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  (Capítulo de un libro en preparación)
   
    En una ocasión, me encontraba sentado en un lugar apacible de mi ciudad
    natal, a orillas del Río Ariguanabo. Meditaba sobre la leyenda aborigen
    acerca de la creación de la Laguna del mismo nombre. Un coterráneo, a
    quien mucho aprecio y distingo, se me acercó y conociendo mis inclinaciones
    a la búsqueda y la investigación histórica, comenzó una conversación
    que, sin darnos cuenta, recorrió un largo camino desde los orígenes de 
    aquella ciudad, pasando por los grupos humanos que confluyeron 
    históricamente en el proceso de su desarrollo, hasta las instituciones 
    cívicas, la Ciencia, la Cultura y un largo etcétera.
 Llegados al punto de la creación de la Logia Masónica "Luz de 
    Ariguanabo", el 17 de enero de 1879, sin esperarlo yo, desde luego, 
    mi amigo me soltó de golpe: "Y a todas éstas ¿Que es la Masonería?"
 
 Tragué en seco. Después de tanto rato hablando de tan diversos temas ¿Por qué quería
    ahora profundizar en éste?. Quise resumir y sin embargo, me di cuenta que no
    era tan fácil. He aquí, más o menos lo conversado aquella tarde sobre el
    asunto que es ahora nuestro objetivo.
 
 Pues resumiendo- le respondí- te puedo decir que la Masonería, amigo mío,
    es muchas cosas, pero, por encima de todo, es un estilo de vida que trata
    de hacer de un hombre bueno, otro mejor.
 
 Es una sociedad fraternal, que admite a todo hombre libre y de buena 
    reputación, sin distinción de raza, religión, ideario político o posición
    social. Sólo le exige que posea un espíritu filantrópico y el firme 
    propósito de tratar siempre de ir en busca de la perfección. Está basada 
    en la creencia en un Ser Superior, o Dios, al que los masones denominan 
     Gran Arquitecto del Universo, y consideran como principio y causa
    de todas las cosas.
 
 La institución masónica es una asociación voluntaria de hombres, es una 
    sociedad fraternal, una sociedad en donde se aprende la regla de oro. Es 
    al mismo tiempo, un sistema de conducta moral; una forma de ver la vida y
    de conducirse en ella; una religión en su carácter. Es la búsqueda para 
    hacer mejores hombres a los hombres; es la enseñanza de la moralidad a 
    través del simbolismo, para lo cual emplea ritos y ceremonias de 
    instrucción para sus miembros. Está basada en la firme creencia de la 
    paternidad de Dios, la hermandad entre todos los hombres, considerando 
    esta acepción como humanidad, así como en la inmortalidad del Alma.
 
 En las Logias, que son los lugares donde se reúnen los masones, sus 
    miembros aprenden sus preceptos en ceremonias con determinados rituales 
    dramatizados, que siguen antiguas formas, usos y costumbres de los
    constructores de catedrales, utilizando las mismas herramientas de aquellos,
    como guías alegóricas. En esas Logias se aprende a amar la Patria, a 
    someterse a las Leyes vigentes en una sociedad dada, a respetar a las 
    autoridades legalmente constituidas y a considerar el trabajo como un
    deber esencial del ser humano.
 
 Entonces ¿Qué no es la Masonería?- espetó a mis oídos- porque, se dicen 
    cada cosas....
 
 Lo primero que quisiera comentarte al respecto es -dije yo-  que no
    es una organización que busca adeptos; o lo que es lo mismo, que no
    solicita miembros.
 
 Ya sé que se dicen muchas cosas, pero te aseguro, que no es una compañía 
    de seguros, ni tampoco una sociedad de beneficencia, aunque en el año 1723
    el Gran Maestro Duque Buccleugh, creó el Comité de Beneficencia; pero el
    mismo tiene por objeto el socorro de los masones necesitados. Tal idea fue
    lanzada por el duque y posteriormente realizada y perfeccionada por sus
    sucesores el Duque de Richmond y Lord Paisley. Es decir, no es una
    organización caritativa; pero hace de la caridad un deber.
 
 Quisiera puntualizarte además, que la Masonería no es un foro para 
    discusión religiosa, política u otra cuestión partidista. No es, te repito,
    una religión, ni un credo, ni orden religiosa alguna y mucho menos un foro
    para discusión religiosa. Los masones no tienen una teología propiamente 
    masónica; ello se debe a que como no representan a ninguna religión 
    específica, no sería lógico tratar de imponer una teología religiosa 
    determinada en el seno plural de las logias, ya que eso, además, no es 
    competencia de la institución.
 
