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MARILINA RÉBORA
NO LE DIGÁIS
No le digas, Estrella, que de noche suspiro,
ni le cuentes, tampoco, que en el azul navego;
que no sepa que, triste, ni advierto lo que miro
y no se entere nunca del porqué de mi ruego.
No le digas, Jazmín, que tu fragancia aspiro,
recordando su amor para llorarle luego,
y que es entonces sólo cuando amante respiro
y en tu casto perfume encuentro mi sosiego.
Dile Estrella, mejor, que contemplo dichosa
la lumbre de tu luz a mis deseos, fiel.
Dile Jazmín, siquiera, que el lirio y que la rosa
consuelan como tú en el antiguo vaso.
(Y que guarden los dos —sin que lo sepa él—,
el amor que le tuve y que me tuvo, acaso).
Marilina Rébora
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BIOGRAFÍA
Marilina Rébora Aguirre nació en enero de 1919 en Buenos Aires, (Argentina)
en el seno de una familia acomodada; hija de Juan Carlos Rébora y de María
Celina Aguirre.
Su padre, además de haber sido uno de los jurisconsultos más sobresalientes que
ha tenido el país, desempeñó, con dignidad y talento, importantes funciones
públicas. Fue, en efecto, Presidente de la Universidad de La Plata, entre 1938 y
1941, Vicepresidente del Consejo Nacional de Educación, entre 1942 y 1943, y
Embajador de la República Argentina en Francia, entre 1955 y 1958.
Marilina estudió dibujo y pintura junto a Ernesto Riccio, Vicente Puig, Susana
Aguirre y Horacio Butler. Expuso sus obras en diversos salones y se halla
representada en dos museos provinciales. Paralelamente desarrolló su carrera
literaria. Sus primeros poemas datan de 1936, 1937 —algunos en idioma francés
como Les étoiles que j’aime,
Madame la lune y Mon petit reve— y 1938.
Marilina rápidamente se compenetraría desde pequeña de los efluvios de la
cultura, cuando frecuentaban su casa los amigos de su padre y de su infancia:
Alfonsina Storni —que la sentaba en su regazo–, Arturo Capdevila, Pedro
Bonifacio Palacios (Almafuerte), Leopoldo Lugones, Rafael Alberto
Arrieta, Rafael de Diego, Norah Borges –que le hiciera un retrato en 1927
titulado 'Marilina con una naranja en la mano'–, Horacio Quiroga y sus hijos
Darío y Eglé, Ricardo Rojas, entre otros, y al decir de sus palabras:
“En Alfonsina Storni y en las de Capdevila,
Rafael Alberto Arrieta, o Rojas y de Diego,
Yo hubiera abandonado tiernamente mi mano;
pero Horacio Quiroga me contenía luego
con su barba cuadrada. Y yo, algo intranquila,
quedaba en la escalera, vuelta desde el rellano”.
(De “Los Amigos”, LOS DÍAS DE LOS DÍAS)
Quizá fue ese contacto de privilegio el que la llevó a la poesía, llegando a
publicar nueve libros y a dejar más de veinte inéditos. A Los Días de los Días
(1969) siguieron Libro de Estampas (1972), El Río Azul (1975), Tiempos de la
Vida (1975), Las Confidencias (1978), Animalerías (1980), El Lagarto estaba
harto (1986), No me llames poeta (2001).
Colaboró en el diario “La Prensa” de Buenos Aires, donde fueron publicados
varios de sus poemas. Su primer libro LOS DÍAS DE LOS DÍAS (1969) tuvo gran
acogida y elogiosos comentarios por parte de críticos y gente de letras. A él
siguieron LIBRO DE ESTAMPAS (1972); EL RÍO AZUL (1975), TIEMPOS DE LA VIDA
(1975); LAS CONFIDENCIAS (1977); ANIMALERÍAS (1980); EL LAGARTO ESTABA HARTO
(1986); NO ME LLAMES POETA (2001) y CALEIDOSCOPIO ARTÍSTICO (2003) –estas
dos últimas, obras póstumas–.
Ha dejado más de veinte obras inéditas.
LOS DÍAS DE LOS DÍAS, si es la primera obra que Marilina Rébora publica, no es
la inicial de su labor, aunque ésta así comience para el público. Ya encontramos
poemas inéditos que datan de 1936 y en idioma francés, como más arriba
indicamos.
Marilina Rébora falleció en Buenos Aires el 19 de
septiembre de 1999 a la edad de 80 años.
COMENTARIOS A SU OBRA
Marilina Rébora nos muestra en sus poesías, cómo es y
debe ser la auténtica poesía escrita con el corazón. Es una continua descripción de todo lo cotidiano que rodea su vida, con la elevada descripción
de la bella poesía de versos bien medidos con una rima muy musical.
«acaba el día
sin haber de
los hombros las alas desplegado...
¡Yo que hubiera querido vivirlo en poesía!»
(De "Los días de los días")
La unidad de estos poemarios se inicia con su primer libro; así, algunos temas
encadenados: la memoria de la propia infancia, de momentos que prefiguran una actitud de vida siempre mirando sueños... Los lazos familiares;
el amor y sus zozobras; los hijos y los temores por ellos; y nuevamente el recuerdo de la propia infancia fusionado con la
del hijo que la nombra ‘Mali’.
Todo ello lleva el fondo invariable de un hondo sentimiento religioso. En Las confidencias, reflexionó
lúcidamente apoyada en ese sentimiento; sobre la fe o sobre el justo valor de la fantasía y el afán de embellecer con ella la vida; y
lo hizo descarnadamente sobre la condición subordinada de la mujer, o sobre hábitos, apariencias, debilidades.
El escritor argentino Manuel Mújica Laínez
dijo de ella: “Tus sonetos me llevaron, página a página, por el camino encantado, en una sucesión
de emociones. Sólo un poeta auténtico, alguien que vive con misteriosa, con apasionada hondura, es
capaz de provocarlas.”
José Bianco dijo: “Sus versos son dulcemente conmovedores y, cuando terminamos de leerlos, nos sentimos
muy cerca de la autora: hemos seguido paso a paso toda su vida.”
Y Ofelia Kovacci, Presidenta de la Academia Argentina de Letras, dijo: “Marilina Rébora nos entrega en sus páginas, con palabras límpidas, despojadas
de grandilocuencia pero impregnadas de sensibilidad, testimonios de episodios,
de certezas y dudas de una vida intensamente vivida, transmutados en materia lírica.”
Datos extraídos de la Academia Argentina de Letras, y del Académico Dr. Juan Carlos Fustinoni jcfustinoni@hotmail.com
Para ver más poesías de ella >>
http://www.marilinarebora.com.ar
AUTÉNTICA POESÍA - Herrera/Muñoz - 2001
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