de Xuxa. El concurso consistía en premiar al niño que
presentara la mejor propuesta para sanar al planeta. Y ese libro era un
tesoro de propuestas. El premio consistiría en un viaje al rancho
de Michael Jackson, autor de la canción Heal de World, que
Xuxa había grabado en español (también a él
le hice entregar el libro de Marisol cuando vino a Buenos Aires). La conocida
demanda judicial que justo por entonces se le hizo por presunto abuso de
un menor, dejó en el aire el concurso, sin que se diera explicación
alguna, la cual habría estado de más. No obstante, efectué
una tentativa de que no se tomara tal determinación. La justicia
no había pronunciado su sentencia, y Xuxa, supuesta amiga del cantante,
se echaba atrás en vez de apoyarlo. Echando a perder el esfuerzo
humano de todos los chicos que se habían empeñado en aportar
algo para curar el mundo. Todo esto y más críticas y sugerencias
iban en una carta, ya sobre los meses finales, que era la primera que le
mandaba desde marzo. Lo único que supe por quien hizo de correo,
fue que ella se puso contenta cuando le dio el sobre. Tener noticias mías,
nunca le había demorado tanto. ¿Motivo de alegría?
Quizá el comienzo de un nuevo comienzo.
"COINCIDENCIAS SIGNIFICATIVAS"
Un cuento, o... ¿quizá una realidad?
1994 arrancó con mi insistencia en
aquella idea de la misión cósmica de Xuxa, y publiqué
algo al respecto; un cuento infantil que escribí en 1991 y que permaneció
guardado en un estante hasta 1993, cuando tras todo ese letargo, me pareció
sensacional y publicable al releerlo. Publicado en enero del 94, el librito
tenía sobre el final, este diálogo entre seres cósmicos:
- Creemos que ya es momento de entrar en contacto
con ella. Las cosas en el planeta están muy mal y ella está
trabajando con éxito total. Si nos conociera y le diéramos
la conciencia que le falta, la esperanza de salvación sería
todavía mucho mayor...
- ¿Están seguros de que ella necesita
eso? Miren lo que ha logrado sin saber ni por qué está donde
está, ni quién es, ni de donde llegó. ¿Para
qué hablarle de su misión? ¿Creen que en el fondo
no lo sabe?
- Lo sabe, sí, pero le falta una prueba;
los humanos siempre necesitan pruebas...
- Si algo de ella ayudará a salvar al
planeta, no es su parte humana imperfecta. La otra parte, su corazón,
no necesita pruebas.
- Ella lo siente, sí, pero deberíamos
darle un estímulo mayor, estar con ella, que sepa que la hemos estado
ayudando, que sienta nuestra compañía, que se sienta segura,
protegida.
- Ya hemos despertado su interés por cosas
de otros mundos, y momento llegará en que se autodescubrirá.
Con menos argumentos de los que ella tendría si quisiera, muchos
buscan seguidores diciendo ser enviados de Dios. Y ella, a quien muchos
la ven como enviada, prefiere verse como una persona más. Así
era el plan: había que evitar la adoración. Y ella lo está
cumpliendo.
- Pero si se autodescubriera, ¿peligraría
el plan? ¿se sentiría ella diferente y ya no sabría
mostrarse como una humana más?
- Aunque supiera quién es, de dónde
viene y para qué, no dejará de ser una humana más:
lo es en realidad; para eso tomó ese cuerpo humano y nunca dejaría
de sentirse como cualquier persona. A fin de cuentas, todos los habitantes
del mundo son seres cósmicos que bajaron a tomar cuerpos físicos.
No hay ninguna diferencia sustancial.
En el siguiente diálogo, que antecede al arriba transcripto, se deja una importante reflexión:
- En tu nueva película eres de otro planeta -dijo el
periodista- En el fondo, detrás de todo esto, ¿qué
puede haber de cierto? ¿Crees, como muchos, que eres de otro mundo?
- Los seres de otros mundos que llegan en misiones
de ayuda, existen. Que yo sea o no sea de otro mundo es una circunstancia
que no puedo afirmar ni negar, porque no soy como esos niños que
están naciendo y que recuerdan de dónde vienen y a qué
vienen. Lo único que puedo decir es que por alguna razón
yo no me acuerdo de nada, y lo mismo me da si vine de otro planeta o si
siempre estuve aquí. Lo importante no es de dónde una viene,
sino que una está aquí y que, vengamos todos de donde vengamos,
todos debemos hacer lo mismo: hacer el bien.
Llevado a Río para su cumpleaños,
y entregados otros ejemplares para productores, Paquitas, etc., nunca nadie
lo mencionó ni me respondió. Quizá el contenido era
inconveniente a cierta forma de pensamiento. No por saber eso, iba a esperar
que no se me diera ni las gracias, pero tal omisión encajaba en
mi percepción de lo que estaba sucediendo. Por lo tanto, no había
en ese silencio algo que pudiera sorprenderme, sino que me habría
sorprendido cualquier respuesta de alguien.
Otro cuento, o... ¿aquella misma realidad?
La sorpresa fue grande y grata cuando, meses después,
en octubre, día 3, llegó a mis manos la única copia
por entonces existente de un libro escrito a máquina, titulado Xuxa,
la magia de un ángel. Claudia Igoa, su autora, recibió
de mí con una emoción que por carta intentó describirme,
mi libro tan parecido al suyo. Nos habíamos encontrado dos seres
que pensábamos y sentíamos con claridad e intensidad lo mismo.
Y, entre otras coincidencias, vivíamos en la misma ciudad, y hasta
simpatizábamos por el mismo club de fútbol. Pero para que
nos encontráramos, tuvo que aparecer en mi camino alguien que venía
de más de mil kilómetros al sur, en la Patagonia; era una
contactada con extraterrestres y había leído aquella única
copia del libro, que estaba en Buenos Aires, en casa de una fan de Xuxa
a la que había visitado, y a la cual fui a ver la misma noche en
que supe esto.
La historia de Claudia y su libro merecen una historia
aparte, que tal vez publique algún día. Para dar alguna idea,
todo sucedió cuando la chica se curó de una parálisis,
a partir de la fuerza que encontró en el mensaje de Xuxa. Pero algo
anterior fue clave: una vez había soñado con una mujer luminosa
que llegaba, que le hablaba, que le decía que podía sanarse,
que debía luchar, vivir. Su rostro no era visible, o por lo menos
no recordaba haber podido verlo. Cuando Xuxa llegó a la Argentina,
Claudia sintió, percibió en ella a quien la había
visitado en el sueño. El personaje onírico se le había
presentado con un arco iris y un cristal; dos de los símbolos
que más definían a Xuxa y su mensaje. Pero había algo
más; acaso el detalle más contradictorio y enigmático
de este paralelismo: la mujer del sueño, oh, detalle: ¡no
era de este mundo!
En consecuencia, su libro muestra una Xuxa que se
mueve entre dos realidades: la terrena y la cósmica. Esa Xuxa es
una guía espiritual, que la lleva a la autora a recorrer mundos,
a enseñarle los secretos de la existencia, el valor de los sentimientos,
las posibilidades de una conciencia que despierte a la humanidad. Es la
Xuxa opuesta a ésa real que yo describo (que no está en papel
de guía, sino de guiada; pero guiada precisamente hacia su autodescubrimiento
de su guardada condición de guía, ya que por ahora se mantiene
confundida). Sin embargo, esta admiración superlativa de Claudia
hacia Xuxa, sólo parece exagerada en el plano físico, donde
la mente de Xuxa está a años-luz de esta historia literaria,
de esta aparente fantasía. Porque hay una realidad que para la chica
hubo en su "experiencia mística", y esa realidad es que el sueño
no parecía sueño, y la curación producida entre cassettes
de Xuxa y sus programas, es una experiencia que, no por ser física,
vaya a ser más real que la otra. Si hasta la confirma. Quien sepa
sobre bilocaciones, sobre la actuación que una parte de alguien
puede estar haciendo en otro plano mientras está mental y físicamente
en éste, comprenderá. Esa Xuxa cósmica de la que Claudia
habla en su libro, no es la que todos conocemos, sino la que ella conoció
en otra dimensión: la que no era un ser de este mundo.
Citaré algo del cierre del libro:
"A tres años de ese fantástico
viaje, debo confesarles que no la he visto nunca en el plano corporal,
sino que la he visto únicamente a través de una pantalla
de T.V.
Pero le estoy agradecida porque demuestra a cada
paso, que en esta tierra hay lugar para todas las almas y que podemos convivir
perfectamente".
"No sé realmente si fueron muchas las
personas que realizaron un viaje similar al que yo he realizado; pero tengo
la certeza de que muchos le agradecen su maravilloso mensaje, como así
también son miles quienes la respetan y aman sobremanera".
"Y a los jóvenes y adolescentes nos deja
una gran misión, la continuidad de su mensaje, el compromiso con
la vida".
"Hoy vi su último programa en mi país.
Vi y sentí todo el amor, la pasión, y los más puros
sentimientos que pudo cosechar. Y observé cómo desafiaba
al dolor y al pronóstico reservado de su lesión.
Se emocionó y agradeció tanto cariño;
y cuando sus incondicionales seguidores, entre canciones y lágrimas,
se transformaron en un manojo de manos que querían alcanzarla, ella
rió y lloró con la misma fuerza.
Yo, desde el otro lado de la pantalla, también
lloré.
Hoy, como muchos, pido a Dios que la bendiga
y que la ayude a concretar sus sueños más fervientes.
Y hoy, más que nunca estoy segura
de que Dios permite que algunos ángeles vivan en la tierra".
Poco después de haber leído mi cuento, agregó una página final aludiendo a su enfermedad, a su curación, y al sueño que había tenido:
"No fue para nada difícil, a los 15 años,
tener que elegir entre dos mundos. Entre el mundo de la mentira, la oscuridad
y la desilusión, y el mundo de sueños, de colores, de arco
iris y de lunas de cristales, me quedé con este último.
Un temprano dolor físico me ayudó
a descubrir que el cambio era posible.
Y el milagro se produjo con los colores del iris
y la imagen de un cristal.
Algunos años más tarde, este ángel
rubio e iluminado abrió las puertas de mi corazón sin pedir
permiso; me ayudó a realizar un fantástico viaje, y, a partir
de su presencia me demostró que mi mundo interior podía ser
posible también fuera de mí.
Relaté mi viaje cuando transcurría
el año 1991, y permaneció guardado en un cajón hasta
el 31 de diciembre de 1993, en que agregué la última página.
Para algunos seré una idealista sin remedio,
pero sé que para otros soy un medio de expresión de sus más
importantes sentimientos.
Este ángel es como vos y como yo, que
por el sólo hecho de habitar este mundo tiene su parte imperfecta...
...pero como muy bien lo ha expresado, el esbozo de otro ángel:
"LA OTRA PARTE, SU CORAZON, NO NECESITA
PRUEBAS".
Hice entregar en mano una copia del libro para Xuxa. Claudia nunca tuvo respuesta: se lo merecía, por "haberse atrevido" a expresar lo que su admirada parecía seguir resistiéndose a que se diga o se escriba sobre su posible otra realidad.
LA "MENSAJERA CÓSMICA" SEGÚN OTRAS VOCES
Variaciones escenográficas
El Show de Xuxa había terminado en
el 93, tanto para hispanoparlantes, como para los brasileños; más
de siete años de un programa que iba de lunes a viernes. Dada la
salud de la animadora, afectada en la columna vertebral, su trabajo en
el 94 fue reducido a un programa semanal, los sábados, sólo
en Brasil. El Xuxa Park, presentaba una curiosidad: el característico
plato volador había sido cambiado por una esfera de apariencia cristalina,
con los colores del iris, que se abría para que Xuxa saliera de
ella. Y el fondo de la escenografía estaba dominado por reproducciones,
en resina, de enormes cristales de cuarzo. Se habían cumplido más
de dos años desde que le efectuara a ella mi propuesta de colocar
cristales en la escenografía, lo cual en principio yo había
pensado en tratar antes con el escenógrafo, pero, ante su ausencia
el día en que pedí verlo, decidí derivar directamente
el asunto a Xuxa. A dos años y fracción, sin que la propuesta
le llegara, el escenógrafo tuvo también la ocurrencia de
trabajar sobre esta idea.
