El Dogo Argentino
El Perro de Presa por Excelencia


Artículo de la Revista
"Todo Perros" - Mayo '2000
Texto por: Delegación de A.E.D.A. en Cataluña
Fotos de: Ch. Esp. Atisha y Ch. Esp. Fox (Rehala Blanca)


Ch.Esp.Fox
Atisha y Fox
Ch.Esp.Fox
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Esta raza es originaria de la provincia de Córdoba, situada en la región mediterránea del territorio de la República Argentina.

El creador del Dogo Argentino fue Antonio Nores Martínez, médico de profesión y perteneciente a una familia tradicional de esa provincia y a quien su pasión por la cinofilia unida a la de la caza le llevó en 1928 a fijar las bases y un estandar para una nueva raza canina capaz de enfrentarse al puma, al jabalí o al pécari y a la que denominó Dogo Argentino.
Su trabajo partió del cruce metódico de varias razas puras con el Viejo Perro de Pelea Cordobés, ejemplares estos de gran poder y fortaleza, aunque de comportamiento inestable.
El Dogo Argentino es un moloso normotipo, mesoformo y macrotálico, lo que significa que se trata de un perro armónico y proporcionado, de talla grande pero sin llegar al gigantismo. De aspecto robusto, con una poderosa musculatura que hace relieve debajo de la piel consistente y elástica, adherida al cuerpo por un subcutáneo pelo laxo.
De andar erguido y seguro, sagaz y de rápida reacción, muestra una permanente alegría en sus movimientos que conjuga con un carácter cordial y afectuoso.

Originario de la provincia argentina de Córdoba, el creador de la raza fue Antonio Nores Martínez, un médico de una familia tradicional de esa provincia. Su pasión por los perros y por la caza le llevó en 1928 a fijar las bases y el estándar de una nueva raza canina a la que denominó Dogo Argentino.

El Dogo Argentino es una raza reciente creada con el objetivo de obtener perros fuertes y especialmente vigorosos, aptos para la caza mayor en terrenos difíciles. Son perros robustos de fuertes maxilares y un olfato muy desarrollado, tanto para rastrear, como para el venteo que les permite seguir los rastros más diluidos de animales salvajes y pistas de jabalíes o de pumas en las cordilleras o en la Pampa. Su color permite al cazador distinguirlo fácilmente.

En Argentina hay muchos animales salvajes y la caza la practican todas las clases sociales. Sin embargo, las condiciones físicas no son las mismas que en Europa: los bosques son impenetrables y vírgenes, las praderas inmensas, los animales a batir feroces y poderosos. ¿Qué cualidades debía poseer el perro seleccionado para esa clase de caza? En primer lugar ser un perro que bata a las presas en silencio. En segundo lugar tener un gran olfato que ventee arriba, y pueda además seguir un rastro por tierra. En tercer lugar debe ser un perro ágil más de lucha que de velocidad, porque muchos perros puedan dar alcance al puma o al jabalí pero pocos enfrentárseles. Y, por último, debe ser un perro valiente sobre todas las cosas, capaz de hacer presa y sujetar al oponente a pesar de que éste le hiera.

Para formar una raza de perros que reuniera las condiciones anteriores se utilizó como base el viejo perro de pelea cordobés, animal de gran fiereza y valentía pero carente de olfato y velocidad. A este animal se le fue dando en distintas corrientes de sangre para evitar la consanguinidad: el Gran Danés con objeto de darle alzada y buena cabeza; el Bulldog Inglés, Bower y Bullterrier para acrecentar su valor, intrepidez, resistencia y tenacidad en la lucha; el Boxer por su vivacidad e inteligencia; el Mastín de los Pirineos que le dio tamaño, rusticidad, olfato, acentuó el manto blanco. El Pointer Inglés es responsable del olfato del Dogo, en especial de la cualidad del venteo. El Irish Wolf Hound, velocidad y talla y el Dogo de Burdeos su fuerte mandíbula, su potente cabeza y su gran valor.

Precisiones del padre de la raza:

Antonio Nores Martínez, el padre de la raza, escribió un libro titulado El Dogo Argentino por Su Creador, donde en el epílogo realiza algunas precisiones y comentarios que reproducimos a continuación:

"Mi obra siempre estuvo guiada por la ciencia médica a la que le dediqué la vida y por el amor entusiasta por los perros, cuya lealtad, abnegación y valentía he admirado desde la niñez".

"Puedo afirmar con gran orgullo que los resultados alcanzados son satisfactorios y que ha nacido una raza nueva".

"Mis perros ya viven en el norte tropical (Chaco y Formosa), en el lejano sur, en las tierras del Chubut, de Neuquén, de Río Negro y de La Pampa. En todos estos lugares, cuando se les pidió que hicieran frente a duros obstáculos, superaron la prueba justificando los muchos esfuerzos y la honestidad con la que trabajé para crear una nueva raza, cuyo estándar hoy hago llegar a sus aficionados por petición amable del Centro de Cazadores de Buenos Aires, a quien agradezco el honor concedido".

"Analizando los orígenes de ciertas razas europeas y norteamericanas, constaté que algunas de ellas son fruto de quince o veinte años de cruzas de ejemplares pertenecientes a razas definidas, pero muchas veces se dio prioridad al aspecto físico por encima de las cualidades del carácter. Así nacen ejemplares cobardes, fácilmente excitables, o víctimas de verdadera psicosis que aparecen frecuentemente en razas que son de gran utilidad pero que actualmente corren un gran riesgo a causa de esos desequilibrios que solemos atribuir a la mala educación, cuando en realidad son verdaderas taras genéticas. En efecto, no se puede engañar a la naturaleza porque siempre responde a leyes atávicas".


Fechas Claves:

1928. Antonio Nores Martínez redacta el primer estándar del Dogo Argentino

1947. La Revista Diana publica el estándar fijado por el Dr. Nores.

1964. Tanto la Federación Cinológica Argentina (FCA) como la Sociedad Rural reconocen oficialmente como raza al Dogo Argentino.

1973. La nueva raza es reconocida oficialmente por la Federación Cinológica Internacional (FCI).


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