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Países tercermundistas deben forjar su vanguardia comunista. |
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El fascismo en el poder es la dictadura terrorista de
los demonios más reaccionarios, chovinistas é imperialistas del
capitalismo financiero. El fascismo de La Bestia norteamericana es el
primer incendiario de una guerra generalizada por el control de la sangre
de la Tierra: el petróleo. Los tambores de guerra pasarán a todos los
continentes tercermundistas. El fascismo que ha implantado La Bestia
EE.UU., con el riesgo de futuras guerras imperialistas, se da por la
necesidad de financiar con capital extranjero el descomunal déficit
fiscal de 400,000 mil millones de dólares y un déficit comercial récord
de US $ 435 mil millones y el virtual quiebre fiscal de Estados y ciudades
con recortes generalizados en servicios básicos sociales.. Las
corporaciones que «invertían» sumas inmensas en el gran proceso de
globalización dejaron de hacerlo; pues los inversionistas extranjeros no
están interesados en fábricas y compañías semiquebradas o al borde del
colapso y con tremendos problemas laborales. Más aún, las acciones o
bonos estadounidenses no tienen respaldo económico y se han envilecido.
La inflación creciente y la baja de la producción es un hecho después
del 11-S. Los inversionistas y las corporaciones han comprendido que el
costo de las inversiones no va a seguir descendiendo y que los beneficios
también seguirán descendiendo, disminuyendo aún más, las inversiones y
aumentando el fantasma del desempleo. La crisis o crack financiero del 29
será apenas una pequeña crisis familiar de fin de semana en comparación
con el descalabro y el desplome de toda la economía del Aguila de Rapiña
que se avecina, más pronto de lo que se espera. Y los otros imperios no
podrán evitar ser arrastrados a la vorágine del caos y la quiebra
generalizada. Para financiar su deuda estructural, el imperialismo yanqui,
está tratando desesperadamente de controlar su déficit astronómico por
un control absoluto del oro negro a nivel mundial en función de ataques
militares a países productores del Medio Oriente y ataques
«preventivos» a países tercermundistas como Venezuela, Nigeria, Cuerno
del África, Australia, etc. Las grandes corporaciones y los jerarcas
yanquis han formado un «binomio criminal» cuyo teatro de operaciones es
el mundo entero. OPERATION OIL INFINITY La British Petroleum, EXXON- MOBIL, SHELL, CHEVRON- TEXACO, arpías del petróleo están detrás del trasfondo de la criminal guerra preventiva contra los blancos geoestratégicos productoras de petróleo. El ilegal Bush y los patrones imperialistas estadounidenses buscan inyectar demanda efectiva en la economía norteamericana con el desarrollo explosivo de la industria militar y los sectores claves de ella (investigación científica e innovaciones tecnológicas en el campo militar y de espionaje) y controlar el suministro del petróleo a escala mundial, atizando las tensiones Interimperialistas por el control de ese recurso estratégico que necesitan dichos países para sus fábricas. El Pentágono actualmente tiene 100 bases militares
alrededor del mundo y operaciones militares en curso en Irak, Afganistán,
el Cuerno del África, Colombia, la ex –Yugoslavia, Corea del Sur,
Filipinas y en antiguas republicas de la ex URSS como Georgia. Los planes
expansionistas de Bush y los patrones norteamericanos incluye aumentar
más mercenarios en el Mar Rojo, estableciendo bases semi-permanentes de
«avanzada» en Argelia, Marruecos, Túnez y pequeñas estructuras
militares en Senegal, Ghana y Malí que pueden ser usadas para intervenir
en los países ricos en petróleo del África, particularmente Nigeria.
Bases similares de avanzada se están expandiendo en el norte de
Australia, Tailandia, Singapur, Las Filipinas, Kenya, Georgia,
Azerbaiyán; Y a través del Asia Central, Polonia, Rumania, Bulgaria,
Qatar, Vietnan é irak. Las nuevas repúblicas de la antigua Asia Central
Soviética y los antiguos satélites en Europa Oriental son fuertes
posiciones geo-estratégicas para que La Bestia imponga presencia militar.