La opinión de un entendido
Mi amigo Mauricio Elías es conocido en el
ambiente de las modelos por su actividad como fotógrafo en castings
y desfiles, sus filmaciones y producciones televisivas, pero pocos saben
que pese a esas frivolidades entre las que se mueve, tiene un profundo
interés en lo espiritual, y altos conocimientos al respecto. En
una de mis charlas con él sobre el tema Xuxa (11-9-94) me decía:
"Cuando uno encara un trabajo, un programa de televisión,
donde uno tiene que estar, como en todos los programas de televisión,
en comunicación con el público, uno tiene que tender siempre
a seguir la línea que sigue la sociedad, en cuanto a todo tipo de
temas. En ese momento, en los primeros programas de Xuxa, estaba de moda
todo lo que se refiere a sectas pararreligiosas; el mensaje era el mismo
que el de la religión: era un advenimiento, era una espera de supuestos
seres que nos iban a venir a llevar, a los buenos, y los malos se iban
a quedar acá, o caer en los fuegos del infierno. Eso es lo que dicen
los libros religiosos. Y ellos dicen lo mismo, sólo que en vez de
decirles ángeles, dicen extraterrestres.
Después de esto es como que la gente ya no
le da mucha bolilla con el correr del tiempo, y ya la gente pasa a afirmarse
más sobre la tierra y a darse cuenta de que eso no es tan importante,
sino que más importante es un desarrollo psico-espiritual, sin importarle
a uno en qué momento va a llegar la muerte de uno; si va a llegar
por un fin total de la humanidad, o si va a llegar por un fin natural de
uno. Entonces, la persona comienza a darle más importancia a un
trabajo psicológico e intelectual, que eso hace a un enriquecimiento
espiritual. Por eso, en estos momentos, los programas de ella están
más encarados hacia esos temas; todo lo que se refiere a energía,
al mundo espiritual, en contacto con la naturaleza, en contacto con...
bueno, con los temas de las piedras, la composición energética
de las piedras, que hace una armonía entre el ser humano y todo
lo que lo rodea.
El tema del plato volador representó un momento,
una moda; una moda que estaba buscando la gente, una esperanza. El hecho
de tener fe en algo, sin saber en que volcar esa fe, es una necesidad espiritual
de la gente. Pero como toda etapa, son etapas que van pasando".
¿Y el hecho de mostrarla a ella como una
extraterrestre? Porque obviamente, un plato volador no es de acá,
es de otro lado...
"Sí, todo individuo necesita siempre tomar
un modelo. El individuo tiende a endiosar ese modelo, porque necesita apoyarse
en ese modelo, para salir adelante, para crecer. Con el tiempo, el ser
se da cuenta de que ese modelo sólo es un vehículo para que
él mismo pueda progresar y evolucionar. Y eso es un poco lo que
está pasando: sí, la ven a ella como una mensajera de todo
este tipo de cuestiones de índole espiritual; en ese caso era ella
un extraterrestre, que daba mensajes, muy lindos mensajes para los chicos,
para un mundo mejor."
¿Y el hecho de que ahora no salga de un
plato volador, sino con una escenografía de cristales?
"Y... es un poco que la han humanizado más
a ella. Primero era una semi-diosa, una extraterrestre, una persona que
es más que un ser humano, porque es una extraterrestre, con otras
cualidades, otras virtudes. Y ahora, ella es más terrestre, más
humana; es como que está más cerca de la gente que antes.
No tan idealizada, como un advenimiento de una era de seres extraterrestres
que nos rescatan y que nos dan un conocimiento, sino que más humana
y más cerca de la realidad, más cerca de todo eso que habíamos
hablado: de las piedras, de la energía, de la composición
química de las piedras, de la composición química
de la materia... o sea, más humana, más cerca de la realidad.
El ser humano se ha establecido más cerca de la realidad y se ha
alejado un poco de la mística, que es lo que lo saca al ser humano
de contexto, lo que no lo hace razonar, digamos, con la realidad."
Sin embargo, ¿Podría verse al cristal
como místico en parte?
"El cristal, sí, se lo toma también
como místico porque la espiritualidad del ser es mística
también; el ser, todo lo que no puede tocar y no puede ver con los
sentidos, lo tiende a ver como algo irreal y fuera de toda realidad, como
una ilusión."
Sería como que el plato volador está
más fuera de los sentidos que el cristal, porque (éste) es
más del mundo físico...
"El plato volador, sí, sí, pero sigue
siendo una ilusión, porque es como un deseo el plato volador. Una
piedra es más palpable, se puede tocar. Y si uno comprende como
está formado todo el universo, está formado por electrones,
que son algo que no se puede agarrar, no se puede tocar, sino que también
forma parte de una esencia que forma parte de una tridimensión en
que se densifica en forma de materia. Yo lo que puedo apreciar es que en
la actualidad ella (Xuxa) está más cerca de la realidad,
y que, considero yo, que es lo que busca la humanidad. A la humanidad uno
no le puede hablar en estos momentos, de que nos van a venir a buscar,
que nos van a venir a rescatar, que hay que hacer el bien; yo creo que
la humanidad, aparte de eso, requiere otra cosa: requiere un proceso de
conciencia, requiere un conocimiento, una educación; una educación
intelectual que le dé un desarrollo espiritual. Eso es lo que está
buscando ahora la humanidad, y es lo que ella le está queriendo
dar a la humanidad también."
Es como que la nave representaría la búsqueda
de algo en el más allá, mientras que el cristal estaría
en el más acá...
"Exactamente. Sí, la realidad es ésa."
Y desde la perspectiva del escenógrafo,
¿esto habría surgido inconcientemente o marcaría un
propósito conocido por él, de lograr ese efecto? Es decir,
¿esto se hace a nivel intuitivo, las cosas salen así porque
hay alguna fuerza interna que hace que a alguien se le ocurra poner un
plato volador o un cristal de cuarzo, o acá hay alguna elaboración
mental?
"No, acá hay una elaboración mental.
Para poder crear una escenografía primero hay que tener un conocimiento
al respecto del tema que se está tratando. Acá hay un conocimiento
grande sobre el tema, y obviamente, yo considero que está manejado
por un grupo de gente. Ese conocimiento no es innato, sino que es adquirido,
porque vos fijate cómo se ha manejado la cuestión: ella primero
empieza como una mensajera, da mensajes, aparece como que baja de una nave
extraterrestre, y ahora el tema se ha profundizado un poco más;
se ha profundizado porque es como que esa extraterrestre se hizo humana,
está en la tierra. Y está en contacto con todos los materiales
que conforman la Tierra, con los minerales por ejemplos, con las piedras.
Y para poder hablar de eso hay que tener un conocimiento; ese conocimiento
no es innato, es adquirido; adquirido o por otra persona o por esa misma
persona. No es nada innato, es una cosa elaborada. Como cuando uno hace
un estudio, también, de marketing, no hay nada innato en eso."
Es decir que han querido mostrar una imagen de
una nueva Xuxa...
"Sí, sí, exactamente, más acorde
con los tiempos que se están viviendo actualmente. Yo creo y considero
que el hecho de que baje un extraterrestre a la Tierra, en estos momentos,
no creo que le interese a mucha gente, no creo que a toda la gente le interese.
Lo que si a la gente le interesa es el proceso interno que pueda desarrollar
un individuo y que lo haga crecer, no el hecho de que digan: bajó
un extraterrestre y dio lindos mensajes, y si hubo un extraterrestre e
hizo un milagro o no lo hizo, a una persona no le puede servir, no le sirve.
Yo creo que lo que le sirve a una persona es que ese mensaje para él
sea práctico y lo pueda aplicar en él, que pueda aplicar
un conocimiento en él, que pueda valorar todo lo que tiene la naturaleza,
que toda la composición química y en cuanto a composición
espiritual, energética de todos los objetos, forma parte de él
también, porque él está dentro de la tridimensión;
que aprenda a vivir en armonía con todos los elementos y pueda llevarlo
a la práctica. Que sepa que una piedra a él le sirve, porque
está compuesta también por materia y está compuesta
por energía; que el agua no solamente es un líquido sino
que también tiene energía. Que sepa lo que justamente el
hombre no sabe en estos momentos, el hombre ha separado la espiritualidad
por un lado y la materia por el otro, y se ha quedado con lo que puede
conocer y lo que puede ver, que es la materia, que es lo que nos enseñan
desde que vamos a un colegio primario, secundario, a una universidad, y
cuando vamos a hacer un trabajo solamente hablamos de cosas materiales.
Pero el ser ha dejado de lado todo lo que Oriente, por ejemplo, lo tomó
como algo primordial, que es la esencia del ser, que es la energía,
el impulso-vida. Y lo que ahora Occidente quiere hacer es vivir una fusión
materia-espíritu, que esa densidad del individuo sea un poco más
espiritual. Eso es lo que yo veo en los programas, por ejemplo en el caso
de Xuxa. Que lo que pasó en programas anteriores de ella, ese vuelco
hacia que ella bajaba de una nave, eso es común; es común
porque la persona que no está enriquecida espiritualmente tiende
a volcarse de golpe a la mística, porque ve a la mística
como algo... lo sobredimensiona, digamos. Ese sobredimensionamiento da
lugar a la adoración de ídolos, ese sobredimensionamiento
da lugar a que el hombre tienda, justamente, a endiosar a las personas.
Necesita el hombre eso, porque está carente, afectivamente, espiritualmente,
está carente de esa fuerza del espíritu, porque él
es débil. Una persona que está intelectualmente educada,
que espiritualmente ha realizado procesos de consciencia que lo han enriquecido
y lo hayan elevado espiritualmente, no necesita eso. No necesita que le
digan que tenés que portarte bien y hacer lo que te van a decir,
porque si no, los extraterrestres que van a venir mañana no te van
a llevar. Entonces eso ha sido, es una cosa lógica y común:
cuando el individuo está en pasión, necesita que baje una
nave y baje un mensajero de esa nave. Pero llega un momento en el que el
individuo deja esa pasión de lado y comienza a educarse espiritualmente
e intelectualmente y comienza a desarrollar su personalidad de una forma
más firme, más fuerte, y no necesita de todas estas cosas."
"Por eso este vuelco; ahora, eso es un cambio bastante
grande, el hecho de que ella haya tomado conciencia y que hable de... que
tenga una escenografía, el ambiente que la rodea a ella, que sea
más terrícola digamos, o humana, con piedras y con cuarzo."
Cuestiones acuarianas
Yo viajaría a Río en octubre, y trataría de ver al escenógrafo para que me diera su explicación de todo esto. El jueves 13 le dejé una carta en la producción del programa, y el viernes 21 pude localizarlo allí mismo. Salió, acompañado por Marlene Mattos, y fui con ellos hasta el Teatro Fénix, de la TV Globo. Entramos como a las 15.00, en que Xuxa haría una grabación a puertas cerradas. Éramos unos poquitos allí, entre ellos unos cinco o seis argentinos, a los que yo conocía. Mientras esperaba que el escenógrafo se desocupara para que conversáramos (lo cual sucedió recién a las 21.30), conocí a dos músicos autores de varios de los temas del recién editado último disco de Xuxa. Uno era Cláudio Matta, a quien le contaba mi visión de un universo en conflicto, donde no podía caber la idea de un Dios feliz de ver mundos como éste en la enfermedad en que están. Cláudio parecía no coincidir, y su compañero, Álvaro Socci, citó una frase de una de sus canciones ya editadas en una placa anterior de Xuxa, donde decía "Deus não deve estar nada contente, uma parte de sim está doente". El tema se llamaba "Terra e coracão", y yo lo conocía del año anterior. Hablándoles de la relación de la cuestión Xuxa con la Era de Acuario, Álvaro me habló de uno de sus temas, que estuvo a poco de ser incluido en el último disco de Xuxa (Sexto Sentido); el tema se llamaba Aquarius (!).
La conversación con el escenógrafo
transcurrió en una oficina, mientras Xuxa continuaba con su grabación.
Lo siguiente fue lo sucedido.
Entrevista a João Cardoso, en oficinas de TV Globo, Río, 21 de octubre de 1994
¿Cómo es esta idea de hacer así,
una escenografía que presente ese tipo de imágenes?
Cuando nosotros pensamos sobre este decorado, había
necesidad de hacer como si fuera una caverna, una gruta mágica.
Entonces teníamos que utilizar todos los elementos que... no es
que uno no supiera, uno comenzó a escoger los elementos que dieran
esa idea de magia, que pudiera darnos idea de elementos que entrasen en
contacto con planos más elevados, con planos etéreos. Entonces
fue ahí que uno empezó a trabajar con los cristales.
Nacía de una caverna, dijiste.
