Todos dicen que me quieren
para hacer buenas jugadas,
y, en cambio, cuando me tienen,
me tratan siempre a patadas.

Pequeña como un ratón
y guarda la casa como un león.

A mí llegan los ríos
y por mí los barcos van,
mi nombre es muy corto
con tres letras lo dirás.

Adivina tú quién soy:
cuando voy, vengo,
cuando vengo, voy.

Alto altanero, gran caballero,
gorro de grana, capa dorada
y espuela de acero.

Su tamaño es como una cazuela,
tiene alas y no vuela.

Verde en el campo,
negro en la plaza
y colorado en la casa.

Grande, muy grande,
mayor que la tierra;
arde y no se quema,
quema y no es candela.

En lo alto vive,
en lo alto mora,
en lo alto teje
la tejedora.

Pica, picando,
colita arrastrando.

El burro la lleva a cuestas,
metida en un baul,
yo no la tuve jamás
y siempre la tienes tú.

Salta y salta
y la colita le falta.

Viste de chaleco blanco,
y también de negro frac,
es un ave que no vuela
pero nada. ¿Qué será?

Del fín del estanque vengo
para mirar a los niños
a los cuales entretengo
con saltos, juegos y brincos.

Volando en el aire
y besando las flores
se pasa su vida
de luz y colores.