Las personas que llegan a aquellas instituciones que se les conoce como "bibliotecas" esperan encontrar el libro o la información que desean cuando la desean, ya para estudiar o aprender, ya para entretenerse, ya para trabajar o investigar. Los encargados de operar en este proceso son los bibliotecarios,  "sólo" buscan lo que creen mejor para su biblioteca, a sabiendas de que la satisfacción del lector depende de los materiales que ella tenga disponibles.

El logro de este cometido se ha basado en conceptos que han evolucionado desde hace años, a partir de unos principios tradicionales establecidos alrededor del libro en sí, hasta un concepto actual que tiene como base la comunidad a la cual ha de servirse. Y Feng va más allá cuando afirma que "el continuo mantenimiento de una colección... ha de ser siempre justificado por su relevancia inmediata o potencial para la comunidad a la que sirve y, en último caso, quizás por su contribución al saber y al conocimiento en general".

Es por esto, que para entender el verdadero significado de Desarrollo de Colecciones, hay remitirse a dos conceptos tradiconales: Selección y Adquisición.

El proceso de selección es un proceso de análisis intelectual, activo, basado en unos principios tradicionales convertidos en políticas y procedimientos internos de cada biblioteca. Por el contrario, la adquisición es un proceso administrativo, rutinario, basado en disponibilidades económicas, descuentos, respuesta rápida de los proveedores; es un proceso hacia el exterior con resultados cuantificables, exigibles en informes finacieros o de otro tipo.

Los principios de selección tradicionales, establecidos por cada biblioteca, son diferentes de una a otra institución dada sus características individuales, con un elemento en común: el interés por satisfacer las necesidades de su lectores, lo mismo que hoy. Sin embargo, si examinamos algunos de estos principios, se ven como conceptos generales, inespecíficos y, aunque cualitativos, se notan contradictorios e irreales, con un énfasis mayor en el libro mismo; la comunidad en cambio es mirada como algo circunstancial.

Examínense algunos de estos principios tradicionales y podrá confirmarse la aseveración anterior:

1. Seleccionar material correcto para los lectores de la biblioteca.

2. No establecer límites en cuestión de raza, credo, nacionalidad, profesión u oficio.

3. La colección debe construirse de acuerdo con un plan definido y a partri de unas bases generales amplias.

4. La demanda es el factor que gobierna la selección.

5. Los materiales deben reunir altos estándares de calidad en contenido, expresión, y formato.

6. Prefiera un libro mediocre que será leído, a uno superiro que no lo será.

7. La calidad debe estar relacionada con otros estándares de selección: el propósito de la biblioteca y la necesidad de los lectores.

8. La biblioteca debe incluir todo lo que contribuye a sus propósitos.

9. Conozca la comunidad.