Dentro de una caverna. Yo tenía que crear,
como si fuera así: el ambiente donde Papá Noel vivía,
una de las residencias de Papá Noel, sería dentro de esa
caverna. Es como si fuera... ella escondería como una fuente de
informaciones, tanto del pasado, del presente, como del futuro. Entonces
quiere decir, ¿cómo es que uno iría a mostrar eso
de forma mágica? El nombre era "caverna mágica", "gruta mágica".
Entonces, tenía que crear toda esa atmósfera de sueño,
de todo... Entonces, quiere decir: una de las cosas que imaginé,
de donde Papá Noel, en el plano físico, pudiese captar energía
para poder pasar para todas las personas, poder saber del futuro de las
personas, es decir, para poder hasta aconsejar a las personas, sería
a través de un cristal, que sería el receptor de esa luz
divina, ¿entendió? Entonces a partir de ahí fue que
uno comenzó a usar.
¿Tenía relación con Jesús
también? La caverna del Niño Jesús... Jesús
cuando nace; ¿tiene que ver la caverna?
No necesariamente; fue una cosa muy intuitiva.
Porque hay personas que aseguran que no fue en
un pesebre, que fue en una gruta que él...
Que él nació, ah, sí. Yo no
sé; sólo sé que... sólo puedo decir que fue
muy intuitivo.
Inclusive, hay alguien en Río de Janeiro que se llama Francisco
Bostrom, que escribió un libro sobre cristales (El mago de los cristales).
Él dice que la palabra "cristal" viene de Cristo.
Ah, puede ser, puede ser...
Ahí tú puedes haber captado intuitivamente.
Puede ser... Lo que yo sé, que aprendí
durante un tiempo, es que "Cristo" es un estado elevadísimo de la
espiritualidad.
El estado crístico.
Exactamente. Entonces, quiere decir, un día
todos nosotros seremos cristos. Pero eso, con experiencias y experiencias
para nuestra alma. Pero... es posible, ¿no? que tenga que ver, ¿no
es? El cristal, como todo el mundo habla, es uno de los elementos más
puros que la propia Naturaleza puede crear. Irradia salud, irradia buenos
fluidos, de acuerdo con la manipulación que uno tenga con él.
¿Hace cuánto tiempo tienes todos
esos conocimientos de cristales?
¿Yo? hace poco tiempo (ríe). Después
de que yo fui a hacer ese trabajo, esa cuestión del cristal fue
una cosa tipo así...
Artística, decorativa.
Sí, y también fue muy intuitiva.
Simbólica.
Simbólica, exactamente.
Transparencia, pureza, luz.
Exactamente, exactamente.
Y de ahí halló la parte mística,
alguien te comentó que tenía otras...
Exactamente.
¿Y quién fue?
Bien, comenzó, la verdad, con mi mamá.
¡Ahá!
Ella manipula mucho, a ella le gustan mucho las
piedras. Ella manipula, el cristal le gusta. Entonces yo creía antes
que era un hobby de ella, pero después comencé a percibir
que tiene realmente una fuerza mayor. Inclusive, en casa yo ahora tengo
varios cristales: cuarzo, cuarzo rosa, amatista, todo. Yo gusto. Y por
ese trabajo también es que yo fui...
¿Tú fuiste el creador de la escenografía
que después fue hecha para este Xuxa Park?
Fui.
¿De ahí mismo?
Fui. Quiere decir: cuando uno utilizó los
cristales en el escenario de Navidad, Xuxa se entusiasmó tanto,
que en el año siguiente ella quería hacer un trabajo con
cristales.
Ah, ella tuvo la propuesta entonces.
Sí. Lo de este Xuxa Park fue un pedido de
ella.
Ahí ella pensó una cosa más
grande todavía.
Mayor todavía. Ella gustó tanto, quedó
tan encantada con el trabajo que uno hizo dentro de esa gruta, que ella...
"Ah, yo quiero tener un escenario que tenga muchos cristales". Y a partir
de ahí es que fue creciendo. Y ella comenzó a hasta convivir
más con eso, comenzó a despertar, a descubrir hasta la potencialidad...
Trascendente.
Trascendental que ella posee. Unos usan mediumnidad,
otros magnetismo, otros... qué se yo... Xuxa tiene eso.
Cuando tú dices que ella comenzó
á interesarse más...
Sí, porque ella siempre tuvo... sólo
que ella nunca paró para analizar. Ella ya viene de otros años.
Yo siento eso, que ella viene de otros años...
Ella ha hablado en el programa, de eso.
No, no ha hablado. Ella habla más de shows.
Tú percibes: ella tiene, Xuxa tiene unas cosas así medio...
Nilton (Gouveia, de la producción), me dijo que está
muy mística este año.
Yo pienso que, la verdad, Xuxa siempre tuvo un poder
enorme, un magnetismo enorme. Yo pienso que es una dádiva, ¿no?;
ella ya nació con ese don. Sólo que ahora ella paró
más para percibir ese poder que ella posee.
Yo pienso que ustedes, los que están en
torno de ella, son los que tienen que crear las condiciones para que ella
pueda aflorar ese potencial. Sin ustedes ella no podría haber conseguido.
Por eso la síntesis es hecha aquí.
Ah, puede ser (ríe), puede ser. Dicen que
no existe casualidad en el mundo...
Eso que está en el librito que te mandé:
que escenógrafo, director de cine, músicos, todos veían
en ella el personaje estratégico para que, a través de él,
se realizaran los ideales de cada uno. Tú como escenógrafo
puedes tener un ideal que, a través de ella, consigues realizar.
Puede ser, puede ser; realmente ella me estimula
para eso. Ella... mucho, es verdad. Es gracioso que... realmente una cosa
casi a nivel inconsciente, como tú ves. No es sólo trabajo,
¿entiendes?, se desenvuelve... qué se yo, acontece una necesidad;
tu conciencia interior pide para que tú eches mano en esas informaciones
que están en lo inconsciente de cada uno.
Otra cosa: el cambio del plato volador de tantos
años; desde el inicio estuvo el plato volador, ¿no? ¿los
primeros programas del año 86, por ahí?
Ahá.
¿Por qué cambia? Ustedes colocan
ahora algo que es como si fuese de cristal también, que ella sale...
Es una iris. Es porque, en verdad, la propuesta
de escenario este año, quiere decir... uno siempre hacía
que Xuxa llegase a determinados lugares, con la nave. Es eso que, la verdad,
las cosas hablan más en forma intuitiva. Pero la forma de uno explicar
eso en el plano racional, es así: Xuxa siempre llegaba a determinados
lugares y transformaba, ¿no es así? Y esa vez, uno comenzó
a imaginar... a ir a de donde ella vino. Es decir, el escenario ahí
sería tipo así: los portales, las cercanías, los sitios
más próximos de donde ella realmente, ella podría
vivir.
En todos los otros trabajos, nosotros siempre hicimos
así: Xuxa viene con su plato volador.
Como que viene de fuera de la Tierra.
Sí, viene de fuera, y llega a determinado
sitio, y transforma aquel sitio, ¿eh?
Las personas, todo.
Las personas, los colores, todo.
Y ahora ella sale...
Ahora nosotros estamos YENDO A BUSCARLA DONDE ELLA,
DE DÓNDE ELLA PODRÍA VENIR. (las mayúsculas destacan
el tono de voz).
"Foi até o infinito no meu disco voador..."
¡Siií!... (riendo).
"...lá acima eu descobrí de ónde
eu vim, pra ónde eu vou".
Sí... es por ahí.
Entonces ella es como que sale del cristal (...)
¿y ahí ella?
Llega... sería el patio de entrada de su
residencia, en su casa. Y aquella... como está el decorado, sería
los portones de entrada de su castillo, que podría estar muy después;
todavía no hicimos.
Ese castillo estaría en otro mundo.
Sí, puede ser, de otra dimensión,
otra esfera.
Y la diferencia del mensaje entonces sería
que, todos estos años, era como que ella llegaba aquí a dar
un mensaje.
Sí.
Y ahora es como que ella está volviendo
a su origen.
Sí, puede ser, puede ser.
Tú hallas que la misión está
terminando, entonces.
(ríe)
Intuitivamente...
No sé, no sé; puede ser que, en mi
cabeza, sería una nueva etapa. Es que, en verdad, para nosotros,
la misión de Xuxa no... todavía falta mucho. Está
pasando por una nueva fase, no sé si me comprendes.
¿Será que ella está más
asentada en la realidad ahora?
Mm... me parece que sí...
Porque ella puede ser más mística
en el pensamiento, pero tiene cosas que parecen más concretas ahora.
Sí, sí, va quedándose... para
nosotros, más madura ¿no? Ahora me parece que está
empezando a poner las cosas en su equilibrio.
¿Será que el cristal, como elemento
que es de la Tierra, a diferencia del plato volador, que no es de la Tierra,
tenga algo que ver con eso de estar más en este sitio, que aquel
mensaje de que ella llegaba de otro sitio, o no sería?
No sé, no sé... puede ser... Lo más
importante de todo es que el cristal es pureza, para nosotros significa
pureza...
Elevación.
Elevación, pureza, todo. Entonces... no sé
si es exactamente eso. No sé si es eso. Me parece más que...
eso mismo: pureza, una forma de contacto celestial, esas cosas.
Ahora, todo lo que tú hablaste, tu pensamiento
particular de que ella viene para cumplir una misión, ¿todo
eso ya desde el año 86 fue pensado escenográficamente, como
una propuesta, o fue un descubrimiento posterior?
No, no: una después de la otra. No. Jamás.
Cuando nosotros estamos haciendo un trabajo, jamás pensamos que...
No tiene nada programado por nosotros. Es una cosa...
Espontánea, es hecha espontáneamente.
Espontánea. Incluso nosotros hablamos mucho.
En los últimos trabajos Xuxa habló mucho sobre... ¿sabes?,
hubo una interrelación muy fuerte entre nosotros y Marlene, Xuxa
principalmente. Muy fuerte.
Porque tú hablaste convencido de que ella
viene de fuera para cumplir una misión.
Bueno... (ríe) no sé, bueno, es el
trabajo que nosotros hacemos; no sé si eso pasa así.
Si es así o no es así, ahá.
Pero los trabajos que hacemos, es así, en
ese ritmo; para mí en ese ritmo. De esta forma, ¿comprendes?
Ahora, que me estás hablando, estás poniendo en mi cabeza
algunas cosas pero que... puede ser que sí: yo pienso que Xuxa tiene
una misión, realmente. Ella descubrió una cosa que tenía
que hacer y está, puede ser que ahora más clarito en su cabeza
que... alguna cosa tiene que hacer en este mundo.
Parecería que algunos de los músicos
que hacen las canciones para ella, pensasen que ella viene de afuera, que
ella tiene una misión respecto de la Nueva Era, el Nuevo Planeta,
como que para los músicos esos mensajes ellos pasan a través
de Xuxa, el mensaje para los niños, como que Xuxa es preparatoria
para eso.
Puede ser, puede ser.
Parecería ser que estos músicos,
Paulo Massadas, por ejemplo, Michael Sullivan...
Michael Sullivan, puede ser; me parece (ahora como
yo soy una persona espiritualista), todos nosotros tenemos una importancia
en el Universo, si no, no existiríamos. Ahora, algunas personas
tienen más peso.
Más determinación.
Y más peso; puede ser que sean más
antiguas. Entonces, me parece que Xuxa sería una de esas personas.
No solamente ella, pero que ella es una de esas personas. Me parece. Yo
me siento dentro de ese universo.
Yo también (lo veo así), por eso...
estoy hablando con un escenógrafo, porque para mí un escenógrafo
es importante. Inclusive un escenógrafo, un músico, para
mí son tan importantes, que el mensaje que Xuxa transmite, no sería
el mismo, si no fuera por las imágenes y por las músicas.
Ah, sí.
Porque personas que juegan con niños,
puede haber muchas, pero lo que diferenciaría a Xuxa de otras animadoras,
es la variedad y cantidad de canciones que ha hecho. Yo pienso que la parte
musical es muy importante.
Es verdad, es verdad; muy importante. La imagen
y el sonido, es verdad.
Por eso pienso que los músicos, y todos...
personas así de producción de aquí son todos (río)
iluminados.
¡Mm... por Dios! (ríe) ¡Dios
mío!...
(...)
Pero yo pienso que... ahora tú realmente
tocas una cosa seria. Realmente yo pienso que acontece esto a uno: uno
es llegado a eso, es impresionante. Es como si fuese así: el movimiento...
es decir, si uno no hiciera eso, parece que alguna cosa está en
desequilibrio, qué se yo. Uno es llevado a hacer, a actuar de esa
manera, a crear de esa manera, ¿entendiste? Qué se yo; es
impresionante eso.
