|
Soy abogado. No ejerzo pero lo
hice. No odio lo que fui. No amo lo que hago.
Lo que si amo es la libertad de expresión. Yo no era muy mayor cuando don Camilo José Cela prohibía libros políticamente incorrectos, y era un niño cuando en televisión española ponían echarpes encima de los escotes. Los censores siempre han trabajado para los administrados, han secuestrado nuestra capacidad de decisión, de ser rechazados, de equivocarnos, por una tibia y protecto- ra capa de heno: calor de establo. Pero es mentira, los que echan a Perturbao (individuo particularmente irritante, por otra parte) o kikean a lula o a Pimienta por defender el derecho a ser procaz (o serlo ellos mismos con incuestionable competencia y eficacia en la tarea . . jeje) no quie- ren proteger al presidiario en tercer grado que quiere saber como NO ir más a la puta carcel. Claro, no se puede pedir una libertad provisional si añades "hostias" (por cierto, a los puritano-ignorantes de abogados les dié que uno de los episodios más turbadores del Requiem de Mozart se llama Hostias ¿kikearian a Mozart?....seguro que si). No, amigos que me leeis, aunque seais pocos, lo que quieren estos aprendices de Oliver Cromwell es ese pequeño poder que les redima de sus carencias personales. Y, aunque no me guste el corporativismo, a excepción del que libremente puede surgir . . . por ejemplo en el canal abogados sin censores, tengo que apoyar a mis compañeros en esta denuncia. Censores de #abogados, nacisteis muertos y solo podeis moveros entre mentes muertas. Un mensaje a Pimienta: esa frase tan bella (o algo parecido) la dijo Voltaire, persona de cuya pluma han surgido en un día más palabras en apoyo de la civilización que to- da la basura de los censores desde el faraón Keop hasta hoy. Otro mensaje a Perturbao: sigue siendo irritante, por favor. Sólo de la controversia extraeremos un poco de luz.
|
|