La Primera Ley
El primer ejemplo de movimiento y, probablemente, el
único tipo que se podía describir matemáticamente antes
de Newton, es el de la caída de objetos. No obstante
existen otros movimientos, de manera especial
movimientos horizontales, en los que la gravedad
no juega un papel principal. Newton se aplicó también a
ellos.
Considere un disco de hockey deslizándose sobre la
superficie helada. Puede viajar grandes distancias y
cuanto más liso sea el hielo, más allá irá. Newton
observó que, a fin de cuentas, lo que para estos
movimientos es importante es la fricción sobre la
superficie. Si se pudiera producir un hielo ideal
completamente liso, sin fricción, el disco continuaría
indefinidamente en la misma dirección y con la misma
velocidad .
Este es el quid de la primera ley: "el movimiento
en línea recta a velocidad constante no requiere ninguna
fuerza". Sumar este movimiento a cualquier otro no
trae ninguna nueva fuerza en juego, todo queda igual: en
la cabina de un avión moviéndose en línea recta a la
velocidad constante de 600 mph, nada cambia, el café
sale de la misma forma y la cuchara continua cayendo en
línea recta.
La Tercera Ley
La tercera ley, la ley de reacción, afirma que las
fuerzas nunca ocurren de forma individual, sino en pares
iguales y opuestos. Siempre que una pistola dispara una
bala, da un culatazo. Los bomberos que apuntan al fuego
con la tobera de una manguera gruesa deben agarrarla
firmemente, ya que cuando el chorro de agua sale de ella,
la manguera retrocede fuertemente (los aspersores de
jardín funcionan por el mismo principio). De forma
similar, el movimiento hacia adelante de un cohete se
debe a la reacción del rápido chorro a presión de gas
caliente que sale de su parte posterior.
Los que están familiarizados con los botes pequeños
saben que antes de saltar desde el bote a tierra, es más
acertado amarrar el bote antes al muelle. Si no, en
cuando haya saltado, el bote, "mágicamente", se mueve
fuera del muelle, haciendo que, muy probablemente,
pierda su brinco y empuje al bote fuera de su alcance.
Todo está en la 3ª ley de Newton: Cuando sus piernas
impulsan su cuerpo hacia el muelle, también se aplica al
bote una fuerza igual y de sentido contrario, que lo
empuja fuera del muelle.
La Bicicleta
Un ejemplo más sutil lo proporciona la bicicleta.
Es bien conocido que mantener el equilibrio en la
bicicleta estando quieta es casi imposible, mientras que
en una bicicleta rodando es muy fácil. ¿Por qué?.
En cada caso operan principios diferentes. Suponga
que se sienta en una bici que está quieta y descubre que
se está ladeando hacia la izquierda. ¿Que hace Vd.? la
tendencia natural es inclinarse hacia la derecha,
para contrapesar el ladeo con su peso. Pero al moverse
la parte superior de su cuerpo hacia la derecha, debido
a la 3ª ley de Newton, realmente está empujando la bici
para que se ladee más hacia la izquierda. ¿Quizás
debería Vd. inclinarse hacia la izquierda y empujar la
bici de vuelta? Quizá pueda funcionar durante una
fracción de segundo, pero realmente está desequilibrado.
¡No hay manera!
En una bici rodando, el equilibrio se mantiene por
otro mecanismo diferente. Girando ligeramente el
manillar de derecha a izquierda, da algo de la rotación
a la rueda delantera ("momento angular") para girar la
bici alrededor de su eje longitudinal, la dirección en
la que rueda. De esta forma el ciclista puede
contrarrestar cualquier tendencia de la bici a tumbarse
para un lado ó para el otro, sin entrar en el
círculo vicioso de la acción y reacción.
Para desalentar a los ladrones, algunas bicis
incluyen un cerrojo que sujeta el manillar en una
posición fija. Cuando una bici está trabada en dirección
recta, puede ser rodada por una persona andando, pero no
puede ser montada porque no puede equilibrarse.