Hace tres años que yo no pisaba aquí
la Globo para ver a Xuxa. Inclusive, si tú no me hubieses invitado
a pasar aquí, yo no podría haberla visto. Es como que siempre
hay una fuerza que me conecta con ella, para hacer estas cosas, hacer el
libro...
Ahá; hay mucha gente que tiene esa...
Siempre llega alguien, llega información...
Sí, es impresionante. Es gracioso (...) pero
uno es llevado a producir de esa manera. Yo estoy hasta acordándome
de algunas creaciones que acontecen, a veces durante sueños; ya
aconteció ver escenarios para Xuxa, que ya hasta hice en sueños.
Ellos surgen en sueños. Algunas cosas así.
Y después tú hiciste.
Y yo ya miré cosas en sueños que todavía
no hice. Hay cosas así, impresionantes.
¿El año que viene tiene idea de
cambiar la escenografía, o no se sabe si va a ser hecho el programa
en el Brasil?
No sé, no sé. Cada año uno
tiene que (...) puede ser.
Está muy linda, una lástima sería
que cambiase.
Ah, sí (ríe).
Por primera vez, la escenografía no fue modificada
al año siguiente, y se la mantuvo también en años
posteriores, definiendo una imagen y un mensaje.
Cambios y definiciones escenográficas
El programa Xuxa Park, en el 97, combinó una pequeña innovación con una reaparición: por un lado, Xuxa saliendo de una pirámide y no ya de aquella esfera iridiscente cristalina. Por otro lado, la animación computarizada, con el plato volador como en los viejos tiempos. La pirámide, con un interior metalizado iridiscente, como los CD. Por fuera, plateada y con triángulos equiláteros formando una trama. Inconfundible símbolo de fuerzas energéticas, vinculado con inteligencias cósmicas que operan en la tierra desde la antigüedad. Rodeada de cristales, mantiene el mensaje de la escenografía anterior, que no cambió en esa parte. Parece ser que la perdurabilidad de esos cristales durante los tres ciclos desde el 94, habla de una definición en el mensaje. Si cada año la escenografía era renovada, pero la nave era mantenida, y eso ahora ocurre con los cristales, así como antes el mensaje era la procedencia cósmica de Xuxa, ahora se pasa a lo espiritual, lo energético de su naturaleza y su propósito. Vuelve la nave y, con los cristales, se sintetizan ambos mensajes: lo cósmico y lo sublime.
LA IMAGEN MÍTICA
Endiosamiento
La imagen de diosa extraterrestre que le fabricaron,
se volvió contra su deseo de ser "de carne y hueso". El "plan Marlene
Mattos" -la manager- parecía limitarse a la imagen de super mujer
inalcanzable. Yo le propondría algo por lo cual no sería
valorada por su figura, sino por lo que transmitiera: lo importante no
sería "ella", sino "su" mensaje, que no sería tan suyo, sino
universal. Porque una cosa es el transmisor y otra cosa es lo transmitido.
Y a mí lo que me interesaba de Xuxa era su papel de comunicadora,
en función de lo que podría comunicar sobre la vida, no sobre
sí misma. La transmisión de virtudes y espectacularidades
personales puede ser muy deslumbrante, pero es preferible alumbrar a deslumbrar.
Porque ser deslumbrante no ayuda al deslumbrado a manifestar su propia
luz. El deslumbrado queda invadido de una "luz" externa que, al estimular
la admiración, eclipsa la mente, impidiéndole observar con
claridad. En vez de esclarecimiento, el deslumbrante genera confusión,
por lo que la supuesta luz que proyecta es, en realidad, oscuridad. El
deslumbrante encandila, enceguece, y esa ceguera sólo difiere de
la negra, en que se ve como un fogonazo blanco, que es la otra forma de
oscuridad: la de la luz que quiere brillar más de lo que debe. Tal
fue el problema que tuvo Lucifer ("portador de luz") que no se volvió
oscuro por falta de brillo, sino por exceso: él podía ser
un nuevo eje autosuficiente, un ser endiosable.
El endiosamiento del ídolo, artista, deportista
o lo que sea, reedita en el plano terrenal aquella génesis cósmica
del Mal. No se habría perdido el orden universal a partir de una
nueva deidad brillando en exceso, de no ser por el deslumbramiento de los
que la aceptaron. No hay líderes de sectas, ni sectas, sin seguidores
que los endiosen. Lo que el deslumbrante hace -diablo, ídolo popular
o líder sectario- es usufructuar la potencialidad de deslumbramiento
que los seres tienen por naturaleza, y que se manifiesta cuando están
dadas las condiciones. Dejando de lado las condiciones por las cuales ángeles
y seres cósmicos en general fueron deslumbrados por el Diablo, limitémonos
al plano humano y veamos cuáles son las condiciones necesarias para
ser deslumbrado y usufructuado por el deslumbrante.
El individuo que idolatra, cree ser un planeta necesitado
del brillo de su estrella, sin la cual se siente apagado; cree que su alegría,
su estar bien, pasa por la transmisión de "energía eléctrica"
con que su ídolo le enciende su luz. Vale decir, que descubrió
tal energía en la otra persona y se conecta a ella para recibirla.
Si hubiese descubierto el mismo potencial dentro de sí, la conexión
le hubiera sido innecesaria. Pero no, no estaba en condiciones de conocerse
a sí mismo, de sentirse tan estrella como el que más, o de
percibir que su admirada estrella era tan planeta como el que menos. Pues
todos somos centrales y orbitales en la vida, ejes y circundantes, según
las circunstancias.
Por lo tanto, para que de esta falta de conciencia
pueda sacar provecho el deslumbrante, necesita que el deslumbrado permanezca
en la confusión. Una mente confundida, incapaz de ser conciente
de sí misma y de lo que el mundo le propone, se logra mediante cualquiera
de los medios de difusión y educación que poseen los manipuladores
de la sociedad como mercado. Ser consumidor de ídolos deslumbrantes
es proporcional a la incapacidad de ser productor de ideas alumbrantes.
Quien produce alumbramiento de conciencias, desactiva potenciales consumidores,
transformándolos en nuevos productores y transmisores de claridad
mental. Eso le resta gente a los ídolos, y eso está funcionando
como fisuras en la sociedad de consumo, que los que la manipulan no pueden
evitar. Es menos perceptible que las usinas generadoras de ídolos
y sus líneas y torres de alta tensión por donde se los impone,
pero las fisuras están, y por ellas circula el pensamiento de los
que tratamos de no deslumbrarnos y de ayudar a otros a no ser deslumbrados.
Porque los que para esto estamos, no pretendemos
deslumbrar, sino alumbrar. Y alumbrar es esclarecer.
Presentar a Xuxa como persona deslumbrante e idolatrada
por todo lo hasta aquí explicado, sería simplista y condenatorio.
Sería absolutismo en la interpretación del problema, cuando
el relativismo necesario para comprenderlo plantea el otro lado, el beneficioso,
de la idolatría a Xuxa. Porque limitarse a observar el lado negativo
del endiosado, impediría considerar, además, las ventajas
que esta sociedad de consumo ofrece a la transmisión de valores
positivos mediante la figura idolatrable. Sin detenernos en el eclipse
mental que Xuxa produce en el fanático admirador, veamos el otro
lado, el de la claridad mental, la conciencia de muchas cosas sobre la
vida, el ser y el Todo.
Ídolos como Xuxa pueden ser objeto de infinidad
de críticas a la dependencia mental que generan. Pero ya que el
sistema de mercado los hace surgir y los mantiene inamovibles, por lo pronto,
resulta más beneficioso pensar en qué se puede hacer para
que esa idolatría rinda frutos que la gente pueda cosechar. Por
nuestra parte, los que le hemos acercado literatura destinada al desarrollo
interior y a la nueva conciencia, hemos tratado de apostar a la utilidad
del ídolo. La persona idolatrada sería más inútil
y perjudicial para la sociedad, si no se sacara provecho de todo lo bueno
que tiene para ofrecer. Y, paradógicamente, mucho de eso bueno no
podría ofrecerlo si no fuera esa idolatrada estrella con posibilidad
de llegar a millones de personas. Si alguien "Allá Arriba"
tenía esto como fin, se justifican entonces los medios.
A quien idolatra a Xuxa, si algún día
dejara de endiosarla, por lo menos el haber estado tan fanatizado le habrá
servido para prestarle atención y aprender ciertas cosas. Un día
la idolatría pasa, y quedan esas cosas.
Mi hipótesis de trabajo en cuanto a la utilidad
del fenómeno Xuxa y cómo aprovecharlo, es justamente la imposibilidad
de que, para muchos, se acceda al conocimiento de dichas "ciertas cosas",
sin este fanatismo como requisito para atender a lo que Xuxa transmite
de positivo. Y el presente trabajo plantea, sin embargo, una posibilidad
intrínseca de esta entrada en el campo magnético de Xuxa
y la obtención de cierta información y valores: la paradoja
de que esa información y valores adquiridos del mensaje de Xuxa,
actúen como fuerza centrífuga capaz de alejar al seguidor,
al fan, al que idolatraba, del campo magnético de la estrella, pasando
de planeta que era, a brillar con luz propia. Quien haya seguido, escuchado
y comprendido lo esencial del mensaje que Xuxa propone, sabrá que
eso es el amor, que no permite idolatrías inventadas, vendidas y
compradas, con la consecuente servidumbre o esclavitud psicológica.
Como todo guía espiritual que genera tanta atracción, Xuxa
ofrece valores que permiten a quien los cultive, darse cuenta de que el
trabajo del guía terminó para él; él ya sabe
orientarse por sus propios medios.
No es frecuente para los niños encontrarse
con padres o maestras de escuela que hablen de cosas espirituales, de fuerzas
positivas, de la capacidad que la mente tiene de realizar sueños
si se lo propone. No de la forma en que Xuxa lo llegó a hacer después
de años en televisión y de vinculación con personas
que la fueron orientando, nutriéndola de valores trascendentes mediante
conversaciones, cartas, libros y hasta canciones que le compusieron. No
es frecuente tampoco para los adolescentes escuchar en el colegio estas
cosas. Y ahí estaba Xuxa, para decirles lo que ni en sus casas,
ni en la escuela podían escuchar y aprender.
Y en esta relatividad de la idolatría, en
cuanto a su lado desventajoso para la sociedad, y las ventajas en contrapartida,
mis definiciones sobre la estrategia de canalizar a esta persona con fines
útiles a la humanidad, partían del principio de que "los
pensadores influyen sobre los artistas, y éstos sobre las masas".
Mítica y natural
La imagen de Xuxa tiene algo de mítica y algo
de cuento de hadas. La parte mítica sería la sobrenatural,
ya que el mito es, en cuanto al personaje caracterizado como tal, superhumano,
posee virtudes que una persona común no posee, hace cosas que nadie
haría. El personaje del cuento de hadas, en cambio, tiene la humanidad
de cualquiera, y lo que vive le puede suceder a cualquier persona.
La Xuxa del mito, la que es vista como una persona
especial, única, dotada de un don misterioso y sobrenatural, es
una semidiosa, una superheroína, alguien que tiene un poder secreto.
La Xuxa como personaje de cuento de hadas, es la "princesa" que recorre
el laberinto de dificultades en la vida, o que espera en la torre de marfil
la llegada del "príncipe azul". Mientras tanto, es salvada de la
tristeza por el lector del cuento: es un cuento interactivo donde el personaje
está en comunicación con el que sigue la historia (el público)
y es por él que vive una alegría o felicidad en compañía
de muchos, al no tener su amor para vivir íntimamente otro tipo
de sentimiento.
Como mítica que es, esa soledad es producto
de la inexistencia de algún hombre mítico a su nivel. Y eso
no es cosa de gente de la calle. Nadie vivirá una historia de esas:
es una historia con magia, para la leyenda. Sólo los míticos
Pelé y Senna tuvieron lugar -y determinación- allí.
Pese a todo, como subyace la idea mitológica
de que Xuxa está para una misión, toda privación y
postergación se hace comprensible y admisible desde este punto de
vista. Por lo tanto, las postergaciones amorosas serán incorrectas
para una humana normal, pero son necesarias a la idea y a los fines de
una "humana" sobrenatural. Y una persona así, no es modelo a imitar,
porque trasciende la condición humana: no está para brindarle
a los niños un ejemplo de lo que deberán ser y hacer cuando
crezcan, sino para ayudarlos a vivir felices mostrándoles una forma
de actuar en la vida, con alegría, esperanza, fe en los sueños.
