Que conste que lo advertí parece decir ahora
José Encalada (foto de la derecha). Y tiene derecho, desde que a
mediados del año pasado, y tras investigar durante un mes a un
grupo de personas que venían explorando los cerros de la zona de
Sapillica (Ayabaca), informó que una empresa minera tenía
metálicos intereses por allí.
José Encalada es uno de los corresponsales de
radio Cutivalú de Piura, y ha intentado en todos los idiomas tratar
de buscar a los empresarios mineros para que expongan su punto de
vista delante de la comunidad local y regional, sin resultados.
En lugar de dar la cara, se atrincheraron en
el cerro Lagunas, ubicado a unos diez kilómetros al noroeste de la
villa de Sapillica, para averiguar que escondían las graníticas
entrañas de los Andes.
"Nunca antes se ha visto eso, por eso nos
han tomado de sorpresa", cuenta José Castillo, presidente del
Frente de Defensa y Protección del Medio Ambiente de Sapilica,
institución intermedia creada por la comunidad para protegerse de Cubos
Dorados, una microempresa minera que de iniciar labores de
explotación (si no las inició) sería mucho más letal que Manhattan
y Buenaventura juntas.
Agua revuelta
El cerro Lagunas se eleva a unos dos mil
metros de altura. En su cima tiene el caserío del mismo nombre,
donde la población ha construido una laguna artificial donde crían
tilapias.
Bajo
ellos hay un túnel que Cubos Dorados ha construido.
Tiene un metro ochenta de alto en promedio, un ancho de metro y
medio y una profundidad no determinada, pero que la gente del lugar
estima en unos 700 metros, extensión permitida gracias a la
consistencia de la montaña, básicamente granito.
El túnel sigue en gran parte el curso de un
manantial de agua cristalina que va ladera abajo hasta encontrar al
río Chipillico, que más adelante se une a las aguas derivadas del
río Quiroz, para ingresar al reservorio de San Lorenzo y dar vida a
este valle frutícola.
El alerta fue dado una vez que el agua bajó
turbia y la población puso el grito al cielo. Fue cuando los
dirigentes locales movieron a las autoridades para que se tomaran
muestras del líquido y fueran enviadas a laboratorios en la ciudad.
José Encalada dice que él llevó a las
autoridades, una vez que la gente de Cubos Dorados le
informara que no había contaminación. Entonces, tomaron muestras
de agua y las llevaron a Sullana, donde les dijeron no hay nada. En
Piura, lo llevaron al Laboratorio de la Dirección Regional de
Salud, pero nada se obtuvo porque no hubo dinero para pagar el
análisis.
Si bien no hay pruebas de contaminación, el
solo hecho de la existencia del socavón ha provocado la aparición
de todos los males, incluyendo la muerte de ganado.
Aguas abajo del manantial en cuestión hay
unas piedras que fueron dinamitadas por la empresa minera, como uno
de sus trabajadores reconoció. Una señora de 49 años de edad
(foto de la izquierda) vive por ese lugar y asegura que el agua
está contaminada: "Yo ando con dolor a los riñones, el maíz
ya se va quemando, el choclo está bien chiquito", desde que
llegaron los exploradores del metal.
Mientras tanto, y ajenos a la declaración,
miríadas de renacuajos se desarrollan en el arroyo formado por el
manantial, a casi un mes de paralización de actividades en el
socavón debido a la protesta de la comunidad.
Corazón de piedra
Aunque no haya extracción masiva de mineral,
cabe recordar que la tierra guarda sus propios elementos
contaminantes, como lo sostuvo el Reporte Moran, aplicable a la
misma realidad.
La diferencia con Tambogrande es que aquí no
sólo estarían en contacto directo con el agua, sino que ésta lo
transportaría de inmediato a las fuentes de consumo masivo.
"El socavón se ha hecho en el centro de
un riachuelo, y esas aguas discurren hasta el reservorio de San
Lorenzo", recuerda José Castillo (foto de la derecha), del
Frente de Defensa de Sapillica.
La inexistencia de Cubos Dorados en el
diálogo no ha hecho más que entorpecer la búsqueda de soluciones.
La gente del Frente asegura que cuando Samuel Alvarado Robles,
representante legal de la empresa, era notificado para conversar con
el pueblo, tomaba la invitación burlándose.
Uno de los documentos dice de su puño y
letra: "Lo leo pero no lo recibo". Era un memorial en
donde el pueblo encabezado por sus autoridades, el 14 de junio de
2000, le pide que pare la mano y deje de explorar en la zona.
Alvarado es socio mayoritario de Cubos
Dorados, empresa constituida en Trujillo, La Libertad, junto a
Felix Ricardo Muro Toribio, Wílmer Ñiquén Parra.
La empresa cuesta en total el equivalente
actual de US$ 870 repartido en cien acciones equivalentes cada una a
US$ 8,70. Obtuvo autorización del Ministerio de Energía y Minas
para operar dentro de cien hectáreas dentro de la zona 17 (Las
Lomas) que hacen un cuadrado ubicado el centro norte del distrito de
Sapillica.
Juan Paredes (foto de la derecha) es técnico
en perforación de Cubos Dorados y sostiene lo único que han
encontrado es pura roca y que han paralizado los trabajos porque no
quieren problemas con la comunidad. "Los señores dijeron que
no se trabaje; no queremos problemas tampoco."
Paredes es natural de Trujillo, y es el único
representante de la empresa, pues cuando llegamos a Sapillica el
martes pasado, Alvarado estaba supuestamente de viaje hacía dos
semanas, porque más de una persona asegura haberlo visto caminar
por el pueblo muy de mañana.
"Nunca hemos tenido diálogo, pese a que
le hemos enviado un montón de documentos al señor [Alvarado]
Robles para conversar", insiste José Castillo, del Frente de
Defensa, mientras que José Encalada dice que es muy probable que
otra empresa minera esté explorando en la zona alta de Sapillica,
entre las comunidades de Coletas y la ladera del cerro Cachirís,
uno de los más altos del departamento de Piura.
Toda la comunidad, mientras tanto, se prepara
para paralizar el distrito el 21, para pedir de una buena vez que se
aleje toda inversión minera de la zona... pero no todos le
acompañan. El hostelero y la chica que atiende en la tienda frente
al hostal dicen que no hay ningún problema.
El hostelero da posada a la gente de Cubos
Dorados, que es a su vez cliente de la chica. Cuando dejamos
Sapillica, el hostal estaba cerrado con candados...
RECURSOS
Secuencia
gráfica del socavón en Cerro Lagunas