 La Masonería no le dicta al hombre nada en contra de sus creencias 
    políticas; ni busca ventajas para sus miembros a través de los negocios o 
    la política; ni está organizada con fines lucrativos..
 
 Y que me dices de su "anticlericalismo" y otros "anti"
    que he escuchado? - continuó inquisitivo.
 
 Si me permites - le dije poniéndome en guardia- me haré y responderé al 
    mismo tiempo, algunas preguntas para tratar de explicarte con mis propias 
    palabras un conjunto de conceptos y definiciones que a ambos nos
    ayudará.;
 
 ¿Es la masonería anticlerical, como algunos efectivamente han asegurado, o 
    atea como otros sugieren?. Ambas aseveraciones son falsas. La masonería ha 
    combatido todo tipo de intolerancias y oscurantismo y lo ha hecho también 
    con la Iglesia Católica. Si la masonería fuera anticlerical no hubiera 
    aceptado a sacerdotes de esa denominación religiosa en su seno, cosa que sí
    ha hecho, puesto que han existido sacerdotes masones. Por otra parte, la
    masonería es laica y está abierta a cualquiera que posea una fe religiosa
    basada en un solo Dios, es decir monoteísta. Los masones creen en la
    existencia de un "Ser Supremo", al que llaman  Gran Arquitecto
    del Universo. El planteamiento masónico de la posibilidad de conocer a 
    ese "Ser Supremo" es que Dios, en tanto que creador, puede ser
    conocido con certeza a la luz de la razón natural, por medio de las cosas
    creadas; es decir, llegar a conocer la causa por sus consecuencias.
 
 ¿Es la masonería ritualista y simbólica? - continué - Si y esos rituales 
    han sido elaborados en el largo proceso del desarrollo histórico de la 
    Masonería; hay un sutil equilibrio de gestos, toques y palabras, que se 
    considera muy acertadamente que no deben ser alterados arbitrariamente. 
    Creo que la vida ha demostrado su efectividad. Los masones utilizan y se 
    comunican mediante múltiples señas, toques y palabras y sus templos 
    simbólicos son lugares de aprendizaje y conocimiento filosóficos, donde 
    desarrollan ese simbolismo.
 
 ¿La Masonería pretende dominar el mundo o un determinado país, como se 
    asegura en alguna que otra literatura panfletaria o en la prensa amarilla?
    De las calumnias con que se ha tratado de combatir a esa institución ésta 
    es la más estúpida, ingenua, tonta, malintencionada e inverosímil de todas,
    aunque muchos lo han creído así. La Masonería, amigo mío, ha tenido y tiene
    en su seno a muchos grandes hombres que se destacaron y se destacan en la
    ciencia, la política, la cultura y otros campos del quehacer humano.
 
 En Cuba, 
    hombres de la talla de José Martí, Céspedes, Gómez, Agramonte y muchísimos
    otros patriotas.
    En España, en
    Argentina, en
    México, en
    Venezuela y en el resto de la
    América nuestra, han sido masones destacadísimas figuras, hombres de 
    bien. En las Logias masónicas se gestó la Revolución Francesa, como antes 
    lo hizo la Norteamericana. En el Primer Congreso Nacional de Historia en
    la República de Cuba, celebrado entre el 8 y el 12 de octubre de 1942, se
    reconoció y proclamó que la Masonería Cubana fue la Institución que en 
    todos los tiempos, desde su fundación, más elementos aportó a la 
    Independencia, la Libertad, la Cultura y el Progreso de Cuba.
 
 De los principios masónicos se sirvieron los revolucionarios de muchos 
    otros sitios, como bandera en su lucha contra la tiranía. Pero de eso a 
    afirmar que pretende el dominio mundial, es simple y llanamente una 
    calumnia más de los que defienden el oscurantismo, el fundamentalismo,
    la reacción; de los violadores de los derechos humanos. Recordemos los
    ejemplos clásicos de Hitler y de Franco, por solo mencionar dos.
 