Un mensaje celestial, con escenografías y vestuarios creando climas
cósmicos, y con esas canciones de contenido espiritual. En este
sentido, no pretendía ser modelo a imitar: sólo era modelo
de una clase de ser que habita en mundos mejores, como si quisiera decir
que "este mundo va a ser mejor, porque hay mundos mejores y yo vengo de
uno de ellos; crean en mí, y creerán en que el futuro será
mejor". Para una propuesta optimista, nada mejor que alguien que testimonie
la existencia en alguna parte, del ideal que se desea alcanzar. Una Xuxa
cósmica, amorosa, está indicando que hay mundos de amor.
Si en otros se pudo lograr el amor, por qué no en éste...
Esta fantasía del personaje del plato volador,
se corresponde con la vida real de una Xuxa que vive para su trabajo (misión
- niños) más que para sí misma, y lleva el sello de
los enviados, los santos, los mártires, los que, en fin, han sacrificado
sus aspiraciones personales dedicándose al servicio de la humanidad.
Los que han venido a ayudar, por más penurias que debieran sufrir.
Los que no vinieron como modelos a ser imitados (nadie podría ser
un Jesús o un Buda de la noche a la mañana), sino a producir
cambios de conciencia, dejando enseñanzas. Por eso Xuxa no es modelo:
no lo es por su imperfección, así como Cristo no lo es por
su perfección. Un modelo es algo que se puede imitar. Xuxa no es
un modelo en su parte cósmica perfecta (la Xuxa personaje de la
nave y las canciones de amor), eso no se puede imitar; y tampoco lo es
en su parte humana, tan imperfecta como la de cualquiera, y eso no se debe
imitar.
En su desdoblamiento entre el mito y el cuento de
hadas, veamos estas definiciones:
Mito: super persona (lo super humano, no imitable).
Misticismo. Fantasía. Trascendencia cósmica.
Cuento de hadas: personaje noble (la princesa solitaria,
cuando se casa termina el cuento y pasa a ser modelo a imitar).
Superposición de lo humano y lo fantástico.
Modelo: persona (lo humano imitable).
Reina = madre; Princesa = chica. Como "Reina de
los niños": maternal; como "princesa": amiga, compañera.
Princesa Cósmica (la semidiosa del plato
volador): sabe, enseña. Es mítica.
Princesa Humana (la chica): busca el saber, aprende.
Es común.
Hada madrina: protege, guía.
Hada envejecida: bruja (hechiza, absorbe y reprime
a la princesa o chica; la manager de Xuxa es vista por muchos en tal papel).
Mito: super humana. No puede vivir como humana.
Renuncia a sus poderes para hacerse humana (el mito se convierte en cuento
de hadas: el personaje se humaniza). Logra casarse y tener hijos. Si es
sin padre, sigue el mito: nadie puede acceder a ella. Y en casos como el
de Madonna, incluso con padre, luego se restablece el mito: no es hombre
para permanecer con ella.
(Estas consideraciones datan de enero de 1996; como agregado posterior al embarazo de Xuxa al año siguiente, cabría destacar que su pareja procreativa siguió el mismo curso que el "semental" de Madonna).
FANTÁSTICO REALISMO
Quizá no lo pensaron y les salió así.
Quizá no podían imaginar lo que iría a suceder. No
debe haber estado previsto que la cosa sería tan conmovedora. Que
ver y escuchar a tan especial persona causaría en muchos una emoción
indescriptible como la que he sentido y no puedo definir con palabras.
Lo que yo sentía no era algo limitado a esa persona, sino que estaba
dado por lo que parecía existir detrás de ella, por sobre
ella. Verla y escucharla era como estar ante la personificación
misma de la magia y la divinidad; como una enviada que simbolizaba la presencia
divina en un mundo en crisis que parecía iluminarse de esperanza
con sus canciones y mensajes de amor y paz; magia transformadora de la
dura realidad del mundo.
Como sucede con las películas en las que
uno "se mete" y se olvida de que no son realidad, sino actuación
cinematográfica, y ríe o llora ante situaciones ficticias,
como si fueran verdaderas, en esta "película" de Xuxa el proyector
no duraba un par de horas, sino años produciendo emociones en millones
de espectadores. En buena parte de las emociones, había una motivación
dada por el trasfondo fantástico imaginado por el público;
más allá de ser cierto o no lo de la misión divina,
la idea estaba. Intencional o no, planificada o espontánea, esta
Xuxa revestida de magia y divinidad, fue conmovedora aunque se haya tratado
de un juego de fantasía. Los conmovidos, en tal caso, vivimos ese
juego como cosa seria, como real la fantasía y como en otro mundo
dentro del mundo. Xuxa era símbolo de un ideal de cambio mundial,
y puesta allí por todos los que la veíamos como una
abanderada, no éramos resultantes de su mensaje, sino que ella y
su mensaje entraron en escena porque estábamos. El producto comercial
fue creado porque había mercado. Nosotros lo consumíamos
en tanto estuviera hecho a nuestro gusto. Nos gustaba un mundo mejor, feliz,
de amor. ¡Sea entonces un producto artístico de tales connotaciones!
Como lo televisivo y discográfico no saben de valores sentimentales
o espirituales, sino de cifras, la explicación a nivel de producción
y publicidad, es ésta. A los empresarios de esos niveles no se les
explica que detrás de todo esto hay valores espirituales y fuerzas
cósmicas; se les habla en términos de producto, motivaciones
del consumidor, marketing, rating... Y el argumento es que, dado el estado
de conciencia de la gente en el mundo actual, es viable vender masivamente
algo que genere diversión, alegría, optimismo y, ante las
carencias afectivas de los niños, una suerte de maternidad suplementaria.
Nos fabricaron, entonces, un personaje a la medida
de nuestros conflictos y estados emocionales. Y nos hemos emocionado no
tanto por el personaje o la persona, sino por el juego de fantasía
con que ella y nosotros, autoengañados todos, hemos jugado. Conmovidos
mientras el proyector funcionara y guardando algo de infantilidad mientras
los años pasaran y creciéramos, nos resistiríamos
a aceptar que todo fue una representación teatral. Pero muchos de
los que nos conmovíamos ya no nos conmovemos tanto; muchos, ya crecidos
y bastante, le son indiferentes a una Xuxa que cada vez parece más
diferente, menos celestial, menos hada madrina y más normal, más
terrenal; menos fantástica y más real. Quizá el final
de la película, del juego, del encantamiento. Quedará para
la historia un segmento de tiempo de más de una década, en
el que un mito viviente surgió a partir de una fantasía,
como un cuento de hadas con personaje existente en la realidad; cuento
en el que nos tocó cumplir papeles menores en general, pero con
cierta importancia en otros casos, como el mío, en que me tocó
en suerte protagonizar situaciones de bastante injerencia en algunos tramos
de la historia y, finalmente, ser quien contara el cuento.
CANCIÓN ACUARIANA
Volviendo a 1994, sobre el final del año, viajé a Río, busqué una habitación con televisión, y esperé la hora del programa especial de Xuxa con motivo de la Navidad. Entre lo que cantó, reproduciré la letra de algo que nunca había escuchado, pero identifiqué rápidamente: era aquel tema del que me hablara su compositor, Álvaro Socci.
Aquarius
Ya fue el día
en que calles eran lares
de menores y mujeres
y familias por millares.
Ya fue el día
de niñez abandonada
sin amor, sin pan, sin nada,
sin sus padres, ni país.
Ya fue el día
en que nuestros gobernantes,
hermanos no semejantes,
no sirvieron a nadie.
Llegó Aquarius,
Nuevo Tiempo, Nueva Era,
que viene cual primavera
floreciendo en larga espera.
Llegó el día
en que todos ya son libres
para hacer lo que quisieren,
pero sólo harán el bien.
Llegó el día
en que el miedo no existe
y nadie se siente triste.
Violencia nunca más.
Llegó el día
de cambiar de pensamiento,
de hacer el movimiento
de revolución en paz.
El corazón es presidente
de este Mundo Nuevo,
un mundo todo un sólo país,
todos un sólo pueblo.
En que la esperanza
no es sólo otro bichito verde,
pues su luz está aquí.
(...)
Hoy es el día
en que el amor no es más un sueño
y la vida es el camino que tú quieras.
Ya fue el día.
Llegó el día:
Aquarius está aquí.
(La traducción del Portugués y adaptación a rima y métrica es mía, con muy leves variantes de la letra original de Álvaro Socci)
Uno se pregunta por qué al tema Aquarius, que iba a integrar el disco Sexto Sentido, no se lo colocó en el mercado discográfico. Y no quisiera dar mi apreciación al respecto, quizá equivocada, pero no sé hasta que punto. Una lamentable omisión, considerando lo transmitido en esa letra.
SIN EL PESO DE UN COMPROMISO
La carga de "la misión"
Ya Xuxa ha hecho bastante, a pesar de lo que no pudo
ser. Poco me quedará por decirle. Porque a estas alturas ya he llegado
a la conclusión de que ella no tiene por qué cargar en sus
espaldas con la responsabilidad de hacer demasiado por el mundo. El
mundo está lleno de gente que hace demasiado, porque también
está lleno de gente que hace poco, que hace nada y que deshace.
Si todos hiciéramos lo justo, nadie tendría que llevar demasiado
peso encima. Y si muchos se descargaran de ese peso, otros tendrían
que empezar a ocuparse de lo que omiten. ¡Descansa ya, trabajadora
incansable! Que sea la hora de tus deseos personales postergados. Sacrificados
por un trabajo tomado como misión, convertido en una cruz. No ya...
Y ya terminando el año, le enviaría
un libro de cuentos recién publicado (con mención, en un
concurso literario), en donde encontraría uno titulado:
LA MISIÓN DE LA PRINCESA
Bella, famosísima, amada y admirada por
millones de chicos y grandes, vivía con las comunes complicaciones
de toda persona común, buscando respuestas a los misterios de la
vida en los libros comúnmente buscados por buscadores como ella
o escuchando hablar a las comúnmente consideradas personas "de conocimiento".
Pero las búsquedas de años y años que pasaban, no
le dejaban en claro cuál era el sentido de su vida.
Cuando apareció en su camino el enigmático
personaje del país vecino, el mensaje que él le transmitió
coincidía con el que otras personas le transmitían también
sobre la misión de ella. El mensajero tan extraño, un día
le dijo que era un extraterrestre ocupando un cuerpo humano, sin sentirse
por ello más extraterrestre o menos humano que cualquier persona,
porque él sabía que los demás también eran
extraterrestres, sólo que la mayoría no lo sabe. La diferencia
era que él recordaba el momento en que, para cumplir con una misión
de mensajero, tomó el cuerpo de un periodista, divulgador del tema
ovni, artista plástico y otras cosas favorables a dicho fin. Una
estratégica elección de un cuerpo con una mente apta para
la misión a cumplir.
Poco después de su llegada, se encontraría
con ella, y comenzaría a transmitirle todas esas cosas que, a la
par de las que recibía por otras fuentes, le fueron mostrando
su imagen de cósmica princesa en la Tierra, con una misión
de ayuda a un mundo que iría a salvarse de la destrucción
gracias a ella y a todos los que lucharan por el amor y la paz. Los best
sellers de un escritor en auge la convencieron de la futura inexistencia
de catástrofes, guerras, pestes y otras formas de destrucción
que el Apocalipsis bíblico anunciaba.
Pero, un día, el enigmático mensajero
del optimismo cambió sus palabras. Como humano que era en ese cuerpo
que había venido a ocupar, había dejado de lado los conocimientos
cósmicos que tenía, dejándose influenciar por falsas
convicciones humanas, que no eran más que confusiones. Hasta que
conoció personalmente al exitoso escritor, y ahí se dio cuenta
de que sus ideas antiapocalípticas no procedían de alguna
divina inspiración, sino que eran expiración de sus propios
temores que le hacían negar como el avestruz, el Apocalipsis innegable;
aquél de Jesús, de Ramatís o del viejo Romaniuk. Una
inevitable lavada de cara para el planeta, gracias a la higiene del agua
salada en maremotos, inundaciones, y a movimientos telúricos. Un
microsegundo de dolores de parto para una eternidad, en el paso de un planeta
decadente a una nueva humanidad naciente.
