Según
el anticuario que las descubrió, el libro podría haber llegado desde Bs.As.
En
la primera copia de una de sus obras
Por
Elisabetta Piqué
Corresponsal en Italia

La
Luna, según Galileo Galilei
Foto: Corriere della Sera
ROMA.-
Después de cuatro siglos en la oscuridad, cinco dibujos inéditos
de la Luna realizados nada menos que por Galileo Galilei
(1564-1642), uno de los máximos científicos de la historia,
volvieron a salir a la luz.
El Corriere della Sera, que publicó dos de los cinco
dibujos descubiertos y atribuidos al gran físico y matemático,
contó que las acuarelas fueron descubiertas dentro de la
primera copia del Sidereus Nuncius (una obra de Galileo
publicada en Venecia en 1610) por un famoso anticuario de Nueva
York que no descartó que el valiosísimo libro pudiera haber
llegado a sus manos desde la Argentina, después de cruzar
misteriosamente varios continentes.
"El anticuario nunca reveló quién fue la persona que le
vendió la copia con las acuarelas de Galileo, sino que dijo que
provenía de América del Sur", explicó William Shea, uno
de los protagonistas del descubrimiento, al Corriere della
Sera.
"Es probable, de todos modos, que la copia tenga un origen
argentino, porque a ese país emigraron varios italianos desde
la región del Véneto: quizá Galileo le había regalado el
volumen a algún senador de la «Serenissima» que luego lo habría
vendido por dinero o por ignorancia", agregó.
Pero
volviendo al principio de la intrigante historia del hallazgo de
los dibujos de la Luna de Galileo -que bien pudieron haber
permanecido durante años en el anonimato de algún estante
polvoriento de una tienda de San Telmo-, todo comenzó cuando
Richard Lan, el anticuario neoyorquino antes citado, le pidió a
una amiga que le recomendara algún experto que pudiera analizar
una copia del Sidereus Nuncius (conocido como El
mensajero sideral) que había llegado a sus manos.
El destino quiso que esta señora también fuera amiga de Shea,
titular de la cátedra sobre Galileo de la Universidad de Padua,
ciudad en la que el eximio científico italiano, nacido en Pisa,
enseñó y vivió durante 18 años.
Al aceptar la tarea de evaluar si se trataba de dibujos
realmente pintados por el inventor del péndulo y del telescopio
-con el cual se quedaba fascinado observando los astros-, Shea
no dudó en contactarse con otro gran experto en la materia, el
profesor Horst Bredekamp, de la Universidad Humboldt, de Berlín.
Luego de una ardua investigación, que contó con ayuda de la
Universidad Técnica de Berlín y de la biblioteca nacional de
Florencia, los dos especialistas confirmaron que se trataba
realmente de cinco dibujos que el genio había realizado en las
páginas 8, 9 y 10 de la primera copia del Sidereus Nuncius,
según anunciaron anteayer en un restringido encuentro en Padua.
"Después de nuestro trabajo, cuando me di cuenta de que no
tenía delante de mis ojos algo falso, como había sospechado en
un principio, me emocioné muchísimo: hacía por lo menos un
siglo que no se encontraba un documento de Galileo tan
importante -dijo Bredekamp-. Los análisis realizados sobre el
papel de tipo vegetal que él eligió y los trazos de los
dibujos no dejan dudas", agregó.
Galileo, que escribió varios libros -puestos en el índex por
la Iglesia Católica, que lo condenó por hereje por defender la
teoría copernicana de que la Tierra gira alrededor del Sol-,
con los dibujos de la Luna hallados en la primera copia del Sidereus
Nuncius se revela como un refinadísimo pintor. En las
acuarelas, de hecho, se demuestra que el científico utilizaba a
la perfección los colores ocres para resaltar con precisión
las caras y las manchas de los cráteres de la Luna.
"Galileo era un gran ilustrador, un hábil dibujante con
una pasión que continuó desde niño, cuando hubiera querido
frecuentar una escuela de dibujo, algo que su padre le
desaconsejó", detalló Bredekamp, que recordó que Galileo
también dibujó los perfiles de la Luna, las manchas solares y
las lunas de Júpiter.
El Sidereus Nuncius fue la obra en la que Galileo anunció
el descubrimiento de los cuatro principales satélites de Júpiter
y propuso, con ayuda de gráficos e ilustraciones, análisis de
nuevos fenómenos celestes observados con el telescopio de Padua.
El volumen marcó el inicio de un proceso que llevó, en algunas
décadas, a la confirmación del sistema copernicano, pese a la
oposición de las autoridades eclesiásticas.
En octubre de 1992, Juan Pablo II rehabilitó la figura de
Galileo Galilei, que según la leyenda dijo eppur si muove
("y sin embargo se mueve", aludiendo a la Tierra que
se mueve alrededor del Sol) después de ser condenado por el
Santo Oficio. Entonces el Vaticano concluyó, tras un estudio
del caso, que la condena que se le infligió al gran físico y
matemático en 1633 fue "injusta", a raíz de una
mezcla indebida de teología y cosmología retrasada, que se
explicaba, no obstante, por el hecho de que Galileo proponía
una revolución radical sin ninguna prueba irrefutable.
|
CAMPOS DE CONCENTRACIÓN EN EE.UU.
Se va a restaurar por ley en EE.UU. diez campos de concentración para
japoneses y alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
En 1942, el presidente Roosevelt ordenó trasladar a dichos campos de
concentración a 120.000 personas vigiladas por soldados. El último campo se
cerró en 1946. En 1988 el entonces presidente Ronald Reagan firmó un escrito
de disculpa
NOTA DEL WEBMASTER: El 19 de febrero de 1942, el presidente Roosevelt, cediendo al sentimiento xenófobo, ordena el arresto sin juicio de 120 000 ciudadanos estadounidenses de origen japonés y su internamiento en campos de concentración. Esa medida discriminatoria no se aplica a los ciudadanos enemigos, sobre todo Alemania, sino exclusivamente a aquellos cuyos padres son japoneses (Years of Infamy. The Untold Story of American’s Concentration Camp por Michi Weglyn, William Morrow and Co, ed. 1976)
|