Todos estos movimientos estratégicos militares del gendarme del mundo son
piezas de ajedrez político para cercar militarmente a China. Mas aún, el
carácter guerrerista y militarista de la extrema derecha norteamericana
se ve reflejado en que las misiones militares del Pentágono están
marginando a los diplomáticos del Departamento de Estado, con oficiales
de alto rango que tienen visión político-militar y con mejores recursos
económicos que la diplomacia norteamericana. Pero no todo le está
saliendo como quisieran a los patrones imperialistas: IRAK: ¿ REGRESA EL SÍNDROME DE VIETNAN? La destrucción de la sede de la ONU en Bagdad, el ataque constante a las patrullas militares y la unidad de los fundamentalistas islámicos para enfrentar al imperio son la pesadilla para los señores de la guerra del Pentágono. Además, la baja moral, los suicidios, las heridas autoinfringidas para huir del teatro de guerra y las crecientes deserciones entre los soldados norteamericanos es conmoción y pavor para sus mandos militares haciéndoles recordar el Síndrome de Vietnam, y que puede hacer fracasar toda su política guerrerista. Como se recuerda, en Vietnam, la oposición a dicha guerra entre los soldados era muy fuerte. En plenos combates con el Vietcong, estallaron grandes rebeliones entre los soldados norteamericanos, muchos de ellos dirigidos por soldados negros. Mas de medio millón de soldados desertaron durante el curso de esa guerra, y seis de siete portaaviones usados para iniciar bombardeos en Vietnam fueron inmovilizados por el sabotaje de los propios marineros. Los soldados «desertores» publicaron 144 periódicos clandestinos dentro de Vietnam y en los portaaviones, en oposición a la guerra y ofreciendo recompensas a soldados que disparasen contra oficiales infames por enviar a soldados a ser masacrados. Además, los soldados «volaban» a los oficiales militares con granadas fragmentarias (fragging)... Gail Bucley: poderosos del G-8: Alemania, Francia, todos los demonios capitalistas conocían esta mentira cuando apoyaron la guerra contra Irak; pero en líneas generales estaban de acuerdo en torno al concepto de controlar el petróleo iraquí. El principal ala capitalista ataca a Bush por el hecho de no enviar suficientes tropas al desierto. La extrema derecha acusa a Bush y compañía de haber perdido la oportunidad de militarizar la sociedad americana, luego del criminal atentado del 11-S. No le perdonan el hecho que la ciudadanía no haya encarnado «sacrificarse de verdad» ya que dicho atentado planificado por el Pentágono y realizado por su brazo armado, la CIA, no haya tenido el equivalente funcional de Pearl Harbor en la segunda guerra mundial. Ciertamente que hay una preocupación grande en la clase política norteamericana ante la escasez de tropas en los frentes de batallas. Al estancarse el número de reclutas, el Pentágono se ve obligado a prolongar su estadía en Irak y la muerte a cuentagotas de sus tropas estacionadas. Políticos y académicos liberales siguen recomendando desesperadamente a la juventud a hacer su servicio militar o civil. Tal es la preocupación de los patrones del gran capital que «demócratas» como Bill Clinton plantean el servicio civil juvenil para fortalecer el fascismo doméstico. Todas las contradicciones entre el Gendarme del Mundo y el resto de los patrones del G-8 se han acrecentado por el control del tesoro energético del petróleo. Y estas rivalidades inevitablemente llevan a la guerra. De cierto, de cierto que la naturaleza del sistema capitalista crea rivalidades que no pueden ser tapadas por negociaciones o pactos. De verdad, de verdad que la arrolladora pujanza de los imperios de ayer y de hoy, han descansado y descansan sobre la demoníaca trilogía de su fuerza económica, fuerza militar y fetichismo religioso. Y en contraposición también aparecerá la trilogía divina que la aplastará; ¿cuál