El enigmático mensajero volvió tras sus pasos y dijo
lo que tenía que decir y había omitido bajo aquellas influencias
de fantasioso optimismo. La princesa lo vio como bajado del limbo de dulces
sueños de un futuro sin cambio doloroso; parecía más
realista y más caminante que volador. Y él le dijo:
"Retiro de tus espaldas la carga que te puse,
de querer hacerte sentir una pieza clave para salvar a la humanidad de
la destrucción. Te dejo libre de andar por la vida, con la tranquilidad
de que no dependerá de ti lo que vaya a suceder. Que tu meta no
sea ayudar a salvar al mundo: está a la vista que sin la destrucción
de todo lo denso y efímero que hay a tu alrededor, no habrá
lugar para lo etéreo y eterno de una nueva realidad, con otra forma
de materia y de estructura molecular. No será producto del esfuerzo
humano que todo el ambiente y los cuerpos físicos cambien y ya no
haya dolor: será producto de radiaciones cósmicas, venidas
del Amor".
Entonces la princesa, preguntándose para
qué vivir sin ser capaz de salvar al mundo, recibió estas
finales palabras de su amigo cósmico:
"No has venido como salvadora, porque nada es
necesario salvar que no se salve de un modo distinto de lo que los humanos
entienden por salvación, queriendo salvar lo físico cuando
está allí lo que debe ser cambiado. Has venido a dar en este
tiempo y espacio, una alegría más. Con tus vibraciones de
amor, alegrando corazones, haces al mundo un poco mejor".
Ese presente pasaría, y con ella se iría. El Apocalipsis,
irreversiblemente, se cumpliría. Pero en un mundo de dolores, ella
había puesto flores.
CUESTIONES CÓSMICAS Y MI VERDADERA FORMA DE PENSAR
Revelaciones y confesiones
Publicado el 19 de noviembre, lo envié a Xuxa el 7 de diciembre, aprovechando el viaje de una seguidora que la vería. El libro y una improvisada grabación, iban en un paquete cerrado con una cadena y un candado. Lo siguiente es parte del contenido de la cinta.
"El libro que va en el paquete, dice algunas cosas que nunca
quise transmitirle a esa Xuxa ilusionada de una vida que iría a
convertirse en un paraíso en la Tierra. Nunca quise decir cosas
que... bueno, las sé; las supe siempre, pero no a muchos se las
dije. Muy seleccionado a quién decirle y a quién no. ¿Por
qué iría a decirle a una chica con una esperanza tal, que
las cosas no son exactamente como ella cree? Preferí que Xuxa siguiera
ilusionándose
e ilusionando gente. Hasta hubo un tiempo en el cual yo también
tuve mi propio autoilusionamiento. Uno está
en este planeta, uno puede saber que viene de otro lado, uno puede saber
a qué vino, y uno puede saber qué es lo que va a pasar. Pero
uno puede hacerse una "autohipnosis", uno puede convencerse de aquello
que ni siquiera cree. Y eso me pasó. ¿Por
qué lo hice?, quizá porque fue un juego, dentro del laberinto:
entrar por una puerta, olvidarme de aquello que dejaba atrás, aquellas
convicciones, aquellos conocimientos; meterme en el juego, el juego de
Xuxa, Enrique Barrios, etcétera. ¿Y qué había
allí?, había todo lo que en el fondo deseamos todos. Era
lindo; más valía eso, que la verdad dolorosa. Verdadera,
pero dolorosa. Aunque ahora digo: dolorosa, pero verdadera.
Me costó un poco, o bastante, desengancharme
de este ilusionamiento. Pero, finalmente, volví a lo que verdaderamente
soy y sé; a mi verdadera convicción. El otro día estuvo
una estudiante de Astronomía en mi casa. Y cuando me dijo: "los
extraterrestres no existen, porque la Teoría de la Relatividad dice
que a velocidad de desplazamiento de 300.000 kilómetros por segundo
un objeto no puede penetrar... blá, blá, blá", todo
eso de siempre, de los astrónomos que pretenden justificar a través
de esas limitaciones científicas, algo que desconocen. Y dijo: "por
lo tanto, los extraterrestres, no existen" (risa mía en la grabación).
Y entonces, le respondí: "Yo soy extraterrestre". ¿Me estás
tomando el pelo?, dijo. "No, soy extraterrestre". ¡Demostrámelo!
"No, demostralo vos. Andá afuera y decí: (mi nombre) es un
extraterrestre. Y yo diré: nunca dije eso. Entonces vos dirás:
¡Sí, me lo dijiste! Y yo diré: nunca dije eso. Entonces
vos, te quedarás con la incógnita". Porque yo no soy un extraterrestre
que viene a traer pruebas de que es extraterrestre. Soy un extraterrestre
que no quiere que se sepa que es extraterrestre. Si no, nada me costaría
aparecer en televisión, radio y prensa gráfica, porque los
contactos los tengo, y podría aparecer donde yo quisiera, diciendo:
"Soy extraterrestre". Y si no lo hago, es porque mi finalidad no es la
de darme a conocer como tal, al menos POR AHORA (las mayúsculas
destacan mi tono en la grabación).
Entonces, esas pruebas que ellos exigen para
demostrar que una cosa es cierta... muy bien, ¿por qué no
las demuestran ellos? ¿Por qué? La ciencia, los astrónomos,
los físicos, no tienen una forma científica de demostrar
que los extraterrestres existen. No existe forma, porque lo que no es del
plano físico, no puede ser investigado con las herramientas del
plano físico que utiliza la ciencia. Entonces aquí se plantea
un doble problema: que para los que creen en los extraterrestres ha sido
siempre tomado como una desventaja, y en realidad, es una ventaja, si lo
vemos del otro lado: el problema de la ciencia es que no puede, no solamente
demostrar que existan los extraterrestres, sino que tampoco puede demostrar
que no existen. Es indemostrable científicamente;
la limitación está dada tanto si se quiere decir que existen,
como si se quiere decir que no existen. ¿Por qué? Porque
no es cuestión científica. Lo mismo que si hablamos de espíritus,
o de reencarnación, o de energías. Son cosas que van más
allá de la ciencia, y que la ciencia no tiene cómo negar
ni afirmar. La ciencia no está hecha para afirmar o negar cosas
que no pertenecen al plano de las tres dimensiones.
Por lo tanto, señores de la Astronomía,
y señores escépticos: yo, para mí mismo (y no me importa
lo que piensen los demás), yo soy extraterrestre. ¿Por qué?
¡muy sencillo!: porque me acuerdo de cuando bajé a tomar este
cuerpo. Era 1986, abril 20, antes de medianoche. Recuerdo cuando salió
quien estaba, y yo ingresé a este cuerpo. ¿Mm? ¿Clarito
Xuxa? Bueno. Ése soy yo. Pero no podía decirle a la Xuxa
del 91, ni a la del 92, ni a la del 93, lo que soy, cuál es el propósito
para que me mandaron aquí, qué era lo que yo tenía
que hacer, y qué era lo que debía transmitir. No es tampoco
el propósito de esta grabación detallar todo eso; ya me encargaré
a través de un libro, cuando el momento llegue, de dar a conocer
a todos una serie de cosas que tienen que ver con los que estamos cumpliendo
un Plan. Porque los extraterrestres no vienen todos del mismo lado.
Los del comando galáctico están
preparando la evacuación del planeta (...) y se están
ocupando de preparar y seleccionar a la gente que será transportada
en la nave cuando lleguen los momentos en los que este planeta no podrá
soportar condiciones de inestabilidad climática, ambiental en todo
sentido, y deban ser retirados de aquí aquéllos que pertenezcan
a esta selección. Luego serán traídos de nuevo, cuando
(...) esto se reestabilice. Además serán traídas
las personas con un determinado grado de vibración, y otras serán
llevadas a otros lugares. Ése es un plan.
Pero hay otros seres (...) los del planeta
Venus están tratando de evitar que el planeta éste se destruya.
Están preparando a la gente con mensajes (que tienen mucho que ver
con Ami o con lo que usted está transmitiendo) que son mensajes
por los cuales se propone la posibilidad de que el mundo no sea destruido
y se salve. Eso sí: ellos no afirman que esto se vaya a salvar.
Ellos creen que es posible salvarlo, pero no dan ninguna certeza, a diferencia
de Enrique Barrios que, para él, esto no se termina: esto se salva,
fácilmente, y así, punto. ¿No? Antojadizamente para
él porque se le ocurrió, bueno; es el único tipo entre
miles y miles de contactados o de gente que tiene que ver con extraterrestres,
que dice eso. Bueno, él dice eso, se le ocurrió eso. Tengo
todo un estudio sobre Enrique Barrios, y bueno, eso también será
publicado en su momento. ¡A mí no se me escapa uno! A mí
no se me escapa uno, porque me ocupo de esto, y no soy tan fácil
de convencer. Sí hasta cierto punto; después, que no me defrauden,
porque ahí sí que la cosa cambia. El supuesto Ami que
había transmitido el mensaje aquel, de la "inspiración",
bueno, hay cosas que parece que... no son tanto de Ami, porque el fenómeno
de los contactados con seres de otros campos, siempre parece ser el siguiente:
hay un tanto por ciento de mensaje emitido por el transmisor que trasciende
esta dimensión, en un lenguaje de determinadas características,
a un receptor aquí en la Tierra que, de ese lenguaje y de esa transmisión,
obtiene una X cantidad o porcentaje de información que, a su vez,
queda interferida por conceptos de la propia personalidad. Es decir: A
dice a B lo que, a su vez, retransmitirá a C... que es como el juego
del teléfono descompuesto.
Entonces, no hay un mensaje textual que pueda
llegar desde el cosmos sin distorsionarse y, lamentablemente, Enrique Barrios
ha incurrido, como casi todos los contactados, en una distorsión
de los conceptos originales que le fueron transmitidos. Yo lo tengo investigado,
y ya le llegará su hora a Enrique, así como a otros habrá
de llegarle. También me llegará a mí la hora, así
que yo rendiré cuentas de mis cosas. No tengo un ciento por ciento
de acierto en mis conceptos, pero me he ocupado con mucha responsabilidad,
la misma que me exige trabajar en estos temas, hacer una recopilación
durante años y años, de todo este tipo de información,
de conocimiento, de autores, de contactados, etcétera.
El problema de los contactados es que ellos transmiten
su propio mensaje, cada uno dice lo suyo; lo que tienen para decir,
bueno, eso dicen. Mi función es diferente: recopilo todos los mensajes,
y de todo, expongo todo. Es como el supermercado:
para que no haya monopolios, ahí están todos los productos.
De eso me encargué; lo que quieren los contactados es el monopolio:
cada uno decir la suya, y no le importa lo que digan los demás.
¿Mm? Entonces, ahí no hay unidad, ahí no hay intercambio,
ahí no hay nada. Y eso no es a lo que yo apunto. Hace años
que estoy apuntando a otra cosa, y siempre he sido respetado y no he sido
calificado como "elemento peligroso" por los investigadores de sectas de
la Argentina, justamente por la forma en que me desenvuelvo. Ganarse respeto
por parte de esta gente acá en la Argentina, es una cosa muy difícil.
Si ellos lo han hecho para conmigo, entonces por algo debe ser.
Ahora bien, ese librito contiene ese mensaje.
Esta grabación no sé si es una bienvenida a un nuevo tiempo,
o una despedida de un tiempo que se va. No sé si habrán nuevas
grabaciones. No sé si habrán nuevos mensajes o nuevas cartas;
no sé, no sé nada.(...) Estoy solamente en el campo
del presente, que me muestra claramente, que hay en Río de Janeiro
una persona con la cual no he establecido comunicación durante cuatro
años, de la manera que hubiera sido deseable, por lo menos para
mí (...) Pero el tiempo pasó... y se está yendo...
nuevamente, un año en el cual mi ausencia ha definido la forma en
que aquello que Xuxa representa para mí, ha quedado más guardado
que evidenciado. (...) Creo que si le vamos a dar importancia a
la no proximidad física, estamos olvidando que hay cosas más
importantes que eso (...) He hablado a veces con los fans, que hay
una cosa más importante que seguir a alguien, y es amar a alguien.
¿Y qué diferencia hay entre amar y seguir? Se puede seguir
sin amar, y se puede amar sin seguir. También se puede seguir y
amar. Amar... ¿Y qué es amar? ¿Poseer? Creo que no...
"Amar", esa palabra viene de (a mors = no muerte) (...) Si no es
muerte, es vida. ¿Y qué es vida? ¡He...!, la vida es
una expresión de libertad, una expresión de expansión,
de alegría, de creación. Pero, ¿hay vida sin libertad?
¿hay "amar" en el "querer" que posee? ¿Qué es "muerte"?