 ¿Es la masonería un tipo de secta que tiene una estructura autoritaria?
    -proseguí con el cuestionario- Falso, en la masonería todos los cargos 
    sin excepción, que son renovados periódicamente, son elegidos por sufragio
    universal, directo y secreto. La masonería no busca la sumisión de sus 
    miembros a ningún líder supremo, a ningún Venerable
    Maestro o 
    Gran Maestro convertido en dictador, sino que prepara para cada uno de
    sus miembros un camino personalizado hacia la maestría de sí mismo.
 
 ¿La masonería es una sociedad secreta? La masonería no guarda ningún secreto.
    Los secretos de los que hablan los masones están referidos al conocimiento 
    mutuo y a otras simbologías. La masonería no acepta en sus filas a fanáticos,
    integristas, racistas, xenófobos, ni intolerantes de ninguna clase. Sin 
    embargo es una sociedad discreta, justificado plenamente por las persecuciones
    que ha sufrido prácticamente desde su creación. Pero respóndete tú mismo a
    esta pregunta ¿una sociedad secreta figura en la guía telefónica, publica 
    comunicados, organiza conferencias públicas y cursos en las Universidades,
    concede reportajes y hasta cuenta con páginas web en Internet que permite 
    a sus miembros “chatear” conectados a la Red?
 
 Pues fíjate si están en un error, que la institución no oculta ni su 
    existencia ni sus propósitos ¿cómo se puede decir entonces que es secreta?
    Sin embargo, sí es una organización, como muchísimas, que tiene sus 
    secretos y que desde luego no tiene por qué irlos pregonando ¿no crees?. 
    Muchos han querido conocer y después divulgar esos aspectos internos de la
    masonería. Por ejemplo, en el año 1750 el Fraile José Torrubia, censor y 
    revisor del Santo Oficio de la Inquisición en Madrid, fue encargado por el
    Clero, iniciarse en una logia masónica bajo un falso nombre seglar, con el
    fin de penetrar todos los secretos y conocer a fondo las doctrinas. Para 
    el efecto recibió del delegado del Papa, las necesarias dispensas de los 
    juramentos que tuviera que prestar al ser recibido masón. Autorizado ya de
    esta manera para poder visitar las logias de las diferentes provincias de 
    España, como lo hizo, se presentó luego al Tribunal Supremo de la 
    Inquisición y denunció la masonería como la institución mas abominable que
    existía en el mundo y a sus miembros como contaminados de todos los vicios
    y crímenes y entregó una lista de 97 logias establecidas en el país, 
    solicitando contra ellas todo el rigor de la Inquisición.
 
 Muy interesante lo que cuentas y afirmas - me dijo-. Muchas personas, he 
    leído, aseguran que la Masonería es tan antigua que ya existía y se 
    practicaba por antiguas civilizaciones, como las de Egipto, la India, los
    esenios, los mayas, y en muchas sociedades iniciáticas, de muy remota 
    antigüedad, como la Academia de Pitágoras.¿Qué me dices de eso?
 
 Me parece - le contesté- que existe un problema inicial que hay que abordar 
    sin ningún tipo de titubeo y es que el origen de la Masonería se pierde en
    la noche de los tiempos y esa es la causa real de la especulación que ha 
    habido, pues a pesar de los muchos relatos, historias, versiones, estudios
    e hipótesis de todo tipo, no hay datos fidedignos sobre el período anterior
    a lo que hoy se llama la Masonería Especulativa. Todo lo que se ha podido 
    averiguar, hasta ahora, lleva el sello de la especulación.
 
 Entonces, -me respondió- ¿No crees que resultaría conveniente hablar de 
    esas especulaciones... vaya, para compartir aunque sea el comentario?.
 
 Pues sí -le dije sonriente, aunque preocupado por la cada vez mayor 
    profundidad de la conversación-, siempre resulta conveniente hacer un 
    repaso, aunque sea somero, de un tema tan apasionante.
 
 Pudiéramos empezar, por ejemplo, hablando de los sufíes. Con  el apelativo
    colectivo Sufiya, se definía a los “puritanos insurrectos”, cuya existencia
    en Alejandría, se conoce como mínimo desde el año 821 d J. C. Los sufíes 
    contaron con personalidades de gran sabiduría y tuvieron entre sus logros 
    científicos importantes, descubrimientos en álgebra, geometría, alquimia, 
    arquitectura, medicina, astronomía y hasta en sicología. El origen de los 
    caballeros sufíes, son muy confusos y se remontan al 980 d J. C. y parten 
    de la construcción de la mezquita de El Cairo y después de la de Bagdad, 
    en el año 991 d J. C. Eran conocidos también como caballeros Futuwa. En las
    órdenes de caballería sufíes había una jerarquía de nueve grados, similar a
    la masonería, que algunos historiadores dicen fue quien heredó toda su 
    estructura y conocimientos.
 
