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Entrevistas
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"LOS SECRETOS DE LOS HOMBRES RANA"
(Entrevistando a Manolo García)
(Nuevo VALE, 1995)

Manolo García es la honestidad, la sencillez, la antitrampa. Ni se maquilla ni se viste de hombre rana. Hace frío y se abraza para ajustarse una chaqueta de lana llena de bolas por el uso. Pide un café con leche y sonríe. A través de sus ojos empequeñecidos por sus gafas sucias, uno puede ver ese mundo tan suyo que, en forma de poesía, fluye y se posa en el vinilo con la fuerza del rock y la pasión del flamenco. Es único y genial, aunque estas palabras no le gusten: "Yo sólo hago música".

- ¿Dónde os metéis los humos propios de la fama?
- No hay humos. No es una postura de falsa modestia, pero no pensamos que haya algo excesivamente meritorio en hacer canciones. Igual de meritorio es ser un as del billar, un buen escritor o un buen conductor de autobuses o un buen carpintero, tener una empresa al frente, tener una habilidad que sirva para todo, un escritor, un panadero, un camarero...
- Pero no es lo normal. La gente se lo acaba creyendo.
- Creo que cada persona es como más cómodo le es ser. Si yo he quedado contigo y a mí me apetece veni con un plumero en la cabeza, unas gafas de punta y pintarme la cara de colores y ponerme un abrigo de bisón, venir en un coche de color rosa moteado con topos violetas y traerme tres caniches, pues estupendo, ¿pero por qué lo voy a hacer si no me apetece? Si me apetece tomerme un café con leche como me lo estoy tomando en lugar de una copa de champán, pues me lo tomo.
- ¿Por qué se  rebelan los hombres rana y no otra figura si ellos se lo deben pasar bomba ahí buceando?
- Es un símil. Es un gremio simpático que nos apeteció utilizar. Quizás el gremio de los panaderos hubiera estado bien también.
- Vuestra música es una hija mestiza pero, ¿quién es el padre y quién es la madre?
- Es una mezcla bastante grande entre lo que le gusta a Quimi y lo que me gusta a mí. A Quimi le gusta el soul, el rythm'n'blues, que a mí me deja bastante frío. En cambio a mí me gusta el flamenco y a él le deja frío.
- ¿Qué has aprendido de Quimi?
- Disciplina, puntualidad.
- Pintas. ¿Hubieses vivido de la pintura?
- ¿Por qué no poder comer de eso?
- ¿Seleccionas la basura y no te pones desodorante con spray para cuidar el medio ambiente?
- El hecho de seleccionar el cristal o poner las pilas aquí o ahí está bien pero el problema es a gran escala. Viene por la forma como vivimos, como nos movemos, viajamos, como funcionamos. Leemos tantos libros, tantos periódicos, necesitamos tantos muebles... tanto papel, tanta madera... Estamos desgastándolo todo a pasos agigantados.
- ¿Por qué habéis compuesto un tema como "Pedir tu mano" en vuestro último disco? ¿Volvemos a los ancestros?
- Te permites una pequeña licencia a la broma, a la ensoñación... Es una apelación simpática al respeto. Porque lo contrario, es decir, conocer a alguien una noche e irte a la cama con él y si te he visto no me acuerdo, pues... tampoco es lícito. La gente intenta entrar en las almas de las personas por un instante y alejarse sin decir naday luego por la mañana si te he visto no me acuerdo. Pedimos un respeto sincero, una nota de amor, un "me ha gustado mucho", como mínimo...
- ¿Cuando subiste por primera vez a un escenario?
- La primera vez que subí a un escenario tendría 8 años, en un centro Moral y Cultural de mi barrio de Barcelona, Poblenou. Allí me desmayé directamente. Cuando canté ya en el instituto, tenía 13 años pero aún estaba muy nervioso... Las rodillas me chocaban, clak, clak, clak... Luego vi a Rafael en una peli que se llamaba "Digan lo que digan" y pensé: "Quiero ser como este señor cuando sea mayor".
- Manolo García. ¿Alguna vez se te pasó por la cabeza cambiar tu nombre artístico? Suena como a ruso...
- Já... No, cada uno tiene su nombre, yo no me lo podría cambiar como otros hacen. Por cierto, oye, no me llamo Manolo, me llamo Manuel. Empezaron llamándome Manolín y luego se quedó en Manolo.
- ¿Te da miedo internet u otras redes de información monstruosas?
- No me dan miedo pero me importan un carajo.
- ¿Hubieses jugado de niño con la GAMEBOY si hubiera existido?
- No, creo que no. Tal como soy yo... creo que le hubiese dado un trastarrazo, la hubiera tirado contra la pared y me hubiese hecho un tirachinas, porque soy así de burro.
- ¿De qué has trabajado?
- Uffff! En una carpintería, en unna pastelería, en una agencia de publicidad, repartiendo cajas metálicas reguladoras de semáforos que pesaban un huevo, diseñando portadas de discos, diseñando juguetes... He trabajado en 19 sitios antes de vivir de la música.
- Tienes que decir tu gran secreto. ¿Cómo, cuándo y dónde os inspiráis para hacer estas letras tan preciosas, tan geniales, tan particulares que nos hacen vibrar tanto?
- Las compramos en una ferretería. No... empecé a descubrir que podía hacer letras porque verás... Tocábamos en la costa y parra los extranjeros. Y yo cantaba en un inglés macarrónico, a lo mejor me aprendía de una frase una palabra y el resto me lo inventaba yo. Mi osadía llegaba a grados extremos y no tenía ni idea y me dedicaba a hacer "yes, reis, reis, ay ras ras" para el asombro y despitorre de los guiris. Yo que sé, cantábamos por ejemplo, "Love me do" de los Beatles, y yo decía: "love, love me do, sin-guán ei-mir-tú..." Hasta que un día pensé... ¿y si cambio las letras por frases en español y digo con la música de "Love me do" "...quiéreme tú a mí, comprame un coche..."? Total, que empezamos a hacer traducciones libres y después me di cuenta de que tampoco hace falta decir "te quiero, te adoro, te compro un loro" sino que también puedes decir "me voy a Jamaica y me tomo un café con leche". Y ahí comenzó mi pequeña carrera como compositor de letras... Y Quimi tocaba en comuniones, y un día se dio cuenta de que cada vez que inventaba una canción sobre lo que le daba la gana, en plan "parece que llueve, está lloviendo... y salen caracoles...", la gente se divertía.
- Ahora júrame que haréis muchos más discos.
- No lo sé. ¿Y si me toca una bonoloto y me voy a Jamaica a tomarme un café con leche?
- Sí, hombre, no lo harías...
- Ah! Y yo que sé! A ver, júrame tú ahora que cuando salgas ahora a la calle no te vas a enamorar de un señor que va en un vespino y no te vas a ir con él a fundar un hogar. ¿Verdad que no lo sabes? Júrame que mañana vas a ir a trabajar... Ah, igual dices... ¡al carajo todo!
- ¿Qué quieres estar haciendo cuando empiece el año?
- Quiero estar durmiendo para el día siguiente ir a comerme una paella. Es que a mí no me gusta esto de la Navidad y el fin de año, porque creo que el tiempo lo condicionamos nosotros con unas barreras muy jodidas. El tiempo no tiene medidas. Dicen que a las 12 y un minuto ya es el año siguiente. ¿Y si estás en Canarias, qué, eh? ¿Y si estás en el Senegal?
-¿Qué buena acción harías en Navidad?
- Colectivizarlo todo, un caos simpático, que todo el mundo comiera y bebiera tranquilamente.



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