- ¿Cómo está?
- Bien, presentando el disco y
con ganas de tocar en directo que es lo que siempre me ha gustado mucho.
Con ganas de tocar estos temas. Son mi momento, mi día de ahora.
Cuando tienes un disco nuevo es como si la vida cambiase. Vuelves a encontrarte
a los amigos.
- ¿Qué ha hecho
estos tres años?
- Básicamente lo que ves
en la carpetilla del disco (que está rellena de cuadros suyos).
He estado pintando, viviendo los días. La música de este
disco la he hecho estos últimos meses. No he sido capaz de obligarme,
porque con la música no puedes obligarte. He empezado a reencontrarme
con ella.
- ¿Cómo ha sido
pasar a monopolizar un disco tras su experiencia como mitad de El último
de la fila?
- Ha ido llegando por sí
solo. Tampoco he tenido una necesidad furibunda de crear yo solo. Me he
sendido muy bien siempre trabajando en equipo con Quimi y se han colmado
todas mis ilusiones. Poco a poco las cosas se van adormeciendo y te quedas
un poco aletargado. Todo ha sido muy natural. No he monopolizado sino que
hemos visto que estábamos mirando en diferentes direcciones y te
encuentras con que tienes ganas de música y te dejas llevar por
ese deseo.
- ¿Es lógico suponer
que éste sea el disco más «suyo»?
- Aquí soy responsable de
las músicas, melodías, letras, diseño, todo... del
uso de una pequeña pala retroexcavadora de Mr. Ken y Yunke. Cuando
lo haces tú solo, llenas el cubo de lo que tienes. El trabajo en
equipo requiere compartir y algo de cortesía.
- ¿Ha echado algo de
menos?
- Tiempo. Aunque a veces me someto
a un cierto lirismo mental me propuse tenerlo y ponerme a tocar ya en mayo.
Me habría gustado hacer tres o cuatro canciones más, pero
me lo he pasado de muerte, y de eso es de lo que se trata.
- En una época de «revivals»
como Radio Futura, Mecano o Golpes Bajos, ustedes llegan y se separan.
¿Qué va a pasar?
- Se da un comunicado de Prensa
y eso está meditado, no es a la ligera. Después de mucho
tiempo de trabajar juntos y de compartir vidas y amistad somos dos personas
adultas con vocación de ingenuidad que han decidido tomar caminos
por separado. Haremos cosas juntos, pero no vamos a vivir de cosas que
se han dejado atrás de forma natural. Hemos tenido siempre la intención
de hacer discos perdurables, que gusten siempre.
- ¿Cree que el público
de El último de la Fila va a comprender su trabajo?
- No lo sé. Todos cambiamos.
Lo que sí sé es que en mi trabajo voy a ser siempre yo. Pretendo
no perderme a mí mismo en la selva de las modernidades, de estar
a la última, de innovar.