 Se dice que los templarios parece que copiaron parte de la doctrina de estos
    llamados caballeros Futuwa.
 
 ¿Los Templarios? Vaya, sigue esa línea por favor - dijo mi amigo entusiasmado
    y con ojos brillosos.
 
 Pues, resulta que para proteger a los peregrinos cristianos que viajaban a
    los lugares donde Cristo había sufrido su pasión y muerte, se hizo 
    necesario la creación de órdenes de caballeros que además, vigilaran las 
    rutas y las estancias para que dichos viajeros pudieran pernoctar.
 
 En el año 1128 d J. C. se fundó una organización, integrada por 
    monjes–soldados, que daba respuesta a estas necesidades, pues era capaz de
    asegurar la tranquilidad de aquellos caminos y del albergue de los 
    peregrinos; era la Orden del Templo de Salomón. Su fundador, Hugues de 
    Payns se ofreció, junto a otros 8 caballeros franceses y flamencos, al 
    rey Balduino II, para tales propósitos. El rey accedió y les concedió una
    serie de privilegios así como la entrega de las edificaciones 
    correspondientes al antiguo Templo del rey Salomón.
 
 Como recordarás, el templo, lugar bíblico y misterioso del que se 
    aseguraba estar construido sobre laberintos subterráneos donde se 
    ocultaban los más secretos arcanos del conocimiento espiritual, fue 
    edificado por Salomón, de quien se ha dicho que entró en contacto con una
    secta oculta e iniciática que procedía del antiguo Egipto y que también 
    tendría que ver con el origen de la masonería. Fue destruido aquel templo 
    por Nabucodonosor en el año 587, salvándose solamente algunos vestigios, 
    entre ellos conocidos por “la Roca”.
 
 El centro de operaciones de los templarios fue, a partir de su entrega por
    Balduino II, el templo de Salomón, y es ese otro punto de contacto que 
    señalan algunos historiadores, entre los templarios y los masones. Según 
    los mencionados historiadores, los templarios llegaron a conocer los 
    secretos que guardaba el templo de Salomón, después que San Bernardo había
    logrado traducir los textos hebreos que se descubrieron después de la 
    Toma de Jerusalén en 1099.
 
 ¿Y que consecuencias trajo la creación de tal Orden? porque se ha 
    especulado mucho sobre el poder que llegó a alcanzar - continuó mi amigo 
    sin dar muestras de cansancio.
 
 La creación de la Orden del Temple -le respondí- hasta donde sé, trajo 
    como consecuencia que los templarios desarrollaran sus encomiendas y 
    erigieran poderosas fortalezas, intervinieran en la redacción de leyes, 
    hicieran funciones de prestamistas de grandes sumas de dinero en toda 
    Europa y crearan un fabuloso imperio que poco a poco se convirtió en un 
    Estado dentro del propio Estado, que en un inicio actuó separado del reino
    de Francia y terminó separándose de la alta jerarquía eclesiástica de Roma.
    Producto de todo esto, te repito, se formó la leyenda que los vincula con 
    los orígenes de la masonería.
 
 ¿Cómo se vinculan entonces los sufíes, los templarios y los masones. No te
    parece que hay una especie de hilo conductor en todo eso?- continuó mi 
    amigo abriendo "nuevos frentes"
 
 Bien, recuerda una vez más que todo esto que te estoy contando son 
    especulaciones ¿eh? -le respondí con esa advertencia para después agregar
    - Bueno, además de lo del templo de Salomón, pues algunos 
    historiadores han señalado determinados vínculos entre los sufíes, los 
    templarios y los masones. Así,  Al Gazzali consideraba que la doctrina 
    sufí constituía el grado más alto de Sakha, que tiene su basamento en la 
    generosidad, el olvido de sí mismo, el desinterés, la abnegación, la 
    serenidad y la indulgencia. Por su parte, Robert Graves ha afirmado que la
    masonería tuvo su origen en una sociedad sufí y que fue introducida por 
    los caballeros templarios en Escocia, a principios del siglo XIV 
    camuflado como gremio de artesanos.
 