Olvidemos la muerte física, porque ella no existe, es nada más
que un paso a otro estado. Pero "muerte" es odio, muerte es dolor, muerte
es egoísmo; eso es la verdadera muerte. ¿Y dónde está
el dolor, y dónde está el odio, y dónde está
el egoísmo, sino en esas relaciones por las cuales una persona ata
a la otra, la limita, la posee, la persigue, la oprime? En un casamiento,
en una pareja, ¿acaso está ausente todo esto? ¿Qué
clase de amor es aquél que limita tanto? Eso es querer,
querer poseer; poseer es poner límites. Y, a veces, cuando
hay un sentimiento de pasión (porque una cosa es amor y otra pasión),
la pasión puede expresarse en sentido positivo o negativo, siendo
el sentimiento de alegría, un sentimiento de felicidad, o un sentimiento
de bienestar, lo contrario al sentimiento de malestar o de odio (el odio
también es un sentimiento, una pasión, ¿mm?). Entonces,
una pasión se desdobla en odio y... "cariño", podríamos
decir, como el opuesto. Pero el amor, no es el opuesto del odio: es el
opuesto de la pasión, que se desdobla en odio y cariño. El
amor, al ser opuesto de la pasión, es algo muy elevado. Amar, liberar,
"permitir vida", sería. Si "amor" viene de "no muerte", y no muerte
es vida, aquello que libera, aquello permite vida.
Y yo, creo que permitir vida, muchas veces es estar lejos, dejar que la
persona distante sea. Y no querer imponer la presencia. Quizá
quise imponer presencia en algún momento (al principio, cara a cara).
Recurrí a las cartas: ya era una presencia más distante,
que permitía un mayor espacio. Y después, ni cartas siquiera:
permití un mayor espacio aún. Entonces parecería ser
que he amado más a Xuxa cuanto más lejos he estado. Porque
menos la he molestado.
Y los fans (...) Tengo amigos allí,
pero se lo he dicho a algunos: esto que ustedes están haciéndole
a Xuxa, no es amor. Si la amaran verdaderamente, se tratarían ustedes,
entre ustedes, de otra manera. Porque si lo que ella transmite es amor,
y si lo que ustedes rescatan de lo que ella transmite, es eso, ustedes
deben incorporar eso y expresar eso. Y, en muchos actos que cometen, no
lo están haciendo. ¿Qué es lo que rescatan de Xuxa
entonces, su otra parte, que todos la tenemos? ¿La parte pasional?
ésa que puede incurrir en odios, envidias, roces entre unos y otros,
y problemas, bueno, ¿eso es lo que rescatan de ella, y no lo otro?
Parece que sí. Quizá por eso, y por otras cosas, no he tratado
de integrarme a grupos de fans, salvo comunicarme, o hablar o charlar con
algunos, o tener amistad (...).
Ahora debo irme. ¿Qué dejo en esta
cinta? quizá más incógnitas que esclarecimiento. Quizá
no mucho de nuevo, salvo mi voz que aparece, de esta manera por primera
vez. Una voz que yo mismo me doy cuenta de que es algo dura, poco afectiva
(...) La frialdad de un lenguaje de esas características, pues,
está dada por la necesidad de mantener este trato más formal
(...) no es que estoy poniendo distancias; es que las distancias siempre
existieron. Lo que pasa es que uno creyó que no existían
(...) Entonces vamos a recuperar las debidas distancias.
Bueno, no quiero excederme (...) no quiero cubrir
dos lados de un cassette, para hacer perder una hora, que ya es bastante
haber perdido 35 minutos; es mucho. Desde ya que conmigo el tiempo no se
pierde del todo, porque, como le dije a mucha gente: no te hagas problema
por el tiempo que pierdas conmigo. Alguna vez, si no lo aprovechás
ahora, alguna vez te darás cuenta del provecho que tiene. Pues todo
es aprovechable, no todo es valorable en el momento en que se produce.
(...) Me voy. Chau. Nos vemos. ¿Nos vemos? Bueno, quizá
alguna vez; quizá no, pero eso no importa. No importa. (cantando:)
"Me voy alejando despacitooo... me voy yendooo... tomo mi nave imaginariaaa...
y emprendo vuelooo... mmm... Allá arriba descubrí... de dónde
vine y dónde voy..." ¿Cómo era? ¿algo así?
¿mm... cómo? ¿usted viene de allá arriba? ¿cómo
es? ¿"Fui hasta el infinito en mi disco volador / allá arriba
descubrí de dónde vine, adónde voy"? ¿Ah, entonces
yo no estaba loco cuando decía que Xuxa era extraterrestre, ella
misma lo cantaba? ¡Mmm hmm...! ¡Qué cosa, ¿eh?,
cómo cambian los tiempos! Bueh. Bueno, estamos todos locos entonces,
ahora me quedo más tranquilito. Bueno (...)"
Entre el capullo y las alas
En unas páginas que encontré, escritas
por aquellos tiempos, explicaba mis comportamientos en cuanto a no decir
ciertas cosas a Xuxa:
"Sabiéndome poseedor de un gran poder
de influencia sobre las personas, estaba seguro de que Xuxa podía
ser privilegiada por mis ideas positivas, o ser víctima de mis errores
de pensamiento. Mi problema era cómo hacer para transmitirle sólo
las cosas que no alteraran el curso de su misión. Había cosas
que yo sabía y no debía revelarle. Y el problema era que
algunas de esas cosas afloraran entre todo lo que debía transmitirle.
Habían en mi mente dos realidades, dos
cosmovisiones antagónicas: la que el mundo aceptaría fácilmente
y la que fácilmente el mundo rechazaría.
Mis influencias sobre ella pretendían
no ser optimistas al extremo, en cuanto al futuro de la humanidad. Si logré
mi propósito de reforzar sus esperanzas, cumplí con mi objetivo.
No sé si así sucedió; al menos no lo sé a ciencia
cierta. Pero puedo suponer que en algún rincón de su interior
quedó pulsando toda esa carga de pensamientos y sensaciones que
le transmití. Yo creía que era para su bien que cumplí
ese propósito. Pero tres años deberían pasar para
que cesara de ilusionarla con esperanzas que por fin descubrí que
eran irrealizables. El mundo cumpliría irreversiblemente un ciclo
más sin final feliz. Luego vendría un paraíso, sí,
pero tras los dolores del parto.
Xuxa no debía recibir ni transmitir cosa
alguna que tuviera que ver con las finales desgracias de esta era de la
humanidad. Era necesario mantenerla envuelta en el capullo de seda del
final feliz de Ami: era una mariposa demasiado frágil para que saliera
del capullo protector a volar a la realidad dolorosa del futuro planetario.
Pero claro, tarde o temprano ella, como todos,
iría a descubrir la verdadera tendencia de las cosas de la vida,
el verdadero destino de esas tendencias irreversibles. Y la mariposa angelical
vería deshacerse sus alas frente al decepcionante cuadro de la realidad.
Por eso yo no debía seguir pintándole
un cuadro promisorio de felicidad apocalíptica: debía prepararla
para lo contrario de lo que durante tres años contribuí a
prepararla.
Mi mundo ilusorio de Xuxa y Ami (el mismo mundo
por ella soñado y por Ami pregonado) quedaba cada vez más
deshecho por la realidad misilística, económica, plurirreligiosa
y polucionada. Que Enrique Barrios continuara con su universo personal
de sus esperanzas ilusas; yo debía buscar esperanzas más
concretas. Debía ser fiel a mi sentido de buscar la verdad, sea
cual fuere, y decirla, pese a quien le pese.
Si yo le contaba a Xuxa lo que, finalmente, decidí
creer y hacer que la gente sepa, iría a destruir aquella fantasía
bonita que le pinté. Quizá iría a influir en la posible
destrucción de las fantasías bonitas que ella misma se pintó
gracias a sí misma, a Ami, a mí y a otras influencias. Ella
iría a contar con mi ayuda para descubrir que las cosas de la vida
no son como parecen. Sólo conmigo podría contar para eso.
¿Por qué? Porque había dos planificaciones a cumplirse:
la del mundo acuariano, y la de los que vinimos a decir cosas que trascienden
esa realidad planetaria microcósmica.
Tuve que bajar al nivel del jardín de
infantes de la New Age y sus hadas madrinas. Allí estaba Xuxa y
su mensaje. Pero el Universo y lo que hay más allá de él...
tienen niveles superiores a ese jardincito de ilusiones planetarias. Y
yo no podía hablar de cosas universitarias a una niñita.
Tuve que ponerme el guardapolvos cuadriculado y el pantaloncito corto.
Entonces la niñita y yo jugamos amistosamente como compañeritos
de misión en la Tierra, entre cartitas de amor y besitos mandados
con cariño de chiquilina. Demasiadas flores para pincharla con las
espinas de mi saber oculto. Pero debía hacerlo alguna vez. Debía
mostrarle cuál era la finalidad real de su misión. Mostrarle
qué era lo que se podía y lo que no se podía hacer.
Bajarla de aquel rol de salvadora donde la puse por error en los inicios,
en el 91, y situarla en el papel que ella tenía en el planeta. Un
papel por el cual no habría salvación ni solución
agradable para la humanidad; un papel tan sólo destinado a cambiar
la conciencia de muchos frente a lo que existe y lo que vendrá,
pero no para evitar lo que vendrá, ni para cambiar lo que existe".
EL FINAL DE UN NUEVO FINAL
El libro que no debía faltarle
Cuando en 1995 sea el cuarto cumpleaños
seguido en que llegaré hasta su casa en Río para dejarle
mi regalo, recibirá La Novena Revelación, el best
seller mundial de James Redfield. De ese último 27 de marzo en que
estaré allí, pasarán como seis meses, y la revista
dominical de
La Nación pondrá en su tapa el título
de la nota principal: La otra Xuxa. ¿Cuál?
La que por decir que, habiendo leído el referido libro, al comprender
las relaciones entre ciertos acontecimientos, será mostrada como
una "nueva" Xuxa recién incursionada en lo místico. Nada
más lejos de la realidad en el tiempo: el "descubrimiento" de la
periodista firmante estará ya muy lejos de los tiempos de la película
dirigida por Anna Penido, lejos de El Alquimista, lejos de la literatura
de Barrios, y de muchos otros antecedentes de la verdadera incursión
de Xuxa en el tema.
Poco me quedará ya por transmitirle, a esta
ex niña mimada por mí y por tantos en otros tiempos. Ha crecido,
ha cambiado, ha elegido un destino. Ha abandonado ya hace rato (93) a todos
los niños de Hispanoamérica a los que acompañaba todas
las tardes, y a los que había habituado a su compañía
que, a veces, ella prometía para siempre, y que, a veces, dudaba
de poder seguir ofreciendo. Quizá esa compañía empezó
a ser verdaderamente eterna, cuando pronunció sus finales palabras
con que se despidió para cerrar el programa final del Show de
Xuxa: "los amigos no dicen adiós; amigos, son para siempre...",
entre un diluvio continental de lágrimas propias y ajenas, en Buenos
Aires, y frente a cada pantalla en cada país de América.
Mi cierre de transmisión
Habrán pasado dos años desde esa despedida,
cuando ella recibirá el último sobre de aquel muchacho encariñado
que le mostró y que le entregó lo que muchísimos otros;
aquel humano y extraterrestre que le mostró y que le entregó
lo que ningún otro. Será diciembre de 1995 y, en ese sobre,
ella encontrará una grabación. Entre mucho más, podrá
escucharme decirle que si bien ella se define como católica, no
es tal cosa si cree en la Nueva Era. Al día siguiente, cuando Mirtha
Legrand le pregunte si es católica, responderá que sí,
dudará, y se rectificará manifestando: "no voy a decir
más que soy católica, porque si no van a pensar que voy
a la iglesia".
También encontrará en el sobre la
Guía
Vivencial de Redfield, Servidores de la Luz, de Rhea Powers
(el mensaje venusino), y el mensaje de las Pléyades publicado
por Bárbara Marciniak, que contendrá la primera aproximación
a mi "verdadera verdad" que en cinco años recién entonces
le habré revelado a Xuxa; porque ese mensaje dice lo que en realidad
pasó con este mundo, y no el cuento de hadas de todo lo que hasta
ese momento ella habrá leído por mi intermedio, dada mi autohipnosis
acuariana primero, y mi precautoria reserva después.
Quedará en ella si deseará enfrentarse
a la realidad de un mundo preconcebido para la manipulación de las
almas puestas en él, o si seguirá con el bello y tranquilizador
cuentito del mundo hecho para la evolución dolorosa de las almas,
bajo el supuesto cuidado de un Dios supuestamente providente, que evitará
los acontecimientos trágicos de la Apocalíptica profecía
bíblica.
