n el principio de la civilización egipcia, el país estaba formado por un conjunto de pequeños Burgos o poblados de muy escasa entidad, llamados nomoi. Cada uno de esos nomoi poseía un propio dios, sus propios templos y sus propios sacerdotes.E
Asimismo, tenían un gobernante propio. Las comunicaciones entre esos poblados se efectuaba por el río, cosa fácil cada vez que la corriente iba en un sentido y los vientos que soplaban lo hacían en otra, o sea que para ir hacia el Norte no hacían falta las velas, y sí era necesario para ir hacia el sur.
Finalmente el país quedó dividido en dos regiones llamadas Alto Egipto y Bajo Egipto. En una parte se hallaba el valle del río, bastante angosto, que iba desde la primera catarata hasta la zona del lago Moeris, a unos 1500 km. del mediterráneo. A esta estrecha franja de terreno se le dio el nombre de Alto Egipto.
Luego al norte del Alto Egipto, el Nilo se bifurca en diversas corrientes que se despliegan en forma de abanico y componen un triángulo. Esa región triangular fue llamada Bajo Egipto de tierras muy feraces.
Vista del delta del Nilo
Aunque poco se sabe de los tiempos primitivos de Egipto y de sus habitantes, puede afirmarse que Egipto tuvo unos 2000 años de civilización mas o menos elevada entre el 5000 y el 3000 a.C., si bien ese tiempo es lo que denominamos la prehistoria egipcia, puesto que ningún escrito o documento alguno apoya lo que en realidad son mas suposiciones que hechos reales.
Tal fue el caso de Egipto histórico, o sea el Egipto posterior al 3000 a.C., y lo mismo cabe decir de todas las civilizaciones tan remotas.
son unos tiempos oscuros, que por fortuna, respecto a Egipto, han podido salir a la luz gracias a los descubrimientos arqueológicos de sus numerosas ruinas, en tanto que otros paices pretéritos han quedado enterrados en las sucesivas capas de materiales acumulados por los movimientos de tierra y otros fenómenos que configuran milenio tras milenio la superficie de la Tierra en la eternidad del tiempo.
Fragmento de un manuscrito pintado sobre papiro, como era la costumbre
de aquella época, que figura en los hipogeos de Tebas. Fue en esta ciudad,
entre las ruinas gloriosas del gran templo y el palacio real donde se halló una
parte importante de la historia del antiguo Egipto.