 Asimismo René Guénon, importantísimo y profundo conocedor de estos temas,
    aportó datos sumamente interesantes acerca de los templarios y de la 
    masonería.
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 Los templarios utilizaban también el rito de la iniciación, por lo que 
    algunos historiadores han querido encontrar similitud en los que practica
    la masonería y sugieren que ambos provienen de los que utilizaban en el 
    Templo de Salomón.
 
 Para otros historiadores, es evidente que la masonería bebió de las 
    fuentes islámicas para crear su institución y eso lo hizo a través de los
    caballeros templarios y otras ordenes caballeresca.
 
 Según escribió en 1990 Shaykh Fadhlalla Haeri en The elements of sufism 
    “muchos caballeros del Temple que viajaron con los cruzados a tierras 
    musulmanas recibieron la influencia de las prácticas sufíes que allí 
    conocieron, adoptándolas y adaptándolas (....)”.
 
 Entonces -dijo mi amigo con una enigmática sonrisa burlona en su rostro-,
    con la vista puesta en el aspecto “oriental” del asunto, hay muchas 
    opiniones sobre la influencia musulmana ¿no?.
 
 Pues, si, realmente hay muchos de esos historiadores que mencionan esos 
    aspectos -le dije- el ya mencionado René Guénon explicó la correspondencia
    de las letras del nombre de Alleh con sus formas respectivas de la regla,
    el compás, la escuadra y el triángulo, elementos masónicos por excelencia.
 
 Otra evidencia de esta relación, que se quiere señalar, es la 
    referida con las proposiciones arquitectónicas fijadas para el Templo de 
    Salomón, que igual que la Kaaba de la Meca eran numéricamente equivalentes
    a ciertas raíces árabes portadoras de mensajes sagrados, y cada una de sus
    partes quedaba relacionada con las demás en proporciones determinadas. 
    Tampoco olvidan que la divisa masónica es “la luz viene del oriente” y 
    aseguran que el suelo ajedrezado de las logias masónicas proviene del 
    Islam y que su simbología tiene gran importancia en el sufismo, donde los 
    cuadros negros simbolizan el conocimiento y el trabajo, y los cuadros 
    blancos la alegría. Además hacen otras afirmaciones de que la masonería 
    ha estado vinculada con el Templo de Salomón, de donde procedería el 
    término de Arte Real.
 
 Otra importante vinculación -dije esperando dejar complacido totalmente a 
    mi amigo- la centran en la herencia de la Orden del Temple, ya que dicen 
    que se consideró francmasón ilustre a Joseph de Maistres, cabeza de dicha 
    orden. Alegan además que en las antiguas enseñanzas iraquíes aparece una 
    relación con la masonería en Manú, sabio iraquí nacido cerca de Bagdad en 
    el año 214 d. J. C. que introducido en una secta mística fue autor de 
    varios libros en los que se encuentran enseñanzas de un dualismo gnóstico 
    y cosmológico y se hablaba de iniciados y unos “elegidos iluminados”.
 
 Asimismo se dice que para los sufíes contemporáneos, los masones tomaron 
    su nombre y el esquema de la organización de la Orden Babawin o 
    Constructores, cuyo Gran Maestro fue Asan al-Bana, en el siglo XVI, en 
    Egipto.
 
 Sea verdad o ilusión, la realidad es que esas historias emocionan ¿no?. 
    Pero si aún no estás totalmente satisfecho en tu curiosidad, te puedo 
    dar algunas versiones más, pues fácilmente te podrás imaginar cuantas 
    personas habrán especulado con el tema. Fíjate en unos cuantos comentarios
    más:
 
 Bernard Springett, escribió en “Sectas secretas en Siria”, citando una 
    “Historia abreviada de los Asesinos”, de Ameer Ali, que “... los 
    diferentes grados adoptados en la Logia “La Morada de la Sabiduría”
    , de El Cairo, se convirtió en un modelo de todas las logias creadas
    posteriormente en la cristiandad".
 Otro escritor Idries Shah Sayed alega que los tres instrumentos de trabajo
    de los masones eran tres posiciones para la oración y que Buiz o Boaz, no 
    fue súbdito israelita, sino arquitecto sufí de Abdel-Malik.
 También mencionan a los sabeos, que eran una rama semítica de origen 
    babilónico que empleaban catequesis teosófica metódicamente graduada, 
    practicaban un comunismo iniciático que propagaba un ritual de compañerismo
    y que cuando pereció en las luchas contra las Cruzadas, su trabajo pasó a 
    Occidente, dando luz a ordenes que determinarían en la francmasonería.
 
