Paca y Tola son dos hembras de oso pardo cantábrico que fueron
rescatadas hace años de un furtivo que había matado a su madre en una
cacería ilegal.
En mayo de 1989 en la oficina de
FAPAS, en Llanes, se
recibía una llamada anónima que alertaba sobre una osa muerta en una
cacería furtiva, los cazadores tenían en su poder dos oseznos.
FAPAS, en colaboración con el SEPRONA (Servicio de Protección de la
Naturaleza, de la Guardia Civil) descubrió unos días más tarde donde
estaban las dos crías y fueron rescatadas. Se
criaron a biberón y recibieron los nombres
de Paca (en honor a su cuidadora) y Tola (por la persona que había
denunciado dónde estaban).
Su reintroducción en la naturaleza era imposible, así que, cuando crecieron,
fueron llevadas a Barcelona, y de allí a El Hosquillo, en Cuenca.
Desde 1996 se encuentran de nuevo en Asturias, en el concejo de
Santo Adriano, una vez que el Gobierno del Principado construyó un cercado
donde puedan vivir con seguridad en estado de semilibertad.



Después de vivir en este cercado
más de 11 años, la
FOA (Fundación Oso de Asturias) ha puesto en marcha un
proyecto de cría en cautividad. En abril de 2008 se inauguraron unas
nuevas instalaciones que facilitan el manejo de los animales y desde el
Parque de la Naturaleza de Cabarceno, en Cantabria, llegó un ejemplar
macho de oso pardo para el apareamiento con Tola y Paca. Este oso macho
está bautizado con el nombre de Furaco.