Controversia
con Pedro León en Pinar del Río
Que
marco para soñar
es
éste, Pablo León
donde
hasta las palmas son
gargantas
para cantar.
Aquí
tu puedes hablar
de
cosas que yo no sé,
porque
esta provincia fue
la
que te dio madre y cuarto
para
que se diera el parto
de
un nuevo Cucalambé.
Por
las manos pinareñas
haré
lo que tu me mandes
aunque
son manos muy grandes
para
mis cosas pequeñas.
Cuando
llegué que halagüeñas
expresiones
recibí,
casi
un hijo me sentí
de
la tierra occidental,
es
más, ya me siento igual
a
los que han nacido aquí.
La
luna me da el diamante
de
cuerdas que al fondo amarra,
y
yo me hago otra guitarra
para
que la luna cante.
Y
tu, dueño de este instante
tan
pinareño y cubano,
por
lo que tienes de humano
pon
en mi mano sencilla
la
penúltima semilla
que
el sol te dejó en la mano.
Por
el humo de un veguero
que
envolvió la mejor capa
se
me prendió a la solapa
el
alfiler de un lucero.
Un
sinsonte tabaquero
buscó
el humo con el pico,
y
a ti, no te lo suplico,
te
lo pido simplemente
que
me corones la frente
con
el último abanico.