 Fulcanelli explica en “El Misterio de las Catedrales y Las moradas 
    filosofales” que casi todos los masones fueron estudiosos de la alquimia,
    arte que se transmitió a través de los constructores de catedrales.
 
 G. D. Bernardo por su parte, asegura que la fuente principal del simbolismo 
    masónico habría que buscarla en la tradición alquímica.
 
 Por último y para no cansarte demasiado, te diré que según una tradición 
    masónica que se describe en The Royal Masonic Cyclopaedia dice que la más 
    antigua logia escocesa, Kilwinning, fue fundada por el rey escocés Roberto I 
    Bruce, después de la batalla de Bannockburn, para recibir a aquellos 
    caballeros templarios que habían huido de Francia. Que en el siglo XVIII, 
    Andrew Ramsay, masón e historiador escocés, señaló la tradición de la 
    relación masonería-templarios, y aportó un considerable número de trabajos 
    profusamente documentados para apoyar sus ideas.
 
 Bueno, ahora, me dirás que hablo del tal Fulcanelli y resulta que él mismo 
    es un misterio ¿o no?. Pues tienes toda la razón del mundo, pero ya te dije 
    desde el principio que todo esto son especulaciones.
 
 Me hablas un poquito del tal Fulcanelli - dijo mi amigo un poco 
    "mosqueado".
 
 Bien, en relación con Fulcanelli, para que estemos claros, creo que sí sería
    bueno precisar un poco más. Se ha dicho que el misterio de las catedrales se
    fundamenta en la representación simbólica de las mismas, así como de las 
    figuras y signos que adornan sus paredes, tanto interiores como exteriores. 
    Fulcanelli parece ser un pseudónimo tras el que se escondió un escritor que 
    algunas personas aseguran que fue masón y que escribió El misterio de las
    catedrales y Las moradas filosofales, donde abordó magistralmente estos 
    temas. Aparentemente tenía un gran conocimiento de los símbolos alquímicos y
    esotéricos de la arquitectura de la Edad Media y se mantuvo en el anonimato 
    hasta el año 1925 en que desapareció.
 
 Sobre esto también existen muchas versiones y fábulas que incluyen hasta la
    de que el FBI busca su pista pues le supone en posesión de un manuscrito de
    Roger Bacon, que contiene la fórmula de la fusión y la fisión nuclear; pero,
    si nos desviamos del tema principal, pudiéramos estar hablando una semana 
    sin llegar a parte alguna.
 
 Después de un profundo suspiro de mi amigo, que pensé era la señal final de
    satisfacción de su curiosidad, éste volvió a la carga. Pero bueno - dijo  
    sonriendo tímidamente- si dejamos a un lado los antecedentes históricos y 
    las antiguas especulaciones obscuras e inconexas sobre la Masonería, 
    ¿me puedes decir realmente lo que se sabe con cierta seguridad sobre su 
    surgimiento y quizás algo sobre su evolución posterior?
 
 Bueno - le respondí observando que ya el sol se ponía en el horizonte, 
    reflejándose de manera peculiar en el río, haciendo parecer su corriente 
    como sangre - te diré que la Masonería surgió de las corporaciones de 
    obreros de la construcción, en la edad media.
 
 En Europa y más concretamente en Alemania, Francia e Italia, existían las 
    cofradías de constructores o masones, en donde se enseñaban no solamente las
    artes y las ciencias que debería dominar un maestro constructor, sino que 
    además se impartían principios de moral y buena conducta que garantizaran 
    la armonía dentro de aquellas corporaciones. Los constructores ingleses de 
    aquellos tiempos así como los canteros alemanes, no se organizaban 
    exclusivamente en asociaciones de oficios, sino en verdaderas hermandades, 
    que eran lugares donde se enseñaba y ejercitaba además la teoría y la 
    práctica secretas de sus respectivos artes y oficios. En Escocia e 
    Inglaterra a partir del siglo X y principalmente hasta el XIV, se ejecutan 
    grandes obras para cuya realización, se importan constructores alemanes, los
    que llevaron consigo los usos y costumbres de sus Logias y bajo su influjo, 
    nacieron las Logias escocesas e inglesas.
 
