Juan Capítulo 17 (Continuado)

Juan 17:16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

Nuestro reino está en lo alto. Toda la vida del hombre en este mundo es vanidad.

Petición 4: Por la santificación de los creyentes.

Juan 17:17 Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad.

Yeshua s la Palabra y es verdad y el Padre nos santifica por medio de Su Hijo.

Heb 10:9-10 Entonces dijo: Heme aquí para que haga, oh Dios, tu voluntad. Quita lo primero, para establecer lo postrero. En la cual voluntad somos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una sola vez.

Lo que habla el Hijo viene del Padre, en lo alto. (Deut. 18:18)

Juan 17:18-19 Como tú me enviaste al mundo, también los he enviado al mundo. Y por ellos yo me santifico á mí mismo, para que también ellos sean santificados en verdad.

En los versículos 20 a 26 El ora por todos los creyentes a lo largo de todos los siglos.

Juan 17:20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos.

Petición 5: Por la unidad espiritual de los creyentes.

Juan 17:21 Para que todos sean una cosa; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean en nosotros una cosa: para que el mundo crea que tú me enviaste.

Petición 6: Para que el mundo crea.

Juan 17:21 Para que todos sean una cosa; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean en nosotros una cosa: para que el mundo crea que tú me enviaste.

Yeshua es la cabeza y nosotros estamos en unidad sobre la Palabra que El dio del Padre y El (el Aba) envió al Hijo.

Juan 17:22-23 Y yo, la gloria que me diste les he dado; para que sean una cosa, como también nosotros somos una cosa. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean consumadamente una cosa; que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado, como también á mí me has amado.

Petición 7: Para que los creyentes estén con El en el cielo a fin de que puedan contemplar y compartir Su gloria.

Juan 17:24-26 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, ellos estén también conmigo; para que vean mi gloria que me has dado: por cuanto me has amado desde antes de la constitución del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, mas yo te he conocido; y éstos han conocido que tú me enviaste; Y yo les he manifestado tu nombre, y manifestaré lo aún; para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.

Di-s es amor y El está dentro de nuestro corazón. (leb)