es?, la fuerza de las masas explotadas, sus principios y convicciones comunes, y su organización plasmados en un partido, el Partido Comunista. Ciertamente el capitalismo crea su propio sepulturero. Salir del hoyo es posible, pero se requiere saber a lo que nos enfrentamos, a lo que realmente aspiramos; esto es, o COMUNISMO o reformismo. Tenemos que entender que no se puede construir sobre el podrido capitalismo las bases del nuevo sistema que necesitamos. Debemos premunirnos de gran paciencia y mucha tolerancia para sobrellevar un proceso revolucionario que será cruento y azaroso y ciertamente saboteado y desviado por los sostenedores del sistema apocalíptico. Si no lo hacemos los millones de explotados, las inmensas mareas humanas que deambulan como masas amorfas, arrastrando innumerables dramas humanos y miseria espiritual, propios de un sistema esclavista, seguirán sufriendo el infierno capitalista; seguirán bramando como el murmullo de cientos de olas, sin esperanzas y sin dirección. El empobrecimiento y la angustia generalizada impuesta por La Bestia debe trocarse en lucha revolucionaria, en luchas de liberación y dirigir el llorar y crujir de dientes hacia la clase explotadora, hacia los sostenedores (religiones), defensores (militares) y conductores (patrones del capital) del corrupto sistema. Tenemos que sacar conclusiones de lo que ha sucedido con el levantamiento popular en Bolivia, la expulsión del vendepatria Goni y la recomposición de la burguesía a través del oportunista Carlos Mesa. Ahora comprendemos que la principal fuerza del imperialismo no es su poderosa maquinaria bélica o sus millones y millones de dólares o sus perros asalariados en los gobiernos de los países tercermundistas; sino que su fuerza principal es la falta de un movimiento comunista mundial. Y para que esto sea realidad necesitamos forjar y/o fortalecer a los diferentes partidos comunistas de cada país. Todos los partidos comunistas deben enarbolar la consigna: UNA SOLA CLASE, UN SOLO PARTIDO, UNA SOLA PATRIA PLANETARIA. Tenemos que hacer viva la frase; LA POLÍTICA AL MANDO. Desde el lugar donde nos encontremos de cualquier país tercermundista debemos presentar la línea comunista utilizando toda clase de actividades, conferencias o sesiones o por volantes o por medio de literaturas distribuidas para su comprensión y masificación dentro de las masas. Tenemos que expandir el pensamiento comunista a esos millones y millones de hambrientos de pan y sedientos de justicia: los trabajadores, verdaderos esclavos asalariados de un sistema corrupto y asesino. Expandir el pensamiento comunista para librar luchas ideológicas cada vez mayores contra la alienación, la enajenación y el individualismo; enfermedades mentales que alimentan el racismo, nacionalismo, militarismo, patriotismo, la guerra de sexos, todos salidos del putrefacto capitalismo. Expandir el pensamiento comunista para fortalecer la unidad obrero-campesina, la solidaridad de los pueblos y la creación de un BLOQUE TERCERMUNDISTA que enfrente al fascismo del G-8, principalmente norteamericano. Expandir el pensamiento comunista en función de la trilogía: Internacionalismo proletario, las luchas obreras no tienen fronteras y los derechos de los trabajadores no se transan. Expandir el pensamiento comunista para impulsar luchas masivas contra la patronal y su política neoliberal (capitalismo salvaje). Ciertamente que la tarea no será fácil por la etapa fascista en la que nos encontramos. Pero ¿Cuando ha sido fácil para un comunista o socialista luchar por ideales comunes?. La importancia del internacionalismo obrero-campesino devendrá en un arma poderosa de los trabajadores no sólo para defendernos, sino principalmente para pasar a la contraofensiva contra el fascismo, contra el enemigo de clase, contra los patrones capitalistas.
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