 Quiero subrayarte que el largo tiempo que duraban las monumentales obras que
    ejecutaban aquellos constructores, les permitía establecer estrechas 
    relaciones y vínculos entre los numerosos artistas y obreros que, bajo la 
    dirección de sus Grandes Maestros arquitectos, eran solicitados 
    para ejecutar las mencionadas obras en diversas ciudades y países. En 
    tales viajes, como podrás suponer, buscaban la ayuda de otros miembros de 
    su misma profesión, que también estaban agrupados en gremios o cofradías y
    asistían a las reuniones de sus respectivas Logias.
 
 Producto de la necesidad de que en tales viajes y contactos pudieran ser 
    reconocidos y atendidos, sin olvidar las correspondientes precauciones que
    cada agrupación tenía de tomar para no admitir entre sus miembros a 
    personas extrañas u operarios que fuesen a romper la armonía que era 
    requerida para tales empeños, o a explotar en beneficio personal los 
    conocimientos técnicos que se impartían en las Logias, surgen los signos y
    señas secretas de reconocimiento los que se agruparon en tres grados 
    jerárquicos, con derechos y obligaciones distintos.
    También fue necesario para garantizar el éxito de sus reuniones, emplear 
    el sigilo y la discreción.
 
 Producto de los viajes a los que me referido y obviamente de conocer en 
    ellos a diferentes países, personas y costumbres, los masones entraron en 
    contacto con diversas formas del pensamiento y con diferentes 
    organizaciones políticas. Ello les permitió obtener una visión de conjunto
    excepcionalmente amplio, sobre los temas religiosos, filosóficos, 
    económicos, sociales y políticos de la época. También les obligó a 
    admitir, con igualdad de derechos, a hombres de distintas nacionalidades,
    credos y razas, lo que sentó las bases de los principios humanistas y la 
    amplia pluralidad de la Institución.
 
 Hacia principios del siglo XVIII, la construcción había decaído 
    grandemente y, en consecuencia, languidecían las Logias de los masones 
    operativos. Entonces, el 24 de junio de 1717 cuatro logias londinenses 
    decidieron federarse fundando la Gran Logia Unida de Inglaterra, la que es
    considerada como primera Gran Logia de la Masonería Moderna.
 
 Al constituirse la Gran Logia, se reconoció los tres grados simbólicos de
    Aprendiz, Compañero y Maestro; las Corporaciones de Constructores 
    perdieron su carácter práctico y manual, consagrándose al trabajo 
    espiritual y dieron origen a la Masonería moderna.
 
 ¡Ah!,- exclamó mi amigo, como cayendo en algo- por eso es que ese día veo 
    que siempre ustedes viajan a la Gran Logia, en La Habana.
 
 Cierto - le respondí con la palabra y el gesto- cada año, según el 
    Calendario Masónico Cubano, ese día se celebra con un brindis fraternal a 
    las 4 y 2 minutos de la tarde...... Bueno, pues, a partir de ese 
    acontecimiento es cuando nace propiamente, la Masonería de nuestro tiempo,
    o Masonería especulativa, la cual ha conservado cuidadosamente el 
    espíritu de las antiguas cofradías, sus principios constitutivos y los 
    usos y costumbres tradicionales, pero obviamente apartándose de la  
    construcción material. Desde aquel 24 de junio la institución admitió en 
    sus filas a hombres de todos los oficios y condiciones sociales, al tiempo
    que daba una interpretación elevada y filosófica a sus símbolos. De esa 
    forma fue que la Masonería adquirió un carácter más amplio, que le 
    permitió extenderse por todo el mundo; de operativa, paso a ser 
    especulativa.
 
 Cuando Jorge Payne fue electo para el cargo de Gran Maestro, emprendió la 
    meritoria tarea, de reunir todos los preceptos existentes y formar una 
    colección de 39 ordenanzas generales, que fueron revisadas por el clérigo,
    teólogo e historiador Dr. Jaime Anderson, y el pastor protestante John
    Théophile Desaguliers, estableciendo los viejos principios conocidos,
    desde entonces como "Constituciones de Anderson".
 
 Los documentos confeccionados por el ilustre masón Jorge Payne se 
    publicaron con el título “Constituciones de la Antigua y Venerable 
    Confraternidad de los Masones Libres y Aceptados” y sirvieron de base a 
    la Constitución publicada en 1723, que es el primer fundamento legal de la
    Masonería especulativa.
 
 Entonces - me interrumpió mi amigo- es desde aquí desde donde realmente la
    Masonería moderna inicia sus pasos ¿no?
 