Pero ya no será cosa mía lo que haga
de este último material; y ya no habrá cartas cariñosas
y tampoco libros reveladores. Todo estará hecho. Será el
final de un proceso de media década de preparación de su
mente. Su misión estará cumplida. Su mente cargará
la información transmitida. Su corazón guardará las
vibraciones de mi sentir. Y mi corazón, guardará las vibraciones
de su sentir. De misión a misión, habrá quedado efectuada
la mutua "trans-misión". Cuando este extraño transmisor de
sentimientos y conocimientos cierre contacto, sin que ambos sepamos que
eso estará ocurriendo, mi desaparición no anunciada quedará
como un enigma. Terminará su tiempo de verme como un pro-acuariano
más. Mi ausencia será indicio de que algo en mí
estará cambiando; algo se estará preparando en mi mente
y espíritu, y no consistirá precisamente en volver alguna
vez como aquel soldadito planetario a las órdenes de un proyecto
galáctico de comandantes confederados. Si alguna vez algo de mí
supiera, será lo que ahora sí podrá encontrar en mi
discurso. De ese derecho la habré estado privando hasta entonces,
pues ella no tenía la obligación de vivir en un cuento de
hadas, y quizá subestimé su sensibilidad e inteligencia para
percibir y saber comprender este otro mensaje que le ocultaba. Pero, como
todo ser humano tiene el derecho de saberlo, ella tendrá la posibilidad
cuando le llegue el momento.
SU HISTORIA EN MI HISTORIA
Toda esta extensa historia en la que la cuestión
Xuxa ha ocupado un destacado lugar dentro de la historia personal del Comandante
Clomro, tiene sus razones, quizá no muy claras para los que no entiendan
por qué dedicarle tanto análisis, si es un tema colateral.
Si hubiera dado un salto en este tema, de 1990 a 1995 en que aparece Clomro,
la incógnita de la ecuación a formular por el lector, estaría
dada en qué sucedió durante todo ese tiempo para que aquel
extraterrestre que en 1989 había empezado a lanzarse por radio,
se mantuviera silencioso. Considero un hecho trascendente la aparición
de Xuxa en mi esquema mental, así como los libros y personas que,
afines al mensaje de ella en cuanto a contenidos acuarianos, fueron influyentes
en mi pensamiento. Estas influencias fueron breves, a tal punto que mis
archivos de reflexiones que escribí en 1992, me recuerdan que mis
convicciones anteriores fueron rápidamente restablecidas, y que
las ideas New Age no permanecieron por muchos meses en mi propósito
de fondo.
Pero mis propósitos de superficie no tenían
por qué rivalizar con muchas de las finalidades nobles, útiles
y prácticas de los adeptos a la Nueva Era. Por eso Xuxa no tenía
por qué caer fuera de mis planes y estrategias. Y encuentro interesante
compartir con el lector, ese conflicto interno que yo tenía al saber
ciertas cosas que a ella no quería revelarle, y que se iban perfilando
para ser destapadas en algún momento.
También es interesante el estudio de esta
persona y del fenómeno en sus aspectos vinculados con lo cósmico.
Si alguien tuviera que imaginar cómo sería un extraterrestre
viniendo a transmitir un mensaje, pero viviendo como humano, hay dos arquetipos
implantados en la mente colectiva de la sociedad: el superdotado intelectual
transmitiendo información, y el beato espiritual transmitiendo paz
y elevación. No cabe la idea de un extraterrestre pasional, con
oscilaciones emotivas, una ilógica en sus comportamientos y una
contradicción en sus conceptos religiosos y cósmicos. Y,
sin embargo, un extraterrestre así estaría más cerca
de la realidad humana de la mayoría de la gente. El intelectual
llega más a la razón, despierta el sentido crítico
hacia la historia turbia y los dogmas científicos y religiosos.
Es el arquetipo en el que se ve reflejado el Comandante Clomro. El extraterrestre
espiritual va más al plano intuitivo y sublime, a la inclinación
hacia realidades trascendentes. Pero llegar a la inteligencia de la gente,
que es mi función, tiene la desventaja de toparse con la rigidez
de las estructuras mentales que la mayoría no desea cambiar, ya
por temor a ser diferente y parecer conspirador contra el orden establecido,
ya por comodidad, pues pensar y reformular una estructura de pensamiento
exige esfuerzo mental. Y llegar a la espiritualidad de la gente, tiene
la desventaja de que este plano está muy relegado por las aspiraciones
materiales de la sociedad, al menos en Occidente. Por lo tanto, extraterrestres
como yo o como los de esta otra propuesta, no tenemos capacidad de llegada
a la mentalidad de la mayoría de la gente.
En Xuxa, considerada como "mensajera cósmica",
su estilo de transmisión difiere del mío y del de los espiritualistas.
Ella no pretende llegar ni al intelecto ni a la espiritualidad del público.
Sabe que hay mucha gente necesitada de un mensaje que llegue al corazón,
y que recién después de eso se puede empezar a brindar un
mensaje que llegue a la cabeza o al espíritu. Sabe que las emociones
son una realidad que los mensajeros extraterrestres parecen ignorar o menospreciar,
con sus habituales mensajes intelectivos o espirituales. El amor del que
hablan es descripto por ellos o con demasiado tecnicismo, o con una dimensión
cósmica que escapa a las posibilidades de la experiencia sensible.
El propósito de Xuxa es mentalizar y espiritualizar,
sí, pero partiendo del sentir en un plano humano en el orden emocional.
Por eso no es de extrañarse que en ella pueda aflorar lo pasional
y algún descontrol emotivo. Esto no se corresponde con ningún
arquetipo extraterrestre conocido. Precisamente porque nunca se supo advertir
que muchos extraterrestres han venido como mujeres y han cumplido con propósitos
cósmicos mediante la energía yin, el plano pasional, a la
vez que los que vinimos para una función yang y mental, o los que
vinieron para lo espiritual, parecemos quizá más extraterrestres
que una poetisa, una cantante o una actriz, porque demostramos menos los
sentimientos, y el arquetipo del extraterrestre no tiene a la expresión
sentimental como característica identificatoria.
Xuxa ha sido la demostración televisiva de
cómo puede ser transmitido un mensaje si, en vez de empezar por
lo intelectivo o lo espiritual, se empieza por las emociones. Y con respecto
a las proyecciones de la acción de quien luego se conocería
como Clomro, sobre toda la cuestión Xuxa, los alcances todavía
posibles han hecho que todo el espacio dedicado a ella haya tenido un sentido
no sólo histórico en cuanto a mi trayectoria, sino también
ligado a hechos por suceder. Similitudes que moverán a otros a advertir
que la cuestión de fondo no es ni más ni menos que una cuestión
de naturaleza cósmica expresada en un cuerpo femenino. Lo cual podrá
sugerir una visión retrospectiva de la cuestión Xuxa, que
dejará en claro y a la vista la parte trascendente del fenómeno,
en el orden cósmico.
PARTE DE UNA ENTREVISTA EFECTUADA EN ABRIL DE 2001 PARA "MONDO BIZARRO" (www.mondobizarro.cjb.net - www.galeon.com/mondobizarro)
¿Cómo se relaciona el comandante y XUXA?
No me conoció como "comandante", sino por
mi identidad. No hubo entre ambos un trato personal, sino más bien
un intercambio a distancia, la cual empezó siendo poca, con saludos
y sonrisas, pero llegó a ser mucha, con enojos o evasivas suyas
-cuyos motivos nunca me aclaró- que luego parecía olvidar,
aunque cíclicamente volvía a su actitud de indiferencia.
Eso de poner distancias no es raro, considerando las precauciones que se
deben tomar con la aproximación de la gente, sobre todo gente "rara"
como yo. Aunque también contribuyó a la falta de trato personal
mi actitud de mantenerme quizá más distante que la distancia
que ella me ponía, porque me parece poco apropiado andar detrás
de la gente famosa pretendiendo que a uno le preste atención, sobre
todo luego de una vez en que fui a visitarla y no me atendió, con
lo cual se acabaron las tentativas de visita; tan sólo pasaba por
su casa a dejarle regalos en los cumpleaños o alguna que otra ocasión,
yéndome en el acto sin solicitar "entrevista". Prefería escribirle
cartas, y con ellas los logros fueron mayores, no en cuanto a posibilidades
de relación personal, pero sí en dos cosas: una útil
a mi ego y al suyo, y otra útil a nuestros respectivos papeles cósmico-espirituales
en el mundo.
Lo de los egos, en el plano de las pasiones, fue
algo demasiado "medieval" para parecer valioso hoy en día: dentro
del "juego de seducción" que manejó en su trato con el público,
encontró en mí a uno de los que le siguieron el juego, a
lo cual prestó atención, en una mezcla de demostración
de cariño y de indiferencia; podría haber sido una historia
escrita en el Languedoc de los trovadores del siglo XII, pero sucedió
en Sudamérica al final del siglo XX.
Sin embargo, no se trató -como en la mayoría
de los casos en que otros muchachos le siguieron su juego seductor- de
mero apasionamiento o fascinación de admirador. Como lo relato en
mi página web, desde que descubrí que detrás de ella
había todo un esquema de trabajo cósmico-espiritualista new
age, esto despertó en mí un gran interés en lo que
ella estaba haciendo, y sensaciones muy especiales. Esto hizo que yo fuera
una de las tantas personas, (entre las cuales algunas conocí) que
le dieron ideas, opiniones, propuestas, orientaciones en temas espirituales
y cósmicos, libros sobre estos temas (le regalé decenas)
y hasta cristales de cuarzo. Yo veía en esta persona alguien que
no sólo me despertaba sentimientos, sino que me inspiraba cosas
a esos niveles espirituales y cósmicos. De no haber percibido en
ella esa faceta "mística", yo apenas habría llegado a sentir
una mínima atracción hacia ella, o ni siquiera eso. Yo veía
en ella alguien que podría contribuir a producir en el mundo transformaciones
espirituales, así que lo que hice al prestarle tanta atención
fue apostar las fichas de mis expectativas a este personaje, quizá
respondiendo a la frase que dice "los pensadores influyen sobre los artistas,
y éstos sobre las masas".
De ahí en más, una vez que consideré
que yo ya no tenía más que hacer al respecto, dejé
que siguiera su curso. Espero haberle sido útil en algo. Creo que
así fue. Inclusive en el aspecto afectivo, pues al papel de "orientador"
en temas cósmicos y espirituales no lo cumplí con mera lógica
operativa, pragmática a nivel "adoctrinamiento", sino con sentimiento,
pues ella despertaba eso en la gente y yo no era la excepción. Y
digo que el aspecto afectivo de mi parte pudo serle útil, porque
no olvidemos que en sus tiempos de soledad, el cariño de la gente
compensaba en algo sus carencias amorosas a nivel pareja. Los que le dábamos
nuestra "compañía" -tal vez las comillas estén de
más, porque creo que lo era en realidad- éramos importantes
para ella y nos lo hacía saber a cada uno de alguna manera. Eso
también la hacía importante para nosotros como alguien para
quien significábamos algo, y no como un personaje distante e inalcanzable
para quien nunca llegaríamos a ser nadie. Conmigo y unos cuántos
que he conocido eso no fue así. Creo que de algunos de nosotros
nunca podrá olvidarse, en especial de los que le dijimos cosas acerca
de sus orígenes cósmicos y misión en la Tierra, entre
ellos Enrique Barrios, el autor de "Ami", a quien conoció luego
de gestiones en las que intermedié.
Cuando dejó de viajar a la Argentina, justo
yo dejé de realizar viajes frecuentes a Brasil, así que eso
fue decreciendo mi atención en ella, coincidiendo con que, en pleno
arranque de mi actual papel de revelador de cuestiones cósmicas
sobre la manipulación del mundo, le dejé por escrito y en
una grabación revelaciones sobre esa realidad. Una realidad de la
que durante cinco años había preferido no decirle nada, debido
a sus creencias, para no entrar en conflicto con ellas. De ahí en
más, ya no tenía nada que agregar al asunto, así que
ya no se trataba de escribirle a ella como lo hacía frecuentemente,
sino de escribir sobre ella todo lo ocurrido. Porque la historia de ese
lado poco conocido de ella es interesantísima, y en parte la he
publicado.
No sé si alguna vez volveremos a vernos,
incluso teniendo en cuenta que pueda llegar a molestarle lo que publiqué,
pues siempre se resistió a cuanto la calificara como "venida del
cosmos a una misión".
Parte III DEL ALEJAMIENTO AL RETORNO |
Capítulo II LOS TIEMPOS DE MI ALEJAMIENTO DE LA MISION Parte I FINAL DE UNA HISTORA, INICIO DE OTRA |
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