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Me casé con una montañesa. Jeannette nació y creció en Bucay, provincia de Abra, vino a Manila para estudios universitarios donde nos conocimos unos años después de su graduación. Viajes frecuentes a su pueblo hicieron nacer en mí un interés creciente por la cultura e historia del lugar. Todo empezó con preguntas sin respuesta sobre un arco monumental, misterioso y semidecrépito, que la gente de allí llama Casa Real.

Abra, cuyo emblemático animal es el caballo, es una provincia sin salida al mar en el norte de Luzón en Filipinas. Está entre las dos provincias costeras de Ilocos y los montes de la gran Cordillera. La provincia se corresponde aproximadamente con la cuenca baja del río Abra, de quien toma su nombre. La única entrada a Abra y la única salida también es un túnel en la carretera desde Narvacán que cruza las sierras de Ilocos por Tangadan en el municipio de San Quintín. A la entrada del túnel hay un parque en honor a Gabriela Silang, le heroína del norte, cuya estatua ecuestre se puede ver a la izquierda de la foto. Este acceso es relativamente reciente, hasta principios del siglo XX el único camino a Abra era a por el río o sus orillas, también por el municipio de San Quintín que en tiempos se llamó Talamey (pulsar aquí para ver un video del parque y del tunel.)

Abra estuvo habitada originalmente por varias etnias montañosas como los Tinguianes, Igorrotes e Itnegs. Hoy la mayoría de los habitantes de las tierras bajas son de lengua y etnia ilocana con núcleos importantes de población Tinguián en las tierras altas. La provincia se creó por decreto del Gobernador General de Filipinas Narciso Clavería en 1846 para facilitar la incorporación de los montañeses al gobierno central y a la iglesia y la explotación de las ingentes riquezas minerales y madereras de los montes. En poco tiempo se creó otra fuente importante de riqueza con la extensión del cultivo del tabaco.

Al tiempo de la creación de la nueva provincia, existía un pueblo relativamente grande y próspero, Bangued, que sin embargo no fue escogido para ser la capital de la provincia. En su lugar Clavería escogió una ranchería o villorrio tribal, Bucay, en la vecindad del  Fuerte General Martínez, un complejo militar de importancia en la altura de un acantilado a la ribera izquierda del ancho Abra. La situación estratégica de la ranchería y fuerte con los montes de la gran Cordillera a la otra parte y más allá del río evidentemente determinó la elección de Bucay como el sitio de la capital. Hoy día, Bucay es un pueblo pintoresco, provincial y somnoliento que fue la capital de la provincia desde 1846 hasta 1863 cuando perdió su status como capital a favor de Bangued.

El primer Gobernador de Abra tuvo a la vez mando político y militar. Se llamó Ramón Tajonera y a sus treinta y dos años cuando juró el puesto, ya era un veterano con una ejecutoria brillante de diez años en las guerras carlistas peninsulares. Su formación académica incluyó estudios de economía, arquitectura, navegación y ciencias. Lideró desde Bucay al menos cuatro expediciones a través de la Cordillera en intento de someter a las tribus montañesas y abrir un camino que conectara Ilocos y Abra con el gran valle de Cagayán.

BUCAY, PRIMERA CAPITAL DE ABRA

Una de las primeras tareas del nuevo gobernador fue convertir la ranchería de Bucay en la población funcional que llegaría a ser la capital de Abra. Empezó desde cero y con un notable sentido de zonificación diseñó las calles a cuadrícula, colocó los edificios institucionales más importantes en las cercanías del fuerte y reservó las áreas más bajas cerca de los arroyos para la agricultura. Se puede ver esto claramente en el plano de  Bucay de 1848 que dibujó Tajonera o alguien bajo su siupervisión.También tomó a su cargo el desarrollo de la economía de la recién creada provincia, su objetivo fue hacerla independiente, en cuanto a finanzas se refiere, de los subsidios del gobierno central de Manila. Quiso tener una Casa Real (gobierno provincial) decente pero dada la escasez de recursos se contentó con acomodar algunas de las dependencias del fuerte para oficinas de la Casa Real que se convirtió en parte integral del fuerte mismo. El fuerte con el tiempo desapareció hasta el punto que hoy, a excepción del arco monumental de la entrada, sólo quedan unos montones insignificantes de ladrillos. El pueblo se olvidó pronto del fuerte pero siguió llamando al arco “Casa Real”, un potente símbolo del carácter y de la historia del pueblo que fue la primara capital de Abra.

En nuestras visitas frecuentes a Abra, Jeannette y yo hablamos a menudo con el alcalde de Bucay, Rodolfo Bernardez IV, sobre el desarrollo del pueblo. Durante estas visitas, en particular una en febrero del 2006 en compañía de Gemma Cruz Araneta, el alcalde mostró sumo interés en entender y conservar la herencia del pueblo. Antes de esa visita encontré en los Archivos Nacionales el mapa de Bucay de 1848 que empezó a desvelarme la naturaleza y carácter de la Casa RealEl alcalde fue nuestro guía en un tour del pueblo que incluyó las ruinas detrás del arco llamado hoy Casa Real. El video que tomamos en esta ocasión se retransmitió por RJTV en el programa de una hora de duración “Only Gemma” el 27 de febrero del 2006.

Dos eventos recientes me movieron a empezar un estudio en profundidad sobre la historia de Bucay y Abra. El Programa Español de Cooperación Cultural (SPCC) aprobó mi solicitud de fondos para ayuda a la investigación sobre la Casa Real. Con esto empecé a trabajar en los Archivos Nacionales de Filipinas donde encontré un acervo importante de manuscritos que detallan el nacimiento de la Provincia de Abra y de Bucay.

Semanas después de recibir la ayuda acepté una invitación a presentar el caso de Bucay en un simposio sobre Pueblos y Ciudades de Filipinas celebrado el 8 de noviembre del 2006 en los locales de la Academia del Desarrollo de Filipinas. Organizó el simposio un consorcio formado por la Sociedad para la Conservación del Patrimonio, ONG dirigida por Gemma Cruz, La Fundación para la Cooperación Urbana y el Departamento de Historia de la Universidad de Filipinas, con objeto de explorar los orígenes de poblaciones en filipinas para extraer pautas para el futuro. Se invitó al alcalde de Bucay, Rex Bernardez, quien asistió y participó en el foro de Alcaldes del simposio. Basada casi en su totalidad en la evidencia documental encontrada en los Archivos Nacionales de Filipinas, la ponencia sobre Bucay presentada en este simposio es una historia documentada de la provincia y el pueblo durante los diez y seis años que Bucay fue la capital de Abra. Un desarrollo ulterior de esta ponencia en los términos del acuerdo con el Programa Español para la Cooperación Cultural resultó en el estudio final completado en mayo del 2007 y aceptado por SPCC. Se puede leer el estudio en su totalidad en Casa Real de Bucay 1st Capital of Abra.

El alcalde de Bucay está al presente vivamente interesado en la renovación del pueblo y la restauración de su apariencia y edificios públicos en un estilo conforme con la historia y la época en que fue capital de Abra. También quiere asegurar que la gente del pueblo tenga conciencia de su historia y patrimonio y le gustaría empezar por hacer de esta investigación materia de curso en las escuelas públicas del pueblo. Además de la investigación que comparto con él y su pueblo, Patricia, mi hija arquitecta, diseña los conceptos para un pequeño centro comercial nuevo, y la renovación de la plaza mayor y expansión de las oficinas municipales. Los fondos necesarios van a ser un problema, pero confiamos que se pueda solucionar en cuanto haya un buen plan bien articulado.


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Jose R. Perdigon, Dic., 2006
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