 Cierto - le respondí, pero para completar la idea, agregué- Después la 
    Institución prosperó contando entre sus iniciados a miembros de la nobleza
    y de la familia real de Inglaterra.
 
 Y en las Constituciones, ¿cómo se describen los nuevos cometidos de la
    Fraternidad?- preguntó ahora con interés poco fingido.
 
 De una forma simbólica - continué el hilo de la explicación, como si no me
    hubiese interrumpido - se hizo constar en ellas que a partir de entonces 
    ya no sería la catedral un templo de piedra a construir, sino que el 
    edificio que habría de levantarse en honor y gloria del Gran Arquitecto 
    del Universo sería la catedral del Universo, es decir, la misma Humanidad.
    El trabajo sobre la piedra bruta destinada a convertirse en cúbica, es 
    decir, apta a las exigencias constructivas, sería el hombre, quien habrá 
    de irse puliendo en contacto con sus semejantes a través de una enseñanza,
    en gran parte simbólica. Cada útil o herramienta de los constructores 
    recibió un sentido simbólico: la escuadra, para regular las acciones; el 
    compás, para mantenerse en los límites con todos los hombres, 
    especialmente con los hermanos masones. El delantal, símbolo del trabajo, 
    que con su blancura indica el candor de las costumbres y la igualdad; los 
    guantes blancos que recuerdan al francmasón que no debe jamás mancharse 
    las manos con la iniquidad; finalmente la Biblia, para regular o gobernar 
    la fe.
 
 Y realmente, la expansión se hizo a todo el mundo ¿no? -me preguntó 
    afirmando.
 
 De Inglaterra, la nueva Masonería “especulativa” se extendió rápidamente 
    a otros países - continué- Las primeras fundadas fuera de Inglaterra 
    fueron las de Madrid y Gibraltar. En Francia, apareció entre 1721 y 1732 
    y alcanzó un auge inusitado. Se formaron nuevos ritos y se crearon grados 
    filosóficos, siendo esta, al principio, una innovación mal recibida en los
    demás países, ya que infringía los antiguos límites, que únicamente 
    establecían los primeros tres grados. Entre 1739 y 1772, surgieron algunas
    desavenencias internas, lo cual trajo como consecuencia la separación en 
    dos ritos: el Rito Escocés Antiguo y Aceptado y el Rito de York o del Real
    Arco.
 
 Pero, - observó mi amigo frunciendo el seño- ¿si la Masonería comenzó con 
    la incorporación de aquellos "ilustrados" ¿cómo es que 
    anteriormente me has hablado sobre su influencia en los procesos 
    revolucionarios y en la participación de masones como figuras patrióticas
    en dichos procesos?
 
 Tiene su explicación - le respondí poniéndome de pie, pues ya casi no 
    veíamos y nos encontrábamos a cierta distancia de la ciudad- A lo largo 
    de los siglos XVIII y XIX, la masonería vivió un importante proceso de 
    democratización en sus bases: comenzó siendo una asociación integrada 
    fundamentalmente por intelectuales "ilustrados" de origen 
    burgués o aristocrático, como tú dices, pero su identificación con las 
    causas de la democracia, la libertad y el progreso humano fueron 
    atrayéndole personas de origen social popular, entre ellos, durante el 
    siglo XIX, a los patriotas independentistas, y después en el transcurso 
    del XX, a muchos miembros activos del movimiento obrero y sindical mundial
    y europeo. Te recuerdo que la masonería, está especialmente interesada en 
    la construcción de una sociedad laica en la que el libre pensamiento se 
    exprese sin límites de tipo alguno y pueda proyectarse hacia la mejora del
    individuo y de la sociedad. Por tal razón, está indisociablemente ligada a
    los contextos democráticos y a las etapas mas progresistas en la historia
    de la Humanidad, a las que siempre ha apoyado activamente, viéndose, por 
    el contrario perseguida por los regímenes absolutismos y totalitarios de
    todo signo.
 
 Ya nos vamos - dijo mi amigo situando sus manos enlazadas detrás de su 
    cuerpo y comenzando a andar a mi lado - pero, me hubiera gustado hablar un
    poco más sobre esa influencia en esta parte del mundo, especialmente en
    Cuba.....
 
 Si - le respondí poniendo mi brazo sobre sus hombros y marchando a su 
    mismo aire- pero eso tendrá que ser en otra oportunidad
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